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domingo, 10 de marzo de 2019

XIII RUTA SENDERISTA DE RIBESALBES (9/3/2019)


Un año más volvemos a esta Ruta Senderista de Ribesalbes que organiza el Ayuntamiento de la población desde hace trece. No somos habituales de estas marchas multitudinarias, nos gusta disfrutar de la montaña de una manera más tranquila, más calmada, más personal. Pero ésta es especial porque supone para nosotros el reencuentro con grandes y buenos amigos y la ocasión para conocer otros nuevos que sumar a la larga lista de senderistas conocidos personalmente. Aún así y a pesar de la excelente compañía, siempre hay alguien que no está y al que echas mucho de menos y desearías que pudiera haber estado aquí contigo. En estos casos, los llevamos en nuestra cabeza y nuestro corazón y no nos olvidamos de ellos.

Acudimos pues con expectación a la cita. Llegamos muy pronto, tal vez los primeros. Poco a poco vinieron los reencuentros. Álex, Lute, Jesús Morant, Catherine de Casiaventurilla . A continuación Jesús, Silvia y Héctor (Anda con Tíocanya). Abrazos, intercambios de saludos...Más tarde, en el Ayuntamiento de Ribesalbes, punto de encuentro de los senderistas para recoger la camiseta e iniciar la ruta, fuimos encontrándonos con el resto de amigos: Juanjo Carrasco (Caminatas a las ocho) y Juan Manuel Badenes; Manil Raga, a quien no tenía el gusto de conocer personalmente (Club de senderismo de Valencia); el entrañable Pascual Vicent Albalat "alma mater" de la organización de esta marcha con sus aportaciones en los trazados de rutas para el evento y limpieza de sendas y su mujer Maite; Vicente Olucha (Los caminos de Bilbo); José Mariano Palanca y su grupo de Onda; José Serrano y Mª Ángeles Batalla que aportan también su granito de arena para la realización de este evento; Rosario, amiga senderista que hacía mucho tiempo que no veía; Simeón Mor que no pudo realizar la ruta por motivos laborales... En fin, todo un grupo de buenos amigos que nos dimos cita en Ribesalbes para pasar un excelente día de senderismo. Es por esto que nos gusta asistir a ciertos eventos como éste porque los reencuentros valen la pena.



Antes de las ocho, ya estábamos en la puerta del Ayuntamiento.





Aprovechamos la soledad de la plaza para hacernos una foto de grupo (foto de Emilio Romero).



A medida que las manecillas del reloj avanzaban lentamente, los senderistas iban llegando.
Saludos inevitables, comentarios en corrillos, reencuentros...


Finalmente, a las ocho se abrieron las puestas del consistorio y los senderistas fueron recogiendo su camiseta, recordatorio del evento.


Y la ya habitual  y dicharachera foto de grupo.


Callejeamos por Ribesalbes buscando la parte baja del pueblo.



Comprobamos el bajo nivel del embalse de Sitjar en su cola.
Al final del artículo os mostraré la misma foto pero de hace dos años para que veáis la diferencia.



Caminamos por la ribera del Mijares.
 Camino ancho propicio para la marcha agrupada.



Pasamos junto a los restos del molino de Andreu.


Vemos estas palas del recién homologado GR-333 en cuya realización integral estuvimos pensando durante la mañana. 


Caminar cómodo, tranquilo, sereno. Nuestro corazón aún no se ha acelerado por el ejercicio ni el esfuerzo (por otros motivos tal vez sí).


Nos encontramos con un primer tramo de sendero que hace estirar el grupo...


...y formar alguna pequeña retención.
Tranquilos, que con paciencia todo se puede.


El pequeño atasco nos sirve para echar una mirada atrás y ver lo que nos hemos alejado de Ribesalbes.


De nuevo junto al río, del que nos separan multitud de cañas.
Caminar por este pedregoso suelo se hace algo pesado.


En este punto tendremos que cruzar el río.


El Mijares.


En este otro punto cruzamos por este puente construido para la ocasión. De no haberlo hecho habríamos tenido que descalzarnos para cruzar.


Nos apartamos de la ruta unos metros para que Pascual no enseñe un tramo de una antigua acequia en desuso con la peculiaridad de que tiene un tramo excavado a pico en la roca y que nos recuerda a la de la Cortada de Chelva.


Este tramo también tiene ventanas abiertas al exterior como aquel que nos permiten ver el cauce del río desde ellas. Ésta es una.


Ésta es otra.


La acequia se ve aquí en buen estado, pero según Pascual poco más adelante se pierde y no se puede seguir por ella. Una verdadera pena.


En este punto, las aguas tienen gran profundidad permitiendo la posibilidad de tomar el baño en épocas propicias para ello. Al parecer siempre fue una zona de baño para los jóvenes de Ribesalbes. Algunos aún lo siguen haciendo.


Continuamos el camino. La parada para ver la acequia ha servido para reagrupar a la gente, además de ser el primero de los avituallamientos que había previsto la organización. Naranjas, mandarinas y agua avituallaron a los senderistas que quisieron hacerlo.



Salimos al canal Cota 220. Se denomina de esta forma tan peculiar porque está construido a esa altitud.


Este corto trayecto junto al canal nos proporciona esta bonita foto del grupo enmarcada en el fondo por dos bellas y conocidas montañas de la zona: el Turio, con forma más redondeada, a la izquierda; y Peña Saganta, más afilada, en el centro.


Dejamos el cómodo camino junto al canal para iniciar una senda que va a ir ascendiendo poco a poco con buena pendiente.


El Turio y la Peña Saganta mostrando su mejor cara.


La estrechez y las dificultades de avanzar por la senda ralentizan la marcha.


Pero eso también nos permite tener más tiempo para disfrutar de las vistas.


Salimos a una pista donde está marcado por la organización la parada para el almuerzo. El coche escoba nos esperaba con el mismo avituallamiento que antes al que se le añadieron galletas y mistela para el que quisiera.



Mientras disfrutábamos del almuerzo, lo hacíamos también con las vistas que teníamos delante.
Paña Saganta que nos recordaba la puntiaguda proa de un barco.



El Turio.



Ambos enmarcados en su entorno.


Panorámica del almuerzo.


Y nos nos pasó tampoco desapercibida la escrutante mirada del coloso valenciano:
Penyagolosa.


Tras el almuerzo y con pereza tras la comilona, el grupo emprendió de nuevo la marcha.
Este será el tramo de mayor desnivel del recorrido


En la subida, Álex nos detiene un momento para hacernos un selfi. 
Gran satisfacción estar entre estos tres monstruos del senderismo:
Jesús, Manil (a mi derecha) y Álex (foto de Rafa Lafuente).




Preciosas vistas hacia el embalse de Sitjar.




Y Ribesalbes desde las alturas.




El pelotón estirado como se diría en el argot ciclista.



Jesús mirando a la cámara.


Pilón de límite que separa los términos de Onda y Fanzara.




Onda.
 Al fondo destaca el Font de Cabres.



En este tramo de recorrido tendremos la posibilidad de disfrutar de unas construcciones de piedra en seco (realizadas sin ningún tipo de argamasa). Se trata de refugios que los lugareños utilizaban habitualmente para resguardarse de las inclemencias del tiempo. Encontraremos al menos cuatro de ellos que ahora os muestro.





Están todos en bastante buen estado de conservación. Sería importante recuperar e informar de esta riqueza cultural para que no se pierda.



Jesús Morant, el inefable presentador de Mountain Bloggers, y Catherine Peacock, coordinadora de la serie.



La altura nos proporciona excelentes vistas hacia el horizonte.


En este tramo de recorrido transcurrimos por una buena pinada, cuya sombra agradecemos.



Salimos a una pista que nos devuelve la comodidad de caminar por un camino ancho.


Una última parada de avituallamiento junto al canal nos reagrupa a todos y aprovechamos para beber un poquito de mistela que antes en el almuerzo no habíamos probado.


Otro breve tramo junto al canal y...


...lo dejamos para girar a la izquierda por un nuevo sendero.


Ahora vamos de bajada, lo que hace acelerar al grupo que aparece algo más estirado.


Salimos a un ancho camino que transcurre junto a un campo.
Al final del mismo, haremos un giro a la derecha y afrontaremos la última subida del recorrido.


Aquí encontramos esta senda de subida con una buena pendiente, obra de nuestro amigo Pascual y otros colaboradores que la habilitaron para el evento.


Sabemos de la inclinación de una senda por el resoplar y las quejas de los que suben.
Se acelera el corazón y se quejan las piernas.


Último empujón y estaremos en la cima.


Ahora el embalse se nos muestra más cercano y captamos mejor la belleza que la presencia de agua produce en el paisaje al vestirlo de azul.


Antes de llegar a la antenas vemos lo que nos parece un observatorio de cazador.


Antenas en el tossal de Jan. Como todas las antenas, afean bastante las cimas de nuestras montañas.


Una pista cementada en descenso nos devolverá a la carretera de acceso a Ribesalbes.


Ribesalbes a un paso.


Participantes más adelantados.


Ya estamos ahí.


Salimos a la CV-191 y giramos a la izquierda.
 

El Mijares a los pies de Ribesalbes.
 A mi me parece una imagen un tanto desoladora el escaso caudal. La sequía se deja notar.



Entrada a la población con el nombre en un panel cerámico haciendo gala de la actividad más importante de esta localidad castellonense.


Las antiguas escuelas.


 Y el último esprint.


Panel informativo sobre el GR-333 a la entrada de Ribesalbes.


Cruzando el puente sobre el Mijares.


Nuestras sombras sobre el escaso caudal del Mijares.


Y finalmente, el aparcamiento que presenta ahora un aspecto más amable, alegre y cálido que a las siete y media de la mañana.


Ahora toca una reconfortante ducha, que es otra de las cosas que nos gustan de este encuentro senderista. De camino al polideportivo esta imagen que nos retrotrae a la del año 2017 (en el 2018 nuestras rodillas no nos dejaron asistir). Mirad en la foto de abajo la diferencia.


Año 2017.
 Esperemos que la lluvia aparezca de nuevo y podamos a volver a tomar otra vez esta fotografia. 



Tras la ducha vino alguna que otra cerveza antes de comer.
De camino pudimos comprobar que la paella ya estaba en marcha.


Incluso nos atrevimos a echarle una mano a la cocinera.
Rafa en plena faena.


La comida se sirve en el salón multiusos del Ayuntamiento.



Nuestra mesa.



Nuestro plato de paella. No quedó ni un grano.



Y una panorámica del conjunto del salón.
Animadas conversaciones, proyectos, esperanzas, deseos de... todo tiene cabida en una comida de hermandad. Esta no podía ser menos y eso hubo: armonía y buena onda para concluir una excelente mañana senderista. Como ocurre también siempre, las despedidas entre los asistentes pusieron punto y final al evento.

Como siempre nuestro agradecimiento al Ayuntamiento de Ribesalbes y a todos los que han hecho posible que este evento haya podido realizarse un año más. Esperamos ansiosos la nueva edición del año próximo. ¡Hasta pronto, Ribesalbes!


La ruta en mapa.




La ruta en Wikiloc.


Powered by Wikiloc



Película de la ruta.


12 comentarios:

  1. Hola Emilio!!!Que dia más satisfactorio pasamos ayer. Como bien dices, a esta marcha, no podemos faltar, ya se ha hecho imprescindible para coincidir agendas y disfrutar de los tan esperados reencuentros....En fin, una maravillosa velada de montaña y compañerismo. Un fuerte abrazo.

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    1. ¡Hola, Álex! Jornada de reencuentros muy gratos y de nuevas amistades que marcaron una excelente mañana senderista con una extraordinaria organización como siempre. Nos gusta asistir a Ribesalbes. Volveremos.
      Un abrazo.

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  2. Emilio...
    Jornadas como la del sábado ya son imprescindibles en el calendario...
    Antiguos amigos, todos con la misma afición, compañerismo, recuerdos, proyectos, y a repetir.Gracias por acordarte.

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  3. Hola Emilio...estas caminatas son verdaderamente una forma de volverse a encontrar con amigos que tienen una misma afición, donde compartes experiencias y sueños por otras rutas y más cosas en común. Cuanto me alegré de veros. GRACIAS.

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    1. Hola, Roser!Desde luego gran jornada senderista repleta de alicientes para hacer de esta ruta senderista un evento de obligada asistencia para próximas ediciones.
      Saludos.

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  4. Muy bonita descripción del día tan bueno y entrañable que pasamos en Ribesalbes,bonitas imágenes y bonita la gente como tu... gracias por la labor que hacéis en la montaña de la cual muchos nos beneficiamos y nos hace felices..
    hasta pronto Emilio..
    CHARO..!

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    1. ¡Hola, Charo! Excelente jornada la que pasamos. Como dije a Álex, jornada de encuentros y nuevas amistades que bien valen repetir la cita en próximas ediciones. Además, con personas tan amables como tú da gusto intercambiar pareceres y opiniones. Nos gusta dar a conocer lo mucho que disfrutamos en la montaña para que otros lo puedan hacer también. Sí lo conseguimos nos sentimos muy felices. Gracias por tus palabras y hasta otra.
      Un abrazo.

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  5. Hola Emilio , bonita y detallada crónica de la ruta.
    Fue un gusto conocerte en persona, espero nos sigamos encontrando por las montañas.
    Un abrazo. Sabina.

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  6. ¡Hola, Sabina! Gracias. Para mí también fue un placer conocerte. La comida se me hizo más amena. Seguro que nos vemos de nuevo en la montaña en cualquier otra ocasión.
    Un abrazo.

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  7. Hola Emilio...
    Sin lugar a dudas,lo mejor de estos eventos multitudinarios,son esos reencuentros con amigos hechos gracias a esa afición por la montaña.Esta claro que rutas así todas las semanas,creo que huiríamos de ellas...jejeje,pero una vez al año,la convierten en un agradable jornada en la que vuelves a disfrutar de la compañía montañera de buen@s amig@s.
    Por supuesto,gran labor del Ayuntamiento de Ribesalbes en la organización del evento y que después de trece ediciones demuestra que seguirá con fuerza durante muchos años mas...

    Un abrazo.

    Un abrazo.

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  8. Hola Emilio

    Una vez más acudiste a esta marcha, con el añadido del reencuentro con viejos conocidos y nuevos a conocer.
    Vaya gente os juntasteis, senderismo en estado puro; véase, Alex, Jesús, Manil y tu.

    El estado del embalse nos muestra, de que si no viene un periodo de lluvias, ml lo vamos atener este verano.

    Bueno Emilio, me alegro por esa nueva edición y a seguir disfrutando de los caminos.

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    1. ¡Hola, Javi! Me gusta acudir siempre que puedo a Ribesalbes. Nos encontramos buenos amigos y siempre disfrutamos de una buena mañana con todos ellos y la montaña, por supuesto.
      Un abrazo.

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