AL CAMPERO DESDE ARAÑUEL (11/7/2013)

Antes de partir hacia el Setau Sageth e invitado por Tío Charly, este jueves tuve oportunidad de subir a una montaña que me estaba esperando desde hace tiempo: el Campero (915 m.). Esta montaña, próxima a Montanejos, figuraba entre las rutas a realizar todos los veranos, pero nunca llegaba el día oportuno para realizarla. Pero como dice el refrán "En esta vida todo llega, hasta la muerte" y ese día llegó.

Subiríamos desde Arañuel por una senda abierta hace unos años por el Ayuntamiento, pero que no llega hasta el vértice. Tío Charly quería marcar con cintas este último tramo y realizar un track con el recorrido. Me invitó a acompañarle y no lo dudé: era la oportunidad de subir al tan ansiado Campero.

Puntuales, a las 8 de la mañana, nos dirigimos hacia la parte alta de Arañuel, buscando el depósito de agua.

 La foto de grupo no podía faltar: Carlos, servidor y la fiel Martes.

No es que la foto esté  torcida, es la inclinación de la calle.

Subimos por la calle Barrio Cruces, si no recuerdo mal.

Arriba del pueblo, paramos a respirar y nos volvemos para ver el panorama. El Pilonico frente a nosotros (621 m.).

Salimos del pueblo y ascendemos por una pista.

Tras unos minutos de ascenso, vemos de  frente esta senda. Nos desviamos por ella. En el recorrido encontraremos flechas blancas y puntos blancos y algunos rojos.

A medida que ganamos altura y paramos a respirar, nos volvemos para admirar el paisaje. Frente a nosotros descubrimos el despoblado de Los Catalanes.

También el inevitable perfil del Magraile.

Y también la Rosada, las paredes del barranco de la Maimona con el cinglo de los Castillejos y el Morrón de Campos.

La Copa.

Al fondo, distinguimos Peñacalva y la punta del Cabezo de las Cruces.

Paisaje espectacular.

Por encima del Plano asoma desafiante el Penyagolosa.

Santa Bárbara de Pina no quiere ser menos y también se deja ver.

Preciosa panorámica con el pantano de Arenoso en el centro.

De momento podemos seguir la senda bastante bien, con pendiente pero accesible. En un punto la senda que llevamos llega a una especie de collado y vemos pintado en una roca la palabra "Bajada". a la vuelta lo haremos por allí. Pero ahora aún nos queda un buen trecho hasta llegar al geodésico del Campero. A partir de aquí la senda se difumina bastante. Aquí es donde nos vendrá bien seguir las cintas blancas y rojas que Carlos ha ido colocando en diferentes puntos del recorrido para llegar sin excesivos arañazos hasta la cima. Otra norma que deberemos seguir es que caminemos lo mas cercanos al borde rocoso del Campero que podamos, ya que por aquí la vegetación, aún siendo abundante, es menos cerrada que por el centro, permitiéndonos pasar con más facilidad.

Bordeando por los Cinglos nos pincharemos menos. 

Carlos en plena ascensión dirigiéndose al Campero.

Ya distinguimos el vértice perfectamente.

Este pilón es la antesala de la cima.

 

Cima del Campero (915 m.). Penyagolosa al fondo.

Montanejos desde el Campero. El pantano de Arenoso al fondo. Impresionante panorámica.

Misma foto con más ángulo de campo.

Mas de Valdesánchez.

Algunos pinos desafian las inclemencias del tiempo en estas alturas.

Regresamos por el mismo camino, siguiendo las cintas y pegados al borde. En algún tramo la senda parece clara. En otros, la vegetación la tapa.

Un buitre esquivo nos sobrevoló durante unos minutos. Quizás esperaba algo.

En el descenso las panorámicas seguían siendo excelentes.

Cirat desde las alturas del Campero.

Cima redondeada y plana de Peñacalva. En el centro de la imagen nos parece distinguir la población de Cortes de Arenoso.

Arañuel desde las faldas del Campero.

Ya únicamente quedaba descender por la senda de bajada que dejamos a la izquierda horas antes. Hay que decir que esta senda, debido a una mala trazada, presenta algunos puntos peligrosos y factibles de caídas debido a la verticalidad de los mismos. Bajamos por aquí para que Carlos completara el track de la ruta. Yo recomendaría regresar por la de ida y dejar esta otra para evitar peligros. 

Sobre las 12,30 llegamos a Arañuel, dando por finalizada la ruta. El recorrido se puede hacer en menos tiempo, pero la colocación de las cintas, la parada en la cima para el almuerzo y las paradas a hacer fotos y contemplar el paisaje alargaron la duración. He estado encantado de esta subida, que me ha permitido ver lugares conocidos desde ángulos diferentes. No hay agua en el recorrido.

Al acabar, Carlos, muy amablemente me invitó en su casa a una cervecita fresca y algo de picar, que me vino de perlas. Gracias a ti y a Marí.

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