CHELVA: UN PASEO POR EL TÉRMINO (23/6/2018)

Entretenida ruta por el término de Chelva visitando diferentes lugares de la zona utilizando un tramo del PR-V 93, un corto tramo de GR 7, un tramo de la ruta del Agua de Chelva y caminos rurales. Por ellos, pasaremos por el acueducto del Murte, el convento de San Francisco del S. XV, el medieval puente de la Mozaira (recientemente restaurado), la ermita de San Cristóbal, el vértice geodésico de San Cristóbal de 4º orden y la Playeta en el río Tuéjar desde donde volveremos a Chelva paseando junto al río y entrando en la localidad por el barrio morisco y el judío donde disfrutaremos del entramado sinuoso de sus calles, pasando por las ermitas de la Virgen de los Desamparados y de la Santa Cruz (situada en lo que fue la antigua mezquita). 

Llegamos a Chelva a pronto para terminar la ruta a una hora prudente para evitar en lo posible las horas de más calor, aunque en estos días las altas temperaturas hacen que esto sea difícil. Aunque podríamos aliviar el calor si nos pegáramos un chapuzón en la Playeta antes de volver a Chelva.

 Dejamos el coche en un aparcamiento en la calle el Gorgol.

 Allí mismo tenemos un panel con un ramillete de rutas que podemos hacer.

Nosotros no seguiremos ninguna de ellas. Haremos una ruta que combina un tramo de PR-V 93, un corto tramo de GR 7 , otro tramo de la "Ruta del Agua" y caminos rurales que compondrán una entretenida ruta circular.

 Empezamos a caminar hacia el centro de la población.

Llegamos a la Plaza Mayor, en la que se empiezan a montar las paradas del mercado.

 Hacemos una foto de la monumental iglesia arciprestal dedicada a Ntra. Sra. de los Ángeles.

 Y callejeamos ahora por el barrio árabe, pasando por esta fuente.

 Poco más adelante, pasamos por esta otra.

 En cualquiera de ellas podremos cargar agua.

 Salimos de la población y vemos en este muro la marca de PR que seguiremos durante un tramo.

 Apenas salimos del pueblo, la silueta del Remedio se hace evidente. Será, a partir de ahora, un referente durante todo el recorrido.

Caminamos por un tramo por un camino rural y lo dejamos para cruzar el barranco de Mozul, donde la exuberante vegetación no impide ver el fondo del mismo.

Apenas cruzado el barranco subimos y pasamos bajo un arco que imaginamos sería de alguna conducción de agua.

Salimos a campo abierto y vemos la parte posterior del convento de San Francisco, que visitaremos en breve.

Seguimos por el camino viejo de Tuéjar.

Esta señal nos sigue informando que transitamos por el PRV 93.

La arciprestal de Chelva desde el camino.

Dejamos el camino que llevamos para desviarnos a la altura de esta roca que nos dirige al puente del Murte, realmente se trata de un acueducto que cruza el barranco del Convento.

Aquí vemos el acueducto del Murte, que tenemos que cruzar.

Aquí tenemos la acequia que transcurre por encima del puente y por el que cruzamos al otro lado.

Otra vez el pico del Remedio.

Nuestros pasos nos acercan al convento de San Francisco.

El convento parece abandonado aunque presenta un buen aspecto. Como otros conventos, se encuentra un poco apartado del mundanal ruido.

Otra panorámica de Chelva, a la que iremos rodeando durante la ruta.

Caminos rurales entre olivos, algunos centenarios, o almendros cargados de frutos aún verdes, nos llevan por el término de Chelva disfrutando de este entorno rural.

Algunos campos se están regando con el sistema clásico de riego.

Y llegamos hasta un mirador junto al camino desde el que fotografiamos nuestro próximo objetivo: el puente de la Mozaira.

Ya en las proximidades nos hacemos la foto de  grupo que se nos había olvidado al principio.

De izquierda a derecha, Rafa, Ricardo, servidor y Emilio Romero.

El puente medieval de la Mozaira  ha sido reconstruido prácticamente en su totalidad como se aprecia en las fotos.

Nos asomamos para ver el profundo cauce del río Tuéjar.

Cruzamos el puente y ascendemos por una senda zigzagueante que nos permite ver el tajo del río en este punto.

Encontramos mucho olivos monumentales. Este es uno de ellos aunque no se aprecie bien en la foto.

Nos acercamos al caserío de la Mozaira.
Nos detenemos unos instantes para ver algunos detalles.

Este azulejo de la época que certificaba que la masía se encontraba asegurada contra incendios.

Fachada de la masía.

Nos fijamos en la torreta cilíndrica de la parte superior de la casa.

Acercando el zoom nos damos cuenta  de esta curiosa efigie nariguda.

O este reloj de sol en la esquina de la casa.

Tras entretenernos en estos detalles, seguimos el camino. A partir de la masía de Mozaira, caminaremos por un breve tramo de GR-7.

Aprovechamos para acercar con el zoom la cima del Remedio.

Un cómodo y agradable paseo nos permite una amena conversación. Más aún ahora que el sol no calienta del todo.

Chelva de nuevo desde otra perspectiva.

Junto al camino encontramos unas simas, a las que no nos asomamos.

Pero sí que entrevemos entre las copas de los árboles la ermita de San Cristóbal a la que llegaremos dentro de poco.

Paramos unos instantes a refrescarnos y beber en la fuente de Berra.

Aprovechamos para hacernos otra foto. Nos gusta que haya fuentes en las rutas.

Seguimos camino y nos paramos a disfrutar de otro monumental olivo. En este caso, un rebaño también lo estaba visitando. Incluso algún miembro se atrevió a subir en él. Estuvimos unos instantes hablando con el pastor y seguimos la ruta. Por cierto, al menos un par de veces pararon unos vecinos para preguntarnos si necesitábamos algo, incluso llevarnos en coche a algún sitio. Eso demuestra la cordialidad  y amabilidad de la gente de Chelva.

Unos metros después del olivo, dejamos el camino para subir a la ermita primero cruzando unos campos de olivos y luego campo a través hasta subir a la pequeña loma donde se encuentra la ermita de San Cristóbal.

A medida que ascendemos, el paisaje se acrecienta. Hacia el sur destaca la silueta del pico Ropé.

Una vez ganada la loma del cerro de la ermita, disponemos de esta bonita vista de Chelva, encuadrada en el valle.

Sólo nos queda acercarnos hasta la ermita.

Hacemos zoom sobre el centro histórico de Chelva.

Fachada de la ermita de San Cristóbal.

A través de la reja, pudimos ver el interior de la ermita.

Aprovechando la sombra y las buenas vistas desde aquí, paramos a almorzar, que ya había ganas.

El caserío de la Mozaira desde la ermita de San Cristóbal.

Tras el almuerzo retomamos el camino, que en pocos metros nos dejará en el vértice geodésico de San Cristóbal.

Posando en el vértice geodésico de San Cristóbal, de 4º orden.

Seguimos el camino que desemboca en el camino del Pra que seguimos a la derecha.

Junto al camino una acequia desagua una buena cantidad de agua adornada por bonitas adelfas.

Nos detenemos un instante en otro gran olivo que llama nuestra atención.

Junto al camino, este típico refugio de pastores o labradores (catxerulo).

Vamos a buscar ahora el río Tuéjar. De camino, una nueva visión de Chelva, la localidad a la que nos dirigimos.

Estos escalones con barandilla de madera nos bajarán hasta el río.

Pero antes de bajar definitivamente al cauce del río, hemos de cruzar el túnel  de Olinches.

Es conveniente llevar una linterna a pesar de su corta longitud. En el tramo final agacharemos la cabeza ya que la altura baja un poco.

Salida del túnel.

Nada más salir del túnel, bajaremos por unas escaleras hasta el paraje de la Playeta.

En la Playeta encontramos dos paneles que nos aportan información sobre el paraje.

La Playeta tenía bastante animación. Muchas personas tomaban el baño para soportar mejor el fuerte calor que hacía ya.

Otra foto de grupo en la Playeta. Nos faltó el baño. Somos poco de agua.

Ahora el camino hasta Chelva transcurre paralelo al río.

El tramo pasa por bonito rincones y la sombra se agradece a estas horas y con el calor que cae.

Nos acercamos al puente del Reatillo.

Las aguas cristalinas corren hacia el Turia.

Antes de subir a Chelva, hacemos otra parada en la fuente del Cuco. 

El agua fresca se agradece.

Comenzamos a subir por esta senda muy bien arreglada.

Entramos a Chelva por el barrio morisco, con sus calles limpias y casas pulcramente encaladas.

Pasamos por la ermita  de la Virgen de los Desamparados.

Y poco después, por la ermita de la Santa Cruz, emplazada sobre la antigua mezquita.

Otro bonito rincón en la plaza del Arrabal.

Salimos de nuevo a la plaza Mayor.

El mercado se encuentra en plena efervescencia.

Iglesia arciprestal de Nuestra Señora de los Ángeles.

Y sólo nos queda volver al punto de inicio para terminar esta interesante ruta por el término de Chelva.

Otras rutas en la zona.

Pico del Remedio.

Acueducto de la Cortada.

La ruta en el mapa.

La ruta en Wikiloc.

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