CAMINO DE INVIERNO, 9ª ETAPA: VILASECO/RODEIRO (19/9/2024)
“Los peregrinos, desde el inicio del fenómeno jacobeo,
seguían hasta el mar, al océano Atlántico. Somos muchos los que creemos en la
existencia de un camino originario, primitivo, precristiano, sobre el que se
asentó con firmeza y vocación permanente la peregrinación jacobea, el hecho de
más trascendencia en la historia de Galicia y uno de los elementos culturales
claves de España y de Europa, en la época de la formación de los actuales
países de la Comunidad.” (“El Camino secreto de Santiago”, Rafael Lema)
El “Camino de Invierno” es el que utilizaban los peregrinos que se dirigían a Santiago por el Camino Francés y querían evitar el paso en invierno del camino nevado que pasaba por O Cebreiro. Este camino alternativo al esquivar esas nieves era ideal durante los meses invernales y seguía las riberas del Sil y del Miño. El Camino de invierno nace en Ponferrada (León) dejando el Camino Francés; entra en tierras gallegas por la comarca de Valdeorras, continúa por el sur de la provincia de Lugo y se une el Camino de la Plata en A Laxe, desde donde continúa hacia Santiago. Pasa pues por las cuatro provincias gallegas en este orden: Orense, Lugo, Pontevedra y La Coruña. Por ello se le denomina como el Camino más gallego de todos los caminos. Es un camino poco transitado y que pasa por pequeños pueblos y aldeas que a veces carecen de servicios. Por ello es conveniente planificar bien las diferentes etapas. Las etapas suelen estar planificadas en base a dos elementos fundamentales. Por una parte, una distancia asequible (unos 20 km de media más o menos). Por otro lado, un lugar donde poder pernoctar y que se adapte a esa distancia.
El camino se encuentra muy bien señalizado. A partir de la entrada en Galicia los mojones indican la distancia a Santiago. En general hemos seguido el trazado oficial; pero en alguna etapa hemos realizado alguna variante bien para acortar distancia o desnivel o bien por ambas cosas. Pero han sido en mínimos casos.
DATOS GLOBALES DEL CAMINO DE INVIERNO DESDE MONFORTE DE LEMOS
- 140 km en siete etapas. - 2639 m de desnivel positivo. - 2690 m de desnivel negativo. - 27 h 31 min tiempo en movimiento. - 38 h 15 min tiempo total.
DATOS GLOBALES TOTALES DEL CAMINO DE INVIERNO
- 267 km en trece etapas. - 5269 m de desnivel positivo. - 5527 m de desnivel negativo. - 54 h 53 min tiempo en movimiento. - 67 h 15 min tiempo total.
DATOS DE LA NOVENA ETAPA
- 18,33 km. - 410 m de desnivel positivo. - 401 m de desnivel negativo. - 4 h 5 min tiempo en movimiento. - 5 h 23 min tiempo total.
La etapa pasa, entre otros lugares, por:
- Penasillás (2.0 km) - Sa (3,3 km) - Ferreiros (5,7 km) - San Vicente (8,1 km) - Vilanova (12,5 km) - Camba (13,3 km) - A Ermida (14,5 km) - A Feira (15,9 km) - Mouriz (16,7 km)) - Rodeiro (18 km) - Iglesia de San Juan de Camba (13.3 km) - Rodeiro (18 km)
En esta etapa se nos presentan en Penasillás dos alternativas. Una "oficial" que sube hasta el monte de O Faro (la cima separa las provincias de Lugo y Pontevedra), donde se encuentra la ermita de Ntra. Sra. de O Faro con una fuerte subida de unos cuatro kilómetros desde Penasillás. Y otra variante que evita esta subida rodeando la falda del monte de O Faro y enlaza con el itinerario oficial en el Puerto de Faro (km 10,7). Así pues, cada uno, en base a su preparación física y ganas, deberá elegir entre una u otra opción. La variante no está marcada con mojones, aunque vamos viendo flechas amarillas que nos van guiando, aunque hemos de estar atentos porque alguna se nos puede despistar y les falta algo de pintura para ser más evidentes. Una vez enlacemos con el camino oficial el recorrido está bien marcado y no tiene pérdida. Nuestra etapa termina en el hotel y albergue Carpinteiras. No encontramos bares ni tiendas en las aldeas por las que pasamos. Únicamente en Penasillás, al principio de la etapa, pudimos desayunar aunque tuvimos que esperar a las ocho y cuarto hasta que abrieron.
Nosotros de antemano decidimos hacer la variante que evitaba la dura subida al monte de O Faro y es que ya vamos estando para pocos trotes.
Decidimos no desayunar en el hotel y madrugar para adelantar y desayunar en Penasillás.
No sólo salimos de noche cerrada, sino que una densa niebla nos rodeaba.
La falta de luz y la niebla provocaba un ambiente espectral, de película de terror.
"Si la niebla se esfuma
¿Qué otra pasión me espera?
¿Será tranquila y pura?"
Federico García Lorca
Entre la niebla, alumbrado por el flash de la cámara, apareció como un fantasma este cruceiro junto al camino.
Poco a poco vemos amanecer, pero la niebla no acaba de levantar.
Entramos en Penasillás dos kilómetros después de haber salido. Al parecer "Penasillás fue una importante encrucijada de caminos. Por aquí, también pasaba el camino que venía de Orense en dirección a Betanzos, sin pasar por Santiago" ("Guía Camino de Invierno a Santiago", Aida Menéndez Lorenzo)
En medio del pueblo encontramos la capilla de San Antón.
Junto a la capilla, vemos este Peto de ánimas.
"Los petos de ánimas son pequeños santuarios ubicados en caminos, encrucijadas e iglesias en la comunidad autónoma de Galicia, los cuales constituyen manifestaciones materiales del culto a los muertos y de la devoción a las ánimas." (Fuente Wikipedia)
El gato, al parecer, también estaba esperando que abrieran el bar.
Tras el desayuno, emprendemos el camino. Apenas salimos del pueblo, encontramos este cruce donde hemos de tomar una alternativa u otra. De frente acometeríamos la subida al monte de O Faro (la alternativa oficial más espiritual y vistosa, pero más dura). Por la derecha optaríamos por la variante que evita la fuerte subida. Como comenté más arriba, nosotros elegimos esta segunda opción.
La ruta alternativa transcurre por caminos y carreteras rurales que hacen del camino un paseo agradable.
La ligera ondulación del camino hace plácido el caminar, propiciando la tertulia y el cambio de impresiones.
El rocío de la mañana pone de relieve multitud de telarañas en muchos arbustos.
Y pasamos por lo que en un principio nos pareció el Congreso de Diputados. Enseguida nos dimos cuenta de que no era tal sino que era un campo de calabazas, pero confundimos las calabazas con las cabezas porque el parecido es muy evidente.
En este punto de la carretera giramos a la izquierda.
La niebla sigue ocultando parcialmente el paisaje, pero le da un aspecto especial que nos gusta.
Galicia es esto.
Cerca de la carretera, las pocas casas de Sa, entre la niebla.
Mirad qué belleza de paisaje. Este solitario castaño en mitad de la niebla. Esto un turista no lo ve. Necesitas pisar la tierra para quererla.
"En mi pago hay un árbol,
que del olvido se llama,
donde van a consolarse, vidalita,
los moribundos del alma."
Fernán Silva Valdés
¿Y la belleza de este antiguo roble?
"Se tú como ese roble: que la herida
que abra en tu pecho el dardo de la suerte
sin causarte escozor sane enseguida."
Julio Flórez
Y caminar por parajes así, no tiene precio. Es una sensación difícil de explicar. Hay que vivirlo para saberlo.
¿Y qué decir de este amanecer con ese sol matizado por la niebla y sobre un mar de nubes?
Sólo por poder ver cosas así, vale la pena el peregrinaje.
"¿Y por qué el sol es tan mal amigo
del caminante en el desierto?
¿y por qué el sol es tan simpático
en el jardín del hospital?"
Pablo Neruda
Seguimos disfrutando de estos caminos seculares. Pocos pies pasan ahora por ellos, pero en otras épocas fueron caminos muy pisados. ¡Cómo cambian los tiempos!
Cuando no son los prados o los campos de cultivo, nos acompañan los robles y los castaños. También una maravilla para los sentidos.
Los helechos tampoco nos dejan.
"Tu voz regó la duna de mi pecho
en la dulce cabina de madera.
Por el sur de mis pies fue primavera
y al norte de mi frente flor de helecho."
Federico García Lorca
Nuestro caminar nos lleva hasta el lugar de Ferreiros.
A la salida de Ferreiros salimos a la carretera LU-1819 que seguiremos casi un kilómetro en dirección a Mundín.
Y nuestro camino sigue plácido y sin apenas desniveles.
El color verde es el predominante en esta tierra. Y es nuestro color favorito.
"Muy cerca está, romero, la tierra verde y santa y florecida de tus sueños; muy cerca, peregrino que desdeñas la sombra del sendero y el agua del mesón en tu camino."
Antonio Machado
El grupo en fila india, cada uno concentrado en sus pensamientos, siguiendo su camino.
¿Y cuáles son nuestros pensamientos?
"Mi otoño anticipado me vuelve
reflexivo;
me encuentras casi triste, sereno, pensativo..."
Medardo Ángel Silva
Llegamos a este cruce a la entrada de Mudín, pero nosotros nos vamos hacia la izquierda por la carretera LU-213 dirección a San Vicente de Argozón.
A nuestra izquierda y nuestra derecha campo y más campo.
Vamos camino del Lugar de San Vicente de Argozón y nos encontramos con estas vacas paciendo.
Es curioso que nosotros veamos una estampa tan normal y común aquí, como una cosa extraordinaria. No estamos acostumbrados ya a la vida rural.
En este cruce dejamos la carretera que llevamos y seguimos por la derecha para pasar por San Vicente de Argozón. Pasado el pueblo saldremos de nuevo a la carretera.
Pasamos por delante de la parroquia de San Vicente de Arganzón. Para no ser menos que las demás que hemos ido viendo, tiene el cementerio anejo.
Y no podía faltar su cruceiro.
Seguimos andando por caminos rurales y si las vacas nos llaman la atención,¡qué decir de un peral!
Y es que ya no estamos acostumbradosa estas cosas tan normales en el campo.
El peregrino corre grandes peligros a lo largo del camino. ¡Mirad sino el riesgo de pasar junto a un fiero león hambriento que en cualquier momento nos puede atacar!
¡Qué belleza la de las hortensias!.
Tras pasar por San Vicente de Argozón salimos de nuevo a la carretera LU-213 que seguiremos durante dos kilómetros y medio con una buena subida que nos pone a prueba. Aquí el grupo en pleno esfuerzo.
Mientras subimos intentamos despistar a nuestro cansancio disfrutando de los robles con sus bellotas.
Y en plena subida y en pleno esfuerzo, llega uno de esos momentos que siempre hay de soledad silenciosa caminando, aunque vayamos en grupo.
“…la sabiduría nos llega cuando ya no sirve para
nada.” (“El amor en los tiempos del cólera.” Gabriel García Márquez)
Mientras subimos vamos viendo a un lado aerogeneradores del Parque Eólico de Penas Grandes, en la sierra de la Cabeza y a nuestra izquierda otros del Parque Eólico de Chantada en la sierra de O Faro.
Casi rematada la subida vemos de nuevo un mojón. Aquí volvemos a enlazar con el camino oficial. Este tramo hasta el final de etapa ya es común.
A pocos metros de enlazar con el tramo oficial, llegamos al puerto Do Faro a 870 m.
La carretera pasa por encima del corredor rápido Chantada-Lalín C.G 2.1.
A cien metros del puerto dejamos la carretera y seguimos un camino de tierra por la derecha que seguirá un tramo junto a los aerogeneradores.
Desde esta fabulosa atalaya tenemos buenas vistas. Mirad el mar de nubes.
Avanzamos por el camino y vemos frente a nosotros que sigue en una fuerte subida.
Nos asustamos un poco.
Pero por suerte, no llevábamos trescientos metros y vemos estos mojones que nos desvían a la izquierda.
El mojón grande nos indica que el camino se introduce en el municipio de Rodeiro. ¡No tenemos que subir!
Hemos visto muchas babosas en todas las etapas y de grandes dimensiones como la de la foto.
Desde el desvío a la izquierda, el camino nos lleva hasta Vilanova con una fuerte bajada, algo más suave al principio y con mayor desnivel al final, que casi nos hace bajar corriendo.
Antes de entrar en Vilanova, vemos otro típico abrevadero.
Y pasamos por Vilanova.
La fuerte bajada ha estirado el grupo y nos proporciona otro momento de soledad caminando.
"Luz en sueños. ¿No tiemblas, andante peregrino?
Pasado el llano verde, en la florida loma,
acaso está el cercano final de tu camino."
Antonio Machado
Llegamos a la iglesia parroquial de San Juan de Camba, que forma parte del pazo o Casa Fuerte de Camba.
En el exterior del pazo podemos ver también un cruceiro.
Delante del pazo encontramos también este gran mojón con una placa rememorando la fecha en que se reconoció el Camino de Invierno como ruta jacobea por la ley 5/2016, de 4 de mayo, del Patrimonio Cultural de Galicia.
Seguimos nuestro camino hacia A Ermida por este bonito camino flanqueado de robles.
Nos detenemos como siempre ante pequeños detalles que hacen grande el camino y el caminar.
En este caso se trata de la chillona flor del diente de león que al pasar junto a ella parece llamarnos.
Hórreo a la entrada de A Ermida.
Y castañas en el árbol.
En este punto de A Ermida, salimos por la derecha.
Otro campo de calabazas, estas más pequeñas que las que vimos por la mañana.
Vamos camino de A Feira por esta bonita carballeira.
A unos quinientos metros a la salida de A Ermida, dejamos el camino oficial y seguimos por un camino rural por la izquierda que nos lleva a A Feira evitando un rodeo.
Teníamos calor y sed y en A Feira encontramos un bar en el que picamos algo y pudimos beber una cerveza reparadora. Aunque no hay documento gráfico de este hecho.
El bar en cuestión era O Recanto.
Otro hórreo antes de llegar a A Feira. Éste parece más clásico que otros que hemos visto.
Entramos en A Feira y buscamos el bar.
Tras el refrigerio encaramos el último tramo hasta Rodeiro.
Entramos en Rodeiro por la calle La Piscina. Luego hemos girado a la izquierda por una calle en subida, con una buena pendiente. Pasamos por delante del cuartel de la Guardia Civil.
Y al final de la calle, llegamos al Hotel y Albergue Carpinteiras, donde pernoctaremos.
Subimos a la habitación, ducha y comida.
Más tarde vendría el descanso.
Comimos con ganas. Nos hacía falta.
Y aquí terminó esta novena etapa. Mañana un nuevo desafío nos espera. El futuro es impredecible, pero hay que afrontarlo.
“El peregrino no es, en modo alguno, un ser que
se evade, tal como lo han querido destacar algunos tratadistas. Su radical
rechazo puntual a lo que significa la vida cotidiana, que ni siquiera es
permanente, se trueca en una marcha a la búsqueda de sus límites auténticos.
Cuando los halle al final de la Ruta – de su ruta, pues siempre le será propia
e intransferible -, podrá reanudar sus quehaceres cotidianos de siempre; y
nada, salvo su más profunda identidad, habrá cambiado."
(Juan
G. Atienza, “Los peregrinos del Camino de Santiago”)
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