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lunes, 13 de julio de 2020

MATET: UN PASEO POR SU TÉRMINO Y SUS FUENTES (11/7/2020).

"Siempre deja la ventura una puerta abierta en las desdichas para dar remedio a ellas" (Don Quijote). Caminar y sentir el sol, la brisa, el viento, la lluvia, el silencio, la soledad, la compañía...puede ayudarnos a compensar los contratiempos que la vida nos trae. Se trata en este caso de una ruta sencilla; bueno, más bien un paseo por el término de Matet que nos ayudará a conocer un poco mejor su entorno y algunas de sus fuentes y a sobrellevar mejor el día a día.

A pesar de lo sencilla de la ruta que transcurre más del noventa por ciento por pista,"siempre hay una historia que contar" (Arturo Pérez Reverte, "El maestro de esgrima"). Mirad y veréis cómo de una ruta sencilla también podemos disfrutar.


 "En el preciso instante en que los gatos dejaban de ser pardos" (Fernando Sánchez Dragó, "La prueba del laberinto") yo ya estaba esperando que me recogieran para realizar una nueva ruta. Tal vez debería haberme quedado en casa para no empeorar mi estado físico, pero ya sabéis que"los hombres se vuelven prisioneros de sus propios pasos" (Arturo Pérez Reverte) y yo soy un reo sin redención de la montaña, de caminar, siempre caminar...


A primerísima hora de la mañana nos encontrábamos rompiendo el silencio profundo que llenaba las limpias calles del pueblo. En su plaza del Ayuntamiento, encontramos este monumento a estos elementos fundamentales para la economía y la vida de los habitantes de Matet (Alto Palancia), como son este ruejo y esta prensa utilizados en la almazara para la elaboración del "oro líquido".


 Tres eran tres...y ninguno era bueno.
Emilio Romero, servidor y Rafa Lafuente.


Empezamos nuestro caminar por una de las pulcras y silenciosas calles del pueblo, en la que se respira silencio ( sí, el silencio también se respira).


Enseguida nos encontramos en campo abierto y el verde domina el paisaje.


Apenas salimos, nos volvemos y nos encontramos con el emblema de Matet. Se trata de la torre del Pilón, torre defensiva musulmana que domina la población desde lo alto del cerro en el que está ubicada.



Apenas salimos ya caminamos por ancha pista, que será la tónica de prácticamente todo el recorrido (foto de Emilio Romero).


 Entre las flores te fuiste.
Entre las flores me quedo.

                Miguel Hernández


Otra vista retrospectiva hacia Matet. En vivo no observamos que la foto había salido borrosa.
En el ordenador la vimos así. Esto nos trae a la mente otra reflexión: "Muchas veces, lo que tenemos delante, no nos permite ver bien lo que hay más allá". ¿Veis cómo de todo se aprende?


"El naranjo sabe a vida
y el olivo a tiempo sabe."

                        Miguel Hernández


 "La luna viene con nosotros, grande, redonda, pura." (Juan Ramón Jiménez, "Platero y yo")


El camino pasa por delante de la puerta del cementerio, ese lugar en el que todos tenemos reservado un puesto indefectiblemente.

"Enmudezco en las horas de tu ausencia
Como en la paz del triste cementerio;
Como la rota, abandonada lira
Del bardo muerto."


                  José Tomás de Cuéllar

Nada más pasar el cementerio, que se encuentra al borde de la carretera, hacemos un giro a la izquierda para volver a camino rural.



El almendro es el otro cultivo importante de la zona. Están granados, con sus ramas llenas de almendras, acabando de madurar.


Muchos tramos del camino se encuentran cementados.


Cuando hemos alcanzado cierta altura, tenemos una visión global de Matet, resbalando suavemente por la ladera del cerro en el que se asienta, con el Pilón en lo más alto.


Foto a la remanguillé. Tampoco está tan mal.


El olivo es la principal riqueza de Matet, del que se obtiene un excelente y muy apreciado aceite.


Estas "gatas rabiosas" (jazmín de monte) nos maullaron a nuestro paso. No están acostumbradas a las personas y desconfiaron.
Al parecer, este nombre le viene por la propiedad de sus flores de producir irritación si se frota en la piel, ya que produce una sensación parecida a una quemadura.


Este vistoso ramillete de Centaurea menor nos  ha llamado la atención por su belleza y colorido tan llamativo. Al mismo tiempo hemos recordado que prácticamente todas las plantas tienen un uso medicinal. La infusión de estas flores, por ejemplo, se utilizaba para abrir el apetito.


Pasamos junto a este bebedero de animales.


La altura también nos permite visualizar la reconstruida torre del castillo de Almonecir.


Y también obtenemos una amplia visión en el horizonte de la Calderona central donde destacan...


El Gorgo...


...y el pico del Águila.



Pasaremos por cuatro fuentes. De ellas ésta es la primera que nos encontramos: la fuente del Carro, llamada así por encontrarse en la base del cerro del mismo nombre, que iremos bordeando durante un trecho.


Al ser un paisaje muy humanizado el que estamos recorriendo, encontramos restos de algunas masías y corrales ahora en ruinas, como éste: Casa Carro.


Vistas difusas por la calima hacia el valle del Palancia. En él destacamos...



Peñascabia en la lejanía, acercada con zoom.



La población de Jérica.


Viver de las aguas.


Torás.


Y llegamos a los restos de otro corral. En este caso del corral Nuevo. En la actualidad y dado su estado, el nombre no le acompaña.


Justo enfrente del corral vemos un camino que en escaso centenar de metros nos llevará a la nevera del Carro.


Nevera del Carro. Se encuentra en el punto más elevado de la ruta de hoy.




Bajamos de la nevera y justo al final de la bajada, a nuestra derecha, un apenas perceptible sendero se muestra ante nosotros. Hemos de bajar por él. Serán los únicos setecientos metros de sendero de toda la ruta. Con abundante vegetación y muy agradecido.


Un bonito diente de león esperando que una ráfaga de aire lo deshaga y disperse sus semillas.


Y muchas y llamativas flores silvestres nos van apareciendo por cualquier sitio.

Hasta las flores secas de cardo nos hacen detenernos.



Todo el sendero estuvimos acompañados de pesadas moscas, que no aparecen en la descripción, pero estar, estaban. En contrapartida, también tuvimos la compañía más agradable y menos molesta de las mariposas, que inquietas y juguetonas apenas se dejaban fotografiar.



En un claro obtenemos vistas al Alto del Pinar (Villamalur) y al Pinar o Alto de la Santa (Torralba).



Alto del Pinar (Villamalur).
 Podemos apreciar con el zoom la caseta forestal.


Pinar o Alto de la Santa (Torralba del Pinar). Foto de Emilio Romero.


Como comenté, este es un bonito tramo de la ruta. Aquí os dejo alguna foto para que lo apreciéis.


(Foto de Emilio Romero).





Multitud de florecillas silvestres cubrían el suelo que pisábamos.


 ¿Te quiere?
¿No te quiere?
¡Dichoso el tiempo de saberlo siempre!

                                    Vicente Aleixandre


¡Qué pura, Platero, y qué bella esta flor del camino! Pasan a su lado todos los tropeles- los toros, las cabras, los potros, los hombres-, y ella, tan tierna y tan débil, sigue enhiesta, malva y fina, en su vallado solo, sin contaminarse de impureza alguna. (Juan Ramón Jiménez, " Platero y yo")


Pero como todo en la vida, el sendero también llegó a su fin y salimos a la carretera de Matet a Villamalur, que ya no dejaremos en lo que queda de trayecto, salvo dos cortas salidas a las fuentes de Culato y que Nace.


Carretera local, sin vehículos a motor, pero una gran cantidad de ciclistas que nos tuvieron casi en la cuneta durante este tramo.


Prisionera de la flor,
la abeja sabe libar
en su cárcel de azahar."

                 
                    Luis Llorens Torres



El cardo corredor es muy abundante, pero nunca nos da por hacerle fotos. Hemos decidido darle un momento de protagonismo también (foto de Emilio Romero).


Nos puede parecer que caminar por aquí no es lo más interesante (aunque ya habéis visto que podemos encontrar matices y elementos que lo hacen muy entretenido), pero nos hemos dado cuenta que lo importante a estas alturas, ya no es lo que haces, sino que lo puedes seguir haciendo tal vez con más limitaciones, pero aún lo puedes hacer. Eso es lo importante. Por ello, muy contentos de poder caminar por cualquier sitio. No estamos para despreciar nada.


Todo tipo de florecillas silvestres nos sale al paso y hacen que nuestro caminar se haga entretenido.
Deambulamos por un "museo natural al aire libre".



Lo que tampoco puede faltar en nuestras rutas es el momento del almuerzo. En este caso nuestro buen amigo Emilio Romero, nos invitó al bocadillo, que junto a las cervezas y vino de Rafa Lafuente y mi café frío nos supo a gloria y completó un almuerzo de lo más apañado.


Tras el descanso y frugal almuerzo, toca reemprender el camino. Tal vez con la barriga llena cuesta más caminar. El calor también hace de las suyas. Pero no nos quejamos para nada.


 "Hemos andado despacio, sin acabar nunca.
Salimos una madrugada, hace mucho, oh, sí, hace
muchísimo
Hemos andado caminos, estepas, trochas, llanazos.
Las sienes grises azotadas por vientos largos. Los
cabellos enredados en polvo, en espinas, en
ramas, a veces en flores."

                                       Vicente Aleixandre


La luna no nos ha quitado ojo en toda la mañana. Es otra de las dudas que cuando éramos pequeños teníamos: "¿la luna no sale de noche?


 "Y adoro
ese verde con sol de los pinares
tan parecido al verde de tus ojos."

                       
                          José María Pemán
Solo tenemos que mover un poco la ramita que las sujeta para escuchar la bonita melodía que estas campanillas nos ofrecen. Eso sí, tenemos que saber escucharlas. 



 Las adelfas se encontraban repletas de flores, desde las flores blancas, a las rosadas o rojas. En cualquier caso de una gran belleza.


La segunda fuente del recorrido necesita que nos desviemos unos metros de la carretera. Se encuentra en un lugar con mucha vegetación. Se trata de la fuente de Culato.

Y en el camino, cientos de mariposas nos escoltaron, juguetonas, evasivas, reticentes, desconfiadas... Aún así, pudimos captar alguna de ellas. Os las enseño.


¡Mira que si lo suyo es verdadero amor! La mariposa acaricia suavemente a la preciosa flor, que se deja hacer. El problema viene cuando la mariposa le dice al oído..."vente conmigo..." y echa  a volar y la bella florecilla se queda en su sitio, sin seguirla. Pero pude comprobar que, al instante, cuando la mariposa vio que su amada no le seguía, volvió de nuevo hacia ella.


Esta otra revolotea en busca de su Dulcinea. De momento no la ha encontrado y nos muestra su simétrico cuerpo ajena a nuestra presencia.


Nunca el nombre de ninguna de las numerosas fuentes que hemos visitado ha hecho tanta justicia como ésta: "Fuente de los burros". ¡Ahí nos tenéis! ¡Y tan contentos...!


Apenas medio kilómetro después pasamos junto a un depósito de agua potable.
Se trata del depósito de Albacaire.


"Y como caminar tanto no puedo,
baño en llanto mis ojos envidiosos
de ver que van delante y yo me quedo."

                                        Lope de Vega


En este cruce dejamos a la derecha el camino a Torralba.


Y poco más adelante nos desviamos unos metros para ir al paraje y área recreativa de la fuente que Nace.
Nombre original desde luego, aunque redundante. 

Esta es la caseta del nacimiento de la fuente.



Junto a la caseta del nacimiento, se encuentra esta capìlla con la imagen en azulejos de San Antonio Abad.



Hacemos muchísimas fotos en todas las rutas, pero intentamos no ser "de esos tontos que se pasean por el mundo coleccionando fotos de monumentos y no se enteran de nada" (Arturo Pérez Reverte, "El club Dumas). Luego investigamos y profundizamos en lo que vemos y fotografiamos para aprender (Foto de Emilio Romero).


¡El pozo…! Platero, ¡qué palabra tan honda, tan verdinegra, tan fresca, tan sonora!

                                                                             Juan Ramón Jiménez


La pequeña poza que se forma del agua que emana de la fuente es aprovechada por la gente para tomar el baño (foto de Emilio Romero).


Toca seguir, que los calores ya aprietan y las piernas y la espalda empiezan a quejarse. Otro corto trecho y llegaremos a Matet de nuevo.


"Como la higuera joven
de los barrancos eras.
Y cuando yo pasaba
sonabas en la sierra.
Como la higuera joven,
resplandeciente y ciega."

                Miguel Hernández


Signo evidente de la proximidad a la población es la torre del Pilón a la vista.

Entramos de nuevo en Matet y nos vamos a acercar a la torre, en busca de una conquista ficticia puesto que ni tiene defensores ni nosotros somos beligerantes en absoluto.


Un amplio camino cementado nos lleva hasta lo alto del cerro.


A nuestra espalda, la Lastra (izq.) y la Rápita (der. al fondo).


Vista del caserío de Matet desde lo alto del cerro.

"Todas las casas son ojos
que resplandecen y acechan.
Todas las casas son bocas
que escupen, muerden y besan
Todas las casas son brazos
que se empujan y se estrechan.
De todas las casas salen
soplos de sombra y de selva."

                         Miguel Hernández


 Y los tres jinetes sin montura, posan orgullosos por la toma del castillo de manera incruenta. Hemos visitado el puesto del mayor poder de la Edad Media, el señor feudal.


 La Rápita.



Descendemos de la torre tras la incruenta conquista y ahora vamos hacia el otro poder de la Edad Media, la Iglesia. Visitaremos la ermita de Santa Bárbara.


Subimos por su Vía Crucis, aunque no vimos estaciones, en constante aunque llevadera subida a pesar del quejido de nuestras piernas.


Ermita de Santa Bárbara. Se aprecia una restauración reciente.


"Miré en tus ojos
pensando en tu boca
Adelfa roja."

                  Federico García Lorca


Tras visitar la ermita, ya sólo nos quedaba volver a nuestro punto de partida. De nuevo, el lugar desde el que partimos está delante de nosotros.

"Por las calles voy dejando
algo que voy recogiendo:
pedazos de vida mía
venidos desde muy lejos."
                 
                      Miguel Hernández


Y finalmente, nuestra ruta termina en la silenciosa, solitaria y limpia plaza del Ayuntamiento.



Tras la ruta, y dado que el calor apretaba, nada mejor que una cervecita fresca para terminar la jornada. Os cuento una anécdota graciosa con el camarero. Nos pregunta qué cerveza queremos y le comentamos si tiene San Miguel. Nos dice que no tienen San Miguel y nos extrañó mucho porque el letrero del bar estaba patrocinado por San Miguel, una nevera junto a la puerta del bar era de San Miguel, las sillas tenían el anagrama de San Miguel...y hasta el nombre de la calle era San Miguel. Finalmente nos trajo "Selecta", que efectivamene era de San Miguel, pese a que el camarero no lo supiera.

La ruta en el mapa.



La ruta en Wikiloc.


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Película.


6 comentarios:

  1. Hola Emilio.

    Bueno, un recorrido muy pistero, es mejor salir a disfrutar de la naturaleza, respirar aire limpio y disfrutar de la buena compañía, que quedarse en casa.

    Aún así el tramo de sendero está muy bien, al igual que las vistas.

    Un saludo

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    1. ¡Hola, Eduardo! Pues sí, mucha pista, pero como ya he dicho algunas veces, he llegado a la conclusión que lo que me gusta es caminar por donde sea, al aire libre, respirar, que te de el sol...porque has tenido temporadas que no lo has podido hacer y entonces valora que lo importante es poder caminar, el por donde es lo de menos.
      Un saludo.

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  2. Hola Emilio...
    Como yo siempre digo..."todas las rutas tienen su encanto y hay que saber disfrutarlas"...y no por sencilla y fácil o por mucha pista,dejan de ser agradecidas.
    Las ganas de salir a disfrutar de "nuestra pasión" por la naturaleza,nos hacen olvidar los problemas de salud u otra índole y además si esa salida se hace en buena compañía,le da un plus gratificante.
    Muy buen "almor-zen"...jejeje,preciosa la foto con zoom de esa luna de "Juan Ramón Jiménez" y curioso y anecdótico final con esa cervecita,bien merecida.
    Por cierto,"Los Burros",muy buen grupo de rock...jejeje

    Un abrazo.

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    1. ¡Hola Juane! efectivamente, a estas alturas de la vida lo que nos gusta es salir a la montaña o al campo o a donde sea con tal de caminar y disfrutar de la naturaleza. Valoramos mucho la salud y no estamos en el mejor momento, pero mientras podamos no pararemos.Y por eso, cualquier ruta es buena además de aprender y disfrutar de cualquier tipo de ruta.
      Un abrazo.

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  3. Sencilla, agradable, florida, lepidóptera, lunática, soleada, refrescante y vistosa ruta Emilio. La anécdota cervecera con, como yo le llamo a veces, nuestro patrón San Miguel no tiene desperdicio. Un saludo.

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    1. ¡Hola, Paco! Muy precisos todos los adjetivos que has utilizado para calificar la ruta. Pasamos una buena mañana y disfrutamos mucho, aún siendo una ruta sencilla.
      Un abrazo.

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