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jueves, 24 de abril de 2025

ESPADILLA: XXI SUBIDA A PEÑA SAGANTA POR PR-CV 314 (19/4/2025)

"Habla, Sancho, a lo llano, a lo liso, a lo no intrincado, como muchas veces te he dicho, y verás cómo te vale un pan por ciento." ("Don Quijote de la Mancha", Miguel de Cervantes). Eso intentaré yo, contaros de manera sencilla una nueva subida a Peña Saganta en un intento de mostrar que una ruta tan simple vale por ciento.

Una vez más acudimos a Espadilla para subir a Peña Saganta (723 msnm) en la marcha senderista que organiza el Ayuntamiento y que este año cumplía su XXI edición. Esta marcha senderista se inició con motivo de la inauguración oficial de los dos PR homolagados de la población : PR CV 314 (subida a Peña Saganta) y PR CV 386 (camino a la Cueva Negra), allá por 2004. Yo anteriormente había subido a Peña Saganta, cuando aún el sendero no estaba marcado, ni limpio, ni homolagado y fue toda una experiencia. Hoy, a pesar de haber subido una decena de veces, la ilusión sigue siendo la misma. Vale la pena subir a esta atalaya caliza desde la que contemplas excelentes vistas del curso medio del Mijares, algunas poblaciones de sus riberas, el macizo majestuoso de Penyagolosa, el Mediterráneo y las Columbretes, la sierra de Espadán....Por todo ello, año tras año (y espero hacerlo algunos más) acudo a esta cita, siempre en Sábado Santo, para contemplar la preciosa panorámica desde esta cumbre que llama la atención desde el valle por su perfil majestuoso y rocoso. Hasta esta edición siempre se celebraba al finalizar una comida de hermandad que era muy agradecida por los participantes. En esta ocasión, por diferentes circunstancias no ha sido posible. Esperamos que se retome esta costumbre en las siguientes convocatorias.

El recorrido circular tiene una distancia de unos 10 km y se puede realizar en unas 4 horas con parada a almorzar en la cima. Puede hacerse en ambos sentidos. Tal vez sea más fácil subir por el barranco de la Piqueta y bajar por el viejo camino de caballerías que lleva a Ayódar. En todo caso, el recorrido vale la pena y es muy recomendable. El sendero está bien marcado, aunque en la loma que lleva a la cumbre hemos de estar pendiente de algún hito que nos guíe, aunque como el objetivo lo tienes enfrente, no tiene pérdida.

Os voy a contar la relación tan especial que tengo con esta montaña y por ende de su anual marcha senderista a la que suelo acudir siempre que las circunstancias me lo permiten. Descubrí Peña Saganta hace muchos años (tal vez veinticinco) con la lectura de uno de los libros de viajes de Luis Gispert. Se trataba del libro titulado "Del Mijares al Peñagolosa". En uno de los recorridos descritos aparecía la subida a Peña Saganta. Desde ese momento, mi decisión estaba tomada: tenía que subir a Peña Saganta. Y allá por el mes de agosto de 2004, justo el año anterior al marcaje e inauguración del PR, se nos ocurrió subir a Peña Saganta, sin muchas referencias, empezando a las diez de la mañana. Los vecinos de Espadilla nos advirtieron que a esas horas y con la que caía era una temeridad y era verdad, pero es que nosotros eramos unos temerarios. Subimos como buenamente supimos, orientándonos por el barranco de la Piqueta como nuestro criterio nos daba a entender, dando con la loma de la peña, atravesándola y llenándonos de múltiples arañazos las piernas (en ninguna otra ruta he acabado más arañado) hasta que finalmente llegamos al extremo acantilado y todo lo que habíamos sufrido se nos fue de golpe al poder disfrutar de las excepcionales vistas que se divisan desde esta bella y emblemática peña del Alto Mijares. A la vuelta, también sin muchas referencias, tuvimos la intuición de seguir el sendero que descendía por la ladera este de la peña (por el que descendemos ahora) y que nos llevó a Espadilla, eso sí a las cinco de la tarde, sedientos (nos quedamos sin agua muy pronto) y con arañazos por todas partes. Tuvimos que esperar la apertura del bar de Espadilla para poder hidratarnos debidamente. Fue una experiencia dura pero muy satisfactoria a nivel personal. Como dije antes, el año siguiente inauguraron el PR y acudimos por primera vez a esta bonita marcha senderista. Esta vez ya fue otra cosa. Desde entonces, la cita con la subida a Espadilla ha pasado a ser una de las rutas fijas a las que no falto si no es por fuerza mayor. Además, por si fuera poco, la foto con sombrero con la que ilustro mi perfil en este blog, me la hice en la cima de esta montaña en una de estas subidas concretamente en la del año 2011. Por todo ello, guardo un cariño especial a esta bonita ruta.

Estas dos imágenes que muestro a continuación son de la primera vez que subí a Peña Saganta. Son del año 2004.

En la cima de Peña Saganta (2004)

Con Manolo y Andrés, compañeros en aquella primera subida a la Peña.

Ahora paso ya a contaros esta XXI subida.


Llegamos como siempre a una temprana hora. El silencio ocupa el ambiente. Aparcamos C/ Montico Torre, junto a la pista polideportiva de la localidad. Espadilla es uno de los veinticuatro pueblos de la recientemente creada Ruta 99 que agrupa a los municipios de la Comunidad con menos de 100 habitantes. Desde aquí comenzaremos nuestra subida.

Aquí mismo encontramos ya las palas que marcan el PR-CV 314 y las del GR-333.

Nos dirigimos hacia el Jardín Botánico de la localidad donde tiene lugar el recibimiento a los senderistas participantes y donde se les hace entrega de algún presente como recuerdo de su participación.
(foto de Emilio Romero)


De camino, ya nos impone la afilada y bella imagen de la Peña Saganta que se ve realzada por la presencia de la siempre enigmática luna.

¡Oh luna! ¡Cuánto abril!
¡Qué vasto y dulce el aire!
Todo lo que perdí
volverá por las aves.

       Jorge Guillén


Subimos por una senda hacia el Jardín Botánico.
(foto de Emilio Romero)


Y llegamos a este sencillo y pequeño, pero interesante, Jardín Botánico de Espadilla.
Como veis está bien equipado con mesas de picnic.

Como todo jardín botánico que se precie, vemos el nombre de las especies botánicas que vamos encontrando a nuestro paso.


En esta caseta de madera se recibe a los participantes y se les obsequia con un recuerdo por su participación. En esta ocasión nos recibió Inés, hija del alcalde don Vicente Domingo Silvestre, que nos obsequió con un colgante para móvil y una botella de agua. Ella guiaría también al grupo hasta la cima.


Poco a poco van llegando los participantes al evento. Se forman corrillos con conocidos que charlan animadamente antes de comenzar la marcha.


Mientras llega el resto de participantes, fotografiamos esta preciosa y aromática mata de cantueso (lavandula dentata)

Dos emblemas de Espadilla: el espolón de Peña Saganta y los restos de la torre del castillo que nos van a acompañar en los primeros momentos de camino.

Poste de inicio de los dos PR con los que cuenta Espadilla. Nosotros seguiremos el PR-CV 314.


En este panel explicativo podemos informarnos de los dos PR de Espadilla: el PR-CV 314 y el PR-CV 386.

Una vez han llegado todos los participantes, se procede a realizar una foto de grupo antes de comenzar a caminar. Aquí la tenéis. La foto nos la hizo amablemente Inés.


Y tras la foto de rigor empezamos a caminar por la pista, pero será un recorrido breve.
El PR es circular y se puede realizar en ambos sentidos. La organización siempre lo ha realizado en sentido contrario a las agujas del reloj.


 
Apenas unos metros y ya hemos tomado altura y podemos ver Espadilla de esta guisa.


Apenas doscientos  metros de iniciar la ruta, nos el sendero continúa por la senda que marca este poste y que transcurre por el barranco de la Piqueta. Aquí el grupo se coloca en fila india para comenzar la senda.

La senda muestra empedrado en varias zonas, lo que nos indica que se trata de un antiguo camino de herradura.


El sendero recorre una treintena de metros por el interior del barranco.


Y lo deja enseguida para ascender bruscamente y seguir ahora paralelos a él.


Las florecillas del tomillo muestran esta primavera su agradecimiento por las últimas lluvias caídas.
Nosotros agradecemos al tomillo que nos ofrezca sus delicadas flores y su especial aroma. El monte está lleno de tomillares que cubren el suelo y aromatizan el ambiente.

"Su corazón repose
bajo una encina casta,
en tierra de tomillos, donde juegan
mariposas doradas..."

       Antonio Machado


Pasamos bajo el castillo.

"Monstruo de piedra, elévase el castillo
rodeado de coposos limoneros,
que sombrean los húmedos senderos
donde crece aromático el tomillo."

                           Julián del Casal

Las jaras también tienen un gran presencia en el monte y nos deleitan con esa belleza sencilla y la particular textura de sus pétalos que semejan el papel pinocho que usábamos para los trabajos manuales en el colegio.


El sendero tiene tramos verdaderamente bonitos.
Disfrutamos mucho subiendo a Peña Saganta.
(foto de Emilio Romero)


Y nuestra compañera habitual de nuestras rutas tampoco podía faltar a esta subida a Peña Saganta.

"La sombra de mi alma
huye por un ocaso de alfabetos,
niebla de libros
y palabras.
¡La sombra de mi alma!"

            García Lorca


Este año la participación ha sido escasa y eso nos ha permitido caminar con más tranquilidad, lo que nos ha permitido momentos de mayor recogimiento que propician minutos de reflexión.

"Yo no soy yo.
Soy este
que va a mi lado sin yo verlo,
que, a veces, voy a ver,
y que, a veces olvido.
El que calla, sereno, cuando hablo,
el que perdona, dulce, cuando odio,
el que pasea por donde no estoy,
el que quedará en pie cuando yo muera."

                        Juan Ramón Jiménez

Aunque la subida tiene tramos empinados, se lleva bien.


Aprovechamos para disfrutar de esos pequeños detalles que ofrece la montaña y que para muchos pasan desapercibidos. No debemos dejar pasar estos sencillos momentos. Mirad la belleza y perfección de estas globularias azules o coronillas de fraile. Vale la pena detenerse un segundo para admirarlas.


Y llegamos a la fuente de la Piqueta. Casi siempre está sin agua. Suele ser el punto donde se procede a un primer reagrupamiento de senderistas.
 
"Ya no mana la fuente, se agotó el manantial;
Ya el viajero allí nunca va su sed a apagar."

                                    Rosalía de Castro

Desde la Piqueta disfrutamos de ese mar de nubes al fondo y vemos la silueta a contraluz del castillo de Espadilla. 

Los antiguos moradores del castillo hubieran vigilado de manera privilegiada nuestro ascenso.
Ahora, únicamente las derruidas murallas lo hacen. Aún así, nos sentimos vigilados. Tal vez en el ambiente aún sintamos la presencia de sus antiguos moradores.


Tras el reagrupamiento el grupo continúa. Desde la fuente, el sendero vuelve a subir sin descanso hacia el paraje conocido como la Olla.

Junto al sendero, los restos de una calera.


Y las marcas que nos indican que estamos siguiendo un PR.


A medida que vamos subiendo, nuestra vista abarca más lejos.
Penyagolosa al fondo si miramos hacia el norte.


Llegamos a una loma por la que discurrimos unos centenares de metros, para descender y cruzar el barranco de la Carbonera y ascender de nuevo ya a la loma de Peña Saganta.


La senda pasa junto al desvío a Ayódar por la Solana que dejamos a nuestra derecha.


Llegamos hasta el barranco de la Carbonera, que cruzamos en este punto por esta pedrera.


Tras cruzar la Carbonera, ascendemos un poco hasta la loma de Peña Saganta.


Ante el horizonte que se nos abre frente a nosotros lo primero que miran nuestros ojos es al imponente macizo del Penyagolosa que se presenta frente a nosotros con sus credenciales de belleza y majestuosidad.


Desde aquí ya es visible el extremo de la Peña hacia donde nos dirigimos.


Preciosa panorámica, con Argelita, detrás la Muela del buey Negro y al fondo Penyagolosa.


Después de ochocientos metros desde el barranco de las Carboneras, llegamos a este poste y seguimos de frente. Este poste marca el desvío que tomaremos a la vuelta por la izquierda.

La loma engaña y el extremo de la Peña nunca llega.
Además, es incómodo caminar por la senda por la cantidad de piedras que nos encontramos.


Por fin llegamos al extremo de la Peña y nos asomamos al abismo que se abre a nuestros pies.
Esta bonita imagen de Espadilla y del valle del Mijares se abre ante nosotros.


Y para el recuerdo, uno más, la foto en Peña Saganta, de espaldas al abismo.


Aquí posamos el trío calavera para el recuerdo.

Tras las fotos, nos disponemos a disfrutar del magnífico paisaje que tenemos desde esta imponente atalaya.


Hacia la Sierra de Gúdar, distinguimos Peñacalva y el Cabezo de las Cruces.


Y hacia el norte, en la lejanía, disfrutamos de la vista de Castillo de Villamalefa cuyas casas encaladas ocupan escalonadas, la colina sobre la que se asientan.


Hacia el noreste, vemos el Bartolo.


Espadilla, cuya silueta me recuerda la de una golondrina.


En la foto, Toga.


Argelita, con su torre cuadrada y su torre cilíndrica.


En la foto, la Muela del Buey Negro.


Vallat también se nos muestra en esta bonita imagen.


Fanzara se asoma tímidamente y nos muestra parte de su caserío.


Algo más lejos, el embalse de Sitjar aparece matizado por la neblina.

El río Pequeño o río Chico, bordea Peña Saganta y forma el profundo tajo que veis en la foto.


El Turio por su cara oeste.


Panorámica aérea del castillo de Espadilla.


Después de disfrutar del paisaje y las extensas panorámicas, vamos a disfrutar del almuerzo.


Tras el almuerzo y disfrutar de las vistas desde Peña Saganta, toca volver sobre nuestros pasos.
(foto de Emilio Romero)


Volvemos por donde hemos venido en busca del poste direccional que nos indica el desvío hacia el camino viejo de Ayódar, por el que regresaremos a Espadilla.


Ahora tenemos vistas hacia el sur, hacia nuestra querida Sierra de Espadán. Podemos distinguir algunas de sus cimas más emblemáticas: Puntal del Aljub, Batalla, Bellota, Peña Pastor, Gurugú, Espadán...




Un junquillo azul que llama nuestra atención por su bonito color morado y la perfección de sus formas.

"Entre las hierbas alguna humilde flor ha nacido,
azul o blanca. ¡Belleza del campo apenas florido,
y mística primavera!"

                                       Antonio Machado

Los cardos, a pesar de las espinas, tienen su belleza como cualquier otra flor. Eso sí, pinchan.


El grupo sigue el camino de vuelta en formación.


Aquí está el poste. Lo seguiremos ahora por nuestra izquierda dirección Espadilla.


Desde el poste, mirando al mar, podemos intuir al fondo, las islas Columbretes.


No digáis que la cuscuta indecora (cabellos de la Virgen) no es una planta original. Tiene algo de político, porque es una enredadera parásita.


El sendero enseguida empieza a bajar bordeando la vertiente este de Peña Saganta, dando un buen rodeo.


En la bajada nuevo momento de reflexión.

"Hemos andado despacio, sin acabar nunca.
Salimos una madrugada, hace mucho, oh, sí, hace
muchísimo
Hemos andado caminos, estepas, trochas, llanazos.
Las sienes grises azotadas por vientos largos. Los
cabellos enredados en polvo, en espinas, en
ramas, a veces en flores."

                Vicente Aleixandre


El sendero pasa junto a este aljibe muy cerca del cruce con el camino de Ayódar.


Las lechetreznas presenta un precioso color verdegay que las hace muy llamativas y le dan un aspecto de tiernas.

El sendero desemboca en el cruce con el antiguo camino de Ayódar. A nuestra derecha iríamos hacia allí.
Seguimos de frente para volver a Espadilla.


El sendero de bajada transcurre por la ladera de la vertiente este de Peña Saganta.


En este último tramo de camino confluyen el PR-CV 134 y el GR-333.


Este tramo que transcurre por la umbría de la cara norte tiene más vegetación que ayuda a protegernos del sol, que hoy aprieta mucho.

Algunas mariposas han estado revoloteando a nuestro alrededor dando una imagen de alegría y ganas de jugar. No se dejan fotografiar, pero siempre pillamos a alguna despistada.

"¿No eres tú, mariposa,
el alma de estas sierras solitarias,
de sus barrancos hondos
y de sus cumbres agrias?"

       Antonio Machado


A nuestra derecha vemos el barranco por el que discurre el río Pequeño.
El río Pequeño baja algo más animado que en otras ocasiones en las que, a causa de la sequía, bajaba más triste y seco.


Aunque el sendero es de bajada, no deja de tener algún que otro repecho que hemos de salvar con cierto esfuerzo.

Cada vez descendemos más. Espadilla se encuentra a un tiro de piedra; o, al menos, eso parece.


Vistas hacia el castillo.


Nuevo vistazo a la imponente e inexpugnable mole vista desde aquí.


Otro repecho que con el calor se lleva mal.


Alguna rapaz sobrevuela nuestras cabezas.


Llegamos a este cruce donde podemos tomar una extensión del PR que nos llevaría hasta el castillo. En esta ocasión no hemos subido. La paleta marca veinticinco minutos de subida y hay que calcular otros tantos de bajada.

La senda de bajada desde la loma de Peña Saganta no tiene prácticamente sombra. Casi al final encontramos alguna. El sendero conserva el empedrado en bastantes puntos.

Ya cerca de Espadilla nos asomamos a este mirador sobre la población que es relativamente reciente.


Esta mariposa saltacercas (Lasiommata megera) venía con nosotros desde hacia unos cuantos cientos de metros.

"Y yo, que voy andando hacia el poniente,
siento llegar maravillosamente,
como esa mariposa, una ilusión;
pero en mi otoño de melancolía,
mariposa de amor, al fin del día,
qué tarde llegas a mi corazón..."

               José Ángel Buesa


Ahora sí que ya estamos. Ya vemos el Polideportivo.


Aún tenemos tiempo y ganas de fotografiar la preciosa flor del diente de león. Su color amarillo deslumbra por su belleza e intensidad.

"Mi corazón alegras
con tu flor diminuta y tu silencio.
¡Cómo llenas las horas en abismo
de mi pasar sediento!"

           Antonio López Baeza

Y llegamos, por fin, al punto donde iniciamos la ruta. Ponemos pues el punto y final a una nueva subida a Peña Saganta, hasta una nueva ocasión.

Pero no terminamos aquí de contar esta edición porque por deferencia del alcalde, don Vicente Domingo Silvestre, estábamos invitados todos los participantes a una cerveza en el bar del pueblo. Y allí que nos fuimos.


De camino al bar pasamos por la Casa Consistorial.


Y aquí estamos brindando con la cerveza prometida a la salud del señor alcalde.
(foto de Emilio Romero)

Ahora sí que ponemos punto y final a esta nueva edición de la Subida a Peña Saganta. Como ha pasado en otras ocasiones, hemos disfrutado mucho de una sencilla ruta que por diferentes motivos, vales por muchas. Hasta pronto.

Pincha en el enlace si quieres ver las fotos de la ruta.

Debemos disfrutar de la montaña siempre de la manera más segura posible para evitar riesgos y accidentes. Para ello es importante que leas estos consejos sobre "Seguridad en la práctica de senderismo y emergencias en montaña".


La ruta en el mapa


La ruta en Wikiloc

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1 comentario:

  1. Hola Emilio, una magnífica mañana , cita anual tradicional, que nos reconforta la toma de oxígeno, al tiempo que nos deleita su paisaje.

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