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domingo, 17 de mayo de 2015

NAVALÓN: VÉRTICE DE ARENALES (9/5/2015)

Esta semana nos hemos acercado hasta Navalón , pedanía de Enguera, en la Canal de Navarrés, para visitar el vértice geodésico Arenales y recorrer parte de la sierra de Enguera, que conocemos tan poco.



Para empezar nuestra ruta nos desplazamos hasta Navalón de Arriba y de allí nos dirigimos al área recreativa de la Fuente Las Arenas, a unos kilómetros de Navalón. Éste será el punto de inicio y final de nuestra recorrido.

Área recreativa Fuente Las Arenas.


El área recreativa está equipada con paelleros como el de la foto, mesas para picnic y un bar que funciona todo el año.


Foto para el recuerdo ("Yo estuve en el vértice Arenales").
De pie (de izq. a der.): Jaime, Carlos, Mari,Amparo. Eduardo, Carmen, Chelo, Luis.
Agachados (mismo orden): servidor y Ricardo.


Iniciamos nuestro recorrido buscando un cortafuegos en ascenso.


En este área, la vegetación es muy frondosa. Vemos verde por todas partes y muchas zonas de sombra.


Comenzamos una subida constante, pero no excesivamente empinada.


Aquí veis mejor la subida. 
Es la subida más fuerte de todo el recorrido.


La luna, menguando, nos estuvo acompañando durante gran parte del recorrido.


Seguimos subiendo por esta especie de cortafuegos.


Tras salir a un camino, llegamos a la aldea de Casas de Requena. 
Como veis, un lugar muy tranquilo.


Las amapolas tiñen de rojo los campos y las cunetas de los caminos


Pasando Casas de Requena damos un giro a la derecha.


Pasamos junto a esta construcción que nos pareció una fuente.


Y seguimos por el camino.


En un punto, a nuestra izquierda, un vallado en una gran extensión de terreno nos acompaño un buen trecho. Se trata de una ganadería de reses bravas, aunque no vimos ninguna por el campo.


Un poco más adelante, donde el terreno llaneaba, encontramos parcelas de verde cereal esperando amarillear con los calores que nos vienen, para darnos su fruto en verano.


En este punto dejamos el cómodo camino que llevábamos (casi nos lo pasamos) y tomamos uno a la derecha. Los pinos nos acompañan un trecho.


Aquí dejamos el cómodo caminar hasta ahora para coger una intuitiva, más que clara, senda que se pierde entre la vegetación y se convierte en un campo a través.



No es un tramo largo y acaba en un camino de mejor trazada y volvemos a caminar con comodidad.


Salimos a otro mucho más ancho que viene de Casas de Requena y giramos a nuestra izquierda.


Encontramos algunas especies botánicas singulares.


Seguimos por el ancho camino.
 Como veis, poca sombra y el calor ya apretaba.


Llegados a este punto, un cartel nos hace entender que esta es una buena zona de setas, ya que nos indica el modo en el que hemos de recolectarlas. Justamente aquí, nos desviamos a la derecha. Nos hemos adentrado unos metros en la provincia de Albacete (Castilla-La Mancha).


Avanzamos por este ancho camino hasta que nos encontramos de frente con el vértice Arenales.


Tiene una subida muy fácil y poco atractiva. Es un vértice sin ningún tipo de vistas.


Pero ya que estamos aquí, nos hacemos una foto para recordarlo.
Junto al vértice vemos un pilón que nos indica que estamos en el límite con la provincia vecina.


Muy cerca del  vértice encontramos estas rocas a la sombra que nos protegen de un sol que ya empieza a apretar y nos disponemos a dar cuenta del almuerzo.


Tras un distendido almuerzo, nos ponemos en camino y lo haremos prácticamente paralelos o junto a una valla metálica que protege una explotación animal un tanto peculiar. Además este cercado delimita las provincias de Valencia y Albacete durante un buen tramo (sobre kilómetro y medio).


Según rezan los carteles en la valla, los animales que aquí se crían son avestruces, aunque no vimos ninguna.



Seguiremos pues, por tierras de Albacete, aunque por poco tiempo y dejaremos el límite provincial para volver a tierras valencianas siguiendo la Vereda Real hasta legar a un parque eólico.



Lo que si vemos más adelante, detrás del vallado, son algunos ejemplares de caballos. He aquí algunas fotos de ellos.





Enseguida veremos los "molinos gigantes" (si Don Quijote levantara la cabeza no dudaría enfrentarse a ellos en desigual batalla cabalgando a su rutilante Rocinante).


Aquí aparecen sobre las copas de los pinos. 


Y aquí los tenéis más de cerca.


Para bien o para mal, nos hemos acostumbrado a ver en nuestras montañas, estos artilugios (que evidentemente afean el entorno) y se nos han hecho tan familiares, que nos parece normal. 
A mi particularmente no me gustan nada.


Nos salimos aquí de la pista por la que caminábamos para buscar el manantial del Chorrico Salomón. Primero un corto tramo por camino y luego unos metros campo a través.


Encontramos primero el abrevadero que recoge el agua de la fuente.


Manantial del Chorrico Salomón.
Unos metros más arriba está la fuente que surte el abrevadero.


Por la derecha de la fuente, por donde mejor podemos, subimos unos metros para enlazar con la pista que seguíamos antes. Los molinos nos ayudan para orientarnos hacia la pista.




Salimos por fin a la pista y contemplamos ahora en primer plano el enorme tamaño de estos gigantes. Nos encontramos en la partida de la Matea.


Panorámica desde la Matea.


La Matea.
Esta zona es un parque eólico .


En este punto, seguimos por la pista de la derecha, junto al poste direccional y llegaríamos hasta el área recreativa de Fuente Las Arenas.


Nosotros seguimos, sin embargo, un camino paralelo unos metros antes de ese cruce, que sale más adelante a la misma pista, junto a otro grupo de molinos. No añade nada nuevo ni especial  a la ruta. Además, el tramo final es campo a través. Yo recomiendo no hacerlo.


Como os decía, volvemos a la pista unos 700 m más adelante, junto a otro grupo de molinos.




En este punto, más gigantes.


En esta bifurcación, derecha.



Nos encontramos en el Alto de la Cierva. 
Desde aquí tenemos un amplio horizonte.


Seguiremos por pista ya hasta el final.


En esta otra bifurcación, también a la derecha.


Desde esta paramera, divisamos la cima del Montcabrer y la del Benicadell. La neblina no nos deja percibirlas con mayor nitidez.


Estas barandillas de madera nos avisan de que entramos en el ámbito del área recreativa de La Fuente Las Arenas.


De nuevo en el punto de inicio.


Fuente Las Arenas, que da nombre a este bonito y fresco paraje.
 Pudimos refrescarnos en ella, aunque caía poca agua.


El edificio del bar, abierto todo el año y en el que se puede comer.

Pero nosotros decidimos comer en Moixent, ya de vuelta a casa. Lo hicimos (y muy bien) en el restaurante Bon Aire, a la entrada en Moixent viniendo desde Navalón.



Un ejemplo de primero: Gazpacho manchego estilo Moixent.
Un ejemplo de segundo:
calamares a la plancha.
Y un buen surtido de postres caseros a elegir.


Con la buena comida y la animada charla de la sobremesa, dimos por terminada la ruta de esta semana.


En resumen, ruta con poco atractivo senderista dado que en su mayor parte transcurre por pistas y caminos con poca sombra; recomiendo no hacerla en épocas de calor por la escasez de sombras. El único aliciente sería conocer el vértice Arenales y parte de esta sierra de Enguera poco recorrida por nosotros. La única  fuente que encontramos es la del Chorrico Salomón, pero son reservas sobre la posibilidad de beber de ella. En el área de la Fuente Las Arenas se puede disfrutar de una buena mañana de campo.



La ruta en el mapa.





La ruta en wikiloc.



6 comentarios:

  1. Hola Emilio
    No siempre salen las rutas como las esperamos, unas gustan mas y otras gustan menos, pero los que salimos habitualmente tenemos mas opciones de arriesgarnos y buscar sitios algo desconocidos, en este caso aunque no haya sido lo esperado, por lo menos ya lo conoces y eso también es bueno.

    Un saludo y aseguir caminando
    Jose
    TROTASENDES BENICALAP

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    1. ¡Hola Jose! Así es, hay rutas con encanto y otras menos, pero de todas sacamos algo. En este caso ya conozco un vértice nuevo, aunque los vértices no sean mi prioridad. En todo caso, pasamos una buena mañana caminando.
      Un abrazo.

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  2. Hola Emilio.

    La cuestión es salir, si la ruta nos gusta, mejor que mejor, y si no, pues a quedarse con lo positivo, que es la compañía y la comilona del final.

    El otro día huías de las vacas, hoy te veía ya corriendo delante de los avestruces jajaja.

    Un abrazo.

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    1. ¡Hola Dani! Como bien dices, siempre queda algo positivo de las rutas. En este caso, un vértice desconocido y la buena compañía y la comida final. Si es que nos quejamos de vicio. Miedo me daba ver avestruces. Hubiera escondido la cabeza en el suelo para pasar desapercibido, ja,ja,ja.
      Un abrazo.

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  3. Hola Emilio.
    Como yo he comentado en alguna ocasión,todas las rutas tienen su encanto....En nuestro caso este vértice habrá que hacerlo,esta en la lista....jejeje...pero como tu dices,cuando no apriete el calor...
    Un abrazo.

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    1. ¡Hola Juane! Como decía a Dani, nos quejamos de vicio. Seguro que hay lugares donde lo pasaría peor (un hospital, por ejemplo) . Pasamos bien la mañana y caminamos al aire libre. Eso ya de por sí ya tiene mucho valor.
      Un abrazo.

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