“Oír o leer sin reflexionar es una ocupación
inútil.” (Confucio) Caminar por la montaña sin disfrutar de las pequeñas
grandes cosas que nos ofrece (una flor, una mariposa, un árbol…) es una
actividad inútil, sin pasión, sin sentido.
Volvemos a Espadilla (Alto Mijares) una vez más. En esta ocasión vamos a realizar el PR-CV 386 en su totalidad. Digo esto porque en noviembre de 2014 ya hicimos este PR pero con una variante a la vuelta volviendo por la fuente de la Piqueta enlazando con el PR-CV 314 para no repetir el último kilómetro y medio que hicimos en la ida. En este caso, además de completar el PR oficial, nos desviaremos unos metros del sendero para visitar la cueva Negra, que no vimos en la ocasión anterior.
Solemos aparcar siempre en la entrada al pueblo, donde encontramos esta original escultura que da la bienvenida a los visitantes.
Antes de comenzar la ruta nos hacemos la típica foto de inicio.
De izq. a der. Emilio Romero, servidor y Rafa Lafuente.
Justo en esta paleta iniciamos el PR, a escasos metros de donde hemos aparcado.
Comenzamos a subir en dirección al jardín botánico de Espadilla.
Junto al camino encontramos esta culebra, tal vez una culebra bastarda macho, pero por desgracia estaba muerta.
De camino al jardín botánico de Espadilla tenemos esta bonita imagen de Espadilla.
En la carretera nace este camino que nos lleva hasta el jardín botánico evitando el rodeo por la carretera.
No es el Botánico de Madrid, pero es un bonito y didáctico enclave donde podemos disfrutar de este museo natural al aire libre.
Encontramos también una fuente donde podemos cargar agua para el camino, que falta nos va a hacer porque es pronto y el calor ya aprieta.
En el jardín botánico también hay mesas de picnic.
Salimos del jardín botánico y encontramos este panel informativo sobre los PR de Espadilla. Seguimos el camino de la derecha en subida.
A cien metros del anterior cruce encontramos este otro que nos lleva por una pista hacia la derecha.
Desde aquí tenemos esta perspectiva emblemática de la Peña Saganta y el castillo de Espadilla.
La sombra será hoy protagonista. No en vano, la ruta no tiene muchas zonas de sombra y el sol va a apretar de valiente.
"Sombra que nunca sales
de tu cueva, y al mundo
no devolviste el silbo
que al nacer te dio el aire,
del aire, aire, aire."
Rafael Alberti
Empezamos a subir por una pista que durante unos 4 kilómetros, nos llevará hasta la fuente del Melic.
La subida es muy agradable.
El valle del Mijares es el telón de fondo del espectáculo que estamos viendo.
En la foto vemos la localidad de Toga.
Por cierto, esta neblina que se aprecia en la foto va a ser la tónica general de toda la mañana, lo que nos va a impedir buena visibilidad y buenas vistas. La calidad de las fotos va a quedar muy mermada.
En algunos tramos los pinos flanquean la pista.
Otra tónica general de la ruta de hoy y que le va a dar un valor especial es la presencia multitudinaria de mariposas de muy diferentes especies que nos van a acompañar durante todo el camino. Es sin duda la ruta en la que más mariposas han venido con nosotros.
Esta saltacercas, una de las más comunes, es de las primeras que pudimos fotografiar.
"Tras una mariposa,
cual zagalejo simple,
corriendo por el valle
la senda a perder vine."
Juan Menéndez Valdés
La subida es constante y aunque no de excesiva dureza, se hace pesada porque el calor y la humedad hacen mella.
Junto al camino, los restos de un corral.
A nuestra derecha, un tupido bosque y las paredes rocosas del Monte Redondo.
Las matas de madreselva presentan sus originales flores que disfrutamos mientras paseamos.
"Por los hondos caminos del estío, colgados de tiernas madreselvas, ¡cuán dulcemente vamos!"
("Platero y y o", Juan Ramón Jiménez)
Y la subida no para y sigue y sigue y sigue...
El esfuerzo de la subida ayuda a un ejercicio de concentración que nos hace reflexionar.
“Sola la vida humana corre a su fin ligera más
que el tiempo, sin esperar renovarse, si no es en la otra, que no tiene
términos que la limiten.” ("El Quijote", Miguel de Cervantes)
Otra especie de mariposa, tal vez la mariposa loba (Maniola jurtina), en plena faena de libación.
"¡Quién fuera mariposa!
Flor del aire, luciente y fugitiva;
envidio esa existencia temblorosa,
que siempre en pago de la miel que liba,
deja un polvo de oro en cada rosa.
Julio Flórez
La Scabiosa atropurpurea tiene muchos nombres comunes: bella dama, viuda morada, escabiosa, escobilla morisca...Todo el monte se encuentra sembrado de estas bellas y sencillas florecillas. Al parecer es una flor muy nectarífera y, por lo tanto, atractiva para los insectos.
"Orgullo de la enramada,
blanca y leve florecilla,
más que todas delicada,
y más que todas sencilla."
Carolina Coronado
Encontramos varios bebederos como el de la foto durante la subida.
En algún tramo, además de mariposas, también las libélulas nos acompañaron con su revoloteo nervioso. En la foto una libélula cernícalo.
"Los aviones errantes,
las libélulas locas
la esperanza destellan."
José María Eguren
Una saltacercas más.
Seguimos ascendiendo con tramos más sombreados como el de la foto, y otros más despejados.
Nos encanta ver florecillas solitarias, como esta flor de lino, en medio de tantas hierbas verdes haciéndose notar por su belleza y colorido.
"La violeta enamorada,
la retama encaramada,
la madreselva mezclada,
la flor de lino celosa.
¿Cuál es la más hermosa?"
Vicente Wenceslao Querol
Algunos postes marcan el PR, aunque en alguna bifurcación la vegetación está tan crecida que pasa inadvertida y sería conveniente una intervención general del PR.
Esta mariposa limonera es otra de las diferentes especies de mariposa que han acompañado nuestro caminar.
"¡Mariposa que fuiste entre las flores
dejando tus bellezas y tus galas,
yo volveré a poner el polvo de oro
sobre tus leves alas!"
Luis Gonzaga Urbina
¿Os habéis detenido a escuchar a las campanillas en vuestras rutas por la montaña?
Pues si lo hacéis, notaréis ese ligero campanilleo de sus pétalos que se produce a modo de saludo cuando pasas a su lado.
Un bonito tramo por el bosque desemboca en el paraje de la fuente del Melic.
Ésta es la fuente del Melic. Hace once años no tenía agua. En esta ocasión, sí tenía y muy fresca lo que nos vino muy bien para aplacer el calor y la sed que traíamos. Según nos comentó luego el alcalde de Espadilla, hubo una intervención en la zona y se comprobó que el manantial estaba obstruido y una vez limpiado, el agua ha vuelto a manar.
"Amante: no me lleves, si muero,
al camposanto.
A flor de tierra abre mi fosa, junto al riente
alboroto divino de alguna pajarera
o junto a la encantada charla de alguna fuente."
A flor de tierra abre mi fosa, junto al riente
alboroto divino de alguna pajarera
o junto a la encantada charla de alguna fuente."
Juana de Ibarbourou
Fuente del Melic en 2014, sin agua.
El panel informativo presenta en la actualidad este aspecto.
Hace once años aún se podía leer.
La fuente original se encuentra unos metros más allá.
Este es el paraje en la actualidad.
Este es el aspecto que presentaba en 2014.
Esta especie de cabaña de cañas no estaba tampoco en 2014.
Aprovechamos la frondosidad del paraje, el frescor de la fuente y la mesa para almorzar aquí, que ya es hora.
Dispuestos a dar cuenta de las viandas para reponer fuerzas.
Intentaremos dejar el pabellón bien alto. (foto de Emilio Romero)
Desde la fuente del Melic tenemos esta opción que veis aquí en estas palas y es acceder al vértice geodésico por el abrigo de la cueva Negra.
O la opción que se encuentra justo enfrente de la anterior y que veis en este poste direccional y que nos lleva al vértice siguiendo el PR original. Ésta es la opción elegida por nosotros.
Seguimos por una bonita senda que va ganando altura serpenteando por la ladera de la montaña.
Y a la vez que seguimos subiendo, disfrutamos de esos pequeños detalles que nos ofrece el caminar por el monte, como por ejemplo estos perfectos ejemplares de semillas de diente de león esperando su viaje hacia puntos lejanos para seguir reproduciéndose.
Aquí la flor de ese precioso amarillo chillón, dos preciosos ejemplares junto a una compañera ya convertida en ya en "abuelo".
"Mi cuerpo estará amarillo,
y por la abierta ventana
entrará una brisa fresca
preguntando por mi alma."
y por la abierta ventana
entrará una brisa fresca
preguntando por mi alma."
Juan Ramón Jiménez
La subida se va haciendo pesada sobre todo por el calor que hace y que nos castiga ya.
Como comenté al principio, esta calima que llena el ambiente hace que no haya claridad en el paisaje y que las fotos no tengan la calidad que deberían. Aquí, en la lejanía, apenas adivinamos la silueta de Penyagolosa.
Desde la fuente del Melic, el PR coincide con un tramo de GR-CV 333, de ahí la señal tricolor en la roca.
Otra saltacercas.
Pasamos junto a las ruinas de un corral, el corral del Alto, con unos arcos aún bien conservados. Frente a él se encuentra la era. Nos encontramos aproximadamente en el kilómetro cinco.
Junto a la era del corral, este poste nos dirige desde este collado, hasta el vértice de la Cueva Negra. El poste del GR que vemos en la foto, tampoco estaba en el 2014.
Ya se ha suavizado la pendiente y la senda atraviesa un bonito bosque.
"En los bosques, perdido, corté una rama oscura
y a los labios, sediento, levanté su susurro:
era tal vez la voz de la lluvia llorando,
una campana rota o un corazón cortado."
Pablo Neruda
Al haber alcanzado la parte alta de la Cueva Negra, tenemos vistas hacia el sur, hacia la Sierra de Espadán.
En este punto, está marcado el sendero de bajada al abrigo de la cueva Negra y decidimos bajar a verla ya que en la anterior ocasión no lo hicimos. Desde la fuente del Melic, si hubiésemos elegido el otro camino que comenté como opción, habríamos enlazado en este punto con el PR.
Cien metros de senda en bajada nos deja en el abrigo de la cueva Negra.
Este murete indica que este abrigo ha sido utilizado, como muchos otros, para guardar ganado.
Aprovechamos para quitarnos los pinchos que se nos han metido en las botas y lo peor es que seguirán metiéndose en cuanto sigamos caminando. (foto de Emilio Romero)
Desde la cueva Negra vemos el corral del Melic.
Subimos de nuevo al cruce.
Una vez en el cruce, seguimos hacia la izquierda en dirección al vértice geodésico.
Mientras nos dirigimos al vértice vemos que asoma la punta de la Peña Saganta.
Las centáureas, sencillas, delicadas, perfectas... también estuvieron muy presentes en todo el recorrido, destacando con su bonito color rosado entre los tonos verdes de diferentes plantas.
Este poste nos muestra el desvío al vértice, que seguimos hacia la derecha.
Alcanzamos el vértice de Cueva Negra a 831 msnm. (foto de Emilio Romero)
A escasos metros del vértice se encuentra este pilón que separa los términos de Torrechiva y Espadilla.
(foto de Emilio Romero)
No podía faltar la foto del trío en el punto más alto de la ruta.
Ahora nos entretenemos en "disfrutar" de las vistas, aunque ya vais a ver que no va a ser posible debido a la calima que ensucia la atmósfera.
Hacia el oeste, la cima de Santa Bárbara de Pina.
También detectamos difusamente el Campero y el Morrón de Campos.
Hacia el sur, la Sierra de Espadán.
Este poste ha perdido sus paletas.
Como se ve aquí, en el 2014 aún las conservaba.
Tras la visita al vértice geodésico y disfrutar lo que pudimos de las vistas, retomamos la ruta y seguimos ahora por la cresta de la Cueva Negra. La loma de Peña Saganta nos acompaña durante el recorrido por la cresta.
De nuevo en el cruce, ahora seguimos por la derecha.
Seguimos la senda y a nuestra derecha, al fondo del valle del río Pequeño, vemos la población de Ayódar.
En este punto podemos ver restos de trincheras de la guerra civil, que en esta ocasión no visitamos.
En la foto, un parapeto.
El sendero sigue el cordal con buenas vistas a dos vertientes.
El sendero gira hacia el norte en descenso.(foto de Emilio Romero)
“Es
que el bosque tiene ruidos extraños, modulaciones misteriosas que a veces
semejan llanto de niños, a veces risotadas de muchachas que anduvieran volando
entre el ramaje.” (Conde de Laín en “El abuelo”, Benito Pérez Galdós)
Desde la senda vemos enfrente la boca del abrigo de la cueva Negra que hemos visitado hace un momento.
Aunque nuestro sombrero de paja nos protege del sol, no evita del todo que el calor penetre y nos caliente un poco la cabeza.
“No todos los tiempos son unos, ni corren de una
misma suerte.” ("Don Quijote", Miguel de Cervantes)
De bajada vemos la pésima visibilidad que nos hemos encontrado hoy.
La Peña Saganta bien visible.
El sendero se sumerge en una vaguada.
En algún tramo, la vegetación casi se come la senda. Requeriría alguna actuación en algún tramo para una limpieza.
Llegamos a las ruinas del corral Blanco.
Superado el corral blanco miramos hacia el frente y entre la neblina adivinamos el embalse de Sitjar.
Seguimos la senda a tramos con bonitas vistas, como ésta con la Peña Saganta al fondo.
En algún claro podemos ver en el valle la población de Vallat.
Llegamos a las proximidades de otro corral, el corral del tío Nebot.
También vuelve a ser visible la población de Toga.
Nuestro sendero desemboca en esta pista, que seguimos por la derecha.
Apenas cien metros después nos encontramos con la fuente del Sastre, a la que nos tenemos que desviar una decena de metros si queremos verla.
Aquí tenemos la fuente del Sastre, sin agua.
"Ya no mana la fuente, se agotó el manantial;
Ya el viajero allí nunca va su sed a apagar."
Rosalía de Castro
Este es el aspecto que presentaba en 2014. Como se aprecia, el tiempo no pasa en balde para nadie ni para nada.
Junto a la fuente, esta mesa de picnic.
La solitaria correhuela llama nuestra atención. Nos preguntamos cómo soporta impasible el sol directo en sus pétalos.
"Por fin trajo el verde mayo
correhuelas y albahacas
a la entrada de la aldea
y al umbral de las ventanas."
Miguel Hernández
Seguimos por la amplia pista, con ganas de terminar porque el sol aprieta de firme.
"El rojo sol de un sueño en el Oriente
asoma.
Luz en sueños. ¿No tiemblas, andante peregrino?
Pasado el llano verde, en la florida loma,
acaso está el cercano final de tu camino."
Antonio Machado
Y llegamos a este cruce donde se nos ofrecen dos opciones (km 10). Una, seguir el trazado oficial y, otra, volver a Espadilla pasando por la fuente de la Piqueta y enlazando allí con el PR-CV 314 bajando por el barranco de la Piqueta hasta Espadilla. Nosotros elegimos en esta ocasión la primera opción. En 2014 decidimos hacer la segunda. Si queréis verla, pinchad en el enlace: "Cueva Negra y fuentes de Espadilla".
Algo más de un kilómetro después del anterior cruce, llegamos a este otro donde enlazamos con la pista que tomamos esta mañana en la ida. Desde aquí hasta Espadilla ya lo recorrimos esta mañana.
Vistas hacia Toga.
El pequeño corral que vimos a la mañana ahora más iluminado por el sol.
Últimos metros a pleno sol. En la montaña el sol también quema.
Hacemos un zoom hacia Vallat.
Y acometemos ya los últimos metros con esta emblemática imagen que vimos esta mañana: Peña Saganta y el castillo de Espadilla.
Aquí pusimos punto y final al recorrido del PR-CV 386, cumpliendo así un antiguo objetivo que se nos quedó pendiente desde hacía once años cuando hicimos el PR parcialmente porque realizamos la variante de la fuente de la Piqueta.
El calor nos dejó deshidratado y no tuvimos más remedio que ir al bar a hidratarnos un poco antes de regresar a casa. (foto de Emilio Romero)
El bar de Espadilla lo lleva el alcalde don Vicente Domingo y tomando la cerveza tuvimos ocasión de charlar con él y nos informó que era inminente una intervención de revisión y adecuación de la totalidad del recorrido del PR, lo cual es de agradecer y además es necesario para seguir conservando este entretenido PR.
Pincha en el enlace si quieres ver las fotos de la ruta.
Debemos disfrutar de la montaña siempre de la manera más segura posible para evitar riesgos y accidentes. Para ello es importante que leas estos consejos sobre "Seguridad en la práctica de senderismo y emergencias en montaña".
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