Os propongo una ruta sencilla, que os hará disfrutar de diferentes parajes de Montanejos, alguno de ellos bastante emblemático: pasaremos primero por la cueva Negra; a continuación, nos dirigiremos hasta la presa de Cirat, donde disfrutareis de unas espectaculares vistas del Mijares; luego, nos acercaremos a la base del estrecho de Chillapájaros, donde contemplaremos absortos las verticales paredes que se elevan a más de ochenta metros; finalmente, nos dirigiremos a la conocida, archivisitada, fuente de los Baños, donde además de disfrutar del bello paraje, podremos refrescarnos en sus cristalinas y termales aguas que allí brotan. Así mismo, podremos beber de sus minerales aguas.
Se trata de un recorrido sencillo, sin excesivos desniveles ni dificultades que se adapta a todos los públicos y puede convertirse en un recorrido muy atractivo.
Comenzamos nuestra ruta, a temprana hora, en la plaza de España de Montanejos.
Podemos cargar aquí el agua.
En esta ocasión tengo el placer de estar acompañado por mi hija Mª Carmen, que me acompaña de verano en verano.
Nos dirigiremos por la Avenida Fuente de Baños dirección a Carretera de Valencia.
Pasamos junto a la fuente de la glorieta.
También podemos avituallarnos de agua en esta fuente.
Poco antes de enfilar la salida de la población encontramos esta otra fuente, la del "león", donde también podríamos llenar la botella.
Ya en la carretera, dirección a la fuente de Baños, el paisaje que nos envuelve nos anima a pasear por la montaña y disfrutar de este bonito entorno.
En filamos el puente sobre el Maimona, afluente del Mijares que desemboca en este punto.
El edificio del fondo es el albergue "El Refugio".
Cruzando el puente, a nuestra izquierda, el barranco de la Maimona, con sus verticales paredes.
A nuestra derecha, seguimos viendo la Copa.
Tras pasar el puente, avanzamos unos doscientos metros más por la carretera (CV-20) y nos encontramos con el inicio de la senda. Así pues, seguimos a la izquierda comenzando la senda.
Recorreremos un tramo en el que coinciden la senda de los Estrechos, la senda de la Bojera y la de la cueva Negra.
Unos metros más arriba encontramos este otro poste direccional que seguiremos a la derecha. A la izquierda nos dirigiríamos al puntal de los Castillejos.
Este antiguo camino de herradura aún conserva en algunos tramos el empedrado original. Y eso nos gusta.
Avanzamos por la pinada y entre los pinos se asoma la inconfundible silueta del Morrón de Campos.
La brecha del estrecho de Chillapájaros también la podemos ver.
Más tarde iremos hasta su base.
Nos topamos con el poste del desvío a la cueva Negra. Dejaremos pues la senda momentáneamente y subiremos hasta la cueva, nuestro primer objetivos del día.
La senda está bastante mejor que antaño, cuando la subida era más por libre. Ahora la senda está más definida, aunque hemos de tener cuidado en algún tramo, sobre todo al bajar, ya que hay piedra suelta y podemos resbalar.
Llegamos a la entrada de la cueva. Ahora decidimos nosotros si bajamos o no. Todo lo que hay en la cueva lo vemos desde esta amplia boca, por lo haremos lo que mejor nos parezca.
Una muestra más de lo poco que cuidamos el entorno natural. Por desgracia, la cultura ecológica aún no se ha implantado en nuestro país. Nos falta mucho todavía.
Foto de familia en la entrada de la cueva.
En las paredes de la cueva podemos observar enganches y anclajes para escalada.
Bajamos de la cueva y retomamos la senda que llevábamos.
Caminamos siempre entre pinos. La sombra se agradece.
En este punto, abandonaremos el sendero que llevamos y nos desviaremos a la derecha; a pesar de que la señal nos indica camino equivocado. Los muros de un derruido corral nos ayudan a distinguir el cruce.
Esta senda, que a mi me parece más un arrastre de pinos, nos bajará hasta la carretera CV 20.
En este punto, "el primer túnel", salimos a la carretera y seguiremos por la izquierda unos doscientos metros cruzando el túnel que vemos.
Prácticamente a la salida del túnel encontramos esta señal. Nos indica por donde dejaremos la carretera para desviarnos a la presa de Cirat.
Bajamos por este camino empedrado, que en algún punto se completa con escalones que facilitan la bajada.
Enseguida veremos el dique de la presa.
En esta presa, se entuba el agua por un lateral y se canaliza hasta la central de Cirat. De ahí su nombre.
Y llegamos hasta la parte superior del dique. Aquí disfrutamos de un bonito paisaje y algo de viento favorecido por el encajonamiento del estrecho de Chillapájaros.
Resulta fácil encontrar en la presa a grupos haciendo rafting con alguna de las empresas de multiaventura de la zona.
Por este lugar que veis en la foto, giraremos a la izquierda para seguir un sendero que transcurre paralelo al embalse y bajo las elevadas paredes del estrecho.
Es un bonito sendero en el que disfrutaremos de bonitas perspectivas.
El estrecho de Chillapájaros.
Atravesamos este corto túnel (se puede hacer sin linterna).
Y continuamos por la senda.
Nos acercamos al profundo tajo que el río ha excavado en esta zona.
Nos encontramos justo enfrente de los miradores que hay en el túnel de la CV-20.
En esta zona también encontramos vías de escalada.
El sendero termina aquí. Ya no es posible continuar más. Hemos de dar la vuelta y volver por el mismo camino.
Como se aprecia, la frondosidad y exuberancia de la vegetación hace que parezca que estemos en el trópico.
Levantamos la cabeza para apreciar la altura que las paredes del estrecho alcanzan en este punto.
La mismas vistas pero ahora al revés.
El mirador de la carretera, justo antes de la entrada al túnel.
De nuevo volvemos al dique de la presa.
Ahora, cogeremos una senda que parte desde el extremo del dique y que nos llevará hasta la fuente de los Baños.
En este tramo que iniciamos ahora, también es habitual avistar cabras.
La senda es también muy agradable de caminar.
En este punto, nos desviamos a la derecha unos metros para acceder al abrigo de Rufino, una oquedad en la roca utilizada antaño para resguardo de ganado.
En este punto, nos desviamos a la derecha unos metros para acceder al abrigo de Rufino, una oquedad en la roca utilizada antaño para resguardo de ganado.
Desde la senda de acceso podemos ver el Mijares.
Y en la entrada, otra muestra más de incivismo ecológico.
Este es el abrigo de Rufino visto desde la carretera.
El Morrón de Campos desde el interior del abrigo.
Interior del abrigo de Rufino.
Y volvemos de nuevo por donde hemos venido, para recuperar la senda que llevábamos.
Acometemos ya el último tramo de senda.
Acometemos ya el último tramo de senda.
En los últimos metros de recorrido, antes de salir a la fuente de baños, encontramos restos de todas clase junto a la senda. Al parecer se utiliza este tramo como water, y eso que en la fuente de Baños se dispone de servicios.
Un pañal al medio del camino, una muestra más de que nos importa muy poco mantener limpio el entorno natural (el urbano tampoco es que lo mantengamos mucho). También existen contenedores en la zona para poder tirar los residuos. Pero parece ser que tirados por ahí es más sencillo.
Salimos a la fuente de los Baños. Giramos a la derecha.
Nos dirigiremos hasta la fuente para disfrutar de este bello entorno y bañarnos si así lo deseamos.
La fuente de los Baños.
Después de un tiempo en el que hubo una fotografía, se ha vuelto a recuperar el panel cerámico que cubre la puerta del manantial.
Paraje de la fuente de los Baños.
Lugar idílico donde los haya (siempre y cuando no esté lleno de gente).
Tras disfrutar de este entorno privilegiado, retomamos el camino para regresar a Montanejos.
Para ello no tendremos más que seguir el camino cementado que transcurre junto al río y que sin pérdida nos llevará hasta la población.
Para ello no tendremos más que seguir el camino cementado que transcurre junto al río y que sin pérdida nos llevará hasta la población.
El camino es muy agradable, disfrutando mucho del entorno.
En la foto, la Copa.
En la foto, la Copa.
Caminar junto al río nos relaja.
Encontramos mucho rincones donde deleitarnos.
El río transcurre mansamente en este tramo y nos muestra su transparencia en todo momento.
El Morrón de Campos.
El puntal de los Castillejos.
Por aquí accederíamos al polideportivo. Nosotros seguimos de frente.
Pasamos junto a esta zona de picnic.
Y en este punto, tenemos dos opciones que nos llevan al mismo sitio. Podemos seguir por la derecha siguiendo el camino cementado, o hacerlo por la izquierda por un camino de tierra.
Ambos llevan hasta el paraje conocido como el "machón". Nosotros optamos por ir por la izquierda, camino menos transitado.
Ambos llevan hasta el paraje conocido como el "machón". Nosotros optamos por ir por la izquierda, camino menos transitado.
En algún tramo las cañas amenazan con cerrar el paso (ya lo han hecho alguna vez).
El río nos acompaña en todo momento.
La limpieza del agua nos invita a bañarnos.
Las carpas campan a sus anchas.
El Mijares les proporciona un hábitat muy favorable.
El Mijares les proporciona un hábitat muy favorable.
Este desvío nos llevaría a la fuente de la Cerrada, entre huertos.
Nosotros continuamos.
Nosotros continuamos.
Y llegamos al "pontet". Seguimos por la derecha.
Este punto es muy utilizado como zona de baño.
Al fondo, el machón.
Al fondo, el machón.
Vista desde el pontet.
El machón (pilar de piedra).
Subimos por aquí.
Cruzamos la CV-20 y subimos por la empinada calle.
Al final de la cuesta, giramos a la izquierda, enfilando la recta final que nos lleva hasta la plaza.
Plaza de España, punto y final de la ruta.
La ruta en Wikoloc.
Hola Emilio!!. Corta pero desde luego preciosa ruta la que nos muestras; sin duda la habrás disfrutado con tu hija, mejor compañía imposible. El Mijares a su paso por Montanejos, desborda belleza que tu sabes mostrar utilizando gran variedad de caminos y sendas.Lástima como has recalcado en varias ocasiones en esta y otras jornadas, el largo camino que nos queda todavía sobre concienciación ecológica, pero espero y deseo que entre todos,y en especial los que divulgamos estos parajes; pongamos nuestro granito de arena para "abrir" los ojos a todos los que se acercan a la naturaleza.
ResponderEliminarUn abrazo
¡Hola Álex! La verdad es que Montanejos ofrece multitud de posibilidades en cuanto a sendas se refiere. Todas ellas de excelente valor paisajístico. Es relativamente fácil la combinación de varias de ellas con el éxito garantizado, como es el caso de la que presento ahora. En cuanto a la conciencia ecológica, espero que entre todos aportemos un granito de arena para hacer posible que surja una montaña que posibilite, de una vez por todas, que la conciencia de la gente cambie y asumamos la necesidad imperiosa de conservar nuestro medio ambiente para que las generaciones venideras no se vean privadas de disfrutarlas.
EliminarUn abrazo.
Hola Emilio.
ResponderEliminarQué más se puede pedir, caminar por esas sendas y paisajes que tanto te gustan y además hacerlo en compañía de tu hija.
Con respecto a lo de los desperdicios encontrados, más que concienciación lo que hace falta es educación ecológica, nosotros podemos aportar, como bien dice Alex, nuestro granito de arena denunciando estas cosas, pero el paso más importante sería que desde las instituciones se empezara en serio a impartir y fomentar en la sociedad una buena y mejor educación medioambiental, sobre todo a las nuevas generaciones, la naturaleza nos lo agradecerá.
Un abrazo.
¡Hola Dani! Disfrutar en Montanejos es muy fácil. Como he dicho a Älex, hay tantas posibilidades y todas buenas, que cualquier opción es válida. En cuanto a concienciación y educación ecológica, para mí es lo mismo. Se trata en cualquiera de los casos de que seamos capaces de dejar aquellos lugares que visitamos igual, o mejor, que cuando llegamos a ellos, intentando alterar en el menor grado posible el medio natural. Aún falta mucho, sobre todo en el ámbito institucional, pero como docente, puedo decirte que la educación medioambiental es uno de los caballos de batalla a los que estamos dando una mayor importancia cada vez intentando que las nuevas generaciones aprendan que lo que hoy tenemos, es preciso cuidarlo y conservarlo si no queremos perdedrlo para siempre.
EliminarUn abrazo.
¡Hola Emilio!
ResponderEliminarUna muy bonita ruta, perfecta para hacer un poco de piernas antes de pasarse por el río a darse un chapuzón.
El tema de lo guarra que es la gente y la poca conciencia ecológica que hay en este país es una vergüenza.
Como dice Dani, hace falta que desde las instituciones se tomen medidas y se empiece a enseñar en los colegios que la naturaleza es un regalo y que debemos cuidar de ella.
Un abrazo.
¡Hola David! Es una ruta sencilla, pero vistosa y además da opción a un buen baño. Por lo demás, como le decía a Dani, desde la escuela ya estamos intentando concienciar y educar para que estas cosas no ocurran. Por desgracia, aún nos queda mucho por hacer, pero lo importante es no parar y seguir en ello.
EliminarUn abrazo.
Hola Emilio!
ResponderEliminarEl diseño de la ruta no tiene desperdicio. Incluso el tramo de asfalto es bonito.
Leyendo lo de la basura, se me ha ocurrido una idea para este curso en el cole. Voy a quitar las papeleras en el aula. A partir de mañana los alumnos tendrán que llevarse el "papel de plata" a casa y si no lo reutilizan, por lo menos que lo tiren allí
Saludos!!
¡Hola Jesús! Como le decía a David, la ruta es sencilla pero vistosa. Además es adecuada para casi todas las edades. En cuanto a tu idea, parece buena e interesante. A ver si así al menos, nos acostumbramos a llevarnos a casa aquello que no nos sirve.
EliminarSaludos.