Nuestra partida a León en la estación de Joaquín Sorolla para coger el Ave que nos llevaría a León.
La expedición estaba formada por (de izq, a der.) Enrique, Voro, Alberto Jr., Iñaki, Alberto, Urbano, servidor, José Pascual y Paco. Como veis, un ramillete de jóvenes dispuestos a realizar una bonita aventura.
¡Allá vamos!
A León en poco más de cuatro horas.
A las doce de la mañana ya caminábamos por la antigua capital castellana.
Está claro dónde estamos.
León nació como campamento militar romano de la Legio VI Victrix hacia el 29 a. C., su carácter de ciudad campamental se consolidó con el asentamiento definitivo de la Legio VII Gemina a partir del año 74. (Wikipedia)
El río Bernesga también nos recibió sabedor de que nos iba a acompañar durante un buen tramo.
"Agua, ¿dónde vas?
Río arriba voy buscando
fuente donde descansar.
Chopo, y tú ¿qué harás?
No quiero decirte nada.
Yo... ¡temblar!
Federico García Lorca
Seguimos callejeando por León en busca de su esplendorosa catedral.
A nuestro paso encontramos edificios emblemáticos como la Casa Botines de Gaudí.
Por fin llegamos a la joya del gótico en España.
Posando en el que será el inicio de este Camino del Salvador.
Pero antes hemos de visitar esta maravilla. Entramos.
Impresionante altar mayor con un precioso retablo reconstruido con cinco tablas del original que fue cambiado por uno barroco que se quitó en un reforma poniendo el actual con esas cinco tablas que quedaron del anterior y algunas más pequeñas en la parte inferior.
Pero lo más impresionante quizás sean sus vidrieras que captan enseguida, si la luz es buena, la mirada del visitante.
"Ninguna le ha parecido tan bella (al visitante) como esta catedral que parece suspendida, más que alzada, sobre el suelo, y que semeja un caleidoscopio de tanto cristal que tiene." ("Las Rosas de Piedra", Julio Llamazares)
"si las vidrieras son impresionantes, no lo es menos el tamaño de estas naves que parecen concebidas, más que para permanecer en ellas, para elevarse hacia las alturas." ("Las Rosas de Piedra", Julio Llamazares)
Sería muy prolijo mostrar aquí todas las maravillas que podemos disfrutar en la catedral y no es el tema de este blog. Únicamente mostraré algunos detalles que me llamaron la atención.
Puerta policromada de la Virgen del Dado.
Capilla de la Virgen Blanca que en origen estuvo en el pórtico de la fachada principal de la catedral, pero se decidió trasladarla dentro en 1954 para evitar su deterioro.
Frente a la capilla de la Virgen Blanca se encuentra este historiado sepulcro del rey Ordoño II.
Capilla del Nacimiento con un Belén del S. XV.
Precioso retablo gótico del S.XV que procede de la iglesia de Quintanilla de Olmos con una preciosa talla de la Virgen con el Niño en su centro
No podemos dejar de visitar su claustro y el museo catedralicio.
Nos detuvimos también, como no podía ser de otra manera, en esta escultura de Santiago el Mayor que se encuentra en el claustro.
Pero el peregrino necesita también de sustento que le permita realizar su peregrinación en las mejores condiciones posibles para tener la garantía de poder llegar hasta el final sin que le flaqueen las fuerzas. Así que fuimos en busca de alimento para poder acometer los kilómetros que nos quedan por delante.
En nuestra búsqueda de dónde comer, pasamos por la Plaza Mayor, que estaba en obras de remodelación.
Edificio del Ayuntamiento en la Plaza Mayor.
Encontramos cobijo y alimento en el restaurante Catedral.
Esto es, básicamente, lo que comimos.
Tras la comida, como comenté al principio, decidimos hacer un recorrido de ocho kilómetros hasta Azadinos para acortar la larga primera etapa que rondaba los veintisiete kilómetros. Aunque algo desviado del camino oficial, nos daba la opción de enlazar al día siguiente sin problemas en Carbajal de la Legua.
Pues aquí nos tenéis dispuestos iniciar la aventura.
Partimos de la catedral de León hacia San Salvador de Oviedo. A ver qué nos depara el camino.
Callejeamos por León en busca del Parador de San Marcos, donde el Camino del Salvador deja el Camino Francés para dirigirse hacia el norte. En nuestro caminar por sus calles, vemos algunos edificios claramente identificables, como la casa Botines que ya vimos antes, pero ahora la vemos desde otro ángulo.
Plaza del Cid. En primer plano una escultura de bronce homenaje escultórico a los Veterinarios.
La inevitable vieira que en muchas ciudades, aunque con formatos diferentes, guía a los peregrinos por sus calles para seguir el camino.
"Todo pasa y todo queda
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre la mar."
Antonio Machado
Otra obra escultórica en la calle que llama nuestra atención. Parece que se vaya a caer o tal vez que se tire. Se trata de la escultura titulada "Figura sentada con pájaro muerto" de Amancio González Andrés.
El camino pasa, cómo no, por la Basílica de San Isidoro que rodeamos por la derecha.
El grupo caminando por la calle Sacramento.
Vemos este mojón que marca 306 km a Santiago, pero corresponde al Camino Francés que coincide con el del Salvador hasta el parador de San Marcos.
Superamos las antiguas murallas.
Después de transitar por un par de calles más desembocamos en esta gran rotonda.
Justo enfrente nos encontramos con la fantástica fachada del Parador de San Marcos, antiguo convento. La iglesia está con andamios por reforma de su fachada. Aquí se bifurcan el Camino Francés y el del Salvador.
Nuestro camino sigue por la derecha del Parador, pero antes nos acercamos al crucero en el centro de la plaza para visitar el monumento al Peregrino.
Por un momento nos mimetizamos con el peregrino que mira la fachada de San Marcos intentando adivinar si sus pensamientos son los mismos que me asaltan a mi en este momento. Nunca lo sabré. He de seguir mi camino.
"Luz en sueños. ¿No tiemblas, andante peregrino?
Pasado el llano verde, en la florida loma,
acaso está el cercano final de tu camino."
Antonio Machado
Tras despedirnos del peregrino sedente dejamos el edificio de San Marcos y seguimos por la avenida de los Peregrinos. Frente a nosotros el edificio de la Delegación Territorial de León.
En unos centenares de metros llegamos a esta original rotonda conocida como "rotonda del avión", un caza T-6 Texan.
Aquí se presentan dos opciones. Seguir el itinerario oficial por la avenida del Peregrino que enlaza directamente con la carretera a Carbajal de la Legua o seguir un itinerario alternativo junto al río Bernesga. Nosotros tomamos esta segunda opción además de por la sombra que proporcionan los árboles a estas horas y la belleza del paraje porque no viene mejor para llegar al lugar donde tenemos previsto pernoctar.
El grupo bajando al río para seguir este camino alternativo y más conveniente para nuestros intereses.
El río Bernesga nos acompañará durante este bonito tramo.
Caminar por aquí es una delicia.
De camino, disfrutamos de los pequeños detalles que tanto nos gustan.
Por ejemplo, las semillas de este diente de león dispuestas a esparcirse por el aire en el momento en que una ráfaga de viento más fuerte de lo normal se la lleve volando a saber donde.
O estas curiosas margaritas que miraban curiosas nuestros pasos.
"En mi pequeño huerto
Brilla la sonrosada margarita,
Tan fecunda y humilde,
Como agreste y sencilla."
Rosalía de Castro
No hablemos del ...que nos producen las amapolas. Ese intenso color rojo es un reclamo que no nos deja indiferentes.
"Novia del campo, amapola
que estás abierta en el trigo;
amapolita, amapola,
¿te quieres casar conmigo?"
Juan Ramón Jiménez
"Está la tierra mojada
por las gotas del rocío,
y la alameda dorada,
hacia la curva del río."
Antonio Machado
El agradable camino pasa junto a un campo de golf que queda a nuestra derecha..
En un punto llegamos a un puente que cruza el río Bernesga y también lo cruzamos nosotros.
Seguimos por la carretera por nuestra derecha tras bordear dos rotondas
Y en el km ocho, llegamos al hotel "Las Moreras", donde pernoctaríamos habiendo acortado la etapa en ocho kilómetros.
Nuestro lugar de descanso.
Cena después de la ducha y antes del descanso.
Y desayuno a muy temprana hora porque nos quedaba una jornada algo pesada de casi veinte kilómetros con algún tramo rompepiernas.
Dejamos el hotel y comenzamos a caminar para enlazar con el camino oficial en Carbajal de la Legua.
Un corto trayecto por una carretera local nos lleva a cruzar este puente sobre el Bernesga.
Enseguida enlazamos con el camino oficial más o menos a mitad de Carbajal de la Legua (el núcleo de población es largo, tres km aproximadamente)
No sólo en el campo encontramos bellas flores. En Carbajal de la Legua encontramos estas bonitas petunias.
A la salida de Carbajal, este sencillo homenaje a los peregrinos que pasan por aquí.
Dejamos atrás Carbajal y emprendemos por un amplio camino de tierra.
Junto al camino esta fuente, la fuente del Valle.
"Amante: no me lleves, si muero,
al camposanto.
A flor de tierra abre mi fosa, junto al riente
alboroto divino de alguna pajarera
o junto a la encantada charla de alguna fuente."
Juana de Iberbourou.
Nos esperan algunos repechos cortos pero intensos. Bueno, alguno un poco más largo.
Si en cualquier ruta encontramos momentos de reflexión en un camino más largo esos momentos se multiplican y siempre hay momentos en que el peregrino (o caminante en general) encuentra esa soledad que le acerca a sus pensamientos.
“Y así, de poco dormir y del mucho leer se le
secó el cerebro, de manera que vino a perder el juicio. Se le llenó de fantasía
de todo aquello que leía en los libros, así de encantamientos como de
pendencias, amores, tormentas y disparates imposibles. Y se le asentó de tal
modo en la imaginación que era verdad toda aquella máquina de aquellas sonadas
soñadas invenciones que leía, que para él no había otra historia más cierta en
el mundo.”
("Don Quijote de la Mancha", Miguel de Cervantes)
En este tramo encontraremos varios bancos en puntos estratégicos que ofrecen descanso al peregrino si este lo considera oportuno.
Preciosas y delicadas también las flores del espino albar.
"En la desnuda tierra del camino
la hora florida brota,
espino solitario,
del valle humilde en la revuelta umbrosa."
Antonio Machado
Como comenté arriba, vamos a encontrarnos bastantes bancos que invitan al descanso. Algunos junto a árboles en cuyos troncos se alojan elementos normalmente religiosos.
Árbol del Ave María.
Nos toca vadear algún que otro arroyo.
Ahora nos viene una buena subida. Resuena el ¡ufff!, siempre que viene alguna cuesta, en el grupo.
Y un banco más. ¿Será por bancos? El que no descansa es porque no quiere.
Las encinas son compañeras de camino y algunas nos llaman particularmente la atención.
Las retamas van a ser también compañeras durante todo este camino.
"La violeta enamorada,
la retama encaramada,
la madreselva mezclada,
la flor de lino celosa.
¿Cuál es la más hermosa?"
Vicente Wenceslao Querol
¡Y no digamos del brezo que veremos como tapiza las laderas de montañas enteras dándoles ese color morado tan de moda.
Después de esa cuesta en la que resoplamos y bordear un montículo llegamos a este mirador con una mesa y unos bancos de madera. Nos tomamos un respiro y disfrutamos del horizonte.
Si antes subimos, ahora toca bajar.
Descendemos y pasamos por el despoblado de Villalbura.
Este tramo estaba bastante embarrado como se ve.
Tenemos de nuevo muy cerca el Bernesga. Debajo vemos un banco de madera y tal vez hay un fuente, pero no bajamos.
Apenas seguimos doscientos metros dejaremos el camino para...
...acometer la subida más dura de la etapa. Es un repecho muy duro que pondrá a prueba nuestro estado físico.
Apenas llevamos doscientos metros de ascensión llegamos a esta cruz de metal. No penséis que hemos acabado de subir, ni mucho menos.
Aún no queda bastante por subir.
En menos de un kilómetro superaremos cien metros de desnivel. La foto lo dice todo.
Bonito horizonte con el verde dominando siempre. Al fondo a la derecha la localidad de Cuadros.
Otro tronco de árbol con adorno. En este caso podríamos interpretar los muñequitos de cerámica como la Sagrada Familia.
A medida que subimos el paisaje y el horizonte se amplia y disfrutamos mucho de las vistas.
En la foto, Campo y Santibáñez.
Este collado es el punto más alto de la etapa. Se encuentra a 1003 m. de altitud. Ahora seguiremos de bajada por la izquierda.
Las bajadas, y más si tienen pendiente y piedra suelta se bajan con precaución. Muchas veces ralentizan la marcha por el cuidado que has de llevar para no resbalar.
Seguimos disfrutando de un ambiente rural al que ya no estamos acostumbrados.
"La vaca triste.
Y el alma mía que les canta.
La vaca triste. El rancho en la hondonada.
Desde este tren de ensueño,
nada..."
Liber Falco
Poco mças de tres kilómetros de bajada casi contínua desde el collado, entramos en la población de Cabanillas. No hay servicios, pero tiene un pequeño albergue de únicamente cuatro plazas.
Por la calle Real nos encontramos con esta adusta capilla en ladrillo rojo. Se trata de la capilla de la Vera Cruz.
Al lado de la capilla encontramos esta fuente de fresquísima agua que acia nuestra sed y atenúa el calor que llevamos encima.
Hacia la derecha, a cien metros, se encuentra el albergue y un poco más arriba la iglesia de San Salvador.
Bien marcado nuestro camino seguimos por donde toca.
Salimos de Cabanillas. La chopera nos indica que el Bernesga anda cerca junto a nosotros.
Caminamos ahora prácticamente en llano por un precioso camino flanqueado de robles y encinas que hacen la delicia del peregrino.
Las babosas también buscan la sombra.
El camino nos muestra las casas de La Seca de Alba. El camino no pasa por allí, pero un pajarito nos ha dicho que hay bar y con las horas que son y el hambre que tenemos pues va a ser que nos vamos a desviar un poco.
Llegamos a la altura del puente que da acceso a La Seca. Vemos un panel interpretativo sobre el río Bernesga.
El panel hace un buen resumen del Camino del Salvador que hemos iniciado en León.
Llegamos a la altura del puente que cruzando sobre el río Bernesga nos lleva a La Seca.
El río presenta un buen caudal que tributará al Esla del que es afluente.
"Soy vuestro padre el río. Mis cabellos
son de la luna pálidos destellos,
cristal mis ojos del cerúleo manto."
Manuel José Othon
Entramos en La Seca en busca del bar. No encontramos muchos paisanos para preguntar. Menos mal que había indicaciónes que nos llevarían hacia él.
El arte urbano ha llegado también aquí.
Y, por fin, encontramos el bar Marisa.
Una parada que nos vino de perlas y eso que sólo tomamos un buen pincho de tortilla y la correspondiente cerveza.
Tras el almuerzo retomamos el camino regresando sobre nuestros pasos al camino oficial. Cruzamos de nuevo el puente ahora en sentido contrario. Y seguimos viendo estas labores de ganchillo que también habíamos visto antes en el camino hacia La Seca en algunos árboles. Ahora al regresar pudimos conocer a la autora de dichas labores trabajando en el campo, una vecina que nos comentó su afición a tales labores.
Seguimos pues de nuevo por el camino oficial, por camino de tierra. subiremos una pequeña colina.
Otro Belén en otro tronco.
En nuestras soledades de la etapa no puede faltar nunca el recuerdo de los seres queridos que nos dejaron, aunque sólo físicamente.
"Y volver a sentir en nuestra mano,
aquel latido de la mano buena
de nuestra madre... Y caminar en sueños
por amor de la mano que nos lleva."
Antonio Machado
Bajaremos luego por cómodo camino.
Nos encanta la Vinca mayor. No sé qué encanto tiene que me atrae poderosamente. En muchas ocasiones el centro de los pétalos parece estar iluminado o, tal vez, sea ese preciosos color morado lo que me enamore. Leo en Wikipedia que se conoce popularmente como hierba doncella. ¡Encontré el motivo!
Poco menos de dos kilómetros desde La Seca salimos a la carretera LE-4514 que cruzamos para seguir por la LE-4524.
En escasos cuatrocientos metros entramos en Cascantes por la calle Real. Tampoco tiene servicios este pueblo.
Pasamos por la iglesia de San Pedro (S. XVIII)
Junto a la iglesia una fuente con tres caños de fresquísima agua por si la necesitáramos.
Seguimos nuestro camino y nos encontramos con este comité de despedida.
A la salida de Cascantes se nos presenta esta opción señalada por este poste direccional que veis en la foto. Por la izquierda llegaríamos a la Robla por caminos de tierra pasando por Llanos de Alba y que sale al final de la Robla, pero es 1,5 km más larga y nos haría retroceder en La Robla para llegar a la pensión donde dormiríamos. La otra opción es seguir por asfalto y es mas corta. Elegimos esta segunda opción por ser más corta (la piernas ya están cansadas) y por logística porque nos interesaba entrar por el principio de La Robla para llegar a la pensión más directos.
Salimos de nuevo a la LE-4514 por la que transitaremos con sumo cuidado aproximadamente un kilómetro.
Seguimos viendo a nuestra izquierda a nuestro fiel compañero el Bernesga.
Caminamos hasta llegar a una gran nave blanca donde abandonaremos la carretera por un camino que nos conducirá a La Robla. En la foto veis la nave.
Un camino de tierra nos lleva hasta la ermita de Celada.
Ermita de Celada. En su interior se encuentra una talla románica policromada de la Virgen de las Nieves, patrona de la población.
En este panel podéis informaos cumplidamente sobre la historia y contenido de la ermita.
Frente a la ermita hubo en su día una central térmica ahora desmantelada. en este panel nos dan cumplida información.
Poco más adelante, una sencilla fuente.
Y en la salida la puerta del Peregrino con dos vieiras en sus hojas que dan la bienvenida al peregrino a La Robla. Las puertas no estaban muy bien cuidadas (mejor decir que nada cuidadas). También están grabadas en las hojas sendas imágenes de la Virgen de las Nieves (Celada).
Un cartel encima de la puerta contiene esta inscripción "Que nuestra Sra. Virgen de las Nieves (Celada) os ilumine y guíe en el camino".
Seguimos hacia La Robla. Aunque vemos aquí la señal de inicio de la población aún nos queda un poco hasta el núcleo urbano.
Enfrente, el antiguo cementerio. Creo que el actual está algo más alejado del pueblo.
Pasamos bajo el tablero de la N-630 y enseguida encontramos la rampa de la pasarela que cruza sobre las vías del ferrocarril y que vamos a cruzar para entra en La Robla.
Cruzamos la pasarela.
Callejeamos por La Robla y vamos viendo vestigios en forma de monumento urbano de su pasado minero.
Sus tapas del encendido urbano indican que la población es paso de peregrinos.
Caminamos por la calle Ramón y Cajal.
Pasamos por delante del Ayuntamiento en cuyo edificio se encuentra también la Asociación Camino de Santiago Ruta de San Salvador. Entramos para cuñar la credencial.
Y ya, nos dirigimos a la pensión Mundo muy cerca del consistorio.
Son las dos de la tarde. Llevamos en marcha desde las siete de la mañana.
Ahora toca comer. Los dos restaurantes de la población están cerrados, pero con previsión Yolanda, dueña de la pensión preparó comida por si nos apañaba. ¡Y vaya si nos lo comimos!


Aquí tenéis el menú.
El reposo del guerrero.
Tras el descanso, dimos un corto paseo por la población y disfrutamos de algunos ejemplos de arte urbano tana de moda en los últimos tiempos. Debajo algunos ejemplos.
Caminando se aprende mucho, casi tanto como en los libros. En esta ocasión, por ejemplo, aprendí que Josefina Rodríguez, mujer del escritor Ignacio Aldecoa era de una pedanía de La Robla. Este monumento en su honor me lo enseñó.
También visitamos la sencilla parroquia de San Roque, donde también cuñamos la credencial.
Interior de la iglesia de San Roque de La Robla.
Y aquí pusimos punto y final a esta maratoniana etapa que dio inicio al nuestro Camino del Salvador. Mañana nos espera una nueva etapa y hay que descansar. Ahora cenar ligero y acostarnos pronto que hemos de madrugar. Por cierto, mañana el pronóstico da agua para toda la etapa, tendremos que sacar el poncho.
“La desviación asturiana era temida por muchos,
ya que debían llegar a una región montañosa y poco habitada. De todos modos, la atracción que imponían las
numerosas reliquias guardadas en la Cámara Santa de Oviedo, era grande y
antigua, motivando una peregrinación que se puede considerar como la más
importante en España, después de la de Santiago. (“Los
Caminos de Santiago. Arte, cultura y leyendas” José Fernández Arenas)
Pincha en el enlace para ver las demás etapas:
La ruta en el mapa
La etapa en Wikiloc
Hola Emilio.
ResponderEliminarMaravillosa la Catedral de León. Tuve la fortuna de verla, por fuera, este verano pasado, y eso, que quedé maravillado.
Y qué bueno volverte a ver en modo peregrino, pues me encantan tus reportajes del Camino, y como cuentas con todo lujo de detalle todo los que acontece en cada etapa, cosa que demuestra tu pasión el Camino.
No sé si habrá sido premeditado por tu parte, pero me ha llamado la atención que encabezas la crónica con una foto de la monumental Catedral de León, y la cierras con ese más modesto templo de San Roque de la Robla. Menudo contraste.
Estaré atento a las próximas entradas 😉
Un abrazo.