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miércoles, 12 de febrero de 2020

ALCALALÍ: EN BUSCA DE LA BELLEZA (8/2/2020)

Esta semana nos vamos en busca de la belleza. Sí, leéis bien, en busca de la belleza. Os preguntaréis si unos aficionados al senderismo pueden ir en busca de la belleza. ¿Acaso podemos encontrar belleza en la montaña o en el campo?¿No sería mejor un museo famoso? Pues sí, vamos en busca de la belleza por antonomasia: la belleza que nos da la naturaleza en todas sus formas. En este caso, vamos en busca de la belleza en forma de flor de almendro. Belleza sublime y delicada que la naturaleza nos muestra periódicamente por estas fechas. Para ello nos trasladamos al valle de Pop, en Alicante, concretamente a la localidad de Alcalalí. Podríamos haber titulado esta entrada "En busca del almendro en flor". 

Nos preguntamos muchas veces el porqué de ese afán de salir a la montaña todas las semanas. ¿Es amor al ejercicio físico? ¿Es necesidad de respirar aire puro y desintoxicarnos? ¿Es un deseo de huida, de escape de la rutina diaria?¿Es un retorno al paraíso perdido? ¿O vamos en busca de la belleza? No sé, un poco de todo, ¿verdad? En esta ocasión el último motivo citado ha sido la motivación principal para hacer esta ruta.


Para encontrarnos con la delicadeza de la flor de los almendros, nos hemos ido a Alcalalí y realizaremos en gran parte el PR-CV 425 que pasa por Parcent y sube hasta el Coll de Rates por el  bonito y antiguo camino de herradura de les revoltes o de la pansa que comunicaba Tárbena con Parcent. Pero en el último tramo, lo abandonaremos para hacer un recorrido entre campos de cultivo que nos permita deleitarnos con la belleza de los almendros en flor.


Normalmente, comenzamos nuestra narración desde el punto en el que comenzamos la ruta.
Pero realmente, nuestras rutas comienzan mucho antes. Habitualmente, aún no ha amanecido o como en esta ocasión, un incipiente amanecer asoma mientras esperamos que nos recojan.


 Y luego, el desplazamiento. Aunque parezca un tontería, en el coche también realizamos una buena parte de la ruta. El viaje forma parte también del evento. Incluso en él, aprovechamos a veces para realizar fotos. ¿Veis cómo también buscamos la belleza?


Mirad el resultado de lo que os acabo de decir. Después de muchas fotos, Ricardo tomó esta preciosa fotografía de la salida del sol desde el coche. Esto ya es ruta también. Incluso la rutina de la noche anterior forma parte de ella, o la preparación durante la semana...


 Tras el viaje, llegamos al punto de inicio de la ruta. En este caso, no se corresponde con el inicio oficial del PR que vamos a realizar, que se sitúa en el centro del pueblo. En nuestro caso, siempre estudiamos cual puede ser el punto de inicio más adecuado a nuestros intereses.Esta vez lo hacemos junto al Ecoparque de Alcalalí, apenas unos centenares de metros sobrepasado el pueblo, junto a una gran balsa de riego. Aquí, vemos una pala direccional por donde iniciaremos nuestra ruta.


 Antes de comenzar, la preceptiva foto de grupo.
De izq. a der. Rafa, Ricardo, servidor y Emilio Romero.


 Y desde aquí, de momento, muchos almendros no veíamos, pero enfrente, veíamos montaña. A la izquierda, la peña Talai. A la derecha la cresta del Carrascal de Parcent.


La cima del Carrascal de Parcent con su caseta y sus antenas a vista de zoom (foto de Emilio Romero).


También acertamos a captar con el zoom la caseta forestal del Cocoll, perteneciente al término municipal de Castell de Castells.


 Y empezamos la ruta siguiendo el poste direccional que nos mostraba hacia donde ir.


 Descendemos por un camino que nos lleva a cruzar el río Xalò (Jalón) o Gorgos por este vado inundable.


 El río a su paso por Alcalalí.


 Y ¡cómo no! la inevitable sierra del Cavall Verd que vamos a ver durante todo el recorrido.


 El camino transcurre entre campos de cultivo. Unas veces naranjos, otras olivos, otras vides, otras almendros...


 Los muros de los bancales llamaban nuestra atención por el perfecto encaje de las piedras o como en este caso, por las piedras colocadas a modo de escalones para subir al campo.


 Aunque en menos cantidad de la esperada, vemos algunos almendros en flor.
Estos rosados, con el Cavall Verd de fondo.


 Camino apacible, sereno, tranquilo, cómodo...No siempre buscar la belleza tiene por qué ser complicado.


 Y aquí, muy bien alineados, otro campo con almendros.

"Almendro de la gracia sorprendida,
regalo de un invierno;
almendro que haces puente esta mañana
entre mi alma y lo eterno."

                                     Antonio López Baeza


 Hemos realizado la ruta en sentido contrario a las agujas del reloj. Nos encontramos otro poste. Seguimos dirección a la ermita de San Joan de Mosquera, a escasos cien metros.


 Aquí la tenemos.


 Por fin encontramos almendros junto al camino y nos permiten tomar contacto directo con la belleza. Belleza natural que nos cautiva y nos enmudece. Queremos captarla y retenerla en nuestra retina para que siempre vaya con nosotros.


Ni las bombillas, ni adornos de un abeto en Navidad lucen de manera tan preciosa como las flores del almendro en sus ramas.


El oriolano Miguel Hernández seguro que llenó sus pupilas de preciosas flores de almendro que le sirvieron de inspiración en su poesía.

 "Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado."

                                   Miguel Hernández


 Seguimos por caminos rurales en una tibia mañana de febrero. Buena temperatura y ganas de caminar, como siempre; y más con paisajes tan serenos y tranquilos como éste. Algunos tonos rosas salpican el paisaje colocados entre el verde de los naranjos y el naranja de sus frutos.
Y el Cavall Verd de referente hacia el oeste.


 Y hacia el sur, la peña Talai, cuya subida dejamos para otra ocasión más propicia. Nos quedaremos a sus pies. Hoy nuestro objetivo era otro.


 Vamos camino de Parcent. Ya lo tenemos frente a nosotros.


 Salimos a la CV-720 y la recorremos por el arcén unos quinientos metros.


 Antes de entrar en Parcent, nos desviamos por la izquierda.


 Nuestro camino sigue entre campos de cultivo y seguimos caminando cómodos, tranquilos, dejando que el tibio sol nos caliente. Además de disfrutar caminando, disfrutamos con algarrobos como el de la foto con muchas historias que contarnos. Muchos serán los caminantes que haya visto pasar y contarle sus penas y desencuentros. Tal vez también sus alegrías e ilusiones. ¡Sí, los árboles nos escuchan!¡Los árboles nos hablan!


 El sol no acaba de alcanzar altura y sigue subiendo lentamente, ofreciendo contraluces que empañan nuestras fotografias.


 Junto al camino encontramos este bonito, cuidado y original pozo. 


 Este panel nos habla de su importancia pretérita. Hoy podemos considerarlo una pieza de museo al aire libre. El panel nos cuenta que se trata de un pozo de cañada utilizado para dar de beber al ganado. Se extraía el agua del pozo y se echaba en unas pilas de piedra que se encuentra junto a él. Es evidente, por desgracia, que ya no se utiliza para esto.
Es curioso que en los paneles que vamos a encontrar, la información está escrita en valenciano, castellano e inglés. Es lógico si tenemos presente la cantidad de urbanizaciones ocupadas por ingleses, alemanes, etc. que han buscado acomodo en estas tierras por su dulce clima y la cantidad y calidad anual de sol.


 Vimos algunos campos como éste, con árboles perfectamente alineados. No somos especialistas, pero hubiéramos dicho que se trata de Pawlonias. Árbol de origen asiático de rápido crecimiento y madera ligera y sin nudos.


 Caminar por el campo es  siempre un agradable y sano ejercicio, física y psicológicamente hablando. Nos aporta múltiples beneficios.


 Al borde del camino encontramos más algarrobos espectaculares como el que vimos anteriormente.


 Nos dirigimos al Coll de Rates y vamos dejando atrás la población de Parcent.


 En un campo de olivos abandonado nos llamaron la atención estas grandes vainas que evidentemente no son frutos de los olivos. Se trata de las cápsulas de las que salen las flores de la Passiflora o Pasionaria (Flor de la pasión) producida por esta enredadera que ha engullido el olivo. 


A esta bonita flor se le llama también los "clavos de Cristo" porque esos tres filamentos que se ven, a alguien se le ocurrió identificarlos con los tres clavos con los que clavaron a Cristo en la cruz (foto de la "Revista Espores. La veu del Botànic").


 En la valla de una casa de campo, también llamó nuestra atención este original mostrador o escaparate. Estaba cerrado y lo abrimos para verlo mejor. Valíó la pena ver tan original manera de exponer los productos de aceite de oliva.


 Hasta ahora hemos caminado en llano, cómodos, ligeros, sin apenas esfuerzo... por amplios caminos rurales.


 Encontramos otra pala direccional, que marca el PR-CV 158. 
Este PR sale de Parcent y sube a la cima del Carrascal pasando por el Coll de Rates. Desde Parcent hasta el Coll de Rates este PR se solapa con el PR-CV 425 que vamos siguiendo nosotros.


 Hemos ido subiendo suavemente. Al alcanzar cierta altura nos volvemos para contemplar la panorámica. Parcent ya más lejos.


 El camino se ha ido estrechando y subiendo. Llegamos a este punto donde pensamos que se había terminado el presupuesto enseguida porque vimos empedrado este tramo de cincuenta metros de sendero.

 Pero enseguida nos dimos cuenta de que era una obra testimonial para poner en valor los senderos históricos para que no se dejen en el olvido y sigan transitándose aunque no de manera tan habitual como antes. Este panel nos informa de que nos encontramos en el antiguo camino de les revoltes o de la pansa, que unía Tárbena con Parcent a través del Coll de Rates y por la que se llevaba la producción de pasas de Tàrbena hasta Denia.


 Éste sí que es el empedrado original, que por cierto, en tramos estaba bastante bien conservado.


Bien trazado el sendero, pero no sin esfuerzo, vamos subiendo hacia el Coll de Rates.


 Desde el inicio del sendero de les Revoltes, se terminó el caminar cómodo y sin esfuerzo. Una bien trazada senda con muchas eses (revoltes) nos llevará hasta el Coll de Rates, pero no sin esfuerzo y algún que otro resoplido debido al desnivel que hemos de salvar.
Un ejemplo de que hemos alcanzado ya buena altura es esta foto de Alcalalí en una de las paradas para tomar aire.


 Acercamos con zoom la iglesia de la Natividad de Ntra. Sra. y la torre medieval, emblema de la población.


 También, en lo alto de un cerro, apreciamos las ruinas del castillo de Orba, que se encuentra justo al otro lado del tossal.


"La fortaleza nombrada
está en los altos alcores
de una cuesta,
sobre una peña tajada,
maciza toda de amores."



                  Jorge Manrique


El sendero se empina bastante en el último tramo.
Parece que el final no llega.


En las paradas, nos detenemos a disfrutar de las vistas sobre el valle de Pop.
Nos gusta la altura. Vemos las cosas de manera diferente.
Parcent y el Cavall Verd en el amplio valle.


Poco a poco nos vamos acercando al Coll de Rates.
Cada vez lo vemos más cerca, pero nunca llega.


Un último esfuerzo y ya estamos.


La verdad es que se salva un buen desnivel en pocos kilómetros desde el valle hasta el Coll de Rates.



 En una de las paradas, Rafa no hizo esta foto.


Ahora, Parcent acercado con zoom. A la izquierda, en la base del Cavall Verd, la población de Murla.


Cuanto más altos, más se abre el valle y mejores son las vistas.


Y en este poste confluyen tres senderos. El SL-CV 119, el PR-CV 158 y el que estamos haciendo nosotros parcialmente, el PR-CV 425.


De aquí al final solo quedan unos metros. Ahora sí, ya lo tenemos más cerca.


Por fin llegamos al mirador del Coll de Rates. Por cierto, estaba concurridísimo de gente, desde ciclistas hasta curiosos que se acercan para disfrutar de las vistas desde esta privilegiada atalaya.
También curioso el hecho de que el noventa por cien de la gente eran extranjeros.


Este panel en relieve representa el valle de Pop. 
En él podemos identificar todos los elementos del relieve y las localidades que podemos observar desde aquí.


Desde el mirador podemos disfrutar de excelentes vistas de todo el valle.
Vistas a las urbanizaciones de La Almazara (izquierda) y Valle del Paraíso (derecha) a los pies de los Montes de Beniquasi. Al fondo, difuminado, el Montgó.


Ante una panorámica tan excepcional, estaba muy claro que esta mesa tan especial iba a ser la mesa de nuestro almuerzo de hoy. Como casi siempre, no hay mejor lugar para almorzar que  un sitio como éste. Todo preparado (foto de Rafa Lafuente).



Y aquí estamos en ello (foto de Emilio Romero).


En lugares así el almuerzo nos sienta mejor. Por eso, las rutas nos engordan. Entre el disfrute visual, físico y alimentario, engordamos.
En la foto, Murla, a los pies del Cavall Verd. Un pequeño punto blanco en la ladera de la montaña es la ermita de San Sebastián.


Hemos saciado nuestro apetito y repuesto fuerzas y nos hemos extasiado con la panorámica desde el mirador del Coll de Rates. Volvemos unos metros sobre nuestros pasos y comenzamos a descender.



Volvemos al cruce pero ahora seguimos por el sendero que sigue por la derecha bajando por una vaguada.


Todo el sendero transcurre por la vaguada y en la umbría. Había mucha humedad y había que ir con cuidado de no resbalar.


Tenemos buenas vistas ahora de Xaló en primer término y Llíber detrás.


El sendero que llevamos forma parte del SL-CV 119 (Xaló-Camí de Tàrbena), pero nosotros lo abandonaremos para volver a Alcalalí.


De nuevo la urbanización Valle del Paraíso a los pies de los montes de Beniquasi.


De Xaló destaca su iglesia dedicada a Santa María.



                                                            (foto de Emilio Romero)


"Tras arder siempre, nunca consumirme;
y tras siempre llorar, nunca acabarme;
tras tanto caminar, nunca cansarme;
y tras siempre vivir, jamás morirme;"



                                               Quevedo



Se nos ha hecho un poco larga la bajada por lo incómodo de la senda debido a la pendiente, las piedras sueltas y la humedad que hacía resbalar. Pero finalmente, alcanzamos un camino. A partir de ahora llanearemos y tendremos un caminar más plácido y cómodo.


El PR-CV 425 sigue por la derecha. Pero nosotros le hacemos una variante y nos vamos a la izquierda.



"Suele tal vez, venciendo los rigores
del crudo invierno y la opresión del hielo,
un tierno almendro desplegar al cielo
la bella copa engalanada en flores."



                          Juan Bautista Arriaza

Parcent con el Cavall Verd detrás.


Una belleza de la naturaleza, perfecta, delicada, sencilla, silenciosa, callada...no necesita decir nada para que nos demos cuenta de su perfección, elegancia...
Vale la pena ir en "busca de la belleza".


Seguimos el plácido paseo entre campos de cultivo, aunque vemos que el almendro no es el único ni el mayoritario. Nos da lo mismo, caminando ya somos felices.



¿Hay algo más placentero que caminar al aire libre, por la naturaleza?
Una inefable felicidad, tal vez breve, efímera, pero intensa, nos invade en momentos como éste.

Y un vistazo atrás nos muestra lo realizado y lo que queda por realizar. No hemos subido a la peña Talai. Para la próxima. 
En esto del senderismo sucede lo mismo que en el saber. Si ciertamente cuánto más sabes más cuenta te das que aún no sabes nada y te falta mucho por aprender, en esto del senderismo sucede que cuántos más senderos has recorrido, más cuenta te das de los que aún te quedan por caminar.


Otro precioso racimo de flores de almendro. Es inevitable sentirse inspirado ante la belleza armónica de esta preciosa flor.


"llevabas la cabeza de pájaros florida
y de flores de almendro las sienes recubiertas
entre lenguas de fuego y voces doloridas."



                                 José María Hinojosa


Otro de los cultivos que hemos podido ver en nuestro paseo es la vid.

"Ahora vamos de nuevo a cantar alma mía;
a cantar sin palabras.
Desnúdate de imágenes y poda extensamente
tus viñas de hojarasca."

                                              Luis Palés Matos.


A los senderistas, montañeros en general, nos gustan las montañas. Nos producen una sensación muy especial. Sentimos su llamada, nos hablan...


"Aquí hay una montaña.
No saldré nunca de ella."

                     Pablo Neruda



 "Como el almendro florido
has de ser con los rigores,
si un rudo golpe recibes
suelta una lluvia de flores."

                Salvador Rueda




Y seguimos nuestro camino ya en los últimos kilómetros.
Un radiante día nos acompaña. A la búsqueda (y encuentro) de la belleza se ha sumado un día excepcional. ¿Cómo no nos va a gustar salir a la montaña siempre?


El Alto del Estepar y detrás la Peña Talai.


Y detrás asomando tímida pero contundentemente, la Sierra de Bernia.


Y ya vemos Alcalalí.


Aún encontramos más almendros y es inevitable detenernos. No hemos encontrado tantos como esperábamos, pero como dice el refrán "Lo poco gusta, lo mucho cansa". Pero hemos encontrado lo que buscábamos. Esta foto es un ejemplo de ello. Vale la pena madrugar para disfrutar de esta belleza. No nos arredra el tiempo, ni la distancia, ni el esfuerzo... si el premio es una belleza que nos enamora y hechiza para siempre.

Los campos de naranjos también tiene su protagonismo en este retorno a Alcalalí. En este caso no nos llama la atención el campo en sí, sino el perfecto encaje de las piedras que forman el muro.



"Mi corazón alegras
con tu flor diminuta y tu silencio.
¡Cómo llenas las horas en abismo
de mi pasar sediento!"


                   Antonio López Baeza


Torre medieval e iglesia de la Natividad de Nta. Sra. de Alcalalí.



Ya vemos la zona donde aparcamos esta mañana. Ahora está más llena de vehículos. Apenas perceptible desde aquí, la enorme balsa de riego que se encuentra junto al Ecoparque.


Un paseo entre campos nos va a llevar de nuevo a Alcalalí.


Cruzamos de nuevo el río Xalò o Gorgos por el vado.


Y lo volvemos a fotogarfiar. El agua también es protagonista importante.



Desde donde aparcamos el coche vemos mejor la balsa (foto de Emilio Romero).


Y volvemos al punto de partida. Cerramos nuevamente el círculo.

 
Como habitualmente, tras la ruta viene el relax y la comida en un restaurante de la zona. El senderismo produce estos beneficios en los pueblos que cuidan de sus sendas y caminos.
En este caso comimos en Parcent, en el restaurante Tramonti. Ya veis cual fue el menú. Por cierto, éramos los únicos nacionales del local y estaba a rebosar, terraza incluída.


A punto de no dejar ni un grano (foto de Emilio Romero).


La ruta en el mapa.



La ruta en Wikiloc.
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Película


6 comentarios:

  1. Hola Emilio!

    Fantástica ruta y excelente descripción.

    Algunos veranos de mi infancia, los pasé en la cercana Benichembla, por lo que tu entrada, me ha traído muchos recuerdos.... Mi primera ascensión al Cavall Verd, que por cierto fué un desastre pues a mitad camino nos atacaron las avispas de un panal cercano y nos pusieron finos... La piscina de Alcalalí (íbamos casi todos los días en bicicleta (aunque la de Parcent estaba algo más cerca, el agua de Alcalalí estaba más caliente. Y por supuesto... las formidables paellas de Parcent.
    Cuando los almendros están en flor es un paisaje espectacular. Por esa zona se hace una buena Uva pasa y es curioso ver todo el proceso.
    En definitiva... Una zona estupenda que hasta no hace mucho era una gran desconocida y poco a poco se va dando a conocer.

    Un abrazo y muchas gracias por la crónica.

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    1. ¡Hola, José Vicente! Me alegro que esta entrada te haya trasladado a tu infancia, y en época de verano que es una época que solemos disfrutar y recordar muy gratamente. Un bonito valle que se disfruta más si subes al coll de Rates. Vale la pena el esfuerzo.
      Un abrazo.

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  2. Hola Emilio.

    Como decía un buen amigo "El atractivo se encuentra en las cosas sencillas que encontramos a nuestro paso", esa frase resume lo que nos muestras en esta entrada.

    Un saludo

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    1. ¡Hola, Eduardo! Efectivamente, lo sencillo y simple nos demuestra que lo atractivo no hace falta buscarlo en cosas sofisticadas. En esta ruta lo hemos comprobado.
      Un saludo.

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  3. Hola Emilio.

    La palabra belleza... capaz de abarcar un campo tan amplio de significados y sinónimos. El melómano la puede encontrar en una melodía, el cinéfilo en una película, el amante del arte, como bien has dicho, en un museo. Pero es en la naturaleza donde el radio de acción de la palabra belleza es infinito, y nosotros, los que salimos al monte con frecuencia la podemos encontrar en las vistas desde una cima, en el discurrir de un arroyo, en la profundidad de un valle, en la visión de un pueblo desde las alturas, en la frondosidad de un bosque, efectivamente, en un almendro, cerezo, etc en flor, o simplemente en un ingenioso comentario de un compañero de ruta... sea cual sea nuestro concepto de la palabra belleza, estoy seguro que en el monte, en la naturaleza, la vamos a encontrar.
    Vosotros en esta ruta la belleza la tuvisteis a raudales, y es que toda esa zona de la Vall de Pop tiene mucho encanto.

    Un abrazo.

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    1. ¡Hola, Dani! Estupendo e ilustrativo comentario que comparto al cien por cien. Efectivamente, cualquier cosa por sencilla que sea que vemos en la montaña nos produce un impacto positivo y muy agradable, nos emociona. En esas cosas pequeñas y sencillas encontramos belleza.Ese es también uno de los motivos por los que nos gusta ir a la montaña.
      Un abrazo.

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