LA COPA-LOS ESTRECHOS CON JOSÉ LUIS ASENSI (29/6/2013)

A la belleza y espectacularidad de la ruta de esta semana, hemos de añadir un elemento especial que la dota de una importancia mayor. Es, en este caso, la compañía de mi buen amigo José Luis Asensi (del blog "La esencia de las cosas") y de parte del grupo que suele compartir  senderos con él. Todos pasamos un excelente día de senderismo en un entorno privilegiado y una compañía inigualable. Acompañadnos en esta estupenda ruta por los alrededores de Montanejos.



La ruta de esta semana reúne, en un único recorrido circular, dos senderos locales: la subida a la Copa y el sendero de los Estrechos. La distancia total es de unos 11 km. y el desnivel en ascenso de aproximadamente 500 m. Empezado en el sentido contrario a las agujas del reloj (como lo hicimos nosotros) la dificultad máxima se encuentra al principio, en el ascenso a la Copa (846 m.). El resto del recorrido ya no presenta prácticamente ningún desnivel excesivo. La ruta transcurre en su mayor parte por senda entre tupidas pinadas, por lo que el calor veraniego se hace más llevadero. Es aconsejable llevar agua puesto que únicamente encontramos una fuente(de los Tres hermanos) en el recorrido pero no es aconsejable cargar agua en ella. Seguiremos en todo momento las marcas blancas que señalan el recorrido.

Sobre las 9 de la mañana iniciamos ilusionados la ruta, después de un reencuentro con José Luis que se había hecho esperar algo más de 2 años. Como es habitual en mis rutas, no puede faltar la foto de grupo en el lugar de inicio.

Junto al Balneario de Montanejos, iniciamos la ruta por la bajada al río, donde cruzamos un puente sobre el Mijares. En este bonito punto aprovechamos para hacernos la foto de grupo.

 El grupo posando antes de iniciar la ruta. Arriba, de izq. a der., Alma, Gerard,Marivonne,Emilio, José Luis y Jose. Abajo, Susana y un servidor.

 El Mijares convertido en un espejo natural.

Estas serenas aguas reflejan en su superficie el paisaje circundante. Su tranquilidad contrasta con la bravura que presenta en el tramo de los estrechos, como veremos luego más adelante.

Cruzamos el puente y seguimos por un camino entre campos aún cultivados hasta llegar a una bifurcación, donde deberemos coger el camino que, por la izquierda, en ligera subida, nos lleva a la carretera de Zucaina.

Primera vista de Montanejos mientras subimos hacia la carretera.

Cruzando la carretera no podemos evitar mirar el peculiar perfil del Morrón de Campos.

Cruzamos la carretera y seguimos una pista, siempre a la sombra de los pinos, durante unos centenares de metros.

Al poco rato de caminar por la pista, encontramos las paletas direccionales, que cogemos en dirección a La Copa.

Frente a nosotros, nuestro objetivo: La Copa. 

Hacia él dirigiremos nuestros pasos.

El desnivel empieza a acusarse, pero la pinada mitiga el calor y hace más agradable la subida.

Según ascendemos, a nuestra derecha, el Campero nos saluda.

Descansamos un momento a tomar aire y a disfrutar del paisaje. En la imagen, Montanejos a los pies de las Rosadas.

Fuente de los Tres Hermanos arropada con abundante vegetación Siempre la he conocido con el mismo caudal.

Dejamos la Fuente de los Tres Hermanos y continuamos ascendiendo. Ahora ya vamos dejando los últimos bancales que fueron cultivados y empezamos un tramo más montañoso.

Ascendemos hasta la base rocosa de La Copa. Aunque nos faltan unos metros para la cima, desde aquí las vistas ya nos impresionan.

Las Rosadas y el Morrón de Campos flanquean la Fuente de Baños, que vemos en el fondo del valle, entre los dos gigantes. Al fondo, al centro de la imagen, Santa Bárbara de Pina con sus más de 1400 m.

Con el zoom vemos mejor la Fuente de Baños.

Recorremos los últimos metros hasta la meseta que forma la parte superior de La Copa y nos desviamos a la izquierda para acercarnos al mirador.

Desde la meseta de La Copa, hacia el norte, el omnipresente Penyagolosa.

El mirador de La Copa (843 m. reza el panel informativo). 

Vistas excepcionales garantizadas.

No podía faltar la foto de grupo en tan especial punto.

Como podéis imaginaros, elegimos el mirador para almorzar . Desde aquí disponemos de un escaparate espectacular que ameniza el almuerzo.

Otro de los elementos que se divisan desde este mirador son los restos del Castillo de la Viñaza, que nos recuerdan que estas tierras tuvieron un papel importante en la historia de esta comunidad.

Tras el almuerzo, volvemos sobre nuestros pasos y continuamos dirección Montanejos. Desde esta altiplanicie podemos observar las primeras estribaciones de la Sierra de Gúdar, en las cercanas tierras de Teruel.

La Sierra de Gúdar.

Vueltos a este punto, ahora seguimos dirección Montanejos.

A unos cincuenta metros del poste, la senda penetra en una tupida pinada, justo al pasar por este hito.

Este tramo de bajada transcurre por la cara norte de La Copa, para luego girar a la izquierda y continuar hacia el sur.

La pinada nos protege del sol y es muy agradable de transitar.

Llegamos al Plano Gimeno y encontramos este cruce de senderos. Seguimos dirección Montanejos por GR 7. Transitaremos por un corto trecho de GR 7 hasta que lleguemos a una pista.

El paisaje nos sigue encantando. Por eso lo fotografiamos una y otra vez.

Cruce con la pista. Ahora dejamos el GR 7 que se dirige a Montanejos (a la izquierda) y nosotros seguiremos dirección Los Estrechos.

Durante un trecho transitaremos por una pista. De frente se nos aparece esta luna creciente como un tocado en la cima del Morrón.

La pista se convierte en una senda que asciende y transcurre por el borde de los estrechos, alcanzando una altura de unos 100 m. La sensación aérea es grande.

El embalse de Cirat a vista de pájaro.

Esos agujeros negros son los miradores que se encuentran en el túnel de la carretera a la Puebla.

La senda desciende y zigzaguea entre la fresca pinada.

El último tramo, ya cerca del cauce del Mijares, es frondoso y exuberante. La humedad es evidente.

La senda cruza el Mijares por un puente. En este punto el río lleva mucha corriente y transcurre por un cauce salpicado de rocas y piedras que lo convierte en un tramo muy adecuado para la práctica de deportes de aventura. Además, las lluvias de esta primavera han propiciado que el río baje con abundante caudal.

 

 El grupo entretenido mirando las piruetas y evoluciones de un grupo practicando rafting.

También había practicantes de piragüismo, luchando contra la fuerza del agua.

 Contrasta la velocidad, fuerza y caudal del río en esta zona comparada con la tranquilidad del mismo unos kilómetros más abajo.

Este punto merece una nueva foto de grupo.

El sendero sigue ahora por la otra orilla y en unos cientos de metros se ensancha hasta llegar a una amplia curva desde la que apreciamos el chorro del aliviadero del Pantano de Arenoso.

El chorro del aliviadero. Ya desde aquí notamos el salpicar de las gotas que rebotan y salen hacia arriba. No hay más remedio que mojarnos un poco y lo hacemos gustosos. El calor aprieta y agradecemos esta ducha a mitad de camino.

El chorro del aliviadero una vez lo hemos pasado.

La senda sale a la carretera de la Puebla. La seguimos en dirección a Montanejos y en unos metros vemos un túnel. En este punto, la senda asciende por la parte izquierda del mismo, ascendiendo poco a poco hasta una plataforma rocosa que cruzaremos de frente. Pero ante de llegar a esta plataforma, nos podemos desviar unos metros de la senda para fotografiar el chorro desde arriba. Os aseguro que vale la pena.

La fuerza y caudal es impresionante, como se aprecia en la foto. También podemos ver el arco iris que forman las gotas en suspensión.

Esta otra foto está tomada en el mismo lugar que la anterior a finales de octubre del año pasado (2012). Como veis, la diferencia es evidente.

No podía dejar de fotografiarme con José (a mi derecha) y con José Luis(a mi izquierda) en un lugar tan particular.

Pasamos la plataforma rocosa y el sendero baja un pequeño tramo rocoso donde nos ayudamos un poco con las manos.

El grupo descendiendo por este tramo de rocas.

A continuación viene la última pendiente de la ruta que hará que nos tengamos que esforzar un poco. Es una subida corta, pero exigente por su inclinación. Una vez superada, el sendero transcurre a media altura por la ladera norte del Morrón  y ya no presenta ninguna dificultad.

Desde este lado del sendero también tenemos una buena panorámica de Los Estrechos y sus altas paredes.

Seguimos entre pinos nuestro tramo final, lo cual es de agradecer.

Encontramos este peirón en la senda.

La Copa de perfil.

La Fuente de Baños desde el desvío a la Cueva Negra.

La senda no tiene pérdida. Llegamos a un cruce, donde cogeremos la senda a la izquierda que nos baja a la carretera y de ahí hasta el pueblo, completando la ruta. Son algo más de las 2 de la tarde. Han sido 5 horas de marcha que se nos han pasado volando por la belleza del paisaje y la agradable compañía que llevábamos. Ahora toca descansar, reponer fuerzas y cambiar impresiones senderistas y ruteras y de otra índole comiendo tranquilamente en un lugar fresquito y tranquilo, como lo es el restaurante Casa Palacio, donde recibimos siempre un buen trato.

Momento de la comida.

Tras una  agradable y distendida tertulia, el grupo decidió darse un merecido chapuzón en el río para terminar una estupenda jornada de senderismo, que esperamos se repita pronto. Con este deseo nos despedimos fraternalmente hasta que una nueva ruta una nuestros destinos senderistas. Un abrazo, José Luis, y hasta muy pronto.

Película.

Galería fotográfica.