“Nos
inclinamos a infravalorar lo fácil, estimado amigo. A menudo nos dejamos
deslumbrar por lo enrevesado, cuando lo simple suele estar más cerca de la
realidad. El mundo está lleno de simplezas que nadie observa.”
(Hopalong Basil en “El problema final” de Arturo Pérez Reverte). Esta ruta que os presento, es una ruta fácil, sencilla, simple...pero os aseguro que es espectacular. Nosotros no nos dejamos deslumbrar por lo enrevesado y somos capaces de disfrutar de rutas tan simples como ésta.
La primera vez que vinimos a Gátova fue en diciembre de 2013 para subir al pico del Águila y quedamos prendados de las espectaculares vistas que se disfrutan desde su cima. Llevamos un tiempo que veíamos este emblemático pico desde otras rutas que hacemos, normalmente por la Sierra de Espadán, y observábamos que en su cima había una nueva construcción, seguramente una nueva caseta forestal. Teníamos curiosidad por ver esa construcción y nuestra curiosidad nos ha traído de nuevo a Gátova para realizar esta sencilla pero espectacular ruta por las excepcionales vistas que se observan desde el Pico del Águila de toda la Sierra de Espadán, Javalambre, Sierra de Gúdar, el valle del Palancia, el Camp de Túria y la costa, que nos dejaron prendados la primera vez y para conocer en vivo esa nueva caseta forestal que han construido en su cima. Nuestra ruta pasa también por el molino de Iranzo y el de la Ceja. En el recorrido pasamos por tres fuentes: fuente del Rodeno a doscientos metros del inicio, fuente del Tormo en el kilómetro cinco trescientos (sin agua) y fuente Iranzo a cuatrocientos metros de entrar en Gátova.
A primerísima hora de la mañana estábamos en Gátova en una zona de aparcamiento público en la salida de Gátova por la carretera Monte Rodeno. La oscuridad aún era evidente y la cámara notaba esa falta de luz haciendo unas fotos oscuras y muy borrosas. Ya sabéis que por eso se dice que por la noche todos los gatos son pardos.
Comenzamos a caminar por la carretera Monte Rodeno, ya en ascenso.
Anoche había llovido y el suelo aún estaba mojado.
A unos centenares de metros encontramos a la izquierda la Fuente del Rodeno. Es la primera de las tres que veremos en la ruta.
"Está la fuente muda,
y está marchito el huerto.
Hoy sólo quedan lágrimas
para llorar. No hay que llorar, ¡silencio!"
Antonio Machado
En el cielo aún manda la luna, aunque menguante.
"Paisaje lento de mi poesía...
¿Otoño? no. Más bien, tras de la lluvia,
entre el líquido verde de las hojas,
amanecer sombrío de la luna."
Jaime Torres Bodet
En este primer cruce, encontramos una paleta direccional. Nos dirigimos dirección a Serra por el GR 10 que seguiremos durante un buen trecho hasta desviarnos a la cima del pico del Águila.
Apenas salimos de Gátova, el perfil del pico del Águila (878 m) se hace patente y nos sirve de referencia a la hora de seguir el camino correcto.
El rodeno domina el suelo que pisamos y el color rojo predomina en el suelo.
El reciente incipiente amanecer nos proporciona imágenes a contraluz como ésta. En la cima de la colina vemos la silueta del molino de Iranzo, por el que pasaremos después.
Dejamos la pista y seguimos por sendero.
El sendero, en subida que nos cuesta un poco porque aún no hemos calentado, nos lleva a este cruce y aquí dejamos momentáneamente el GR 10 y nos desviamos a la izquierda para ascender al pico. Luego bajaremos del pico de nuevo hasta este cruce. El pilón que vemos es de término. Marca los términos de Gátova y Segorbe.
Ascendemos por una pista asfaltada.
La acortaremos en alguna curva usando un atajo.
Bonitas vistas durante el ascenso hacia Gátova con el Alto de la Calera detrás.
De nuevo la referencia del pico del Águila frente a nosotros.
Hemos subido por la pista hasta que vemos este hito al inicio de una senda que transcurre prácticamente paralela a la pista, pero que se desvía un poco de la cima del pico hasta una construcción de piedra o refugio, un tanto peculiar.
En la subida vamos disfrutando de amplias vistas sobre el valle del Palancia.
Tenemos también excelentes vistas sobre la sierra de Espadán, aunque el día hasta el momento no permite disfrutar de ellas con la nitidez que nos gustaría.
Último tramo hacia la cima. El sendero que vemos a la izquierda nos llevará hasta un refugio de piedra en seco.
Peculiar refugio de piedra en seco junto a la cima del Águila: el cachirulo. Sirve como refugio contar la lluvia y el viento y es uno de los emblemas de este pico.
Vistas desde el interior del cachirulo.
Desde el cachirulo ya vemos la nueva y moderna caseta forestal del pico del Águila que veíamos desde lejos en muchas de nuestras rutas.
Junto al cachirulo, este "comedor" de piedra...
... y un balcón sobre Gátova al que nos vamos a asomar. (foto de Rafa Lafuente)
"!Aire! ¡más luz, una planicie verde
y un horizonte azul que la limite,
sombra para llorar cuando recuerde,
cielo para creer cuando medite!"
Manuel Gutierrez Nájera
Esta es la vista sobre Gátova desde el mirador del cachirulo.
"Es el pueblo. Por encima
de los oscuros tejados,
verde, lloroso de grillos
y de esquilas, está el campo."
Juan Ramón Jiménez
Y alcanzamos la cima del pico del Águila.
En la cima, vemos el vértice geodésico y la antigua caseta forestal que vimos las otras veces que ascendimos aquí.
A su lado, la nueva y modernísima caseta, que más parece un chalet.
Ya la hemos visto en persona. Nuestra curiosidad se ha visto satisfecha.
Foto obligada en el geodésico (no podía faltar).
Nos dispusimos a disfrutar de las vistas, aunque lo pronto de la hora, los restos de nubes y la falta de luz hizo que la visibilidad no fuera lo que hubiéramos deseado. (foto de Rafa Lafuente)
Santa Bárbara de Pina, inconfundible en la lejanía, hacia el oeste.
Altura.
La populosa Segorbe.
Castellnovo y su ermita de San Cristóbal en lo alto de la colina y la de San Antonio en la ladera. Al fondo, el pico de la Rápita.
Geldo.
Sot de Ferrer con su inconfundible calvario de subida a la ermita de San Antonio.
El Pico Espadán (1099 m).
La Rápita (1106 m).
Inevitable fotografiar al coloso de piedra, aunque lo veamos borroso.
El Puntal del Aljub y el Bellota.
Hacia el sureste, el puerto de Puerto de Sagunto.
Tras disfrutar de las vistas, volvemos sobre nuestros pasos. Ahora descendemos la pista asfaltada.
Vemos como las nubes corren y suben por las montañas acariciándolas buscando el mar.
Echamos la vista atrás para ver la nueva caseta forestal.
Bajamos hasta el collado del pilón de término donde nos desviamos para subir a la cima. Las vistas sobre Gátova son éstas.
Estamos de nuevo en el collado. Ahora seguimos de frente retomando el GR 10, aunque no tardaremos en dejarlo.
El camino es ancho. El sol ya hizo su aparición y las ultimas nubes fueron desapareciendo.
Llegamos al collado del Alto de la Buitrera.
A cien metros del collado llegamos hasta este cruce. Aquí dejaremos el GR 10 definitivamente para seguir por este amplio camino hacia la derecha en ascenso hacia el molino de Iranzo.
El camino asciende, aunque la pendiente no es excesivamente pesada.
Se aprecia que el camino ha sido limpiado recientemente.
Frente a nosotros, el molino de Iranzo, al que nos dirigimos. Aún nos queda una pequeña subida.
Llegamos al molino de Iranzo.
En el mapa del IGN aparece como molino de Cachumbito.
"la vida es un molino:
hay que ganar el pan y hacer el vino."
José Martí
Puerta de acceso al molino.
Interior del molino de Iranzo.
Vista de Gátova desde el molino.
Vistas hacia el Camp de Túria. En la foto, Marines nuevo.
El Gorgo desde el molino.
Junto al molino, las ruinas de una casa.
Tras disfrutar de las vistas seguimos nuestro camino.
Estas bonitas flores de brezo dejaban caer lágrimas. ¿Acaso el brezo llora? ¿Qué penas pueden haberle hecho llorar? Le preguntamos, pero no nos quiso responder.
El camino gira a la derecha a unos trescientos metros del molino y desciende estrechándose en una bonita senda por la umbría que irá descendiendo poco a poco hasta el molino de la Ceja.
La senda tiene excelentes vistas y es muy cómoda de caminar.
Apreciamos también que ha sido limpiada.
La senda ofrece bonitas panorámicas como ésta.
Llegamos al molino de La Ceja.
No recordamos este panel de nuestras anteriores visitas. Informa justamente de la ruta que estamos haciendo: "Ruta de los Molinos y Pico del Águila", reza el panel. No es exactamente el mismo recorrido que hemos realizado nosotros pero se parece mucho.
Otra foto para el recuerdo en el molino de la Ceja.
Junto al molino también se encuentra un vértice geodésico de la Red Geodésica de cuarto orden de la Comunidad Valenciana.
Subimos también a la parte alta del molino. Buenas vistas también desde aquí.
Damos la última mirada hacia el Gorgo antes de darle la espalda definitivamente.
Gátova y el Pico del Águila desde el molino de la Ceja.
Retomamos el camino y descendemos por una pista asfaltada hacia Gátova. En un par de Km llegaremos al final.
Pasamos por la fuente del Tormo. Este es el antiguo emplazamiento.
Fuente del Tormo en el nuevo emplazamiento unos metros más abajo del anterior y a la izquierda del camino en un paraje con mesas de piedra.
De camino a Gátova, el último adiós al Pico del Águila: ¡Hasta pronto!
Acercándonos a Gátova, vemos desde el camino el camposanto de Gátova.
"Amante: no me lleves, si muero, al camposanto.
A flor de tierra abre mi fosa, junto al riente
alboroto divino de alguna pajarera
o junto a la encantada charla de alguna fuente.
A flor de tierra, amante. Casi sobre la tierra,
donde el sol me caliente los huesos, y mis ojos,
alargados en tallos, suban a ver de nuevo
la lámpara salvaje de los ocasos rojos."
Juana de Ibarbourou
Y antes de acometer la última cuesta de entrada a Gátova, pasamos por la fuente de Iranzo. Paramos a beber un poco y refrescarnos la cara.
Y acometemos la última subida que nos llevará hasta Gátova.
Es una subida corta, pero nos hará ponernos las pilas.
Entrando a Gátova.
"Oh, calles de los pueblos.
A su vera duermen las niñas.
Tienen los ojos azules.
Tienen el cuerpo moreno.
Oh... Muros de los pueblos."
Liber Falco
Entramos por la calle Calvario. El azulejo de debajo nos recuerda el pasado reciente de Gátova, que perteneció desde 1833 hasta 1995 a la provincia de Castellón. En la actualidad pertenece a la provincia de Valencia por petición expresa de la localidad.
Seguimos callejeando por las silenciosas y limpias callejas de Gátova.
"Por las calles voy dejando
algo que voy recogiendo:
pedazos de vida mía
venidos desde muy lejos."
Miguel Hernández
Como en muchos otros pueblos, en Gátova también hemos visto pinturas murales.
Pasamos junto al lavadero municipal a escasos metros de terminar la ruta.
Y terminamos nuestra ruta donde la empezamos.
Ahora el sol luce con toda su intensidad.
Como la ruta es corta, nos dio tiempo de almorzar en el pueblo. Lo hicimos en el Bar "El Barullo" a lo grande. Por cierto, el bar hacía honor a su nombre.
Pincha en el enlace para ver las fotos de la ruta.
Debemos disfrutar de la montaña siempre de la manera más segura posible para evitar riesgos y accidentes. Para ello es importante que leas estos consejos sobre "Seguridad en la práctica de senderismo y emergencias en montaña"
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