Lo bueno de tener vacaciones es que puedes disponer de días extras para hacer rutas. Este ha sido el caso. Este jueves 27 de diciembre, he realizado una ruta preparada por Manolo Villanueva (Club Ardillas), junto con Raquel y Toni también de ese club y mi amigo y compañero de fatigas Ricardo Vivó.En esta ocasión hemos subido al Mondúver, cima pendiente desde hace tiempo, que por fin he podido realizar.
Sobre las nueve de la mañana llegamos a la Font Nova, en la urbanización de les Foies. A ella se accede circunvalando el pueblo de Simat de Valldigna y cogiendo la carretera a Barx, que va ascendiendo por una carretera llena de cerradas curvas. Hay que estar atentos en la parte alta de la carretera hasta que encontremos un desvío a la izquierda, en dirección a "Urbanización Les Foies".Lo cogemos y nos lleva hasta ella. La atravesamos y llegamos hasta este paraje de la Font Nova, desde donde iniciaremos nuestra subida al Mondúver, pasando antes por la cima del Penyalba, que nos viene de paso. Aquí podemos coger agua si lo necesitamos.
La Font Nova.
A la parte derecha del paraje tenemos un poste indicador del PR-CV 51 D III, que seguiremos. En la izquierda del paraje existe otro poste que también podemos coger y haríamos la ruta en sentido contrario. En nuestro caso, iríamos por la derecha y volveríamos por la izquierda.
Posando en el punto de inicio. En la foto de izq. a der. Manolo Villanueva, Ricardo, Toni,servidor y Raquel.
Empezamos siguiendo una pista junto a unas casas de veraneo, en ascenso, que pronto se convertirá en senda, ofreciéndonos ya desde su inicio unas panorámicas de la costa que no nos abandonarán durante todo el recorrido.
Vista de Cullera al poco de iniciar la ruta.No perderemos de vista la costa en todo el recorrido.
La pista va cogiendo pendiente y nos llevará a un collado.
Ascendemos y frente a nosotros vemos la redondeada cima del Penyalba, nuestro primer objetivo del día.
A nuestra derecha, mirando hacia el norte la sierra de les Agulles.
Desde aquí vemos la ciudad de Valencia y su Golfo y en el fondo, entre la neblina, la imponente cima del Penyagolosa.Algo más a la izquierda el Pico de Sta. Bárbara de Pina.
Nuestra senda asciende por la cara norte de la Sª del Mondúver. Frente a nosotros vemos el Penyalba y el collado al que hemos de llegar.
Arriba del collado encontramos esta pala de dirección.Desde aquí tenemos excelentes vistas, tanto al norte como al sur.
Hacia el sur tenemos el Alto de l'Aldaia (755 m).
Hacia el norte Tabernes de Valldigna y Cullera y un inmenso y azulado mar.
Hacia el este, a lo lejos, ya divisamos las horribles antenas que afean la cima del Mondúver, pero que al mismo tiempo la identifican de manera inconfundible.
Y al oeste, la pared sur del Penyalba al que subiremos después de almorzar.
Pero nuestra vista se sigue yendo de nuevo hacia el Mondúver, cuya silueta nos cautiva de forma especial.
Posando en la paleta del collado.
En este punto decidimos almorzar antes de subir al Penyalba.
Una vez terminado el almuerzo nos dispusimos a subir a la primera cima del día. En unos veinte minutos nos plantamos en la cima.
Las vistas desde aquí son estupendas y gratificantes. A la izquierda Simat de Valldigna y a la derecha Benifairó de Valldigna.
Caseta de autógrafos en la cima del Penyalba (772 m) del Centro Excursionista de Tavernes.
Foto de grupo en lo alto del Penyalba.
Desde lo alto del Penyalba, Ricardo me hizo esta foto en blanco y negro con el Mondúver al fondo.
La misma perspectiva pero ahora en color. Al fondo podemos ver la silueta del Montgó.
Siguiendo las marcas del PR-CV 51 a la izquierda del collado, vamos cresteando en dirección al Mondúver. Esta senda tiene el encanto de tener una vista privilegiada a uno y otro lado.En algún tramo hay algún paso con alguna pequeña dificultad que superamos sin problemas.
Y las vistas sobre el litoral son espectaculares en todo momento.
Tras un tramo de cresteo, la senda asciende a otra cima: el Puntal de la Drova (752 m).
Ricardo haciendo el indio en el vértice del Puntal de la Drova.
Descendemos del Puntal de la Drova y una paleta nos da la opción de seguir por la cresta o caminant per senda. Elegimos en principio ir por la cresta.
A partir de este punto podemos elegir entre "per la cresta" o "caminant".
Aquí tenéis el tramo de cresta más complicado. En la foto Toni cruzándola. Ricardo y yo la acortamos. Ya no tenemos edad para ciertas cosas y en cuanto pudimos descendimos hasta la senda más transitable.
La senda va por debajo de la cresta que hemos abandonado y nos ofrece esta bonita perspectiva del "Forat de la Drova", efecto debido a la potente acción erosiva del agua en este tipo de material calizo.
Nuestro objetivo cada vez más cerca.
Y ese intenso azul inundando a cada momento nuestras maravilladas retinas.
Hacia el sur distinguíamos ahora otras emblemáticas cimas como las del Benicadell o el Montcabrer.
Volviendo la vista atrás tenemos una visión general del recorrido que hemos hecho.
La senda sale hasta la pista forestal asfaltada que desde la Drova asciende hasta la cima del Mondúver. aquí podemos elegir entre subir directamente por la pista, o buscar los tramos de senda que son más directos y nos evitan las cerradas curvas de la pista. Nosotros fuimos buscando estos atajos.
Palas de dirección en el punto en el que la senda sale a la pista de subida al Mondúver.
Tramo de senda que ataja y nos permite reducir metros, aunque eso sí, con mayor esfuerzo debido al desnivel.
Último tramo de senda que nos conduce directamente hasta la ocupada cima del Mondúver. Un sinfín de antenas, una caseta forestal y el vértice geodésico ocupan casi totalmente la superficie de esta emblemática cima.
Caseta forestal del Mondúver.
Posando en el geodésico del Mondúver (843 m).
Ni qué decir tiene que las vistas en 360º desde esta atalaya no tienen desperdicio. Todo el litoral a nuestros pies.
Gandía en primer plano y al fondo la silueta del Montgó.
Una vez disfrutado de las vistas desde la cima, nos dispusimos a volver. Seguimos el mismo camino por el que llegamos, pero al llegar al cruce que señalan estas paletas,en vez de continuarlo de frente por donde vinimos, seguiremos ahora por la derecha para ir descendiendo hacia les Foietes, pero ahora por la otra parte.
En el descenso por este lado seguiremos teniendo bonitas vistas de la costa. En la foto la playa de Tavernes.
Y para acabar el día nada mejor que una cerveza al solecito para acompañar el bocadillo que llevábamos para comer.
Una cervecita después del esfuerzo siempre es bien recibida.
Por último hicimos una visita a este fenomenal Monasterio de la Valldigna cuya restauración le ha devuelto parte del esplendor que tuvo en su tiempo. No pudimos entrar porque aún no estaba abierto y no quisimos esperar. Lo dejaremos para otra ocasión.
Resumiendo, estupenda ruta circular de unos 12 km que completamos en unas cinco horas en total con la parada del almuerzo, las fotos y el tiempo en las cimas para disfrutar del paisaje. No hay agua en el recorrido, únicamente al principio.
