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domingo, 15 de octubre de 2017

ALLEPUZ: RUTA DE LOS PILONES (19/8/2017)


Otra de las rutas veraniegas es ésta que os presento hoy. Se trata del conocido como "camino de los pilones" entre las localidades turolenses de Allepuz y Villarroya de los Pinares.



El camino de los pilones es un camino histórico que formaba parte del Camino Real entre Teruel y poblaciones de Levante por el que transitaban las mercancías, sobre todo la lana,  el esparto o los tejidos hacia tierras levantinas.

El tramo que recorreremos en esta ruta se encuentra entre las poblaciones de Allepuz y Villarroya de los Pinares, en el Maestrazgo turolense. Tiene la particularidad de que es el único tramo de este Camino Real que conserva en relativo buen estado una serie de columnas o pilones a modo de hitos que jalonan todo el recorrido.

En la actualidad se conservan unos 113 pilones separados entre sí de treinta a cincuenta metros y alcanzan los dos metros y medio de altura y algo más de medio metro de diámetro. Su construcción data del S. XIII (otras fuentes hablan del S. XVIII) y su función básica era la de guiar a comerciantes y viajeros y evitar que pudieran perderse en épocas de nevadas y ventiscas por estos páramos del Maestrazgo

Este peculiar camino fue declarado Bien de Interés Cultural por el Gobierno de Aragón en el año 2008. 

Como ruta lineal que es, podemos comenzar en Allepuz o en Villarroya de los Pinares.
En nuestro caso lo hicimos desde la localidad de Allepuz. En concreto, iniciamos la ruta en la calle Mayor, junto a la iglesia de Nuestra Señora de la Purificación.


Portada de la Parroquia de Nuestra Señora de la Purificación de Allepuz.


Foto de grupo antes de iniciar la ruta.
De pie: Ana, Paco Álvarez, Xavier, Paco, Pepa, Amparo, Javi, Mª Jesús y Manolo.
Agachados: servidor y Paco Bayarri.


Callejeamos por las empinadas callejuelas del pueblo.


Enseguida encontramos un poste de señalización que nos indica el camino a seguir.


Buscamos la parte superior del pueblo, buscando las antiguas eras.


Vamos por buen camino como nos señala este nuevo poste.


Vamos saliendo, en fila india, hacia las eras.


Aquí tenemos los pajares frente a las eras.


Buscamos ahora el cortado del Portillo.


Aquí estamos subiendo el alto del Portillo, en cuyo final encontramos el peirón de San Cristóbal.


El peirón nos atrae como un imán y nos reune a todos para hacernos esta foto de grupo.


Enseguida vemos los pilones que nos marcarán este histórico camino.


Muchos de ellos están todavía en buen estado de conservación.


De camino, miramos hacia el páramo y en la lejanía vemos la localidad de Aguilar del Alfambra.


Caminar por un camino ancestral nos imbuye de un sentimiento muy especial.
Caminar por donde han caminado tantas y tantas personas durante tantos y tantos años proporciona a estos caminos una patina de tradición y leyenda.


Algunos de los pilones se encuentran muy deteriorados.
Sería una lástima que poco a poco fueran desapareciendo. Debemos conservar en nuestra memoria esta riqueza cultural para que no se pierda.


El camino hasta ahora es plácido por transcurrir por una amplia pista. Por ello, hemos de ir atentos cuando lleguemos a este abrevadero porque en este punto es fácil que sigamos por el cómodo camino que llevamos si vamos hablando con los demás.


Aquí, junto al abrevadero, nos desviaremos a la derecha por donde siguen efectivamente los pilones que nos llevan guiando desde que salimos de Allepuz.


Una senda asciende un poco y desemboca en un amplio y desolado altiplano que recorreremos siguiendo siempre el camino que nos señalan, en silencio, los pilones.


Cuando el camino llega a una zona boscosa, nos detenemos en la sombra que nos ofrecen los pinos para almorzar.


Tras almorzar, seguimos unos metros y cruzamos este camino que enlaza con el camino que va de Jorcas a Villarroya de los Pinares.


Esta zona por la que discurre el camino es zona de setas según nos informa este cartel.


Como se aprecia, la desolación de la meseta nos da idea de lo que puede ser un invierno crudo por estos lares. La altura en esta meseta ronda los mil quinientos metros.


Otra muestra más del deterioro que sufren algunos de estos pilones.


El camino empieza a descender suavemente hacia Villarroya de los Pinares.


Pasamos por un terreno donde abundan los fósiles, como se aprecia en la foto.


Otra muestra.

Seguimos descendiendo hacia nuestro destino.


Llegamos a este manantial, que deriva sus aguas hacia el barranco de las Pavías.
Poco antes de llegar hasta aquí terminan los pilones.


Seguimos junto al arroyo hasta salir a la carretera A-226.


Pasamos antes de salir a la carretera por esta carpintería.


En este punto salimos a la carretera y cruzamos para seguir por una senda que nace enfrente.


Bajamos por la senda, pedregosa y algo deshecha que transcurre por el barranco de las Pavías durante un trecho.


Cruzamos el arroyo y subiremos por la senda al otro lado del barranco.


Ahora la senda transcurre elevada sobre el barranco y se enfila hacia el pueblo.


Enseguida tenemos ante nosotros Villarroya de los Pinares, con el Cabezo del Calvario detrás.
Nos impresiona un tanto la aridez de las montañas que tiene detrás el pueblo y nos llama la atención el nombre de la población "¿de los Pinares?".


Entramos al pueblo por las eras y los pajares que allí se encuentran.
Se aprecia que muchos están ya en desuso.


Entramos en el pueblo propiamente dicho.


Y callejeamos por sus tranquilas calles.


Y llegamos a la plaza de los Arcos, donde se encuentra el edifico del Ayuntamiento.


También encontramos esta sencilla fuente en el centro de la plaza.


Y  aquí terminaría la ruta. Como colofón a la misma, la foto final de ruta.
Algunos de los miembros decidimos volver a Allepuz  por donde habíamos venido, disfrutando una vez más de este histórico recorrido de los Pilones. 


A la vuelta nos esperaba un excelente cabrito al horno en el restaurante de Venta Liara.
No quedó nada, os lo puedo asegurar.

Por fin tuve ocasión de realizar esta ruta de la que tuve conocimiento el año pasado y que desde entonces tenía metida entre ceja y ceja. Interesante por ser el camino que es y por su originalidad y peculiaridad que hace de él una ruta muy especial.


La ruta en el mapa.




La ruta en Wikiloc.


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7 comentarios:

  1. Hola Emilio.

    Hace ya unos cuantos años, que descubrí el Camino de los Pilones, a través de un programa de la televisión Aragones, y que sigue en la larga lista de pendientes, porque esta zona, cae bastante a desmano de Zaragoza.

    A ver si con el tiempo, comienzan a restaurar alguno, que se ve bastante deteriorado; veo que lo hicisteis en agosto, imagino que elegiríais un día de poco calor, porque se ve bastante pelado todo.

    Un saludo.

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    1. ¡Hola, Eduardo! La verdad es que siendo un camino interesante por su interés cultural, histórico y también paisajístico, Allepuz o Villarroya de los Pinares quedan algo alejados de algunos lugares como Zaragoza o Valencia que es mi caso. Lo que sucede es que aprovechando mi estancia en Montanejos, es más fácil acercarse a este apartado rincón de Aragón. Esperemos que se intenten restaurar los que están más estropeados, sino bajará el número de los que aún persisten.
      Un saludo.

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  2. Hola Eduardo.

    Desconocía por completo este histórico camino y aún menos que se conservaran parte de los pilones entre estas dos poblaciones turolenses. Gracias por compartir. Este recorrido, solo por la carga histórica que tiene ya merece ser recorrido, y valga la redundancia. Lo apuntamos en la agenda.

    Un abrazo.

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    1. ¡Hola Dani! Aunque pueda parecer una ruta poco atractiva por su árido y adusto paisaje, para mí particularmente, este tipo de caminos cargados de historia tienen un encanto especial que me atrae y me producen una sensación especial que no soy capaz de describir. Caminar por caminos ancestrales es una delicia. Es como revivir la historia en el presente.
      Un abrazo.

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  3. ¡Hola Emilio!

    Yo también desconocía es camino, nos acabas de realizar un agradable descubrimiento.
    Me lo apunto en la agenda para realizarlo en algún momento, es una parte de nuestra historia y merece el ser conocido.

    Un abrazo.

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    1. ¡Hola, David! Puedes aprovechar cuando vayas a estar unos días en Montanejos para acercarte a esa zona y hacer esta bonita ruta. Luego puedes degustar un delicioso cabrio al horno como hicimos nosotros y completar un día estupendo de ruta.
      Un abrazo.

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  4. Mañana vamos nosotros. Gracias a muchos de los participantes en este recorrido por recomendarnos el mismo

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