Seis meses después hemos vuelto, pero ahora con más amigos, a recorrer uno de los senderos más bonitos del Alto Mijares, en tierras limítrofes geográficamente con la provincia de Teruel. Concretamente en Puebla de Arenoso. Hemos recorrido el SL CV 57, sendero poco transitado, tal vez por su desconocimiento, pero que bien merece acercarse hasta aquí para disfrutar de un paisaje cautivador y agreste que hará las delicias de cualquier senderista. Recorrerlo conmigo.
Dado que ya lo describí en mi entrada de Enero ("El Chorrico"), no me entretendré ahora demasiado en ello. Me limitaré a comentar un poco el recorrido y mostrar las excelentes panorámicas que este sendero ofrece sobre el valle del Mijares.
Sobre las 9 de la mañana nos encontrábamos dispuestos a empezar esta ruta de algo más de 9 kms, de recorrido. Como veis, en esta ocasión me acompañaba bastante más gente que la vez anterior, dispuesta a disfrutar de este paisaje tan maravilloso del Alto Mijares. El punto de encuentro en la fuente de la Salud, a la salida de Puebla de Arenoso en dirección a Olba. Aprovechamos para llenar las cantimploras en esta fuente de frescas aguas.
Charlar con los lugareños siempre es muy interesante. Te aporta información que de otro modo es difícil de obtener y aprendes mucho de sus conocimientos y sabiduría popular.
El grupo posando animado en la Fuente de la Salud.
Iniciamos el camino siguiendo la carretera hacia Olba unos 300 m. hasta encontrar a la izquierda el inicio de la senda, que distinguimos por un poste direccional del sendero PR VT 126 dirección Olba-Rubielos de Mora. El sendero está marcado con señales blancas y verdes, pero son muy antiguas y han perdido intensidad y en muchos tramos pasan desapercibidas, así que hay que estar muy atentos para encontrarlas y seguirlas.
El sol apunta maneras y nos advierte de que será un día caluroso.
En este punto dejamos la carretera y empezamos a ascender.
El pelotón ha cogido el sendero y empieza a calentar motores.
Ya en los primeros metros del sendero, a nuestra derecha, observamos el caserío de la Monzona, última población castellonense antes de entrar en la provincia de Teruel. En este punto vemos también el Mijares, que acaba de entrar en la provincia y empieza a recorrer el valle que lleva su nombre.
Fuente del Almajal.
La tupida y frondosa vegetación de este lugar nos da idea de la cantidad de agua que corre por aquí. Paradójicamente, el caño de la fuente no mana.
Metros arriba de la fuente se encuentra esta balsa, que recoge todo el agua,
Unos metros de la senda se encuentran anegados por el agua. Un poco más arriba hacemos un reagrupamiento. Eso sí, en la sombra.
Seguimos ascendiendo por el sendero que comunicaba en otro tiempo la Puebla y el Chorrico, así como las tierras de labor. Vale la pena detenerse y darse la vuelta para contemplar las vistas de la Puebla y la cola del pantano de Arenoso.
En algún tramo se conserva el empedrado de la senda, así como el zigzagueante recorrido del mismo.
Empezamos a ver a nuestra derecha las primeras vivienda en ruinas del Caserío del Chorrico.
El caserío está formado por distintos grupos de casas más o menos separados unos de otros. En uno de ellos encontramos el antiguo horno del caserío, que aún se ve a través de la puerta de la casa que lo contiene.
Horno del caserío del Chorrico. ¡Qué buen pan se cocería aquí!
Fuente ahora seca, que abastecía el lavadero del Chorrico.
Lavadero bastante bien conservado.
Junto al lavadero, encontramos esta baslsa de riego.
Este chopo caído nos muestra esta original imagen. Sus ramas han crecido hacia arriba y parecen árboles independientes.
Aprovechamos el pintoresco lugar para descansar y almorzar a la sombra. El calor ya empieza a hacer de las suyas.
Me acerco a ver otro grupo de casas de esta aldea, concretamente los graneros y la era.
Esta casa está bastante bien conservada por fuera. Debió ser de las últimas en deshabitarse.
Corrales y graneros de lo que, seguramente, fue la era.
La antigua era forma una terraza sobre el valle y ofrece una espectacular vista sobre la Puebla. Los sentimientos y sensaciones que te acuden son indescriptibles con la palabra. Se han de sentir.
Frente a la era, vemos otro grupo de casas.
Tras el almuerzo, reaunudamos el camino y seguimos el sendero que nos conduce al Mas de Onofre. A escasos metros del Mas de Onofre, cruzando la pista, encontramos una senda que asciende con una señal en una piedra del suelo casi imperceptible. Hemos de seguir esta senda que asciende y rodea el alto de la Sabina (1017 m.) y luego llanea y empieza a descender dejándonos en el mirador natural de La Grana.
El grupo deja atrás el Mas de Onofre. A sus espaldas, ya a lo lejos, las ruinas del Chorrico.
Estas paradas a la sombra ayudan a descansar y soportar mejor el calor.
Este tramo de senda asciende y zigzaguea entre pinos. También pasamos por algún corral.
La altura que la senda va adquiriendo, próxima a los 1000 m., nos ofrece panorámicas de las cercanas tierras turolenses y la sierra de Gúdar. En la foto Fuentes de Rubielos y el Peñarroya (1242m.) detrás.
Otra preciosa vista es la que ofrece sobre el Chorrico.
La cara oeste del Viso es también visible desde la senda.
En la parte más alta de la ruta, vemos planear este majestuoso buitre sobre nuestras cabezas. La naturaleza, de nuevo, nos obsequia con otra maravilla.
Como comenté, aún se pueden ver las marcas del SL, aunque no todas se ven tan bien como ésta.
Bordeamos la Sabina y la senda llanea un poco por una bonita senda entre pinos y enebros.
Ahora tenemos vistas hacia el sur. Fuente la Reina ante nosotros.
La imponente presencia del Pico de Santa Bárbara de Pina (1040 m.)
Junto al sendero, encontramos el mirador natural de La Grana (976 m.) con imponentes vistas sobre el valle del Mijares.
Panel informativo del mirador.
El grupo asomándose al balcón.
Este panorama es el que vemos desde La Grana. Precioso.
Nuestro Penyagolosa al fondo.
La senda desemboca en una pista que nos lleva hasta el peirón de los Cuatro Caminos.
Peirón de Cuatro Caminos, al que le falta la hornacina superior.
Un peirón es un "monumento intermedio que se solía erigir en los cruces de caminos, a
la salida de las poblaciones. También se denominan “peirós” (más
comúnmente en Levante). Estos hitos religiosos, casi siempre culminados
con una cruz, eran reflejo de la religiosidad popular y en ocasiones
servían de “capillas portátiles”. Los lugareños rezaban ante ellos,
para bendecir la cosecha, los campos, evitar las temidas plagas o el
granizo, etc."
Inevitable foto del grupo en la encrucijada de Cuatro Caminos.
Por pista durante unos veinte minutos, estamos pendientes de una senda que nos lleva hasta el Montico. Emplazado en un pequeño llano, tal vez la era, el Montico presentaba un aspecto totalmente primaveral con el campo lleno de florecillas silvestres que daban color y aromaban el ambiente.
En el Montico atravesamos un mar de florecillas silvestres.
La primavera mostrando su mejor cara.
Ruinas del Montico.
Desde el Montico, una senda bordea el barranco de los Caños y va descendiendo hasta la Puebla.
En este punto, toca descender a la Fuente del Chorrador y llenar las cantimploras y después visitar el Chorrador de la Umbría.
Fuente del Chorrador. Agua fresquísima.
Panel informativo del Chorrador de la Umbría.
El Chorrador. Uno de los rincones más bonitos de la ruta.
Frente a nosotros, el Chorrico, visitado horas antes.
La senda transcurre por una bonita senda entre pinos, algún roblecillo y carrascas y nos desciende hacia la Puebla, que ya vemos frente a nosotros.
Llegamos a la Puebla por el cementerio de la localidad. Al final de la calles encontramos la ermita de Loreto y el lavadero.
Ermita de la Virgen de Loreto.
Lavadero.
Sobre las dos y media de la tarde, llegamos a la Fuente de la Salud y dimos por terminada esta bonita ruta por tierras del Alto Mijares que nunca defrauda.
Acabamos la jornada comiendo, como habitualmente lo hacemos cuando venimos a esta zona, en el restaurante Casa-Palacio que tan bien nos acoge y nos trata siempre.
Momento relajado de la comida.
Animado ambiente durante la comida.
Un excelente menú como colofón a un estupendo día de senderismo.
Galería fotográfica. (clicar)
Película (cliclar)
Que ruta mas maja, Emilio. Ahora en la primavera con la tierra dibujada de colores, por las flores. Dices, bien, es poco conocida. Y se disfruta mucho en todos los aspectos que rubrican el senderismo. La hice el pasado otoño, y me gustó mucho.
ResponderEliminarY me sorprende mucho la cantidad de senderistas que atesoran vuestras salidas. Muy encomiable.
Un abrazo.
¡Hola Luis! Hacía años que no la hacía y ahora en menos de medio año ya la he realizado dos veces. Tuve ocasión de verla en tu blog y eso me animó a volver a ella después de mucho tiempo.
EliminarUn abrazo.
Hola Emilio
ResponderEliminarTu entrada me ha recordado que todavía tengo la ruta pendiente. A ver si lo remedio
Saludos
¡Hola Jesús! Ánimo y a por ella.
EliminarSaludos.
Hola, Emilio.
ResponderEliminarPreciosa ruta la que tuvimos la suerte de compartir. ¡Lástima que vaya a cerrarse ya la temporada! Como este año ha hecho algo menos de calor, la montaña está ahora preciosa porque la floración se ha retrasado un poco.
Sólo nos faltó rematar la ruta con un bañito en Montanejos... ¡Hubiera sido redondo!
Un abrazo y hasta la próxima.
¡Hola Eduardo! Lo pasamos fenomenal. Además la ruta tiene encanto. Faltó el baño pero el tiempo se nos echó encima. La próxima será con baño.
EliminarUn abrazo y hasta la próxima.
Hola Emilio.
ResponderEliminarYa tenemos aquí la calor Emilio.
Bonito recorrido el que nos propones a caballo entre Castellón y Teruel, con muy buenas vistas y una vez más haciendo hincapié en esos caseríos y masías abandonados que tanto me fascinan, en la foto del horno este da la impresión de estar emitiendo un lamento debido a ese abandono, sobrecogedora fotografía de veras.
Un abrazo.
¡Hola Dani! El Alto Mijares, tampoco defrauda nunca. Es un recorrido con mucho encanto, aldea abandonada incluida.Acertado comentario sobre el horno moruno. Lo he pensado y ,efectivamente, parece que se esté quejando. Seguro que así es.
EliminarUn abrazo.
Emilio, me encanta esta descripción de los Paisajes de la Puebla, La Baronía de Arenos era un Territorio pujante en la época como atestiguan los numerosos núcleos poblacionales existentes...Gracias por acercarnos a nuestras casas estos fabulosos paisajes!
ResponderEliminar¡Hola José Tomás! Es una zon preciosa. Tiene , para mí, un encanto y una magia especial que la hace inconfundible. Vale la pena.
EliminarUn abrazo.
Hola Emilio
ResponderEliminarBonita ruta y preciosos esos campos de florecillas primaverales...que bien sienta en una ruta con estos calores, encontrarse una fuente como esa del Chorrador con agua fresca que te hace revivir y salir con las pilas cargadas.
Un abrazo
Jose
TROTASENDES BENICALAP
¡Hola Jose! Es cierto que la primavera del 2013 es espectacular. El campo así lo atestigua. Y las fuentes, con tanto calor, vienen de perlas.
EliminarUn abrazo.
Pues si que tiene buena pinta este recorrido Emilio, con esas vistas al pantano, esas masías abandonadas y ese paraje de la fuente del chorrico. Habrá que ir jejeje
ResponderEliminarBonita entrada!!!
Saludos
¡Hola José Ramón! El Alto Mijares tiene parajes muy bonitos y , al mismo tiempo, poco conocidos. Vale la pena acercarse y recorrerlos. Son muy gratificantes.
EliminarUn abrazo.
Bonita y grata excursión Emilio, que bien merece recorrerse una vez al año para los que somos moradores de estos parajes. Buena pinta la comida y es que Casa Palacio no defrauda.
ResponderEliminarSalud
¡Hola Javi! Está a un paso de Montanejos y es verdad que merece, al menos, una visita al año.Así lo haremos.
EliminarSaludos.
¡Hola Emilio!, la verdad es que el monte está ahora impresionante, la ruta tiene buena pinta y es que el Alto Mijares tiene mucha masa forestal.
ResponderEliminarEl pasado día 12 hice el final de curso en Casa Palacio, fuimos 48, ya le dije que iba de parte tuya, nos trataron muy bien, excelente.
Un abrazo
Simón
¡Hola Simón! El Alto Mijares tiene parajes únicos que hay que disfrutar. Ya me dieron recuerdos en Casa Palacio de tu parte. Nosotros estuvimos el día 15.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Emilio, que bonita ruta, como bien apuntas, en un rincón para descubrir y es que esto es un "sin parar", cuanto más conoces más descubres que desconoces jeje....Bueno esta es otra de las muchas grandezas del senderismo.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Hola Álex! Rincón poco transitado pero muy agradecido. Y efectivamente, cuantas más rutas vas haciendo, paradójicamente, más te falta por hacer.
EliminarUn abrazo.
Hola Emilio.
ResponderEliminarLeyendo tu detallada entrada y sus buenas fotos,parece como si uno estuviera allí,o al menos con ganas de realizar,lo que parece,una estupenda ruta.
Gracias por compartirla y tomo nota de ella.
Un abrazo,amigo.
¡Hola José Luis! Es una ruta encantadora, que conjuga paisaje y pasado reciente. Una ruta para hacer. A ver si la hacemos juntos.
EliminarUn abrazo.
Quien pudiera restaurar una de esas masias...siempre estan en marcos idilicos debido al abandono del lugar, bonita ruta en tierras olvidadadas, como bien dices. Tambien impactante el viso con esas laderas superpobladas de pinos, excelente cronica!!
ResponderEliminar¡Hola Sugoi! Esta zona del Mijares, de transición con las serranías turolenses, tiene un encanto especial y ancestral que la hace muy recomendable.
EliminarUn abrazo.
Hola, gracias por compartir, la ultima casa en estar habitada fue la casa de mis tios, Joaquin y Concha, era una casa que estaba la mitad en cueva...la masada de El Chorrico , era un vergel..
ResponderEliminary su agua ...buenisimaaa...Ha sido un placer el poder "ver" otra vez esos parajes que recorrí de niña, donde nacieron mis abuelos ...Gracias
¡Hola Isabel! Nada de dar las gracias. Es un placer mostrar este bonito lugar. He ido varias veces y me produce una sensación de tristeza y nostalgia pensar que este bonito lugar tuvo vida en algún tiempo y ahora está abandonado. Está en una situación privilegiada y es una maravilla visitarlo. Me encanta.
ResponderEliminarSaludos.