“El
caballero andante sin dama es como el árbol sin hojas, el edificio sin cimiento
y la sombra sin cuerpo de quien se cause.” ("Don Quijote de la
Mancha", Miguel de Cervantes).
De la misma manera el senderista (en cierto modo caballero andante) sin montaña es como un árbol sin hojas, una casa sin cimientos o una
sombra sin cuerpo.
En esta ocasión realizamos una ruta circular desde Onda siguiendo el sendero PR-CV 361 (uno de los siete senderos "homologados" que figuran en la web del Ayuntamiento y en los postes informativos). Buscando información del sendero en la FEMECV nos dice que "no consta que se hayan realizado controles de calidad en los últimos años por lo que se desconoce si cumple con las condiciones óptimas de señalización y mantenimiento". Realizado el recorrido hemos podido comprobar que aunque en líneas generales aún se ven las marcas durante todo el trayecto se echa de menos que se repinten y la colocación, en algunos cruces, de postes direccionales que ayuden a orientarse, así como la limpieza en algunos tramos del sendero con excesiva maleza. Por otro lado nos llama la atención que titulándose el sendero "Onda-El Salvador-Onda", pocos metros antes de llegar al ermitorio del Salvador, el sendero se aparte y vuelva hacia Onda sin pasar por allí. En nuestro caso, nos hemos acercado hacia la ermita aprovechando su cercanía, por lo que nuestro recorrido no es exactamente idéntico al PR oficial en su totalidad.
Nuestra ruta comienza en el Molí de la Reixa, que veis en la foto.
El edificio, un antiguo molino, alberga el museo "Onda Natura", en el que además de visualizar cómo funcionaban los molinos, alberga una colección de paleontología y mineralogía.
En la explanada del Molí, este panel informa al senderista de las rutas homologadas que pueden hacerse desde Onda.
La elegida hoy por nosotros es la nº 7: Ruta PR-CV 361 Onda-El Salvador-Onda.
Curiosamente miramos el recorrido y vemos que se acerca mucho al ermitorio pero no pasa por él. Nosotros sí que lo haremos.
Antes de partir, como suele ser habitual en nuestras salidas, nos inmortalizamos (si es que eso es posible) en una fotografía. De izq. a der. Rafa Lafuente, servidor y Emilio Romero.
Nos dirigimos por la carretera CV-233 dirección a Tales.
Pero la dejamos enseguida para girar hacia la derecha por el campo de fútbol. Aquí encontramos una pala direccional que nos indica el camino.
Mientra buscamos el antiguo camino de Onda a Fanzara vemos el emblemático Montí, que ya hemos visitado varias veces y desde distintos orígenes.
Salimos de Onda y enfilamos enseguida el camino de Fanzara.
(foto de Emilio Romero)
"Yo he visto mi alma en sueños...
Era un desierto llano
y un árbol seco y roto
hacia el camino blanco."
Antonio Machado
El camino transcurre entre campos de cultivo.
Disfrutamos, además del aire y el sol de la mañana, de bonitos ejemplares de diferentes tipos de árboles como, por ejemplo, este monumental algarrobo.
"Ya de su creación, tal vez, alhaja
algún sereno aparte campesino
el algarrobo, el haya, el roble, el pino
que ha de dar la materia de mi caja."
Miguel Hernández
Y, cómo no, no hay cuerpo sin sombra.
"Se tomará un descanso el hortelano
y entretendrá sus penas combatiendo
por el salubre sol y el tiempo manso.
Y otra vez, inclinado cuerpo y mano,
seguirá ante la tierra perseguido
por la sombra del último descanso."
Miguel Hernández
Las mariposas nos acompañan como guiando nuestros pasos, como anfitriones que enseñan a las visitas los encantos de su casa.
"Tras una mariposa,
cual zagalejo simple,
corriendo por el valle
la senda a perder vine."
Juan Menéndez Valdés
A medida que avanzamos los campos y la montaña van equiparando su presencia.
Este puente cruza el barranco de Beniparrell.
Y, aunque sin caballos, aquí veis a los tres jinetes del Apocalipsis.
El camino se embosca aquí entre pinos e iniciamos la subida con mayor entidad de la ruta.
Quinientos metros desde aquí y entraremos en término de Fanzara.
Ahora, cualquier subida nos parece un Everest. Será la edad que va cambiando nuestra percepción de las cosas.
Campo de naranjos y montaña en perfecta armonía. Al fin y al cabo todo es naturaleza.
En el camino se dejó ver este conejillo.
"Unas montañas, un
pino, arriba el sol, abajo un camino,
una vaca, un campesino, unas flores, un molino,
la gallina y un conejo, y cerca un lago como un espejo. "
Gloria Fuertes
Aún no hemos acabado de subir. El camino está un tanto descompuesto y con mucha piedra suelta al parecer porque debe haber bajado bastante agua por aquí.
Mirad, en medio de la aridez de las piedras del camino esta mata de Centaura menor. Su belleza y colorido han llamado nuestra atención. Como todas las plantas, tiene un uso medicinal, seguramente olvidado y en desuso. En este caso, sus flores en infusión, se utilizaba para abrir el apetito.
Un último esfuerzo y estaremos arriba. Sin esfuerzo no hay victoria.
Vamos alcanzando cierta altura que nos deja ver una parte de la sierra de Espadán.
Este tramo transcurre por una bonita pinada.
Y alcanzamos esta gran balsa de riego que parece un pequeño lago.
En la foto, la fuente que llena la balsa.
"La rosa:
tu desnudez hecha gracia.
La fuente:
tu desnudez hecha agua.
La estrella:
tu desnudez hecha alma."
Juan Ramón Jiménez
Desde la balsa, tenemos vistas hacia diferentes puntos. Por ejemplo, hacia el noroeste, vemos la silueta del Tis (Villahermosa del Río).
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Hacia el sur, la sierra de Espadán, con alguna de sus cimas más emblemáticas como la Peña Pastor, el Gurugú y el pico Espadán.
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También podemos ver la Rápita, máxima altura de la sierra.
En la balsa, abandonamos el camino de Artana y nuestros pasos se dirigen hacia la ermita del Salvador.
(foto de Emilio Romero)
Caminando, caminando, disfrutamos de esos pequeños detalles que adornan todas las rutas y que las embellecen y les aportan un encanto especial. Mirad este "abuelo" presto a seguir su destino incierto cuando una ráfaga de viento se lo lleve de allí.
O estas preciosas flores de baladre, que también aportan su encanto y su belleza a la ruta.
El camino se despeja y estamos llegando a la carretera.
Salimos a la CV-20, la carretera que va a Montanejos. Este es el tramo en el que habremos de poner atención porque prácticamente no hay arcén y recorreremos sobre un kilómetro por ella hasta llegar a la ermita. Lo que hicimos es caminar por la cuneta.
(foto de Emilio Romero)
Cuando llevamos trescientos metros, entramos de nuevo en término de Onda. Calculamos que en término de Fanzara habremos recorrido sobre un kilómetro y medio.
Cuando llevamos setecientos metros de carretera el PR la cruza y se va por la derecha sin llegar hasta el ermitorio. Pero nosotros hemos seguido porque unos trescientos metros después ya tenemos la ermita a la vista.
Entramos por la parte trasera del paraje.
Vemos unos paelleros.
Un panel sobre el PR, aunque no llega hasta aquí.
Y una zona de picnic con mesas de obra que nos van a venir de perlas para almorzar.
En el área de picnic, esta fuente aunque no es potable según reza un cartel.
Dije al principio que el senderista sin montaña está incompleto, debo añadir que también necesita del momento del almuerzo para encontrarse bien.
Aquí veis las viandas que nos toca consumir hoy.
A punto de dar cuenta del almuerzo para recuperar fuerzas.
(foto de Emilio Romero)
Tras almorzar, seguimos el camino.
El ermitorio del Salvador (patrón de Onda) está formado por una capilla del S. XVIII, una hospedería y unos porches.
La hospedería ya no está en funcionamiento. Si que funciona un restaurante. Vimos también que se está restaurando el retablo de la ermita y permanecía cerrada.
Porches de la ermita del Salvador.
Vamos alejándonos poco a poco de la ermita.
Cruzaremos la carretera para seguir una pista asfaltada que en pocos metros nos deja en el Paraje Natural del Salvador.
De camino al paraje, el leve tintineo de esta pareja de campanillas nos saludó a nuestro paso.
"Si al mecer las azules campanillas
de tu balcón,
crees que suspirando pasa el viento
murmurador,
sabe que, oculto entre las verdes hojas,
suspiro yo."
Gustavo Adolfo Bécquer
Paraje Natural del Salvador.
El paraje está ubicado en una agradable pinada dotada de zona pic-nic y aparcamiento totalmente gratuito.
(foto de Emilio Romero)
Paraje Natural del Salvador
Seguimos por este paseo flanqueado de árboles. Al final hace una curva a la izquierda y se dirige hacia la carretera CV-20. Pero nosotros la abandonaremos enseguida por la derecha buscando el barranco del Salvador.
En este punto abandonamos el camino. Aquí haría falta un poste direccional porque es fácil pasarse el desvío al no estar señalizado y no verse ninguna señal, además de estar tapado casi totalmente por la vegetación.
Cruzamos el barranco que está seco y encontramos una ligera subida.
La subida sale a este camino que nosotros seguimos por la derecha.
(foto de Emilio Romero)
El sendero se ensancha en esta parte.
Hemos dejado atrás la ermita del Salvador que podemos ver desde aquí.
Volvemos a encontrar marcas que nos indican que vamos por buen camino.
Y seguimos encontrando marcas, aunque se echa en falta una mano rejuvenecedora de pintura.
(foto de Emilio Romero)
Esta segunda parte, desde la ermita hasta Onda, es mucho más senderista porque transcurre en gran parte por un bonito y tupido sendero entre pinos que nos protegen del sol.
Y aprovechamos que el sol no nos calienta la cabeza para dar rienda suelta a nuestros pensamientos.
“Todos
sentimos el deseo, o el impulso, de realizarnos a través del arte. Aunque el
género de éste ya dependa de cada cual.” (Hopalong Basil en “El problema final”
de Arturo Pérez Reverte)
En este segundo tramo tenemos otra subida con cierto desnivel, aunque nada del otro mundo.
Seguimos viendo señales del sendero.
(foto de Emilio Romero)
Decididamente este segundo tramos nos está gustando más que el primero.
Esto nos parece un refugio de piedra en seco en ruinas.
Todo lo que se sube, luego hay que bajarlo
En plena bajada poniendo los pies en lugar seguro.
(foto de Emilio Romero)
El bonito sendero termina en esta carretera de una urbanización.
¿Por qué todo lo bueno se acaba?
Como en toda urbanización que se precie, hay casas, chalets y mansiones.
Mirad qué belleza la de esta campanita morada. Parece que esté iluminada en su interior.
"Ya te enredas del alma en una queja,
ya en la azul campanilla de una reja,
ya de un mantón en el airoso fleco."
Salvador Rueda
En otro cruce encontramos esta hornacina con la imagen cerámica de San Roque. San Roque, junto con la Virgen de la Esperanza y El Salvador son los patronos de Onda.
Caminar por asfalto y por dentro de una urbanización es monótono, pero siempre encontramos elementos que suavizan esa monotonía y nos hacen disfrutar un poquito, como esta preciosa buganvilla.
O esta araucaria excelsa.
Volvemos a ver la emblemática cima del Montí.
"En lo alto de aquel monte
hay un arbolillo verde.
Pastor que vas,
pastor que vienes."
hay un arbolillo verde.
Pastor que vas,
pastor que vienes."
Federico García Lorca
Cerca ya de Onda vemos como destaca sobre la población el castillo de Onda, conjunto histórico-artístico y Bien de interés cultural.
Y a lo lejos, de nuevo la sierra de Espadán.
Varios cruces nos llevan hasta la carretera CV-20 que seguimos hacia la derecha dirección hacia Onda.
(foto de Emilio Romero)
Está claro donde estamos, ¿no?.
Pasamos por la Avenida de Montendre.
La avenida tiene esta bonita y sombría zona ajardinada.
Al parecer Montendre es una ciudad francesa hermanada con Onda.
Tras callejear por diferentes calles de Onda volvemos al punto de inicio de la ruta, el Molí de la Reixa, dando por finalizada la ruta de esta semana.
El calor ya apretaba y antes de regresar nos rehidratamos para combatir los calores que ya van siendo veraniegos.
Necesitamos la montaña como el caballero andante su Dulcinea y una semana más hemos completado una nueva ruta. Esperemos seguir yendo a la montaña mientras nuestro cuerpo aguante.
Pincha en el enlace para ver las fotos de la ruta.
Debemos disfrutar de la montaña siempre de la manera más segura posible para evitar riesgos y accidentes. Para ello es importante que leas estos consejos sobre "Seguridad en la práctica de senderismo y emergencias en montaña".
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