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martes, 9 de julio de 2019

PEDRALBA: RUTA DEL PALMERAL (6/7/2019)

Ante los calores que se preveían, buscamos una ruta cercana, corta y que nos permitiera acabar pronto. Pensamos en Pedralba por proximidad, por el Turia y por la ruta del Palmeral que reunía las condiciones que buscábamos.


Se trata de un sencillo recorrido en Pedralba que transcurre por la ruta marcada como Nº 3 "Ruta del Palmeral" de este municipio. El recorrido se encuentra marcado con señales de color azul, estacas de madera y postes direccionales en los cruces que nos ayudan a seguir la ruta con facilidad. La ruta está hecha en sentido contrario a las agujas del reloj. Tiene dos partes claramente diferenciadas. La primera (aproximadamente la mitad del recorrido) transcurre básicamente paralela al Turia, aunque éste es poco visible debido a la vegetación. Este tramo se caracteriza por la exuberante vegetación de ribera que encontraremos, que hace que haya tramos donde parece que estemos en una selva. Una vez dejemos la compañía del río, nos encontraremos una vegetación típica de terreno de secano, con bancales de olivos, algarrobos, almendros...muchos en estado de abandono y otros aún en labor y sin sombra que nos cobije. 


Todos sabemos lo pronto que amanece en verano.
 Pues fijaos en esta ocasión lo pronto que sería que aún no había amanecido cuando marchamos. Y otro pensamiento que me vino a la cabeza es cómo acabaría el día. En muchas ocasiones nos pasa que un día que comienza bien se nos tuerce y acaba fatal. Eso es la vida. ¿Será hoy uno de esos días?


Antes de las siete de la mañana ya estábamos en el inicio de la ruta, aquí junto a la gasolinera que se encuentra a la entrada de Pedralba por la CV-370.


En este pequeño ensanchamiento de la carretera dejamos el coche.



Y nos hacemos la foto de grupo. Rafa (der.) y servidor (izq).
 No es que estemos reñidos, o que nos haya abandonado el desodorante, o que se nos haya ido la cabeza (bueno, un poco sí). Es que nos falta Emilio Romero para completar el trío. Hoy no ha podido venir y le echamos de menos.



Justo en la gasolinera encontramos la primera pala de las muchas que veremos en todo el recorrido. "Ruta del Palmeral. Nº 3".


Cruzamos la carretera y giramos a la derecha por una pista asfaltada.




Vamos subiendo y tenemos a la derecha una bonita vista del valle.



Apenas giramos la primera curva a izquierda, subimos por este camino empedrado y dejamos la carretera, aunque por ambos sitios llegamos hasta la ermita de Ntra. Sra. de Luján.


Pasaremos junto a estas ruinas.



 Y saldremos aquí de nuevo a la carretera asfaltada que dejamos antes.



Este panel nos informa sobre esta ermita que tiene la curiosidad de estar dedicada a Ntra. Sra. de Luján, patrona de Argentina.



Moderna ermita de Ntra. Sra. de Luján, construida por los vecinos de Pedralba.



Y éste es el interior de la misma. La Virgen que preside el altar fue traída de Argentina en 1969.



Bordeamos la ermita por su izquierda para acercarnos al borde de la colina donde se ubica hasta llegar a unas antenas de telefonía. De camino vemos esta imagen aérea del río Turia a su paso por Pedralba.



Y estas son las antenas de las que os hablé. No hemos venido a verlas a ellas, que no nos gustan mucho. Hemos venido a ver Pedralba desde lo alto.



Pedralba desde el cerro de la ermita de Ntra. Sra. de Luján.




Retomamos la ruta. Volvemos a la explanada de delante de la ermita y seguiremos por un camino a la izquierda.


Estas estacas nos van a ir guiando durante todo el recorrido y asegurándonos que llevamos el camino correcto.



El camino nos llevará hasta la circunvalación de Pedralba.
En el camino, disfrutamos del colorido de las buganvillas, exuberantes.


Otras flores le hacen la competencia y también captan nuestra atención.
Nos gusta la belleza en todas sus manifestaciones.




Llegamos a la rotonda de la circunvalación y la bordeamos por la derecha.



Tras salir de la rotonda seguimos este camino a la derecha.


Otro poste nos guía. La ruta no tiene pérdida.



Dejamos el camino y seguiremos este sendero a la izquierda.



Iremos encontrando estas estacas en el recorrido que nos indicarán la dirección a seguir.



El sendero nos adentra en un tupido y bonito barranco.


                                   Multitud de arbustos de adelfas colonizan el barranco.
           En su honor y por su belleza os escribo este poema de Federico García Lorca.

Me miré en tus ojos
pensando en tu alma.

Adelfa blanca.

Me miré en tus ojos
pensando en tu boca.

Adelfa roja.

Me miré en tus ojos.
¡Pero estabas muerta!

Adelfa negra.


En algún tramo, el lecho presenta esta formación rocosa tan singular.



A tramos vamos por dentro del cauce seco; a tramos paralelos a él porque la vegetación es abundante e impide su paso por allí


 Encontramos esta pareja de flores de adelfa, juntas y felices para siempre, hasta que el tiempo las marchite y mueran.


Aunque la ruta no presenta dificultades de nivel considerables, algún tramo como el de la foto lo bajamos con tranquilidad.


Este es de subida.




En una zona con vegetación tan diversa, la diversidad animal también es importante, por ejemplo, los insectos. Vimos muchas libélulas. Ésta la pudimos fotografiar por suerte. Nos encantan los bichitos. Nos gustaría tener alguno y cuidarlo como se merece.





Terminado el barranco, el sendero transcurre paralelo al Turia. La exuberante vegetación nos lo impide ver, pero sabemos que está ahí porque oímos el rumor del agua correr buscando el ansiado mar.



También nos hablaban de la cercanía del río algunos ejemplares de chopo de ribera de gran porte.
Ellos llevan viendo correr las aguas del río desde hace muchos años.


El sendero es muy bonito, selvático, sombrío, húmedo...


Llegamos a este punto de la ruta. A la derecha vemos una valla de madera. El poste nos indica giro a la izquierda. Al parecer, es posible seguir por el sendero que cierra la valla en determinada época del año en el que no molestamos la nidificación de águila perdicera que por lo visto tiene su nido en una de las paredes verticales de ese tramo de río. En esta época si que se puede pasar, pero nosotros decidimos seguir el sendero oficial que nos deriva hacia la izquierda.



Subimos por este amplio camino. Nos alejamos ahora de la orilla del río, aunque volveremos luego otra vez.



Y llegamos a este poste. Seguimos hacia la derecha dirección "Corral del río".



Seguimos el camino, también cómodo y ancho.


 Nueva estaca que nos indica el camino a seguir. Izquierda. Este sendero nos devolverá a la orilla del Turia.


 El sendero nos desciende de manera sencilla al río.


Vemos entre el ramaje tramos de río.


También miramos hacia arriba. Siempre hemos de mirar en todas direcciones: hacia el suelo, para no tropezar; de frente, para ver lo que tenemos delante y hacia arriba para saber lo que tenemos por encima de nosotros. Es así como tendremos una visión más completa de la realidad.

Mirando hacia arriba observamos las altas paredes que nos rodean,





Este es el mirador de las Hoces en el que estuvimos en el año 2016, recorriendo la ruta de La Pea.
Aquí lo vemos desde la parte de enfrente en el cauce del río.


Y este es el mirador desde arriba.


Nos acercamos a la orilla para contemplar desde ella el río. Aquí tenemos una buena vista de él.
No podemos evitar que venga a nuestra memoria la célebre copla nº III  (Coplas a la muerte de su padre) de Jorge Manrique:

Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar,
que es el morir
allí van los señoríos,
derechos a se acabar 
y consumir.

 Acertada comparación del poeta que nos muestra con esta bella imagen cómo nuestra vida corre, sin poder detenerse, hacia su destino final. Así como el agua va arrastrando en su camino diferentes materiales, nosotros vamos arrastrando en nuestras vidas diferentes vivencias, unas buenas, otras malas...Al final, todas ellas las llevaremos con nosotros a ese mar último y definitivo.


¿Estará el contemplativo Rafa pensando en lo mismo que yo?



Seguimos nuestro camino paralelo al río, aunque pronto dejaremos su compañía, pero seguiremos como él fluyendo hacia el mar.


Otro precioso y espectacular bichito nos ha seducido. Tiene tonalidades metálicas que le dan un encanto especial. Se mantiene quieto para mostrar todo su encanto. Nos mira fijamente. Nos ha atrapado definitivamente.




Otro paraje donde podemos contemplar el río de manera más generosa.





A veces nos toca salvar obstáculos inesperados, como en la vida diaria. En ambos casos, hemos de sortearlos lo mejor que podamos.


Llegamos a este cruce con otro poste direccional. Aquí abandonaremos definitivamente el río y comenzaremos una segunda parte del recorrido que no se parece en nada al tramo que acabamos de recorrer.


Cercano al poste, este panel informativo nos habla de las construcciones de piedra en seco, técnica popular de construcción que ha quedado relegada al recuerdo, al pasado, un pasado no muy lejano pero del que apenas quedan restos. Está bien intentar conservar los pocos que quedan para dejar constancia de un tiempo pasado en el que este tipo de construcciones fue necesaria e importante.



A escasos metros del panel un primer ejemplo de construcción de piedra en seco. Se trata de este muro alrededor de una balma de la montaña para servir de refugio de ganado.



Como dije, iniciaremos un nuevo tramo caracterizado por el cambio de vegetación, aunque los primeros metros aún sean con buena sombra. Eso sí, iremos subiendo poco a poco.


En esta segunda parte de la ruta, cambiaremos la vegetación de ribera por vegetación de secano: almendros, olivos, algarrobos...y arbustos de monte bajo (murta, palmito, coscoja, durillo, cornicabra, lentisco...)Algarrobas en racimo, aún verdes.


Pasaremos por una zona que se está recuperando de un reciente incendio.



Vamos subiendo por una vaguada. En mitad de la misma, encontramos otro ejemplo de construcción de piedra en seco. Se trata de este azud que servía para regular el caudal del torrente.


Este poste que vemos nos deriva a la pista que vemos a la izquierda y por la que continuaremos ahora.


En este tramo encontraremos también, asociados generalmente, un recinto cerrado para refugio de conejos y una balsa para animales.


Esta construcción de piedra en seco bien podía ser un cachirulo o refugio de pastor.


En la lejanía, vemos la silueta del pico Ropé.



Más a la izquierda del Ropé, los Cinco pinos.



Otro conjunto de conejera y balsa.


Seguimos ahora por la pista. Ya no abandonaremos este tipo de terreno.



Y una balsa más que sirve de bebedero a los animales. Con estos calores lo agradecerán. También ponen de manifiesto la afición cinegética de los pedralbinos.



En este cruce giraremos a la derecha, pero hemos pensado que mejor parar un poco y almorzar antes de seguir camino.



Buscamos la sombra de un pino que nos cobije del justiciero sol que ya calienta de lo suyo y eso que es pronto. Y nos disponemos a almorzar. Aquí también echamos de menos a nuestro amigo Emilio Romero.


Tras almorzar, seguimos nuestro camino enfilando ya el tramo final de nuestra ruta de hoy.



Una nueva balsa.



Os diréis: ¿Y éste para qué pone las sombras?
Os diré que ellas llevan sus conversaciones ajenas a las nuestras. Ellas hacen la ruta paralelamene a la nuestra y van hablando de sus cosas y nosotros de las nuestras.


Al final del camino vislumbramos ya alguna casa de Pedralba.



Otro panel informatvivo que nos ilustra sobre la zona que estamos recorriendo.



Pasamos junto a estos corrales.



Ya tenemos a la vista la iglesia de la Purísima Concepción. Y las casas de Pedralba desplegándose a su alrededor.




Callejeamos por sus tranquilas calles.




Y por la calle Terreno, que como veis estaba en obras...



Llegamos al final de la ruta de Hoy.
Si mi memoria no me falla, creo que es la ruta en la que hemos acabado más pronto. Eran las 10,30 y habíamos terminado el recorrido, además sin prisas. Aún nos dio tiempo de dar un paseo por el pueblo y buscar un horno.

Te puede interesar:


La ruta en el mapa.




La ruta en Wikiloc.

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Película.



2 comentarios:

  1. Hola Emilio...
    Una sencilla,pero atractiva ruta la que nos has mostrado y que apunto estuve, hace un par de meses de hacer y ha vuelto a quedar en la agenda.Con este recordatorio tuyo,creo que la pondré para el inicio del curso senderista 2019-2020,en septiembre.Para comenzar suave,aunque en mi caso tengo la escapada veraniega en agosto a Aigües Tortes,que se presenta muy atractiva...
    Muy buenas partes de senda por esa ribera del Turia.Ese barranco con esas moles redondeadas,me han parecido un camino de herradura,pero de gigantes...jejeje.
    Pronto comenzasteis la ruta y pronto la acabasteis,incluso parando a almorzar,buena opción hubiera sido acabar y almorzar en algún bar de Pedralba,lo tendré en cuenta a ver...jejeje.

    Un abrazo.

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  2. ¡Hola, Juane! Sí, una bonita ruta. Para época de calor, tal vez mejor hacerla al contrario, así la zona de más vegetación se queda para el final y protege del sol. Ha sido récord de rapidez. Ciertamente, al acabar, hablamos de que podíamos habernos esperado a almorzar en cualquier bar del pueblo. A la próxima.
    Un abrazo.

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