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lunes, 4 de mayo de 2015

MONTANEJOS: EMBALSE DE ARENOSO, LOS MOLARES, MAS DE SANCHO (2/5/2015)


Disponer de tiempo libre es estupendo para practicar nuestra afición favorita. Este pasado puente pudimos realizar dos estupendas rutas en Montanejos. Primero os contaré ésta en solitario y en una próxima entrada os presentaré otra muy espectacular y con excelente compañía.




En esta ocasión se trataba de completar una ruta que tenía pensada desde hacía tiempo. Es una ruta sencilla pero que me iba a reportar grandes satisfacciones y algún pequeño susto como luego veréis.

Desde Montanejos nos desplazamos cuatro kilómetros hasta llegar al embalse de Arenoso. Allí aparcamos el coche y nos disponemos a comenzar la ruta. En la lejanía, el sonido de unos cencerros nos advierten de la presencia de ganado.


 Las vistas del pantano son estupendas. Presenta un aspecto inmejorable. Las últimas lluvias han venido de maravilla.


 Cruzamos el dique de la presa.


 Pasamos junto a los nuevos aliviaderos.

 Seguimos por la pista de la izquierda.


 La Redonda. 
Así era denominada esta montaña por los habitantes del desaparecido Campos de Arenoso.
Hacia allí nos dirigimos.


 Salimos a una pista y buscamos el inicio de la senda.
En esta ocasión, la zona se encuentra rodeada de una sencilla alambrada. Este hecho junto con los sonidos de cencerros de hace un rato nos dan que pensar.


 Iniciamos una bonita senda que transcurre en todo momento por el interior de una espesa pinada.
La temperatura agradable, los aromas del monte, la soledad y el silencio hacen del camino una delicia.


 La senda gana altura enseguida. Sólo tenemos que volvernos para empezar a disfrutar de excelentes vistas: El Morrón de Campos.


 Caminamos placenteramente entre pinos.


 Nos entretenemos con cualquier florecilla que nos llama la atención. 
Disfrutamos del entorno, del leve canto de los pajarillos, de una inapreciable brisa con aromas camperos...



 Entre los árboles adivinamos, ayudados por el intenso color azul, las aguas del pantano que reflejan como un espejo las paredes del Morrón de Campos.


 Cuando la senda alcanza su máxima altura, vemos los cantiles de la Redonda cerca y nos salimos de la senda unos metros para encaramarnos en una estrecha faja en su base y contemplar el paisaje.


 El resultado es esta vista fabulosa del embalse.


 Y, en la lejanía, la redondeada cima de Santa Bárbara de Pina.


 La panorámica desde aquí es algo así como ésta.


Aquí se puede ver la pequeña faja en la base de los cantiles de la Redonda.


 Desde esta formidable atalaya también distinguimos el Pinar


 Y nos entretenemos en hacer zoom sobre la cima del Morrón de Campos para acercar la caseta del forestal.


Bajamos de las alturas y seguimos la senda. 
Pasamos junto a este corral ya muy cerca del Mas de Sancho.



En este punto está el desvío al Mas de Sancho. Nosotros seguimos por la senda de la derecha que nos llevará hasta el caserío de Los Molares. A la vuelta pasaremos por el Mas de Sancho. 
Desde aquí se oyen perfectamente varios cencerros que delatan la presencia de vacas, aunque no las veo. Deduzco que están junto al mas.


Sigo unos centenares de metros y los ecos de los cencerros que habían desaparecido, vuelven a aparecer muy cercanos ahora. Por fin, veo algún grupo de vacas pastando  por los ribazos a un lado y otro del sendero. Alguna se queda mirando curiosa y desconfiada. Yo paso lo más discretamente posible por no molestarlas y por miedo, claro. Finalmente, continuo mi camino hacia Los Molares.


 Sigo la senda en todo momento hasta que en este punto se cruza la que llevo con otra que se va a la izquierda. Yo sigo por la derecha dirección a Los Molares. El eco de los cencerros ha vuelto a desparecer. Me vuelvo a tranquilizar.


 Llegando al caserío de los Molares, vuelvo a oír cencerros.
Efectivamente, alguna vaca pulula por allí.


 Vista inconfundible de Penyagolosa desde los Molares


 Ruinas de este caserío.


 Otra casa de los Molares.


 Y una más.

Tras hacer algunas fotos, vuelvo por la senda que he venido dirección Mas de Sancho. Avanzo tranquilamente hasta que hacia mitad del recorrido, veo frente a mi, en medio de la senda, una de las vacas que me mira entre curiosa y extrañada. Yo también la miro. No parece que vaya a quitarse de la senda. Yo, evidentemente, tampoco tengo intención de avanzar hacia ella. Me retiro prudentemente de la senda y me retiro unos 10 metros en un ribazo, junto a unos pinos, a esperar que pase el rebaño puesto que se oyen bastantes cencerros. La verdad es que pasé un mal momento porque a pesar de mi quietud, alguna vaca me localizaba y me miraba fíjamente. Alguna incluso que mugió un poco como si estuviera algo enfadada. Me pareció ver algún ternero con ellas. Al final, siguieron su camino dirección a Los Molares y pude seguir yo el mío.


No sé si apreciáis en el centro de la foto, la mirada fija de esta vaca blanca. Evidentemente sabía que yo estaba allí. Tras un momento de incertidumbre, las vacas pasaron de largo y proseguí mi camino. Comprobé definitivamente (ahora ya no tengo dudas) que el toreo no es mi vocación.


 Resto fósil.



 Y llego al Mas de Sancho. Oigo algún cencerro muy próximo pero no veo vacas.


Echo un vistazo entre las ruinas de esta masía a los pies del Cantón, que destaca a la izquierda de la foto. Poso delante de lo que queda de sus casas y continuo mi camino por una senda que se dirige hacia el embalse.


 La senda es muy bonita y transcurre también en medio de una frondosa pinada.


 Zigzaguea en algunos tramos.


 Y va bajando progresivamente dando la vuelta a la Redonda.


 En un punto de la marcha, frente a nosotros, una bonita imagen de Puebla de Arenoso.


Aquí con más zoom.


 Como veis, siempre caminamos entre pinos. En este tramo también vi alguna vaca suelta.


 Y la senda desemboca justo a orillas del pantano en lo que antaño fueron campos de cultivo.


 Panorámica del Morrón de Campos desde el otro lado del pantano.


 La Redonda en primer término y detrás el Cantón (vértice geodésico,995 m).


 También frente a nosotros, contemplamos los restos del Castillo de la Viñaza.


Seguimos bordeando la Redonda y buscamos la senda que bordeando por su base y a orillas del embalse, nos llevará de nuevo hasta el inicio de la ruta.


 El caminar por esta senda tiene el aliciente y el atractivo de tener siempre a la vista las aguas del embalse, que hoy reflejaban igual que un espejo.


 Una madriguera de un zorro?, junto a la senda.



 De vez en cuando, parada y panorámica.


 Un selfi lateral .


 También en una piedra fotografié este singular y trabajado avispero.


 Esta senda junto al embalse tampoco tiene desperdicio.


 Como veis, el panorama durante todo el recorrido es precioso.


 El cerro del castillo de la Viñaza en primer término.


 Paredes de la Redonda.


 Nueva panorámica del embalse de Arenoso.



 Último tramo de senda antes de enlazar de nuevo con la carretera del dique del embalse.


 De nuevo en la pista que nos lleva al embalse, nos giramos para disfrutar de la bonita imagen de esta singular montaña.


 Ya estamos cerca.



Enfilamos hacia el dique. El Morrón de Campos al fondo.


Y una última foto del embalse antes de dar por concluida la ruta.

Resumiendo, corta y sencilla ruta pero con bonitos alicientes que nos lleva hasta dos caseríos en ruinas: Los Molares y el Mas de Sancho y que nos proporciona bonitas panorámicas del embalse de Arenoso desde distintos puntos del recorrido. La única fuente la encontramos en el mismo embalse, junto a una pista que baja desde aquí dirección al chorro a unos 50 m. de su inicio. Tener en cuenta también a la hora de realizar la ruta,  la posibilidad de que pueda haber ganado suelto y valorar su oportunidad o no.

Entradas relacionadas:


La ruta en el mapa.



La ruta en wikiloc.




Película.


 

6 comentarios:

  1. Hola Emilio.

    Que gozada ver así de lleno y bonito el embalse y poder contemplar el efecto espejo que hace con las montañas de alrededor.
    Veo que ya has substituido el sombrero, pero viendo las circunstancias mejor hubiese sido comprarse una montera jajaja.

    Un abrazo.

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    1. ¡Hola Dani! Ver el pantano lleno, además de que estéticamente es más bonito, resulta de gran alivio porque sabemos de la falta que hace el agua. Y es verdad, que una montera me hubiera venido bien, aunque no sabría usarla; pero al menos, para despistar me hubiera servido.

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  2. Hola Emilio
    Por un momento pensaba que abandonabas el senderismo y te dedicabas al running jajaja.

    Una maravilla encontrar el Embalse de Arenoso en estas condiciones, sencillamente precioso. Tienes suerte de tener todo esto tan tan cerca.

    Por cierto las fotos de las panoramicas muy guapas!!!

    Un abrazo
    Jose
    TROTASENDES BENICALAP

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    1. ¡Hola Jose! Al running aún me defendería (recuerdo mi época de corredor de populares), pero de torero, uff.
      Las panorámicas desde allí son espectaculares. Las fotos çunicamente reflejan parte de esa belleza.
      Un abrazo.

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  3. Hola Emilio.
    Indudablemente y a pesar de tu ''aventura torera'',hay que apuntar esta ruta.En mi caso ya son varias las que tendré pendientes por Montanejos....Un magnifico recorrido..
    Un abrazo.

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    1. ¡Hola Juane! Y es que no hay nada como una buena corrida (y los toros). Bromas aparte, lo que te dije en otras ocasiones: cuando vayas por allí me avisas y te acompaño gustosamente.
      Un abrazo.

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