OLBA: ECOSENDA DE SAN CRISTÓBAL Y SUBIDA AL MORRÓN (10/8/2015)

La proximidad de Montanejos con Olba, ya en la provincia de Teruel, propicia que sea fácil y rápido acercarse hasta allí para recorrer caminos menos conocidos que los de Montanejos. Olba, en la comarca de Gúdar-Javalambre, ofrece muchas posibilidades senderistas. La que os presento es una de ellas: la ecosenda de San Cristóbal. Aprovecharemos gran parte de este recorrido, pero además, aprovecharemos para subir hasta la cima del Morrón para disfrutar de las enormes vistas que se contemplan desde allí.

Para realizar esta entretenida ruta nos acercamos a Olba desde Montanejos por la CV-20, que al pasar el límite provincial se convierte en la TE-20. Dejamos el coche en la entrada del pueblo, junto al cementerio. Desde allí, callejearemos por esta pintoresca población para bajar hasta el puente de Carlos IV, donde se encuentra el panel de inicio de la Ecosenda San Cristóbal.

Esta ecosenda es un recorrido lineal que va desde Olba hasta los Ramones. Para hacer circular la ruta, enlazamos el punto de partida de la ecosenda en el puente de Carlos IV con el desvío al barrio de Los Ramones por un camino que transcurre paralelo al Mijares, con exuberante vegetación de ribera. Más tarde, volveremos a dejar la ecosenda, momentáneamente, para subir hasta la cima del Morrón desde la ermita de San Pedro. De esta manera completaremos un bonito recorrido que nos va a recompensar con creces.

Así pues, comenzamos desde la parada de autobús de Olba, junto al cementerio, y bajamos por una calle buscando la plaza del ayuntamiento y la calle Mayor.

Al poco de iniciar el recorrido, pasamos junto a esta arreglada ermita. 

Es la ermita de San Roque. En el arco que forma la puerta podemos ver el año de su construcción: 1724.

Enseguida encontramos esta fuente con un agua muy fresca y donde podemos llenar las botellas.

Aquí nos hacemos la foto de grupo: Paco y servidor.

Seguimos callejeando buscando la calle Mayor.

Y llegamos a la iglesia de Santa Catalina (estilo barroco, S. XVII).

Ayuntamiento de Olba (S. XVII), frente a la iglesia.

En el ayuntamiento se inicia la calle Mayor, pero la abandonaremos enseguida por esta calle que vemos a la derecha para bajar hacia el río.

Iniciamos la bajada hacia el río, pasando por la piscina municipal.

Camino de bajada al puente de Carlos IV.

Un vistazo atrás nos confirma que hemos descendido bastante.

Y llegamos al puente de Carlos IV, así llamado por haber sido mandado construir por este rey al ser camino de unión entre Teruel y Valenciacomenzado a construir en 1789 e inaugurado en 1803. Los costes de su construcción fueron sufragados por los habitantes de las poblaciones situadas a 10 leguas alrededor de Olba. De los cuatro arcos que lo formaban, sólo se conservan dos. Los otros dos fueron volados por las tropas republicanas para entorpecer la marcha de las tropas nacionales. Los que se conservan, se salvaron de la voladura al fallar las cargas de explosivos que pretendían volarlo. Posteriormente, el tramo volado se ha reconstruido con vigas y hormigón sin guardar la estética y estilo de la otra parte.
Aquí se encuentra el panel informativo de la Ecosenda San Cristóbal que vamos a seguir en gran parte.

El Mijares a su paso bajo el puente de Carlos IV.

Cruzamos el puente y nos vamos por el camino de la derecha, camino junto al Mijares que nos conducirá al barrio de Los Ramones. Un peirón nos marca esta encrucijada de caminos. De frente, el PR VT 126 nos lleva a Puebla de Arenoso y Montanejos.



Esta inscripción en la columna del Peirón nos habla de la construcción del puente.

 El camino junto al río es muy agradable. La vegetación de ribera nos escolta en todo el recorrido: chopos, álamos, sauces, hiedra...El suelo presenta  señales de haber sufrido gran arrastre de tierra debido al desbordamiento del río.

 En esta bifurcación seguimos camino por nuestra derecha.

 Enseguida llegamos a este azud.

 A los  pocos metros encontramos esta fuente casi a ras de suelo.

 Y poco más adelante el camino pasa junto a este corral.

 El río baja muy animado y con corriente.

 Seguimos avanzando y vemos en la otra orilla las casas del barrio de La Tosca.

Algo más lejos, otro barrio de Olba: Los Pertegaces (patria chica del famoso modisto Pertegaz).

 Atravesamos este pequeño arroyo y seguimos.

 Dejamos a la derecha el desvío a La Tosca.

 Nosotros seguimos por la izquierda en este cruce que nos lleva hasta Los Ramones. En este punto enlazamos con la ecosenda San Cristóbal, que seguiremos hasta volver de nuevo a Olba. 

 Entrando en el barrio de Los Ramones.

 Otro peirón a la entrada de Los Ramones.

 Saliendo de Los Ramones encontramos esta artística fuente. En ella, además de disfrutar de su fresca agua, disfrutamos también de esa original decoración.

 Desde Los Ramones iniciamos una subida por pista que nos va a proporcionar excelentes vistas.

 Los Villanuevas

 El Mijares a su paso por Los Villanuevas.

 Subimos constantemente, pero de forma muy llevadera y entra pinos que atenúan el calor.

 De vez en cuando vamos viendo las marcas que señalan este sendero.

 Tras una buena subida llegamos al caserío Hoya de Ramos, en ruinas.

 Desde este mirador tenemos excelentes vistas del valle Mijares y la sierra de Javalambre.
Vamos leyendo el panel e identificando lo que tenemos frente a nosotros.

Pico del Águila.

Javalambre (2020 msnm).

 
Caserío de la Coscoja.



Casa Bolea.

 Los Giles.

 Los Villanuevas.

 La Hoz y el mirador de la Atalaya.

 Aprovechamos el caserío Hoya de Ramos para almorzar. Un alimoche se acercó hasta nuestra posición y se marchó enseguida. Seguramente no vio ninguna posibilidad de alimento.

 Seguimos nuestro camino por el antiguo camino de San Agustín.

 Llegamos hasta este depósito contra incendios. A la izquierda encontramos unas paletas de dirección. Seguimos dirección ermita de San Pedro.

 Pasamos junto a la ermita de la Virgen de los Desamparados antes de llegar a Los Ibañez Altos.

 El sencillo edificio se encuentra en ruinas. 
En sus ruinosas paredes podemos ver restos de pintura.

 Este montón de piedras suponemos serviría de altar mayor.

 A pocos metros, junto al camino, Los Ibañez Altos, barrio de Olba deshabitado, aunque presentaba una casa bastante restaurada.

 Dejamos el camino de la derecha y seguimos entre pinos por la izquierda.
Iremos descendiendo por el camino de San Cristóbal hasta llegar a la ermita de San Pedro.

 Llegamos hasta la sencilla ermita de San Pedro.
La ermita de San Pedro es una construcción popular muy sencilla y curiosa. Por lo visto, el último fin de semana de abril se realiza una romería desde Olba y barrios de alrededor.

 Lo primero que llama la atención es la porchada, con un pilar central que aguanta toda la techumbre sujetada por troncos de madera. 

 Detalle de las vigas del techo, colocadas de forma anárquica, aunque como vemos, efectiva.

 Posamos junto a la puerta.

 Foto del interior del templo sacada desde la ventana junto a la puerta.
Su sencillez es evidente.

 Otro detalle del techo del porche.

Aprovechamos que desde la ermita de San Pedro sale el camino que sube hasta el Morrón y dejamos momentáneamente la ecosenda para subir hasta allí.

 En unos quince minutos, siguiendo por este camino en ascenso que nace frente a la ermita de San Pedro, estaremos en la cima del Morrón. Llegaremos primero a la loma y desde aquí, por un sencillo camino con poco desnivel, llegaremos hasta el extremo del Morrón.

 Vamos subiendo poco a poco y paramos a tomar aire. Disfrutamos de buenas vista sobre Javalambre. En la lejanía, abusando de zoom, podemos divisar los telescopios del Observatorio Astrofísico de Javalambre, situado en el pico del Buitre.

 La Hoz y el mirador de La Atalaya.

 Alcanzamos la loma del Morrón y a lo largo de toda ella, vamos a encontrar unas construcciones de piedra que nos parecen nidos de ametralladora.

 Hacia el sur, las inconfundibles antenas de Santa Bárbara de Pina.

 Otra de las construcciones que nos recuerdan los nidos de ametralladoras.



Finalmente, llegamos al extremo del Morrón y obtenemos esta estupenda vista de Olba.

 Hacia el norte, la sierra de Gúdar, con Peñacalva y el Cabezo de las Cruces.

 Hacia el este, el valle del Mijares adentrándose en la provincia de Castellón.
En la foto, la Puebla de Arenoso y el pantano a sus pies. El Viso, objeto de una ruta la semana pasada, detrás de la Puebla. Algo más atrás, la punta del Morrón de Campos.

 
La Monzona desde el Morrón de Olba.



Los Cantos, desde el Morrón de Olba.



La Puebla con zoom.



También, abusando de zoom, la cima del Morrón de Campos.

 Hacia el norte, Fuentes de Rubielos.

 Ermita de Santa María.

 No podía faltar el "gegant de pedra".

 Posando en la cima del Morrón, con la sierra de Gúdar por detrás.

 Parte de la localidad de Rubielos de Mora también es visible desde el Morrón.

 Bonita vista de Olba desde el Morrón.

 Preciosa vista del valle del Mijares, con la pedanía de Los Cantos en primer término y la Puebla al fondo.

Tras disfrutar de las vistas desde el Morrón, volvemos sobre nuestros pasos a la ermita de San Pedro. La bajada se hace incómoda porque el terreno está muy irregular debido al arrastre de tierra por culpa del agua.

 Llegamos de nuevo a la ermita. Fijaos la sencillez de construcción.

Bordeamos la ermita por la derecha para seguir el camino y pasamos junto a este depósito que recoge el agua de lluvia que se desliza por el tejado y es recogida por una canal que la aboca en la cisterna.

 Seguimos nuestro camino dirección Olba por un camino que dejaremos más tarde por una senda.

 El camino es amplio.
 Las carrascas  y los pinos lo acompañan.

 Vamos descendiendo rodeando el Morrón y desde el camino podemos ver su cima.

 En este punto tuvimos un pequeño error al abandonar el camino a la derecha por lo que nos pareció una senda evidente. Enseguida nos dimos cuenta del error y retomamos el camino correcto enseguida. Nos habíamos adelantado unos cinco metros antes de lo debido. Nos dimos cuenta de ello al volver hacia atrás para retomar el camino correcto.

 El camino es una bonita senda de herradura que desciende hasta Olba.

 Aún conserva el empedrado en algunos puntos.

 Pasamos junto a este corral que puede servir para refugiarnos en caso de  necesidad.

 Olba ya a la vista.

En algún tramo, ya cercanos a Olba, algún tramo de senda se encuentra algo cerrado por la vegetación, pero no impide para nada el paso.

 Antes de llegar a Olba, pasamos junto a las Cavas.
Al parecer, estas canalizaciones se usaron para conducir agua y también como bodegas.

 Interior de las Cavas.

 Y de nuevo, llegamos a las proximidades del puente de Carlos IV.

 Arcos originales del puente de Carlos IV.
Ahora nos toca volver a callejear por el pueblo para llegar hasta el coche.

 Cruzamos el pueblo por tranquilas calles, llenas de silencio y frescor. El bullicio del pueblo se concentraba en la piscina municipal que acabábamos de pasar.

Salimos de nuevo a la calle Mayor y nos encontramos frente a la iglesia de Santa Catalina.

 Nos detenemos un momento ante el reloj de sol del ayuntamiento. 
Comprobamos que no se retrasa ni un segundo.

 La ermita de San Roque de nuevo.
 Sólo nos quedan unos metros para el final.

Y un último vistazo al Morrón antes de guardar la cámara.

Resumiendo, bonita y entretenida ruta en Olba, en la comarca turolense de Gúdar-Javalambre, vecina del Alto Mijares, con la que comparte características comunes, sobre todo en la ribera del río; pero de la que empieza ya a distinguirse por otros elementos diferenciadores de la cercana sierra de Gúdar. Podemos realizar la ruta en sentido contrario. Yo recomiendo hacerlo en el que lo hemos realizado nosotros, contrario a la agujas del reloj, porque salva el desnivel de manera más progresiva. Encontramos fuentes en Olba y Los Ramones.

La ruta en  el mapa.

La ruta en wikiloc.