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jueves, 12 de enero de 2023

DE ANNA A CHELLA (7/1/2023)

 Nos iremos de este mundo únicamente con nuestros recuerdos, nuestras vivencias, nuestras soledades, nuestras verdades, nuestras mentiras, nuestros fracasos, nuestros éxitos, nuestros buenos momentos, nuestras malas experiencias, nuestras frustraciones, nuestras ilusiones…,en fin, todo nuestro mundo interior. Nada material vendrá con nosotros ni nos serviría tampoco en ese hades al que podamos marchar. Añadimos una nueva ruta que se unirá a todas las demás, formando parte de ese bagaje de experiencias que partirá con nosotros.

En esta ocasión volvimos a Anna otra vez para realizar una sencilla ruta para retomar la actividad senderista interrumpida por las fiestas navideñas. El recorrido nos lleva desde Anna hasta la cercana población de Chella para volver de nuevo hasta Anna. La ida es el tramo más interesante. La vuelta es más monótono. En cualquier caso nos sirvió como inicio para aspirar a mayores logros.La ruta recorre tramos del denominado "Camino de las Fuentes", tramos del PR CV 266 (Gorgos-Fte. Negra) y del PR CV 113 (Abrullador-Fte Negra); así como un corto recorrido del GR 332 (La Canal).

Muy de mañana nos encontrábamos en el inicio de la ruta, junto al campo municipal de fútbol.


En el pequeño parque que teníamos enfrente, nos hicimos la foto de dúo. Mi compañero y ,sin embargo amigo, Rafa Lafuente y yo mismo.


Iniciamos la ruta callejeando por Anna, silenciosa y vacía a tan pronta hora.


Vamos buscando la bajada al molino. Una de estas flechas nos marca el camino. Nos gusta la estampa invernal de los plátanos desnudos.


El callejeo nos lleva hasta la Plaza de la Alameda donde encontramos este original lavadero, "La balsa", alimentado por las aguas de la albufera de Anna que caen aquí en forma de cascada. Es un ejemplo que muestra cómo el agua está presente en cualquier parte del municipio y en su término como veremos en esta ruta.


Monumentales ejemplares de plátanos flanquean este original lavadero, como éste que podemos ver en la foto.

"En mis pagos hay un árbol,
que del olvido se llama,
al que van a despenarse, vidalita,
los moribundos del alma"

                      Fernán Silva Valdés


A escasos metros de La Balsa nos encontramos con el edificio más antiguo de la villa y verdadero emblema de la población, el Castillo-Palacio de los Condes de Cervellón de diseño islámico y de obligada visita por su belleza.


Esta puerta exterior del palacio ya nos anuncia de su antigüedad, belleza y origen y nos hace pensar la de historias que guardará detrás de sus hojas profusamente adornadas.

“No hay dos puertas iguales: respetadlas todos. Yo siento una profunda veneración por ellas; porque sabed que hay un instante en nuestra vida, un instante único, supremo, en que detrás de una puerta que vamos a abrir está nuestra felicidad o nuestro infortunio…” (Azorín, “ Las confesiones de un pequeño filósofo”)


Imponente la torre de este bello edificio.

"Mi alma es una princesa en su torre metida,
con cinco ventanitas para mirar la vida.
Es una triste diosa que el cuerpo aprisionó."

                                                  Amado Nervo


Frente al palacio, otra bonita fuente, se trata de la fuente de Santa María.

"¡Verdes jardinillos,
claras plazoletas,
fuente verdinosa
donde el agua sueña,
donde el agua muda
resbala en la piedra!..."

          Antonio Machado


Cogemos el camino de bajada al molino que nos sacará de la población.


La frondosa vegetación que vemos en la bajada nos habla de nuevo de que el agua está presente en todas partes.


Panel cerámico que ilustra la "bajada del Molino".


Dejamos a nuestra derecha la continuidad de la bajada al Molino y seguimos por una pronunciada aunque corta cuesta.


La vegetación es exuberante. las hiedras abrazan axfisiantemente los troncos de los chopos. 


La luna no nos ha abandonado. Se muestra ligeramente iluminada por su "enemigo" el sol.

"Surgió enorme la luna en la enramada;
las hojas agravaban su sigilo,
y una araña en la punta de su hilo,
tejía sobre el astro, hipnotizada.

                            Leopoldo Lugones


Anna nos recibió de una manera muy fría. El termómetro marcaba solamente 4º y eso se notó cuando salimos al campo. La escarcha cubría la vegetación.

"El frío que yo siento
lo llevo en el alma;
y el frío de la nieve
más duro no es."

          Manuel María Flores


Era la primera vez en este invierno que nos encontrábamos con una temperatura tan baja. 
Nos gusta sentir el frío en el rostro cuando es la época. 


"Hoy da el otoño suelta a sus manadas.
¿No sientes a lo lejos sus pisadas?
pasan, dejando el campo amarillento."

                                              José Hierro


Aunque nos hemos alejado un tanto de Anna, el campanario de la iglesia de la Inmaculada es perfectamente visible.


Este aligustre nos muestra sus negros frutos.


El frío se lleva mejor caminando por caminos así acompañados por el rumor del agua.


Otro panel cerámico como el que vimos en la bajada del Molino nos ilustra que estamos recorriendo el camino de las fuentes.


Y este otro más modernos nos informa más detalladamente.


Aquí encontramos otra fuente, la Fuente de Abajo.


Doscientos metros después nos encontramos con la Fuente de Arriba, en este bonito enclave con preciosos plátanos que el invierno desnudó para que cambien de vestuario en primavera.


Fuente de Arriba con sus cinco caños.

"La risa de la fuente me parece ser lloro;
el aire perfumado tiene aliento de lirios;
añoranzas me llegan de unos viejos martirios
y a mi mente se asoman unos ojos que adoro..."

                                                       Arturo Borja


Apenas hemos dejado la fuente, nos desviaremos al Gorgo del Catalán. En el cruce, el corto desvío que nos llevará hasta allí. No es la primera vez que estábamos aquí. Estuvimos con ocasión de la ruta de "Los gorgos de Anna".


Y llegamos al paraje del gorgo del Catalán. Precioso paraje en invierno también.
Se trata de un bonito estanque de gran profundidad al parecer, en el cual también es posible tomar el baño. Sus aguas proceden de la Fuente Negra, que se encuentra más arriba y que visitaremos a continuación.

"¡Tu recuerdo es de luz, de humo, de estanque en calma!
más allá de tus ojos ardían los crepúsculos.
Hojas secas de otoño giraban en tu alma."

                                                     Pablo Neruda


No pudimos sustraernos a la tentación de hacernos una foto en tan singular paraje.


Tras disfrutar del gorgo del Catalán, volvemos sobre nuestros pasos y nos dirigimos ahora hasta el paraje de la Fuente Negra.


Se trata de un precioso paraje donde el agua es protagonista principal. En este punto, el agua brota formando un pequeño lago y ahora presenta un aspecto invernal con los árboles que le rodean sin hojas, que le da un encanto especial.

"¡La otra tarde, se ha llevado
el viento más hojas secas!
¡Qué pena tendrán los árboles,
esta noche sin estrellas!"

          Juan Ramón Jiménez

Nos entretenemos un rato disfrutando del lugar que apenas empieza ahora a recibir los primeros rayos del sol y disfrutamos de los reflejos que sus tranquilas aguas ofrecen.

"Es la sombra del agua
y el eco de un suspiro,
rastro de una mirada,
memoria de una ausencia,
desnudo de mujer detrás de un vidrio."

                                           Jaime Sabines

También nos inmortalizamos en este idílico paraje, ahora solitario y silencioso, pero que en otras épocas del año presenta un gran afluencia de público. (foto de Rafa Lafuente)


Preciosos reflejos en la superficie del agua.

"Del sol que vieron mis años mozos
a gatas quedan tibios reflejos
que en el recuerdo buscan ansiosos
mis pobres ojos, sin luz, de viejos."

                       José Alonso y Trelles

Seguimos la ruta por caminos rurales, entre campos de olivos.


En nuestras paradas para disfrutar del horizonte, reconocemos la sierra del Benicadell.


Cruce que seguimos hacia la izquierda. 
El poste nos indica que seguimos un tramo del PR CV 113.

Otra bifurcación donde un poste de madera nos guía hacia nuestro próximo objetivo: las simicas.


De camino disfrutamos de pequeños detalles que la naturaleza nos ofrece. En este caso acercamos con el macro de la cámara esta pequeña y sencilla flor de Globularia alypum, comúnmente corona de fraile. Sus hojas presentaban diminutas lágrimas procedentes seguramente de alguna pena que no supimos descubrir.

"En cada fresco brote, en cada rosa erguida,
cien gotas de rocío brillan al sol que nace;
mas él ve que son lágrimas que derraman los tristes
al fecundar la tierra con su preciosa sangre."

                                                     Rosalía de Castro


Recorremos un cordal de no mucha elevación que nos lleva en tramos entre pinos.


Y este poste nos avisa de que nos encontramos junto a una de las simicas.


Ésta es una de las simicas, un profundo agujero en forma de cono invertido.


Seguimos por el cordal que nos dirige hacia la parte alta de Chella. Desde aquí, vemos el cementerio. A la vuelta hacia Anna pasaremos por su puerta.

"Lleno yo de fastidio y de quebranto,
sin fuerza ya contra la suerte lidio,
y muerto para el mundo, sólo envidio
a los muertos que guarda el camposanto."

                                 Antonio Plaza Llamas


Más adelante, algo más alejado del camino, encontramos otra simica.


Ya tenemos a la vista la población de Chella.

“La diferencia entre paisaje y paisaje es poca; pero hay mucha diferencia entre quienes lo miran.” (Ralph Waldo Emerson)


Y este panel nos viene de perlas para conocer lo que son las "simicas de Chella". Son como comenté antes grandes oquedades de origen tectónico producidas por un fenómeno kárstico en la roca calcárea debido al hundimiento del techo de grandes cavidades subterráneas.


Seguimos caminando y Chella cada vez más cerca.


Pasamos junto a esta fea antena. Como todo es relativo y dado los tiempos que corren, lo que aquí nos parece feo tal vez en un museo de arte moderno podría ser una obra de arte.


Entramos en Chella por la parte alta del pueblo, junto al calvario.


Calvario de Chella.


En el calvario se encuentra la sencilla ermita de San Nicolás.


Callejeamos ahora por Chella para buscar el mirador del Salto.


De camino disfrutamos de la belleza de estas rojas flores de buganvilla.

"Pobre verso condenado
a mirar tus labios rojos
y en la lumbre de tus ojos
quererse siempre abrasar."

        Manuel Gutierrez Nájera


Y llegamos al mirador del Salto.


Nos acercamos al extremo del mirador y disfrutamos del impresionante salto que el río Sellent hace en este punto. Tampoco era la primera vez que estábamos aquí, ya estuvimos en cuando fuimos a la fuente del Abrullador.

"De azul y plata adornada
está la rauda cascada;
azul el ancho horizonte;
verde la hermosa enramada,
y la pradera y el monte."

                     Manuel Reina

A Rafa Lafuente se le ocurrió hacer un selfie aquí, con el sol de cara y el Salto de fondo.


Tras disfrutar del Salto del río Sellent, seguimos el camino bajando por unas escaleras que se hacen sendero más abajo y con una buena pendiente que nos obliga a tener cuidado en algún punto.


Durante la bajada seguimos disfrutando del Salto.

“A veces es imposible detener el río de la vida.” (El Alquimista, Claudio Coelho)


El sendero desemboca en un amplio camino cementado paralelo al río Sellent.


Junto al camino, una fuente.


Nos apartamos unos metros para visitar un azud que retiene las aguas.


El camino nos lleva hasta el bonito parque de La Fuente, al que entramos por esta bonita alameda de plátanos.


En este parque, el agua es también el principal protagonista ya que en él encontramos la fuente de los Chopos, un lavadero y este canal.


Nuestro paso por Chella nos lleva a la plaza Adolfo Giménez del Río.
Y aquí decidimos hacer un alto para parar a almorzar como es de recibo.




Esto es lo que almorzamos muy a gusto.


Tras el almuerzo seguimos nuestro camino que nos saca fuera de Chella. Éste será el tramo más monótono de la ruta.


Pasamos por la puerta del cementerio municipal que antes vimos desde arriba. En un tiempo no excesivamente lejano nos encontraremos seguramente dentro.

“¿Qué viene a ser esta vida, sino un breve camino para la muerte?” (Félix Lope de Vega)


El camino nos lleva hasta este carril bici que seguiremos unos trescientos metros.


Lo dejaremos aquí para seguir por la izquierda.


Ahora campos de olivos serán nuestros compañeros.

"¡Cuántos siglos de aceituna,
los pies y las manos presos,
sol a sol y luna a luna,
pesan sobre vuestros huesos!"

                   Miguel Hernández



¡Cuánta espina en esta especie de cactus! (Austrocylindropuntia subulata)


El camino nos vuelve a llevar hasta la Fuente Negra, pero ahora no nos detendremos allí.


Paraje de la Fuente Negra.


Gallinas y patos a su aire pululando tranquilamente por el campo. Siempre nos gusta ver animales en libertad, aunque sean domésticos.


Ya atisbamos la torre de la parroquia de la Inmaculada Concepción de Anna.


El camino nos lleva por las afueras del pueblo dirección a la ermita del Santísimo Cristo de la Providencia.


Y aquí nos encontramos con el único obstáculo de la ruta. La puerta de entrada al paraje está cerrado con candado. Cuando surge un imponderable hemos de intentar solucionarlo lo mejor posible.


Volver atrás no es la mejor solución porque perderíamos mucho tiempo. No vemos mejor solución que saltar la barandilla.


Lo que en otras épocas apenas nos hubiera costado, ahora puede convertirse en una pequeña odisea que salvamos como mejor podemos.

"¡Hasta cuándo estaremos esperando lo que
no se nos debe... Y en qué recodo estiraremos
nuestra pobre rodilla para siempre! Hasta cuándo
la cruz que nos alienta no detendrá sus remos."

                                                    César Vallejo


Entramos al paraje de la ermita y la tenemos frente a nosotros.


Ahora sólo nos queda callejear de nuevo por Anna para volver hasta el punto de inicio.


Una fuente más, la fuente del Pino Rodeno y ya hemos perdido la cuenta de las que hemos visto hoy.


Las aromáticas florecillas del jazmín también nos hacen detenernos unos momentos.


Y finalmente, llegamos al punto de inicio que, evidentemente, también es punto y final. Como dije antes, todo es relativo. Aquí damos por terminada esta sencilla ruta.

“La sencillez consiste en hacer el viaje de la vida llevando sólo el equipaje necesario.” (D. Charles Warner). Nosotros procuramos ser sencillos en todo e intentamos realizar nuestro viaje vital con el equipaje necesario.

La ruta en el mapa.


La ruta en Wikiloc

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