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domingo, 20 de noviembre de 2011

EMBALSE DE AJUEZ-CASTILLO DE CASTRO Y NEVERA DE CASTRO (CHÓVAR 19/11/2011)




Por cuarta vez en menos de 4 meses volvía a Chóvar invitado por mi amigo Paco Bayarri (Alboraya) y compañeros suyos de la vecina localidad de Vall d'Uixó. En esta ocasión recorreríamos el barranco de Ajuez, subiríamos al Castillo de Castro y de regreso a Chóvar pasaríamos por la remozada nevera de Castro. Después daríamos cuenta de la comida que nos esperaba en La Carbonera.Vayamos por pasos.



La convocatoria para la salida era a las 9 de la mañana. Sobre esa hora fueron llegando los  participantes en la ruta. En total nos reunimos 45 senderistas. Un grupo procedente de Alboraya básicamente, otro nutrido grupo de la Vall d'Uixó, otro de Valencia, nuestro grupo de Torrent, Toni de Paiporta y nuestro amigo Juanjo Carrasco de Onda (Caminatasalasocho).

Intentamos hacer la foto de grupo. Pero es bien sabido que cuando el colectivo es grande, es complicado reunir a todos al mismo tiempo. Eso nos pasó. En la foto que veréis no está la totalidad de participantes, pero puede dar una idea de lo numeroso del grupo.

Ésta es la foto con el mayor número de participantes de que dispongo.

Después de los saludos previos tras el reencuentro, en algunos casos después de bastante tiempo, comenzamos la ruta. Parecía que el tiempo no nos iba a permitir disfrutar del todo del camino y nos recibió con una fina lluvia que nos iba a acompañar en los primero momentos del recorrido, pero lo cierto es que al cabo de un breve tiempo, paró de llover y aunque el cielo estuvo cubierto prácticamente durante toda la mañana, nos daría un respiro para que pudiéramos realizar la marcha sin contratiempos importantes.

 
Panel informativo del Parque natural de                         Folleto de la ruta a realizar
la Sierra de Espadán.

Nada más salir del pueblo ya encontramos la pala direccional que nos encaminaba al embalse de Ajuez y al barranco del que recibe el nombre y recoge sus aguas.

Palas direccionales del PR-CV 138 que dejaríamos para dirigirnos por la izquierda al barranco de Ajuez, por el itinerario de la Sierra de Espadán. Al regresar volveríamos por él.

Pequeño embalse de Ajuez de origen musulmán (s. XII) que recoge las aguas del barranco del mismo nombre. La pared tiene unos 12 m. de altura.

 El barranco en su inicio ya nos mostraba algunas de las maravillas que encontraríamos a lo largo del recorrido. Este precioso nogal nos recibía :"Pasen,señores, pasen a este magnífico espectáculo de la naturaleza").

Una vez dentro del barranco, íbamos a ir encontrando maravillas tanto vegetales (alcornoques sobre todo) como geológicas.


Posando ante una preciosa y vieja "surera".

Este precioso ejemplar de pino flanqueaba el camino.


La senda trancurría por lugares con encanto especial. Por momentos parecía que camináramos por un bosque encantado.

Pequeño pasaje natural en el camino.


Farallones rocosos a ambos lados del barranco mostraban orgullosos su altura.


Las paredes de ambos lados del barranco, en un ejercicio de mimetismo mágico, parecían también estar recubiertas de corcho, como sus amigos los alcornoques con los que comparten hábitat.

Llegamos a la "Fuente fresca", que aunque indicada con una estaca metálica, has de bajar un poco al cauce del barranco para encontrarla ,porque está un tanto escondida.

La fuente manando de la tierra sin aditivos, colorantes ni conservantes, es decir, pura y natural.

Pasada la fuente, la senda va en ascenso paulatino, pero nos sigue maravillando allá por donde miremos. Para muestra las siguientes fotos.



Ya en claro ascenso, aprovechando algún alto del camino y echando la vista atrás, aún distinguíamos en el horizonte, el valle del Palancia a pesar de las nubes.

Enseguida encontraríamos una de las varias minas abandonadas en la zona en los años sesenta, que se dedicaban a la extracción de cinabrio, mineral del que se extrae el mercurio. La rudimentaria técnica de explotación hacía poco rentable la misma, esto junto a la alta peligrosidad del mineral hicieron abandonar estas minas que en su mayoría se encuentran cerradas.

Entrada de la mina "El socavón", al parecer la última explotada en Chóvar (1966).

Raíles y vagoneta abandonados a la entrada de la mina. Algunos compañeros del grupo entraron en ella. Otros, como mi amigo Rafa, además no perdieron la oportunidad de hacerse una foto dentro de la vagoneta.

Nos quedaba un pequeño repecho hasta llegar a una pista forestal, donde teníamos previsto almorzar.

 
Salvando este pequeño repecho (o grande según se mire) llegamos a la pista forestal.  

Una vez en la pista, paramos a almorzar. Como veis en las fotos, la gente no perdonó el almuerzo. Fue un momento de descanso y de compartir con los demás lo que cada uno llevaba.


                                            




A partir de aquí, el grupo se dividió en dos: unos subirían hasta el castillo de Castro, el resto iría directamente a la nevera y continuaría después hacia Chóvar.
Las nubes, por un momento, lo cubrían todo. El paisaje era fantasmal, de bosque encantado. La niebla le daba al camino un halo de misterio que lo hacía mágico y bello. Tal vez esta sensación venga dada por la inseguridad que nos da la niebla. No ver bien lo que tienes delante te hace ver las cosas como si estuvieran rodeadas de incertidumbre y misterio.



La niebla nos acompañó durante un buen rato.

Los que  decidimos subir al castillo fuimos en busca de la senda que nos llevaría hasta él. Después de unos momentos de dudas porque no la encontrábamos, dimos por fin con ella. Salía a la izquierda de la pista, después de una pronunciada curva en descenso.

Mientras discurríamos por la pista en busca de la senda, tuvimos ocasión de contemplar escenas tan bellas como ésta. Paisaje matizado por las nubes en el que podíamos distinguir el mar en el horizonte.

En un momento determinado, las nubes bajas fueron desapareciendo, dejando al descubierto las cimas de las montañas. Al fín pudimos distinguir el perfil del castillo de Castro.

Enclave rocoso en el que está integrado el castillo y que le hacía practicamente inexpugnable.

Esta deficiente señal marca el inicio de la senda al castillo. Has de estar pendiente si no quieres pasarte de largo.

A partir de aquí comienza una bien marcada senda, aunque con bastante pendiente, que requerirá de nosotros un esfuerzo extra para subir con dignidad hasta el castillo.

La senda discurre por bonitos parajes como éste.

A mitad de ascenso,más o menos, encontramos este pilón en el cruce de la senda que desde Alfondeguilla lleva hasta el castillo.
El pilón marca 400 m. hasta el castillo y 1,8 Km hasta la nevera.

Continuamos ascendiendo. La pendiente ahora era algo mayor. Pero ya teníamos ante nuestros ojos el sinuoso perfil de los restos del castillo.


La bonita senda se empinaba  cada vez más.

El castillo ya a la vista, rodeado por la niebla que volvía a cubrirlo ligeramente.

Restos de una torre circular correspondiente al primer recinto del castillo.

Restos de la muralla del segundo recinto,  de unos 65 m de longitud.

Llegamos por fin a lo alto del castillo, ubicado a 789 m. según aparece en otro pilón de piedra a la entrada del recinto.
Detrás se aprecian más restos del recinto amurallado.

Foto del grupo que llegó al castillo.

Restos del aljibe, que se encuentra relleno de tierra.

Esta es la puerta de entrada al recinto, rematada con un arco de medio punto.

Aunque las nubes ocupaban gran parte del horizonte, aún pudimos comprobar el estupendo paisaje que se observa desde esta atalaya estratégicamente situada. Esta situación seguro que le permitió servir como torre vigía, ya que disponía de una buena visión de la costa. Aún estuvimos un rato disfrutando del paisaje y sacando fotos.


Bonita vista de uno de los dos barrancos que rodean el castillo. Uno el de Cabrera y otro el de Horcajo.

Impresionates vistas se contemplan desde las alturas.

Era momento de volver sobre nuestros pasos y dirigirnos hacia la nevera. Desandamos el camino hasta llegar al desvío de la nevera, marcado con un poste metálico. De vuelta por la pista, al volver la vista sobre lo desandado, pudimos contemplar en lo alto, la silueta del castillo, nuevamente rodeada de la niebla que le concedía ese halo de misterio y de estampa romántica.


El castillo de Castro envuelto en niebla.

La contemplación de los restos del castillo me llevó a reflexionar en cuánto se parece su destino a la vida de las personas. En una época determinada se convierten en elemento indispensable, cumplen una función y están en todo su esplendor y apogeo. Poco a poco, van perdiendo esa utilidad para la que fueron creados y acaban convertidos en un montón de restos más o menos dignos, más o menos altivos, más o menos conservados, testigos mudos de un pasado esplendoroso que ya no volverá y al que únicamente visitan unos pocos curiosos para intentar imaginar cómo pudo ser ese pasado. Del mismo modo, las personas llevamos un destino paralelo al de los castillos. Un día pasaremos del apogeo a ser restos, recuerdos de un pasado más o menos bueno, que ya no volverá nunca.

La nevera se encuentra ligeramente más alta que el cerro del castillo, ya que está situada a unos 820 m. Esto hace que la pendiente que accede a ella, aunque corta (200 m.) , sea bastante dura a la hora de emprender la subida y requerirá nuevamente de fuerza extra para subirla. La nevera de Castro es una de las 7 neveras del Parque de la Sierra de Espadán y tal vez la mejor conservada ya que fue restaurada en 1995.

Desvío a la nevera de Castro.

Empinada y dura rampa que nos llevará hasta la nevera.


Posando a la entrada de la bien conservada nevera.

Aún deberíamos subir después un poco más hasta dar en una pista que nos llevaría nuevamente a Chóvar.

Subamos un poco más.

Llegados a una pista y después de caminar unos cientos de metros por ella. llegamos a un tramo cementado en descenso muy pronunciado.

Pista cementada de gran pendiente de bajada como se aprecia.

De regreso pudimos contemplar en la distancia la cima del Bellota (959 m), objeto de nuestras anteriores visitas a Chóvar.

En un punto de la pista, ya teníamos a la vista nuevamente el embalse de Ajuez.

Descendimos hasta el embalse y lo cruzamos junto al muro de contención, hasta el otro lado.

Ya estábamos en Chóvar nuevamente. El grupo haciendo la rentrée.

Y finalmente, como siempre, procuramos que nuestra rutas terminen en una comida de confraternización que sirva de descanso y al mismo tiempo podamos comentar momentos de la ruta y otras nuevas que estén por venir. Así mismo, nos sirve para conocernos algo más. 

Aquí podéis ver algunos momentos de la comida.





En resumen, una bonita ruta en la que tuvimos la suerte de que el tiempo aguantara. La duración fue de unas 5 horas en total, contabilizando las paradas. La distancia para los que subimos al castillo fue de unos 15 km. Para el resto de unos 11 km. En cuanto a la dureza la calificaría de moderada si no se sube al castillo de Castro. Si se sube es algo más pesada, pero sin demasiados problemas. Y en cuanto al interés de la ruta y la belleza del paisaje la calificaré de excelente. La Sierra de Espadán tiene duende.








22 comentarios:

  1. Hola Emilio
    Bonita ruta si señor, doy fe de ello, me gusto mucho cuando la hicimos nosotros, me llamo mucho la atención la buena conservación de la nevera...de todas formas Espadan ya sabemos no tiene rutas feas jajaja...
    Vaya pedazo de grupo os juntasteis parecía otro encuentro bloguero jajaja.

    Un abrazo
    Jose
    TROTASENDES BENICALAP

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  2. Una excelente ruta, Emilio. Y esta vez con una respuesta de senderistas magnífica. El tiempo os acompañó y la comida puso el broche de oro.

    Un abrazo,

    Luis.

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  3. Hola Emilio.
    No me extraña que regreses de nuevo a Chóvar.
    ¡¡Bonitas rutas y vistas tiene!!

    Menudo grupete!!!!!!
    Fijo que teneis que reservar para la comida....que completais aforo...

    Un beso.

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  4. @Jose
    ¡Hola José!Sí, la ruta es todo un clásico y vale la pena.En cuanto al grupo, ya lo ves, parece un encuentro bloguero como dices.La gente tiene ganas de ir a la montaña y si convocas alguna excursión suele tener buena acogida.
    Un saludo.

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  5. @Luis G.
    ¡Hola Luis!Sí, la ruta merece la pena. Como digo en la entrada, la sierra de Espadán tiene duende. El grupo de amigos animó la jornada y la comida fue el remate de este estupendo día de senderismo.
    Un abrazo.

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  6. @Toñi. (Siguelsendero)
    ¡Hola Toñi! ¡Ya ves que grupo!.En los restaurantes se frotan las manos cuando tienen un grupo tan numeroso. En cuanto a la ruta ya ves, estupenda. Esta sierra tiene embrujo.
    Un beso.

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  7. Hola Emilio la foto de grupo parece de un encuentro bloguero jejeje. Seguro que pasasteis un muy agradable jornada recorriendo esa zona tan bonita de la sierra de Espadán. Hay sitios como este, que parece que no te cansas de visitar.... Saludos

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  8. Hola Emilio, sí, no me decidí a realizar esta ruta por las noticias y previsiones del tiempo, así que opte por hacer esta mas cercana, pero no por ello peor, pues fue bastante entretenida. Si el tiempo no lo impide intentare hacer la ruta desde Alfondeguilla este domingo próximo, día 27.
    En cuanto a la similitud entre los destinos de las personas y los castillos, tienes toda la razón. Sí, “un día pasaremos del apogeo a ser restos, recuerdos de un pasado más o menos bueno, que ya no volverá nunca”. Pero debemos intentar que “los restos” estén en las mejores condiciones posibles y que nos sintamos lo mas orgullosos posible de nuestro “pasado”.
    Bueno muy buena la descripción y por supuesto, las imágenes, estupendas, como siempre.
    Saludos y hasta pronto.

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  9. Hola Emilio, he tenido oportunidad de andar varias veces por esa zona y esta muy bien, otra opcion mas cerca de valencia, recuerdo muy bien la nocturna que hice este verano con trotasendas y compañia, ademas tambien teniamos de compañia una botella de Jack Daniels, jajaja, saludos y gran cronica.

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  10. @trotasendas
    ¡Hola Trotasendas!Efectivamente un grupo numeroso que si bien impide poder hablar con todos,al menos produce la satisfacción de haber tenido una respuesta tan buena a una convocatoria de ruta que pretender compartirse con quien quiera asistir. Por otra parte, la sierra de Espadán que tan bien conoces, no deja nunca de asombrarnos.
    Un saludo

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  11. Gracias Pepelik por tu comentario. Hiciste bien en ser previsor. Además cualquier ruta tiene su encanto. La distancia es lo de menos.Evidentemente, nuestro deseo es llegar en las mejores condiciones posibles a nuestro ocaso(esperemos que aún tarde mucho),en ello estamos.a ver si el tiempo te deja realizar la ruta el próximo domingo.
    Un saludo.

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  12. @BIDARI
    ¡Hola Bidari!. Ya leí vuestras crónicas de vuestra nocturna al castillo.Íbais bien acompañados, je,je,je.Bonita ruta como bien conoces.
    Un saludo.

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  13. Hola estimado Emilio, que bonita y precisa descripción de la ruta que hicimos el pasado sábado, acompañada de unas fotografías cada vez más bonitas. El resultado final, un 9, falta ese punto para el 10 por no haber podido subir al castillo, que espero realizar en otra ocasión. Como siempre, la compañía lo mejor. Un abrazo y nos vemos este sábado en Viver. Ricardo Vivó Ramos.

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  14. @An�nimo
    ¡Hola Ricardo!Estuvo bien la ruta. Lo mejor la compañía. En cuento al castillo, ya subiremos en otra ocasión.Gracias por comentar. El sábado nos espera Viver. Esperemos que luzca el sol.Hasta el sábado.
    Un abrazo.

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  15. Hola Emilio.Al final como me dijiste fuisteis a hacer esa ruta tan bonita,que como bien dices es una maravilla,un gran espectáculo natural.
    La verdad es que erais un montón de gente,que supongo se quedarían impresionados ante tanta belleza.Como muestra tus fotos y tu descripción del paisaje.La foto de la Fuente Fresca es de concurso.La he fotografiado varias veces y nunca he sacado una foto así.
    Un abrazo

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  16. ¡Hola Emilio!
    Una ruta preciosa y muy interesante por los elementos que aparecen en ella, incluido la mina. Y nada que decir de lo fabuloso que resulta compartir ruta.

    Un saludo.

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  17. @Jos� Lu�s Asensi
    Gracias José Luis por tus palabras. La verdad es que tanto el barranco como el castillo merecen la pena visitarlos. El barranco es precioso y mágico, como un bosque encantado y desde el castillo se siente uno diferente.
    Un abrazo.

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  18. ¡Hola Fernando!. La verdad es que es una ruta preciosa, además el día cubierto y neblinoso le dotó de un encanto especial y mágico.
    Un saludo y enhorabuena por tus tres años en la red.

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  19. Magnífico reportaje Emilio de una de las clásicas de Espadán, preciosa ruta y gran grupo el que acudisteis ese día.... Así se disfruta amigo mio.
    Un abrazo

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  20. @ALEX
    ¡Hola Álex!Como bien dices en tu comentario, que agradezco, en este caso se dan dos de los ingredientes básicos para que una ruta sea estupenda, a saber: zona con encanto y buena compañía. La Espadán tiene encanto de sobra y esta clásica también y en cuanto a la compañía, ya ves, numerosa. En resumen, disfruté de lo lindo.
    Un abrazo.

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  21. En mi opinión cualquier momento puede ser bien aprovechado si se hace con honor.

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  22. ¡Por supuesto! El honor y la altivez no se pierden, están ahí, se conservan aunque sea de forma latente. Pero lo pasado ya no vuelve y siempre debemos recordarlo para valorar más el presente.
    Saludos.

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