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lunes, 27 de enero de 2020

LA DEHESA DE SONEJA (18/1/2020)

Esta semana nos desplazamos hasta la comarca del Alto Palancia para visitar la dehesa de Soneja, la única laguna de montaña de la Comunidad Valenciana. Era uno de esos parajes que tenías en mente visitar, pero que nunca llegaba el momento de hacerlo. Pues todo llega y ésta ha sido la ocasión esperada. Os lo paso a contar.




 Nuestra ruta comienza en la puerta del rancho "El Paso".
Para llegar hasta aquí, accedemos por Algar del Palancia, cogiendo un camino rural que nos lleva hasta este punto. Todo el recorrido transcurre por término de Soneja.


El día ha amanecido muy nublado. El cielo está gris y ya pensamos en lo oscuras y tristes que nos van a salir las fotos. Ello no es óbice para que posemos ante las cámaras y nos hagamos la protocolaria foto de grupo. De izq. a der. Ricardo, Rafa, servidor y Emilio Romero.


Decir que prácticamente la totalidad de la ruta transcurre por pista forestal y caminos rurales, salvo un breve tramo de sendero en la Peña la Cagá. Aún así, la hemos disfrutado mucho, como todas las que hacemos ahora.


El olivo es el cultivo que más abunda por esta zona que hemos recorrido y vemos que muchos campos aún están siendo trabajados, porque como en el caso de la foto vemos labores de poda que denotan su cuidado.


Una parte del recorrido transcurre por el PR-CV 320. Aquí encontramos unas palas de ese PR.
Giramos a la izquierda.


Además de campos de cultivo, caminamos entre frondosas pinadas, aunque hoy no nos protejan del sol.


La zona que transitamos conserva restos de su aprovechamiento en épocas mejores, como es el caso de esta mina de barita Canasta. Está tapada para evitar accidentes.


Visualmente, la Calderona se nos va a mostrar durante buena parte de su recorrido. Sus cimas más representativas nos van a aparecer varias veces. El Sierro.


Aunque la primavera aún está lejana, el clima engaña mucho a las plantas y algunas, como este almendro, florece ya adelantándose al periodo primaveral.


Panorámica de los campos de Soneja con la Calderona como telón de fondo.


Tampoco se nos escapa el pico del Águila.


Es un caminar cómodo, sereno, parsimonioso incluso. Parece que el tiempo se detenga y la prisa que llevamos siempre desaparezca y únicamente nos centremos en disfrutar de lo que hacemos, sin más pretensión ni objetivo.


La primavera se abre paso. Nuevamente la belleza de la flor del almendro nos cautiva y nos emociona. Nos atrae y nos enamora. Nos maravilla.


"Pues repítelo, ingrata, cada día;
que el cierzo frío es tu rigor injusto,
y el triste almendro, la esperanza mía."
                              Juan Bautista Arriaza


Un pelotón de ciclistas bajaba por la pista. Se disfruta de la montaña de maneras diferentes.


La tristeza del cielo influye en nuestro espíritu y también nos encontramos tristes.



También disfrutamos de buenos ejemplares de olivos.


En nuestro recorrido vimos a varias personas con cestas supuestamente para recolectar setas. Nosotros no somos nada entendidos, pero pensábamos que muchas, muchas, no habría. Aunque alguna que otra sí que vimos.



Nos acercamos a la Dehesa de Soneja. Unos centenares de metros antes encontramos este pequeño descampado habilitado para aparcamiento.


Llegamos a este punto donde se accede a la Dehesa. Antes de acercarnos allí, seguimos la flecha que nos desvía por una senda de la izquierda que nos llevaría al pino del Corral de Sevilla.


Seguimos el sendero durante un centenar de metros pero no continuamos porque no sabíamos en qué punto encontraríamos el pino. Antes de volvernos, pudimos disfrutar de algún alcornoque como el de la fotografía.


Tras esta breve e infructuosa incursión, volvimos sobre nuestros pasos y ahora sí, nos dispusimos a acercarnos a la laguna. Sorteamos por la izquierda esta barrera que impide el paso a vehículos y caminamos por la amplia pista.


Nos entretenemos ante un madroñal con frutos maduros, con ese rojo tan intenso que invita a cogerlos.


Continuamos y llegamos hasta el emplazamiento de la laguna. Estamos esperanzados de que tenga agua. El poste direccional está un poco deteriorado. Un panel nos ayuda a conocer mejor la importancia y características de este paraje, único en la Comunidad Valenciana.


Hemos tenido suerte y la pequeña laguna tiene agua. En esta panorámica lo podemos ver. 


Nos apena el hecho de la falta de luz. El cielo nublado nos impide una instantánea más luminosa y nítida de la laguna.


Tras acercarnos a la orilla, volvemos al camino para acercarnos a un mirador de madera sobre la laguna.


El mirador sobre la laguna nos muestra una panorámica desde arriba.

"Tus ojos son una luna
que riela
en una laguna negra."


               Ernesto Cardenal


Aprovechamos la atalaya para hacernos una foto de grupo.


Si hacía un momento no encontramos el pino del Corral de Sevilla, junto a la laguna sí encontramos este ejemplar de pino verdaderamente espectacular y precioso.
Es conocido como el pino de la Balsa y tiene al parecer unos ciento cincuenta años.


Aquí podemos leer la historia de este majestuoso pino.


Vale muy mucho fotografiarse ante este centenario pino.


Tanto nos gustó el pino que elegimos unas rocas frente a él para almorzar disfrutando de su vista.



Aquí en pleno esfuerzo. ¡Mira que nos cuesta esto! Pero es preciso y el sacrificio es el sacrificio (foto de Ricardo Vivó).


El  precioso pino nos quedará en nuestra memoria. Nos maravillan los árboles. Tienen una fuerza especial que hemos de saber recibir e interpretar.


Seguimos nuestro camino. Vamos en busca del mirador de la Peña la Cagá, donde veremos también una antigua cantera y lo que fue otra laguna endorreica como la que acabamos de ver.
En este tramo encontraremos diferentes paneles que nos informan de la flora que nos vamos encontrando, a modo de sendero botánico.


Jara negra.


Seguimos el amplio camino que nos conduce en unos centenares de metros hasta un cruce.


Este es el cruce. Seguimos hacia la derecha dirección al Arenal.


Enseguida dejaremos el camino para coger esta senda. Será el único tramo de senda de todo el recorrido. Se trata de un tramo en la Peña de la Cagá.



Una bonita senda que aunque corta, disfrutaremos en la medida de las posibilidades, como intentamos en todo lo que hacemos.


Vistas al valle del Palancia. No se aprecia bien en la foto, pero en el centro de la imagen encima de la población de Torres Torres, se dibuja el castillo de Beselga.


¿Lo veis mejor ampliado con zoom?


El rocoso sendero es premonitorio de lo que nos vamos a encontrar enseguida.


Se trata de una cantera de ruejos, ya en desuso.



Los ruejos son piedras de molino de las que podemos encontrar aquí algunos ejemplares casi terminados y otros a medio terminar, lo que nos puede ayudar a reconstruir los pasos para la fabricación de estas muelas,


Hemos mirado hasta ahora sobre todo a la Calderona, pero estamos en las estribaciones de la sierra de Espadán. Tampoco nos son desconocidas algunas cimas que podemos ver desde nuestra ruta. En la foto, el Carrascal.


El Bellota con su puntiagudo, peculiar y desafiante perfil.


Y el puntal del Aljub y sus prominentes y feas antenas.


Y en la foto, el cresterío desde el puntal del Aljub al Bellota.

Hemos dejado atrás la cantera y llegamos a un promontorio con grandes rocas. Se trata del mirador de la Peña Cagá. Con la sierra de Espadán de fondo no podíamos dejar pasar la ocasión de hacernos una foto desafiando la gravedad.


Ricardo y Rafa, también desafían el vacío.



Y a mí también me hacía ilusión.


Vemos abajo, en un pequeño valle, un campo repleto de colmenas.
La miel también es un producto que aquí tiene cualidad.


Y llegamos al paraje del Arenal.


Otro panel nos explica que vemos delante de nosotros.
Como reza el panel, se trata de una antigua laguna desecada y ahora es un humedal estacional. El nombre le viene por el sustrato de arenisca que forma el suelo de la misma.



Y como hago habitualmente, marco el waypoint para realizar un track lo más completo y fidedigno posible (foto de Emilio Romero).


Tras la vuelta por la Peña la Cagá, volvemos de nuevo al cruce. 
Ahora seguimos por donde vinimos.


Como hago desde hace algunas semanas, incluyo una de las fotos que hago hacia atrás sin enfocar, para ver lo que sale. Y sale esto que veis. Para estar hechas de ese modo tan poco ortodoxo, no están mal del todo. Es como si tuviera ojos en el cogote.



Pasamos de nuevo por el pino de la Balsa y lo volvemos no a mirar, sino a admirar.
Es digno de detenerse para disfrutar de él.

"Ví un árbol a la orilla del camino,
y me senté a llorar mi desventura."


                              Luis Gonzaga Urbina



Nuevamente pasamos por delante del mirador. Pero esta vez ya no subimos y seguimos nuestro camino.


Seguimos nuestro camino, siempre por pista. El cielo aún no se ha abierto y el tono gris domina el paisaje.


Mientras caminábamos vimos en una ladera un grupo de senderistas. Con el zoom de la cámara acercamos la imagen y nos pareció reconocer a Simón Corresendas en la cabeza del grupo. Luego corroboré que era él, aunque sabía que no me equivocaba. Casi coincidimos. Una pena. Otra vez será.


Ancho camino, anchos deseos, anchos sueños...



"A la primera luz que al viento mueve,
trágico ruiseñor en la ribera,
joven almendro erró la primavera,
y, anticipado, a florecer se atreve."

                                              Lope de Vega


Nuevamente la Calderona y sus cimas: Alt del Pi.


Sierro.

Y la pista de nuevo:


"Voy camino de la tarde
entre flores de la huerta,
dejando sobre el camino 
el agua de mi tristeza."
  
                 Federico García Lorca


En esta foto y en la de abajo, la misma planta con diferente aspecto.
Ésta en Soneja. La de abajo en El Toro.






"La tarde más se oscurece;
y el camino que serpea
y débilmente blanquea
se enturbia y desaparece."


               Antonio Machado

La mañana ha sido gris, pero finalmente, el poderoso sol vence a las nubes y ya asoma con fuerza, convirtiendo la mañana triste y gris en un día soleado y luminoso.


Con sol, el amarillo de las aliagas luce mejor.


Ya vemos el azul del cielo.


"Son peregrinos que nunca encuentran
en su camino dicha ni paz,
y dondequiera que habitan o entran,
ven la injusticia de torva faz."
                            Juana Rosa de Amézaga
Ahora el Carrascal iluminado nos gusta más.

La luz del sol hace el camino más vivo, más luminoso, más alegre...


Si el almendro es un adelantado a su tiempo, otros árboles aún duermen el letargo invernal.
Los árboles desnudos también nos gustan.

Hacemos los últimos metros por la carretera por la que accedimos al punto de inicio. Ha sido una jornada tranquila, 


Nuevamente la entrada al rancho "El Paso".


Y nos hicimos nuevamente la foto de grupo pero ahora con sol. La de la mañana salió muy triste y melancólica.







Tras la ruta viene la recompensa 
gastronómica. En este caso comimos en Azuébar, en el Bar Piscina. Buen menú a buen precio. Todos contentos.



 Y la sobremesa al sol. Buen punto y final para una entretenida mañana.


La ruta en el mapa.




La ruta en Wikiloc.


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Película.


9 comentarios:

  1. Hola Emilio, vale la pena acercarse a conocer este bonito y singular paraje que como tu dices es único en nuestra tierra.
    Bonita entrada , un abrazo

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    1. ¡Hola, José Ramón! Ciertemente, la singularidad del paraje obliga a que todo buen senderista se acerque a conocer la única laguna de montaña de la Comunidad Valenciana. Nosotros tuvimos la suerte de verla con agua ya que no siempre es así.
      Un abrazo.

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  2. Hola Emilio.

    Muy chula esta laguna de la Dehesa, y también la ruta alrededor de ella. Visto lo visto, y tratándose de un paraje único en la geografía valenciana, su visita se antoja obligatoria. A ver si uno de estos próximos domingos me animo y me acerco a conocer por fin este lugar.

    Un abrazo.

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    1. ¡Hola, Dani! Como dije a José Ramón y como bien comentas tú, es obligatoria la visita a este paraje emblemático y único. Se pasa una entretenida mañana.
      Un abrazo.

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  3. Hola Emilio...
    Sorprende esa Dehesa en plena montaña,aunque la altitud a la que se encuentra,no es muy elevada,desde luego merece la pena acercarse a verla.
    Recuerdo que en nuestro caso,la ruta fue algo más corta,pero la esencia con esa Dehesa y el Arenal(con buenas vistas por esa parte),es la misma.
    Ese gran pino que tuvisteis de compañía durante el almuerzo,fue donde nos hicimos la foto de grupo.Desde luego,tiene un porte impresionante.
    La curiosidad que me llamó mucho la atención de todo ese magnífico paraje natural,es que no llega a estar ni dentro de la Sierra de Espadán,ni dentro de la Calderona.

    Un abrazo.

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    1. ¡Hola, Juane! Efectivamente encontramos diferentes posibilidades de llegar hasta la Dehesa. Esta es una de ellas. Cualquiera es interesante. También nos alegramos de encontrarla con agua.
      Un abrazo.

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  4. Hola Emilio, qué tal. Vamos a hacer esta misma ruta, y para llegar al inicio (puerta del rancho El Paso), tengo la duda de la menar en la que llegar. ME imagino que sllega en coche, y ahí se estaciona. ¿Cómo llegasteis vosotros hasta este punto? ¿Coche o andando?¿Había más coches? Muchas gracias

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    1. ¡Hola, anónimo! Llegamos hasta el punto de inicio en coche, por caminos rurales. Hay espacio suficiente para los coches. Sin problemas de aparcamiento. Espero que te sirva mi respuesta.
      Saludos.

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    2. Hola. Genial. Me sirvió de mucho. Gracias de nuevo.

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