“…qué desquiciados andamos todos. Vive uno como montado en una noria que cada vez gira más deprisa. Da miedo. Y vértigo. Sobre todo, vértigo. Nos vamos a estrellar.” (Mónica en “La Reina de las Nieves” de Carmen Martín Gaite). Esta vida tan agitada y desquiciante que llevamos produce vértigo. Una de las maneras de combatir ese desquicio es, sin duda, salir a la montaña y si es en la compañía de decenas de senderistas entre los que se encuentran buenos amigos, pues mejor que mejor. Eso es lo que fuimos a buscar un año más a Ribesalbes, a esa ruta senderista, patrocinada por su Ayuntamiento, que cumple su décimo sexta edición.