Decía André Maurois que “El arte de leer, es en gran parte, el arte de volver a encontrar la vida en los libros y, gracias a ellos, comprenderla mejor.” Usando esta analogía podríamos decir que el arte de hacer senderismo, es en gran parte, el arte de volver a encontrar la vida en la naturaleza y, gracias a ella, comprenderla mejor. Esta es una de mis motivaciones a la hora de disfrutar de la montaña. Por eso intento transmitiros esta pasión mía.
En esta ocasión volvemos a la naturaleza en Montanejos (Alto Mijares) para realizar una de las innumerables rutas que podemos realizar en esta población. Se trata de la combinación de dos rutas en una: la senda de los Estrechos y el cinglo de los Castillejos. Una espectacular ruta que no nos defraudará.
Y como es habitual, todas las rutas en Montanejos las comienzo desde la Plaza de España donde se emplaza el Ayuntamiento. El silencio llena toda la plaza y apenas el gorjeo de algún pajarillo que pasa volando osa romperlo. Y aquí nos hacemos la foto de dúo: Rafa Lafuente (der.) y servidor.
Salimos por la Avda. Fuente de Baños en busca del río al que bajamos por aquí.
Cruzamos la carretera y acometemos el último tramo de bajada.
Llegamos al "pontet", que a esta temprana hora de la mañana se encuentra silencioso, tranquilo y solitario.
Y nos entretenemos disfrutando de ese silencio y esa soledad que se verán alterados en muy poco tiempo. Así disfrutamos mejor las cosas.
El río baja tranquilo y sus aguas semejan un azulado espejo en el que nos vemos reflejados.
"Tú, espejo milagroso
que no reflejas mis tinieblas
y reflejas la luz que ya no es mía..."
Dulce María Loynaz
Seguimos por un camino entre huertos, unos trabajados y otros abandonados a su suerte. Llegando a este cruce, giramos a la izquierda para seguir por un camino con cierta pendiente que nos lleva hasta la carretera.
El camino nos hace calentar los músculos de las piernas y respirar fatigosamente, pero nos permite disfrutar de esta bonita vista de Montanejos.
Salimos a la carretera (CV-195) y la cruzamos para seguir la pista cementada.
La pista sube progresivamente. Aquí coincidimos con el GR-7 que sigue hacia la izquierda hacia Montanejos, pero que nosotros seguimos de frente hasta el desvío a la Copa, donde el GR-7 se desviará hacia la derecha y allí lo abandonaremos.
La subida nos va proporcionando bonitas vistas sobre las montañas que nos rodean. En la imagen, la Rosada.
Y ¡qué decir del Morrón de Campos!
La pista sigue y cruzamos aquí con el desvío a la Copa que coincide también con el GR-7 que llevamos también un buen trecho.
La pista llanea más o menos y nos permite un paso cómodo y rápido.
“A la mitad de mi ascensión a la montaña ha salido el sol. Los haces
de luz han bañado los picachos y han corrido por los oteros acariciándolos.
Trinaban los pajaricos. Todo era un profundo silencio. La montaña ha comenzado
a vivir en esta hora." (Azorín, "Castilla")
Seguimos disfrutando de las vistas y el Morrón es uno de los protagonistas de ese paisaje.
Tampoco se nos escapaba la emblemática cima de Santa Bárbara de Pina.
Y de nuevo la Rosada.
En una curva de la pista, vemos en el fondo del valle a Montanejos.
La pista termina aquí y cogemos un sendero que se eleva unos metros y que nos va a proporcionar unas impresionantes vistas sobre el embalse de Cirat y el estrecho de Chillapájaros.
Apenas llevamos unos metros de sendero elevado sobre las elevadas paredes del estrecho, vemos la presa de cirat. En ella se entuba el agua que se dirige hasta Central Hidroeléctrica de Cirat.
La impresionante altura también nos permite esta visión de los dos balcones que se abren en el túnel por donde pasa la carretera y que tienen vistas hacia el fondo del estrecho.
Nos puede pasar desapercibido el castillo de la Viñaza, por la lejanía.
Después, el sendero nos desciende hasta el cauce del Mijares haciendo eses que suavizan el desnivel y favorecen el descenso.
El rumor del río, que en este tramo lleva mucha fuerza, es evidente durante el descenso del sendero, pero sólo lo vemos en algún trecho que nos permiten los pinos.
Y llegamos hasta el puente de madera que cruza el río en este tramo. Nos recibe un rebaño de cabras que nos miran entre sorprendidos y asombrados.
En principio no se asustaron demasiado y se dejaron fotografiar tranquilamente. Luego lo pensaron mejor y se fueron con la música a otra parte.
Nos hacemos la foto de rigor en el puente.
Y nos entretenemos viendo la fuerza y velocidad que alcanza aquí el agua.
Esta fuerza y velocidad la aprovechan las empresas de multiaventura para hacer rafting.
El camino, ancho ahora, transcurre paralelo al río. Pasamos por la estación de aforo, que mide el caudal del río.
Es agradable escuchar cómo ruge el río en este tramo. Es curioso verlo dócil aguas abajo, en la Fuente de los Baños, amansado por el dique de la presa de Cirat, que apenas le deja pasar.
Precioso color azul que ha llamado nuestra atención.
"Para ti mi pensamiento,
para ti mi corazón;
para ti, flor de tormento,
mi pasión."
Arturo Borja
Y nos acercamos a uno de los alicientes de la ruta sobre todo en verano, cuando el calor aprieta, aunque en este caso, aún no lo hace demasiado debido a lo pronto de la hora. Se trata del tramo que pasa por delante del chorro del aliviadero del embalse de Arenoso. Rafa pasando el tramo.
Pasado el chorro, nos detenemos para contemplarlo con más tranquilidad mientras nos escurre la ropa después del remojón obligado.
Seguimos la carretera asfaltada que dejamos para subir por este senderillo a la carretera. De seguir por la carretera, llegaríamos hasta la presa, pero hoy no era el caso.
Salimos a la carretera y caminamos un centenar de metros hacia la izquierda, buscando la entrada del túnel.
Justo antes del túnel, sale a la izquierda este sendero con un poste direccional que hemos de seguir.
El sendero asciende por una tupida pinada.
Aquí también vemos una pareja de cabras. La hembra se nos queda mirando con curiosidad.
Antes de seguir el sendero, nos desviamos hacia un mirador natural que cae justo encima del chorro, que desde aquí luce impresionante.
Nos intentamos hacer una foto ante este espectacular escenario, aunque no nos sale bien del todo.
Y al continuar con nuestro camino, la cabrita nos sigue mirando con la misma curiosidad que antes.
También vemos el nuevo aliviadero, que aún no se ha puesto nunca en funcionamiento. De hacerlo algún día, el chorro será más impresionante que el actual.
El sendero se encarama por encima del puente y pasamos por un terreno llano.
Aprovechamos para almorzar aquí, sencillo pero rico.
Un helicóptero se paseó por el cielo durante unos minutos.
Este es el tramo más confuso del recorrido y se puede prestar a confusión. Hemos de busca un pequeño destrepe por la izquierda que nos reconduce a la senda.
Luego el sendero se aclara y no tenemos problema de pérdida.
Un corto pero muy empinado y costoso tramo de unos cien metros, nos lleva hasta un cruce donde vemos un poste direccional que seguiremos hacia la izquierda. Por la derecha podríamos subir al Morrón.
El sendero transcurre enfrente y casi paralelo al que hemos llevado un rato antes, pero por la otra parte del estrecho.
Encontramos un vetusto y primitivo peirón junto al sendero.
El sendero desemboca en otra encrucijada de caminos. A la izquierda a Montanejos, A la derecha podemos subir al Morrón o seguir hacia la Bojera (SL-CV 105).Pero también podemos elegir la opción de buscar el sendero que nos lleva hasta el cinglo de los Castillejos, que es la opción que hemos elegido.
El sendero va ascendiendo poco a poco.
Transcurre por una bonita pinada que nos dará sombra en todo momento.
El sendero nos encanta y en tramos nos hace disfrutar de buenas panorámicas de alrededor, por ejemplo el Morrón de Campos.
El sendero desemboca en el cordal de los Castillejos. Este sencillo hito nos marca la salida al cordal, que vamos a seguir hacia la izquierda por un precioso tramo que nos deparará preciosas vistas sobre el barranco de la Maimona.
Apenas nos asomamos al borde del cordal nos estremecemos al comprobar la altura de las paredes del barranco.
Seguimos caminando de manera más o menos fácil por el cordal.
Y nos detenemos de vez en cuando para deleitarnos con las excepcionales vistas que se disfrutan desde tan espectacular atalaya.
Este tramo es poco apto para los que padezcan vértigo. La altura es considerable. Vemos el fondo arenoso del barranco y un dique de contención de las aguas para frenar las riadas, frecuentes antaño en el barranco.
También vemos en alguna roca, plaquetas utilizadas por los escaladores, que en este tramo de barranco tienen multitud de vías en las que disfrutar de su afición.
Y llegamos al punto más alto del cinglo de los Castillejos.
Una foto inmortaliza el momento.
Un espectacular paisaje nos rodea y no podemos rehuir fotografiarnos aunque estropeemos las vistas.
"Y abarqué el infinito en una sola
mirada, llena de fulgor intenso
Y vi del tiempo la gigante ola
rodar al precipicio de lo inmenso!
Julio Florez
Vistas a la Rosada y al sendero de la Bojera.
Última ojeada a una de las mejores vistas que hay del estrecho de Chillapájaros antes de continuar nuestro camino.
Ahora toca descender por un sendero zigzagueante y algo descompuesto y con desnivel pronunciado que nos obliga a tomar precauciones para no resbalar y caer.
¡Y qué sabia es la naturaleza que es capaz de esculpir la inicial de mi nombre en una roca!
Si nos arrimamos al borde, podemos seguir disfrutando de excelentes vistas hacia el profundo barranco. Eso sí, tendremos el máximo cuidado al hacerlo.
El tramo más descarnado de bajada, deja paso a una bonita pinada que nos acompañará hasta la carretera y nos protegerá del implacable sol que ya calienta a estas horas.
Vistas hacia la casa de la Maimona.
Y vemos también el puente que cruza el barranco por el que pasaremos en breve.
La pinada es muy agradable de recorrer.
"El viento los pinos
suavemente ondula.
¡Duérmete, recuerdo,
duérmete, amargura!"
Gabriela Mistral
Salimos a la carretera CV-20 y seguimos hacia la derecha dirección a Montanejos.Apenas nos quedan quinientos metros para terminar la estupenda ruta.
Entramos a Montanejos exultantes después de haber disfrutado al máximo de la ruta.
En la fuente del "león", que así la bautizamos, nos refrescamos del calor que ya nos afecta bastante.
"La risa de la fuente me parece ser lloro;
el aire perfumado tiene aliento de lirios;
añoranzas me llegan de unos viejos martirios
y a mi mente se asoman unos ojos que adoro..."
Arturo Borja
Y entramos en Montanejos por la Avda. Fte de Baños.
"Oh, calles de los pueblos.
A su vera duermen las niñas.
Tienen los ojos azules.
Tienen el cuerpo moreno.
Oh... Muros de los pueblos."
Liber Falco
Acabamos donde empezamos, en la Plaza de España, aunque el silencio de la mañana se ha transformado en alegre algarabía de los clientes de las terrazas de los bares, que atenúan los afanes del día a día con el tapeo y las cervecitas y refrescos.
La ruta en el mapa.
La ruta en Wikiloc.
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Película.
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