Nuevamente volvemos a Espadán para realizar otra clásica de esta sierra que nos lleva a disfrutar de elementos tan emblemáticos como la mina del Socavón, el castillo de Castro, la nevera de Castro y el vértice geodésico del pico Nevera. Tuvimos que cambiar la idea original por culpa de una cacería de jabalí por la zona por donde iba a transcurrir un tramo de la ruta que teníamos pensada. Nos tocará volver otra vez para realizarla, pero no nos importará en absoluto, vale la pena.
Nuestro punto de inicio se encuentra en la explanada que hay junto a la piscina municipal de Chóvar en la entrada de la localidad. Esta ruta transcurre por los términos de Chóvar (Alto Palancia) y Alfondeguilla (Plana Baja).
Foto inicial de grupo, aunque luego nos dividimos en dos.
Antes de iniciar el recorrido, nos centramos en el Bellota, cuya peculiar forma cónica siempre nos llamó la atención.
Y a la salida del pueblo, encontramos este camino cementado y una pala direccional (PR-CV 138) a partir de la cual marcamos el inicio de la ruta en nuestro GPS.
Enseguida nos topamos con el vacío y antiquísimo embalse de Ajuez, construido en el S. XII.
Seguimos por el camino, ahora ya de tierra, que nos adentra hacia el barranco de Ajuez del que recibe sus aguas el embalse que lleva su nombre. Nos llama poderosamente la atención la punta del Castellet en el centro de la foto.
La presencia de helechos en un tramo del recorrido es señal inequívoca de que tenemos mucha humedad y por lo tanto, una fuente cerca.
Así es, a escasos metros del sendero, escondida entre la vegetación, en pleno barranco, la fuente Fresca muestra el escaso caudal debido a la sequía que padecemos últimamente.
Algunas conocidas cimas de la Calderona se nos perfilan en el horizonte. Por ejemplo, el pico del Águila.
O el Gorgo.
Vamos alcanzando altura a la vez que disfrutamos de este especial paisaje donde el rodeno es el rey.
Ante este panorama espectacular es inevitable que nos detengamos a captar con la cámara el amplio horizonte que se abre ante nosotros.
Seguimos subiendo y nos desviamos a la izquierda en este poste para acercarnos a la mina del Socavón.
Un poco más abajo nos encontramos con este panel que nos ofrece referencias históricas de esta explotación minera que extraía cinabrio para la obtención de mercurio.
Y también, en la lejanía, frente a nosotros, el gegant, compañero nuestro en tantas y tantas rutas por estas bellas tierra de Castellón.
Y con el zoom acercamos, casi hasta tocarlo con nuestras manos, la población de Castillo de Villamalefa.
Y llegamos a este punto en el que habremos de tomar la decisión de meternos de lleno en la zona de cacería o renunciar a la variante que deseábamos realizar y seguir por la pista camino del castillo de Castro. Esta opción ya la conocemos. Por eso, nos gustaba esta variante que nos llevaría hasta el castillo por otro tramo más vistoso hasta enlazar con la subida clásica al castillo poco antes de llegar hasta él.
Iremos de nuevo por la pista.
Pasamos junto al desvío de subida hacia el nevero de Castro. A la vuelta del castillo, lo tomaremos para subir hasta allí.
Y ya, aparece ante nosotros la espectacular proa del castillo de Castro. Inexpugnable desde esta perspectiva.
Tras seguir la pista durante algo más de un kilómetro, en una curva a la izquierda, encontramos el inicio de la subida al castillo.
Llegamos a este collado en el que hubiéramos enlazado en caso de haber realizado el trazado que queríamos en un principio. Sólo nos queda el último tramo de ascenso.
Entramos al recinto interior del castillo por este paso abierto en la muralla. Por cierto, bastante concurrido como suele ser habitual.
Y accedemos a la explanada del castillo, por donde se extienden los restos de las estancias del recinto amurallado.
Una vez aupados en la atalaya, nos disponemos a disfrutar de las vistas en 360º que este imponente espolón rocoso nos proporciona.
Hacia el norte, muy cerca de nosotros, el puntal de Artana que visitamos hace dos semanas.
Y el imponente perfil del Font de Cabres.
Desde el castillo, también tomamos este zoom del nevero, al que iremos a continuación.
Tras disfrutar del castillo, del almuerzo y de las vistas, nos toca descender. Lo haremos con cuidado ya que la bajada con mucha piedra suelta, nos puede hacer resbalar.
Desde esta perspectiva, el castillo aparece completamente mimetizado con el espolón en el que está perfectamente integrado.
Ahora sí que cogemos la senda.
Ascendemos por la empinada senda que pondrá a prueba nuestras piernas; nuestro corazón, que ahora palpita con mucha más fuerza y frecuencia y nuestros pulmones más abiertos ahora para recibir más aire que nos permita subir en mejores condiciones.
En el panel podemos informarnos de esta actividad ya desaparecida, pero que forma parte del acervo cultural de esta sierra.
Tras la visita a la nevera, seguimos el sendero hacia arriba y nos lleva hasta una pista forestal.
Y aquí lo tenemos: Nevera, 856 msnm.
Retornamos a la pista y volvemos por donde vinimos. Ahora descenderemos por la pista en dirección a Chóvar, el camino del Hembrar.
Y tres emblemas de Espadán reunidos en una misma foto, de derecha a izquierda: puntal del Aljub, Bellota y Carrascal.
Se celebraba una carrera de montaña en Eslida y con nuestro zoom captamos este arco de paso por uno de los puntos de control.
Y aquí lo tenemos. La escasez de agua también la nota este humilde embalse. Además parece ser que tiene alguna grieta.
Una buena comida en Soneja puso punto y final a este magnífico día, como suele ser habitual.
La ruta en el mapa.
La ruta en el mapa.
La ruta en Wikiloc.
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¡Hola Emilio!
ResponderEliminarParece que os habéis aficionado a visitar minas... jejeje
Ruta muy bonita con unos senderos y unas vistas geniales.
Veo que ahora si, por fin, has vuelto a tu rutina de rutas y comilonas, señal que la rodilla se ha recuperado.
Un abrazo.
¡Hola, David! Sí, nos hemos hecho mineros. Todo lo que se encuentre en esta bonita sierra de Espadán nos gusta mucho. Magnífica sierra donde las haya. Y, por supuesto, no hay que perder las buenas costumbres.
EliminarUn abrazo.
Hola Emilio
ResponderEliminarChulísima esa ruta, me gusta mucho el Castillo de Castro, sus vistas son magnificas, nosotros incluso lo elegimos una vez para una ruta nocturna y lo aprovechamos para dormir allí...que recuerdos mas buenos.
Además esas sendas entre el castillo y la nevera....lo dicho una ruta muy guapa!!!
Espadán es así.
Un abrazo
Jose
TROTASENDES BENICALAP
¡Hola, Jose! Preciosas las vistas desde el castillo de Castro. Inmejorable atalaya para disfrutar del paisaje. Aún recuerdo vuestra crónica de la ruta nocturna. Espadán se disfruta igual de día que de noche.Sin duda.
EliminarUn abrazo.
Hola Emilio.
ResponderEliminarEl Embalse y Barranco de Ajuez, el Castell de Castro, la Nevera, la pasada actividad minera de la zona de Chóvar...cuantos estandartes de Espadán reunidos en una misma ruta!!, además de gozar de un día azul para disfrutar más si cabe de todos esos lugares y vistas. Una gran ruta!!, esa zona nunca decepciona.
Un abrazo.
¡Hola, Dani! Ciertamente es una ruta muy completa, ya que como muy bien comentas, reúne en una misma ruta todos esos elementos que citas y que son emblema de esta preciosa sierra.
EliminarUn abrazo.
Hola Emilio...
ResponderEliminarGratisimos recuerdos tengo de ese Castillo de Castro,ya que fue una de las primeras rutas que hice,allá por 2010,desde Alfondeguilla.
Desde luego que buenísima combinación,con ese Barranco de Ajuez(que es otra maravilla),pasando por la Nevera y el Vértice.
Lastima que la cacería os hiciera cambiar un poco el plan,pero aun con ese inconveniente,la ruta es de las de disfrutar plenamente de la Sierra de Espadán y si rematas con una buena comida,pues mucho mejor...jejeje.
Un abrazo.
¡Hola, Juane! Ruta muy completa por esta sierra con elementos verdaderamente recomendables como son el barranco de Ajuez o el castillo de Castro, verdaderos emblemas de esta sierra. Lástima que no pudimos completar la ruta que llevábamos en mente. Intentaremos hacerlo en otra ocasión.
EliminarUn abrazo.