Mi convalecencia, aunque no tan
severa como hasta ahora porque mi nueva cadera ya me permite dar largos y
meditativos paseos, me sigue haciendo pensar en mil y una circunstancias a
tener en cuenta. Por ejemplo, intento ver qué cosas materiales me han llenado
hasta hoy y me hacen más llevadero este estado y que por lo tanto hayan sido importantes para mí vida y, quitando tal vez
los libros, nada material me ha ayudado a formar y alimentar mi persona. Estos
recuerdos de rutas pasadas que os muestro en esta entrada, sí que me han
llenado y han aportado muchas cosas a mi formación y mis sentimientos. Por eso,
ya os digo que no os aferréis a lo material que no nos aporta mucho. Vivid todo
lo que podáis que es lo único que os llevaréis en el viaje que únicamente podéis
hacer solos. Solamente nos llevaremos con nosotros lo que tenemos dentro de nuestro corazón.