SAN VICENTE DE PIEDRAHITA-MONTANEJOS POR GR-7 (24/8/2019).

"El Sendero de Gran Recorrido GR 7, Europeo E4, proviene del Peloponeso (en Grecia), teniendo su inicio en el templo de Delfos. 

Con algo más de 6.000 km de longitud, atraviesa el arco mediterráneo pasando por Bulgaria, Serbia, Croacia, Eslovenia, Italia, Francia y Andorra. Una vez salvada la cordillera pirenaica discurre por las comunidades españolas del Mediterráneo hasta Tarifa. (fuente: femecv)".

Pues en la ruta que os voy a mostrar hoy en esta entrada, os describiré algo menos de quince kilómetros de este sendero E4 que transcurren entre las localidades de San Vicente de Piedrahita y Montanejos. Se trata pues de una ruta lineal que requeriría de dos coches para su realización. Os lo cuento.

A una muy temprana hora de la mañana nos encontrábamos en la plaza de la Iglesia de esta pedanía de Cortes de Arenoso. El silencio y la calma eran totales.

En esta ocasión íbamos a acompañar a Ramón y Paco que se encuentran recorriendo este GR desde su entrada en Castellón como un reto personal de Ramón que tras un grave accidente practicando barranquismo ha conseguido recuperarse casi totalmente. Paco, le acompaña para ayudarle en los tramos más complicados. 
Foto de grupo. De izq. a der. servidor, Paco Álvarez, Ramón, Paco, Xavi y Paco Bayarri.

Salimos de San Vicente y nos vamos a dirigir al barrio del Cerrito que se encuentra a menos de un kilómetro de aquí.

Lo hacemos por este estrecho camino de piedra entre campos.

Vemos a Ramón recorriendo este estrecho tramo.

Un antiguo conocido nos saluda: Santa Bárbara de Pina.

Llegamos en nada al barrio del Cerrito que aún duerme.

Cruzamos sus calles alterando levemente con nuestros pasos y nuestros comentarios el silencio que reina en la aldea.

Ramón saliendo del Cerrito.

El débil aún sol naciente dora la cima de las montañas cercanas.

Dejamos atrás San Vicente, aunque en algún tramo del recorrido lo volveremos a ver, eso sí, en la distancia.

Pasamos junto a un área recreativa antes de salir a la carretera que viene desde Montanejos.

Salimos pues a la carretera y giramos a la izquierda siguiéndola un buen tramo.

Aquí el grupo compacto y a buen ritmo.

Junto al camino este peirón nos recuerda el paso de San Vicente Ferrer por estas tierras, por eso es el patrón de esta pedanía de Cortes.

El peirón se ubica en un mirador con vistas hacia San Vicente, en el que nos entretenemos un rato.

Desde el mirador no sólo nos fijamos en San Vicente. La cercana sierra de Gúdar también llama nuestra atención con dos de sus cimas más emblemáticas: Peñacalva con esa peculiar y característica forma de muela y el Cabezo de las Cruces a la derecha.

Vista panorámica desde el mirador de San Vicente.

Después de algo más de kilómetro y medio por la carretera, la abandonamos por la derecha...

...y cogemos un sendero.

Es un estrecho sendero que culebrea entre pinos.

Enseguida empezaremos a descender hasta desembocar en el barranco de Palos.

"A veces tengo ganas de estar muerto
para sentir, bajo la tierra húmeda de mis jugos,
que me crece una flor rompiéndome el pecho..."

                                               Nicolás Guillen 

Seguimos descendiendo. Llegamos a escasos metros de la aldea de La Artejuela, pero el GR no pasa por ella. Nos desviamos en este poste que nos bajará por una bonita senda de herradura, hasta el barranco de Palos. En este punto, dejamos el término municipal de Cortes de Arenoso y entramos en el de Arañuel, aunque en un corto tramo.

Las bajadas son lo que peor lleva Ramón, sobre todo alguna con piedra suelta o excesiva pendiente; pero con la inestimable ayuda de Paco, las supera con soltura.

Da gusto caminar por el Alto Mijares. La vegetación lo cubre todo.

El camino serpentea y nos deja en el barranco de Palos.

Barranco de Palos.



El barranco en este punto adquiere unas dimensiones espectaculares.
Aprovechamos para almorzar en este incomparable escenario, porque desde aquí comienza una fuerte subida que nos hará ponernos las pilas y atarnos los machos. También en este punto dejaremos la compañía de Ramón, Paco y Xavi porque tenemos algo de prisa y ellos van algo más lentos.



Continuamos pues nuestro camino. Pasamos junto a este pino con estas setas yesqueras que llaman nuestra atención.

Caminaremos unos metros por el lecho del barranco y saldremos por un senderillo que asoma a la derecha, casi imperceptible.

Una vez salimos del barranco no dejaremos de subir durante un buen rato. Salvaremos un desnivel de unos cuatrocientos metros en poco más de dos kilómetros.

Mi sombra (lo de buena o mala lo dejo para los demás).

Mientras subimos, hacemos alguna parada para descansar un poco. Entre el ramaje, acertamos a ver algunas casas de la Artejuela.

Salimos a esta pista y llaneamos unos metros, lo que nos da un respiro. Pero aún no hemos acabado de subir.

Como digo, apenas unos metros y vuelta a subir. No es un camino de herradura, por lo que es bastante vertical y no se adapta al terreno para salvar el desnivel de forma más suave.

El sendero va salvando ribazos, antaño ocupados mayormente por olivos.

Encontramos algún pino caído que tenemos que salvar como buenamente podemos.

Seguimos en constante subida, pero entre pinos.

Perfil de sobra conocido, omnipresente siempre desde cualquier parte.
Su presencia nos gusta y nos anima.

Parece que la subida no termina nunca. Pero como todo en esta vida, la subida también tiene fin.

Salimos a una pista junto a este pequeño hito que sujeta de mala manera una placa del GR-7 caída de algún árbol.

Esta es la pista por la que llanearemos un buen tramo y relajaremos las piernas del esfuerzo realizado en la fuerte subida que hemos hecho.

Como os dije más arriba, volvemos a ver el caserío de San Vicente, pero ahora desde la distancia, entre el ramaje de los árboles.

Encontramos restos de corrales en la zona. Éste es uno de ellos.

Salimos a la carretera de Montanejos a Cortes. Esta carretera era una pista, que fue asfaltada. Aproximadamente, recorreremos dos kilómetros por ella.

Tras esos dos kilómetros, abandonamos la carretera por este sendero que desciende bruscamente.

Por eso habremos de bajar extremando las precauciones.

Cruzaremos una pista varias veces. Ésta.

 Por aquí otra vez.

  Y nuevamente por aquí.

Abandonamos definitivamente la pista en esta senda que vemos indicada con un hito.

Iniciamos una senda en subida que nos llevará al plano Gimeno.

Junto a la senda, otro corral en ruinas.

Llegamos definitivamente al plano Gimeno.

 La pista que llevamos acaba aquí, junto a este poste direccional. En él enlazaríamos con el sendero de la Copa, que seguiríamos a la izquierda. Nosotros nos vamos por la derecha.

Seguimos el GR-7 en descenso por una bonita senda, casi toda ella entre pinos.

En los claros de los pinos, podemos disfrutar de bonitas vistas: el Morrón de Campos a la derecha.
Al fondo, Santa Bárbara de Pina.

La senda desemboca en una pista. Aquí enlazamos con otro sendero local. Se trata de la senda de los Estrechos. Seguimos por la izquierda.

Acercamos con el zoom la cima de Santa Bárbara. Ese conglomerado de antenas afea mucho su cima, pero le confiere una silueta inconfundible.

Seguimos la pista que nos llevará a Montanejos.

En los tramos con más pendiente, la pista está cementada.

Dejamos la pista junto a este poste.

El sendero nos deja en un camino en las proximidades del polideportivo.

Nos dirigimos hacia Montanejos cruzando el puente sobre le Mijares.

Aprovechamos para disfrutar de este bonito tramo del río.

Y acabamos nuestra ruta en la plaza de España de Montanejos.

Bonito tramo de GR-7 éste que hemos realizado. Sin ser de un kilometraje excesivo, tiene elementos más que suficientes para recomendarlo. El problema es que se trata de una ruta lineal y tendríamos que disponer de al menos dos vehículos para poder realizarla.

La ruta en el mapa.

La ruta en Wikiloc.

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Os dejo el capítulo de la serie del GR-7 que Casiaventurilla Televisión dedicó a esta etapa. Vale la pena detenerse a verlo.

Mi película.