Señal inequívoca de que vamos bien a pesar de la poca luz.
Borrosa foto que muestra de manera gráfica la visión que teníamos a esta temprana hora.
El camino pasa por la puerta del Camping de Santillana del Mar.
Un camino nos conduce hasta la CA-137, que cruzamos y seguimos de frente por un camino rural que nos llevará hasta Arroyo.
"En mis pagos hay un árbol,
que del olvido se llama,
al que van a despenarse, vidalita,
los moribundos del alma."
Fernán Silva Valdés
Camino amplio y cómodo aunque, eso sí, por asfalto.
Grandes extensiones de maizales en el camino a Arroyo.
Nos llamaron la atención estas construcciones, generalmente cilíndricas en los prados. Servían para guardar la paja. Hoy en día no se utilizan.
Pasamos por la puerta del restaurante Nueva Santuca, poco antes de entrar en Arroyo. Aún estaba cerrado, pero nos detuvimos ante este Santiago peregrino.
A la entrada de Arroyo, este alojamiento rural tan coqueto: la "Casa de la Fuente".
Casi enfrente de la Casa de la Fuente se encuentra la sencilla ermita de la Virgen del Terrero.
Salimos de Arroyo y nos encontramos con esta belleza de paisaje. El verde, siempre el verde...Siempre ha sido mi color favorito. Tal vez ahora, conocedor de tantos y tantos matices de ese tono, aún me guste más.
"Luz en sueños. ¿No tiemblas, andante peregrino?
Pasado el llano verde, en la florida loma,
acaso está el cercano final de tu camino."
Antonio Machado
¡Ooooohhhh! diente de león. Me entraron ganas de soplar y expandir sus semillas. Pero dejemos que la naturaleza haga lo que tenga que hacer en su momento y no la alteremos con nuestros caprichos.
Entramos en Oreña cruzando un puente sobre el arroyo de Rogería, en cuyas aguas se deslizaba una bandada de patos.
En la plaza de la Fuentona de Oreña, encontramos una fuente que calmó nuestra sed.
"¡Verdes jardinillos,
claras plazoletas,
fuente verdinosa
donde el agua sueña,
donde el agua muda
resbala en la piedra!..."
Antonio Machado
Junto a la fuente, un tosco panel de madera nos marca dos distancias: a Santiago de Compostela 251 km, que no es nuestro objetivo; a Santo Toribio de Liébana 105 Km, ésta sí es la distancia que nos interesa.
¡Cuántas campanillas han tintineado a nuestro paso, en un saludo sencillo y discreto que pasa casi desapercibido para todo el mundo!
"Cuando yo os oigo tocar,
campanitas, campanitas,
sin querer torno a llorar."
Rosalía de Castro
No distingo si son guanacos o alpacas. El caso es que nos sorprendió ver un rebaño de estos familiares de los camellos a la salida de Oreña.
Las vacas son más comunes.
Nos acercamos a la iglesia de San Pedro (S. XVI) de Oreña que se encuentra en una lo alto de una colina.
Tenemos que dejar el camino para acercarnos a la fachada.
Junto a la iglesia se encuentra adosado el cementerio.
Dejamos la iglesia y nos dirigimos hacia Caborredondo.
Llegados a Caborredondo, pasamos por la iglesia de San Bartolomé (S. XI).
Éste es su ábside.
Típica casa rural con la balconada de madera.
"Por el mar vendrán
las flores del alba
(olas, olas llenas
de azucenas blancas),
el gallo alzará
su clarín de plata."
Juan Ramón Jiménez
Las ovejas pacen tranquilamente. Parecen ovillos de lana.
Pasamos un puente por encima de la CA-131.
Junto a la casa La Solana, dejamos la carretera para coger un camino que sale a la derecha en bajada que nos llevará hasta Cigüenza.
Un goce para la vista este verde paisaje y más si, como dije antes, éste es mi color favorito.
Más ganado pastando tranquilamente en los prados.
Salimos de Cigüenza y pasamos el arroyo de San Miguel.
Caminamos por un frondoso camino.
Junto a la iglesia de San Martín, encontramos una fuente. Las fuentecillas nos vienen de perlas para refrescarnos y rellenar las botellas.
Apenas superada la fuente pasamos ante la imponente fachada de la iglesia de San Martín (S. XVIII) de estilo barroco colonial.
Apenas unos cuantos metros después de la iglesia pasamos junto a la puerta de entrada de una casona: casa del Allende (S. XVII).
De espinas rodeada y colmada de belleza la rosa llama la atención.
"El alma vuela y vuela
buscándote a lo lejos,
rosa tú, melancólica
rosa de mi recuerdo."
Nicolás Guillén
El arroyo de la Presa riega el valle.
En Ronaz, barrio de Novales nos topamos con la ermita de San Pantaleón.
Fachada de la ermita de San Pantaleón.
Seguimos el camino que desemboca en la carretera CA-353, que nos llevará a Cóbreces.
Entrada a Cóbreces.
Desde bien lejos son visibles las torres de la iglesia parroquial de San Pedro Advíncula.
Bonitas casas a la entrada a la población.
Pasamos junto al monumento al ganadero, erigido en mayo de este año.
Pasamos por delante de la iglesia parroquial de San Pedro Advíncula de finales del S. XIX y estilo neogótico.
Metros más adelante, la fuente de la Salud.
Y poco más adelante, la ermita de San Roque de reciente construcción y erigida sobre otra antigua ermita.
Desde Cóbreces, la antigua ruta ha cambiado y ahora baja hasta la playa de Luaña por la CA-357.
El camino baja hasta aquí, hasta la playa de Luaña. Algún componente del grupo aprovechó para bañarse en el Cantábrico mientras el resto reponíamos fuerzas en el bar.
Tras el receso para el baño y recuperar fuerzas seguimos el camino que nos llevará hasta Trasierra. Cruzamos el arroyo de la Conchuga.
Pasamos junto al aparcamiento de la playa de Luaña y tomaremos un camino que se convierte en carretera y que nos llevará a Trasierra en una fuerte subida.
La abundancia de castañas por todas partes es impresionante.
Y donde hay castañas...hay castaños. Preciosos castaños por todas partes, aunque los más espectaculares aún no los habíamos visto.
La carretera asciende en muy pocos kilómetros y nos proporciona preciosas vistas sobre la playa de Luaña. Podemos contemplar la punta de la Rebollera...
...que ampliamos con el zoom para que se aprecie mejor esa puerta abierta en la mole por el mar.
También ampliamos con el zoom para captar el bar donde almorzamos.
Pasamos por Trasierra, donde seguimos viendo casas típicas de Cantabria.
Y disfrutamos de más campanillas que nos van saludando en todo el camino.
Seguimos con vistas hacia la recortada costa.
Fijaos los plumeros como crecen por todas partes.
Llegamos a Sierra.
Pasamos por la fuente del Peregrino y aprovechamos, como en todas, para refrescarnos y beber.
Desde Sierra, decidimos dejar el camino oficial para evitar un rodeo grande y llegaremos a Comillas siguiendo la carretera CA-131.
Pasaremos primero por Liandres.
En algo más de tres kilómetros llegaremos a Comillas.
Entramos a Comillas de manera espectacular, con vistas al mar.
"Señor, me cansa la vida,
tengo la garganta ronca
de gritar sobre los mares,
la voz de la mar me asorda.
Señor, me cansa la vida
y el universo me ahoga.
Señor, me dejaste solo,
solo, con el mar a solas."
Antonio Machado
Entrando a Comillas.
Una dura subida final nos llevará hasta el albergue "La huella del Camino", donde tenemos el alojamiento esta etapa.
"En mi pequeño huerto
brilla la sonrosada margarita,
tan fecunda y humilde,
como agreste y sencilla."
Callejeamos por Comillas buscando el albergue.
Distinguimos el monumental edificio de la antigua Universidad Pontificia de Comillas.
Y llegamos, no sin esfuerzo, al albergue. Pero nos encontramos con que hasta las dos y media no abren.
Aprovechamos la hora y media que falta para ir a comer.
Vamos al centro de la ciudad para buscar un restaurante.
En la calle Cervantes, frente al Ayuntamiento, comemos en el restaurante Trescaños.
Unas judías con almejas y cuajada repusieron nuestras fuerzas.
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