MONTANEJOS: CASTILLEJOS, PRESA DE CIRAT, FTE. DE BAÑOS, CAMINITO (18/5/2019).

Bonita y entretenida ruta en Montanejos que no por lo corta en kilómetros está exenta de buenos alicientes para ser considerada una ruta muy válida para pasar una entretenida mañana y disfrutar de este precioso entorno del Alto Mijares. La ruta nos lleva hasta el puntal de los Castillejos, para bajar desde allí a la presa de Cirat y continuar con la espectacularidad de la Fuente de los Baños. Retornaremos a Montanejos con un buen sabor de boca y las pupilas impregnadas de paisajes de ensueño.

En nuestra ruta combinaremos tramos del sendero de los Castillejos (marcado con marcas blancas), un tramo sin marcar desde los Castillejos hasta el Colladillo, un tramo del SL-CV 105 (senda de la Bojera), un gran trecho del "Sendero familiar" y otro tramo sin marcas que es un camino entre huertos que nos devolverá a Montanejos. 

 Este fin de semana se celebraba en Montanejos un festival de música con escenarios en diferentes puntos de la localidad. La plaza de España, donde comienza nuestra ruta, era uno de esos puntos con escenario. A esta temprana hora de la mañana el silencio dominaba la plaza.

 En esta ocasión no iba a realizar la ruta en solitario. Mi hija Mª Carmen me acompañaría, haciendo que el recorrido adquiriera un carácter muy especial.

 Salimos fuera del pueblo, recorriendo silenciosos la solitaria calle. 

Todo el mundo duerme tras la agitada, ruidosa y movida noche.

 Salimos del pueblo y una fresca brisa nos acompaña y nos invita a caminar ligeros para entrar en calor.

 La vista de las montañas ya nos insufla aire sano.

La Copa.

Cruzaremos el puente sobre el río Maimona

 A nuestra izquierda, la Rosada, con el profundo tajo del barranco.

 A nuestra derecha, el Maimona desembocando en el Mijares.

 Seguimos en dirección a la fuente de los Baños.

El Morrón de Campos, con su inigualable silueta, domina el paisaje de Montanejos.

 Llegamos a este punto donde deberemos dejar la carretera para enfilar el sendero.

 Enseguida nos encontramos con este cruce. La senda de la Bojera y el sendero de los Estrechos se van a la derecha. Nosotros nos iremos a la izquierda.

 Enseguida iremos ascendiendo pudiendo disfrutar de vistas más elevadas sobre el río.

 El sendero da un giro hacia el oeste y cambiamos a la vertiente del barranco de la Maimona.

En esta casita de la foto empecé a venir a Montanejos allá por el verano del 91.

 Transitaremos por una preciosa pinada.

 La altura que vamos adquiriendo nos permite ver las casas de Las Alquerías de Montanejos.

 Este sendero a los Castillejos está señalizado con marcas blancas que terminan en el puntal.

 El sendero va ganando altura de manera muy progresiva, pero constante, que nos ha permitido entrar en calor enseguida y agitado nuestro corazón que ahora late a más velocidad.

 Arrimándonos al borde del sendero podemos ver el fondo del barranco. La altura desde aquí es mucha. Siempre nos acercaremos con cuidado.

Desde el sendero, podemos disfrutar de las excelentes vistas sobre el barranco y sus elevadas paredes. Impresionante de verdad.

Y tras salir de la pinada, tendremos enseguida a la vista el puntal de los Castillejos.

Antes de empezar a subir el tramo final, hacemos una panorámica.

El tomillo estaba florecido y aromatizaba el camino además de embellecer la árida roca con su color sencillo y desenfadado.

Apretamos el paso para el tramo final. Subiremos con precaución porque hay mucha piedra suelta.



Y llegamos a la cota máxima de los Castillejos, que está en torno a los 700 m.
El sendero llega hasta aquí, ahora continuaremos por la cresta un tramo para luego ir descendiendo hasta el Colladillo.

Pero antes tenemos que detenernos para disfrutar de, tal vez, una de las mejores vistas que podemos ver en Montanejos. El Morrón de Campos en primer plano y el profundo estrecho de Chillapájaros tallado en la roca a fuerza de tesón y paciencia por el agua.

Acercamos con zoom la caseta forestal del Morrón de Campos.

En tan magnífico y grandioso lugar no cabe otra cosa que una foto para el recuerdo con mi hija.

El estrecho de Chillapájaros y la presa de Cirat, nuestro próximo objetivo.
Aquí apreciamos mejor la belleza y la grandeza del monumento natural.

También apreciamos el profundo tajo que el Maimona ha esculpido en este punto de su recorrido antes de ir a morir en el Mijares.

Con zoom acertamos a captar una de las presas, en este caso la última antes de su desembocadura, para intentar frenar las avenidas del agua cuando lleva mucho caudal.

Tras unos minutos disfrutando del paisaje excepcional, seguimos el cresteo cómodo y fácil.

Durante este cresteo, seguimos disfrutando de excelentes vistas sobre Rosada.

En este collado, dejamos el cresteo para descender por una preciosa pinada hasta el Colladillo. 

Un bonito sendero nos espera. Los pinos serán nuestro techo durante un corto tramo.

En cualquier rincón, por apartado que sea, podemos encontrar belleza, sencillez, discreción, serenidad...

En enero de 2017 el fuerte temporal derribó muchos pinos (selección natural) y el sendero estuvo impracticable un tiempo. Una vez limpio, ahora ya se puede recorrer sin problemas.

Los pinos caídos sirven de vivienda a estos hongos yesqueros  

Y llegamos al Colladillo.
En este cruce, a la izquierda nos iríamos, siguiendo la senda de la Bojera, a Montanejos. De frente, subiríamos al Morrón de Campos. A la derecha tendríamos dos opciones: unos metros más abajo, si siguiéramos a la izquierda, seguiríamos el sendero de los Estrechos y si siguiéramos por la derecha regresaríamos a Montanejos. Ésta última opción es la que seguiremos nosotros.

Estas palas marcan la bifurcación que os acabo de explicar en la foto anterior.
Por la izquierda sigue el sendero de los Estrechos. Nosotros nos vamos por la derecha, direcciòn Montanejos.

En este tramo encontramos también mucho pinos caídos.

Llegamos a este poste donde giraremos a la izquierda para seguir el reciente "Sendero familiar".
Por la derecha volveríamos hacia Montanejos.

El sendero tiene cierto desnivel y bajaremos con cuidad de no pisar las piedras sueltas que nos podrían hacer resbalar fácilmente, como le ocurrió a mi hija.

En todo el recorrido del sendero familiar encontramos paneles que nos informan de la flora y la fauna del entorno.

Este tramo con mayor pendiente lo han habilitado con unos tablones de madera a modo de escalera.

La vegetación en esta vaguada es muy tupida y abundante.


En el silencia del bosque, es muy fácil detectar cualquier movimiento de un animal porque al caminar, mueven y pisan ramas y hojas secas del suelo. En este caso, varios sonidos nos alertaron de que no estábamos solos en el sendero. 

Efectivamente, alguien nos miraba fijamente, sorprendido ante nuestra presencia.

Había más compañeros en la zona.

Habíamos invadido su espacio. Pero nosotros somos muy discretos e intentamos hacer el menor ruido posible y avanzar despacio para que no se vean intimidados ni puedan asustarse. No nos gusta interrumpir su vida cotidiana.

El sendero sale a la carretera CV-20 que lleva a la Puebla de Arenoso.

Seguimos hacia la izquierda donde encontraremos este túnel que habremos de atravesar.

Apenas cien metros después, volvemos a encontrar otro poste direccional que nos marca la dirección a seguir. Derecha a la presa de Cirat.

Bajamos por el camino que baja a la presa.

Enseguida llegamos.

Y llegamos al dique. Aquí tenemos una bonita vista de esta pequeña presa.
En un lateral, por un desagüe, se canaliza el agua por una gran tubería que lleva el agua hasta la central de Cirat unos kilómetros más abajo.

En este paraje, otra foto obligada.
Tengo que aprovechar que mi hija venía conmigo. No siempre se puede presumir de ello.

A la izquierda de la presa, sigue el sendero familiar que nos va a llevar hasta la base del estrecho de Chillapájaros. Vale la pena recorrerlo.

Es un corto y bonito tramo paralelo al embalse.

Y tristemente, una muestra del incivismo que reina en la sociedad actual, que se supone más moderna y avanzada.

Recorrerlo nos permitirá detenernos en cualquier rincón y disfrutar de bonitas panorámicas como ésta.

Atravesaremos este corto túnel. No necesitamos linterna.

Y ya estamos casi en la base. Desde aquí observamos unos ojos en la roca que nos miran fijamente. Se trata de los balcones que se abren arriba en el túnel de la carretera.

Otra maravilla de la naturaleza sensible, delicada, sencilla, discreta...como si de una obra de arte se tratara.

Levantamos nuestra cabeza y también nos sentimos algo intimidados por lo que tenemos encima.
Asusta un poco imaginar que pueda caernos una roca encima.

Otro panel nos cuenta un poco lo que tenemos delante.

Desde luego el lugar merece la pena.

Inmortalizando el momento.

Restos de grandes bloques en el suelo evidencian que es habitual su caída. De ahí que nos preocupe un poco el tema.

Podemos ver en la pared esta perforación. Se trata de una de las catas realizadas antes de la construcción del embalse de Arenoso para buscar el mejor emplazamiento para su ubicación. Seguramente este sitio no era el más indicad para ello.

También, en la base de la pared, encontramos el nombre de vías de escalada ya que desde esta base, es frecuente ver escaladores haciendo las diferentes vías marcadas. Aquí veis dos de ellas.

El sendero termina aquí, en este extremo. Ya no podemos avanzar más.
En la otra orilla vemos otra cata en la roca.

Bonito lugar para recrearse con tranquilidad y disfrutar del entorno.

Desde aquí abajo, también vemos la balconada del mirador que hay arriba junto al túnel.

Es una preciosidad el sendero. A la vuelta nos permite disfrutar desde otra perspectiva.

De vuelta al dique, seguimos ahora por la otra salida que nos llevará hasta la Fuente de los Baños por otro bonito sendero entre pinos.

El sendero avanza entre vegetación, lo que lo hace más atractivo.

La silueta del Morrón sobresale a nuestra derecha.

En estas palas nos vamos a desviar unos metros para ver un antiguo abrigo para guardar ganado.
Se trata del abrigo de Rufino.

Este es el acceso al abrigo.

Esta es la vista desde el interior. El Morrón de Campos enfrente.

Otro panel nos informa de este lugar y su uso en tiempos pasados.

El Mijares desde el abrigo de Rufino.

Volvemos al trazado del sendero que nos desciende hasta la fuente de los Baños.

Ya vemos el río delante de nosotros.

"Novia del campo, amapola

que estás abierta en el trigo;

amapolita, amapola,

¿te quieres casar conmigo?"

                                   (J.R.J.)

Aquí vemos la paleta que nos dirige a la fuente.

Paraje de la fuente de Baños.

Como se aprecia, la calidad del agua es inmejorable.

Y ésta es la fuente termal y con propiedades medicinales que tanto ha dado a este pueblo.

Y foto de familia en la fuente, en la que tantas horas hemos pasado y que tanto nos gusta.

El lugar es precioso. Así, tranquilo, sin masificación, adquiere su máxima belleza.

Comprobad la transparencia del agua.

Nos entretenemos unos largos minutos para disfrutar del paraje.

Retomamos la marcha y ahora seguiremos por el agradable camino cementado que transcurre paralelo al río.

El paseo es precioso y muy agradable. Acompañamos al río en su lento caminar hacia el mar durante un kilómetro aproximadamente.

En el camino disfrutaremos de bellos rincones que forma el Mijares.

A nuestra derecha, los Castillejos, por donde andábamos horas antes.

Los Castillejos (izquierda) y Morrón de Campos (derecha).

Pasamos junto al polideportivo y nos acercamos al puente sobre el río de la carretera a Zucaina.

Aquí, en lugar de seguir por el camino, nos desviaremos a la izquierda para alargar el recorrido por un "caminito" (yo lo llamo así) desde el que disfrutaremos de bonitas vistas de Montanejos y su entorno.

Caminamos por este sendero que sigue siendo paralelo al río. En ocasiones, las cañas lo tapan y tal vez cueste pasar, pero normalmente no hay mayor problema.

Amapola del camino,

roja como un corazón,

yo te haré cantar al son

de la rueda del molino;

(J.R.J.)

A la altura de este puente estaremos atento a un camino que sale a la izquierda y que nos lleva, entre huertos, hasta la fuente de la Cerrada.

Este camino nos sube a la Cerrada.

Enseguida empezamos a tener buenas vistas de Montanejos y su entorno.

El agua aparece en este camino de manera constante. Estas huertas fueron muy fructíferas gracias a ella. Hoy en día, la mayoría están sin cultivar.

Y llegamos al paraje de la fuente de la Cerrada. El lugar tiene mesas para poder comer.

Y esta  es la fuente de la Cerrada. De momento tiene un buen caudal de agua. De cara al verano suele descender. De ella cargamos la garrafa para beber en casa.

Montanejos desde la Cerrada.

Desde la Cerrada salimos a la carretera de Zucaina y seguimos un centenar de metros hasta encontrar este camino. Yo lo llamo el "caminito" y rodea Montanejos obteniendo bonitas imágenes del pueblo.

El caminito.

Montanejos, como resbalando de la ladera de la montaña hasta el río.

En un huerto, este precioso rosal engalana el campo.

El caminito es también un agradable y cómodo paseo. Es un buen contrapunto a la ruta que hemos hecho hoy. Tras una fuerte subida inicial, un tranquilo y agradable paseo para terminar.

Ahí vemos el puente de Hierro nuevo, que sustituyó al antiguo que era de ese material.

Llegamos al puente y lo atravesaremos.

Mientras lo cruzamos, podemos disfrutar a ambos lados del paisaje.
Aquí la parte derecha.

Aquí la zona del molino,  en la parte izquierda.

Salimos a la carretera y la cruzamos.

Y subimos por esta calle.

Enfilamos hacia la plaza de la Iglesia.

Y por el callejón junto a la iglesia, regresamos de nuevo a la plaza de España.

Plaza de España. Punto y final de la ruta.
Ahora el silencio de la mañana se ve roto por el estridente sonido de cierto tipo de música que es seguido por la gente que se encuentra en la plaza en estos momentos. Nosotros hemos terminado una preciosa ruta, no muy larga, sencilla, pero con muchos alicientes que nos han hecho pasar una excelente mañana.

La ruta en el mapa.

La ruta en Wikiloc.

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Película.