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domingo, 10 de agosto de 2014

CAMINO DE SANTIAGO: CAMINO VASCO DEL INTERIOR, 4ª ETAPA: ZEGAMA-SALVATIERRA/AGURAIN (18/7/2014)



Nos disponemos a realizar la que, sin duda, es la etapa reina de este Camino Vasco del interior; la más emblemática y la de mayor desnivel de las 8 que hicimos. Se trata de la etapa que atraviesa el túnel de San Adrián, túnel natural en la sierra de Aitzgorri utilizado desde la edad media para el paso hacia la meseta alavesa y , por ende, a Castilla. Sin duda es la etapa más dura y más bella de todas. Paso a relataros esta bonita travesía.



4ª ETAPA: ZEGAMA-SALVATIERRA/AGURAIN (23 KM, 7 HORAS 15 MIN)

Localidades por las que se pasa: Zegama, Zalduondo, Ordoñana, Salvatierra/Agurain.


En esta cuarta etapa y, como es habitual, nos ponemos en marcha sobre las 6 de la mañana. Nos espera una dura subida hasta el collado de Leazaran (1150 m de altitud). Pero primero nos hemos de acercar a dejar las llaves en el buzón del bar. Salvado este pequeño inconveniente, comenzamos a oscuras totalmente porque las nubes cubren el cielo.


Partimos desde la iglesia de San Martín de Tours, con paso firme y decidido. La oscuridad nos envuelve, aunque la vista se acostumbra poco a poco a la luz. Si nos hubiéramos quedado en Zerain el día anterior habríamos tenido que hacer algo más de 6 km hasta Zegama y nos hubiera supuesto un esfuerzo extra. Por eso comenté en la anterior entrada que es mejor terminar en Zegama porque podemos emprender la etapa de hoy con más fuerza y menor esfuerzo.

Salimos de Zegama por la carretera con oscuridad total y el cielo cubierto de nubes.



Al poco, nos introducimos a la izquierda por una senda que avanza junto al río Oria (cuya compañía abandonaremos en breve) entre una profusa vegetación. En la senda encontramos paneles explicativos de la importancia de Zegama y del túnel de San Adrián en la tradición del Camino a Santiago, dada por la proximidad de esta localidad al túnel de San Adrián, paso natural muy transitado.



      Otros paneles nos informan del uso que se han hecho de estas aguas a lo largo del tiempo                         (aprovechamiento del agua para centrales eléctricas, industrias textiles, molinos...).



Pequeña central eléctrica junto al Oria.



El curioso sistema de buzones para que el cartero centralice la correspondencia de cada caserío sin necesidad de ir a cada uno de ellos.



Tras algo más de un km, la senda sale a esta carretera que cruzamos para seguir esta pista cementada en ascenso.



En una caseta junto al camino vemos este claro símbolo jacobeo.



Seguimos subiendo sin prisa pero si pausa.





Aunque la niebla lo invade todo, podemos ver bonitas estampas como la de la foto.



La pendiente cada vez se hace notar más.



El silencio total y la bruma confieren al ambiente un aspecto misterioso.



La niebla acentúa la sensación de humedad y junto al esfuerzo de ascender, nos hace sudar de lo lindo.



Este edificio con arco, aunque no lo parezca, es la ermita de Iruetxeta, que al parecer alberga una talla  de la Virgen de la Nieves del S. XIII.




Y este es el caserío de Buenavista. En este punto, nos desviamos a la izquierda y seguimos subiendo.


Desde Zegama no hay tregua. No dejamos de subir. Encontramos algún tramo embarrado.




A medida que vamos ascendiendo, parece que el sol asoma por la parte alta de la sierra.



A pesar de ello, aún caminamos entre la niebla.



Ahora sí que vemos mejor las imponentes cimas de la sierra de Aitzgorri.



Pero llegado un punto, hemos alcanzado tal altura que las nubes nos quedan debajo, formando esta curiosa imagen. Parece que vayamos en avión.



Y aún no la había comentado, pero la vegetación que nos rodea  es cada vez más espesa y frondosa.



Pisamos una verde y mullida alfombra de hierba que nos moja las botas de la humedad que contiene. Pero es una gozada pisar la hierba después de tanto bidegorri.



Numerosas y enormes babosas se nos cruzaban por el camino.



Un precioso bosque de hayas y robles nos envolvía como en un cuento de elfos, duendes, trasgos...



Y el mar de nubes bajo nosotros.



Preciosos y majestuosos ejemplares de hayas aparecían por todas partes e invitaban a fotografiarlos.



En el camino, siempre encuentras momentos de soledad para hundirte en tus pensamientos.
 El paisaje acompañaba este momento.



Preciosa panorámica desde una atalaya natural.



Ahora el sol lucía en todo su esplendor a la altura a la que nos encontrábamos nosotros. 
Siga la flecha nos dice la señal.




La naturaleza se mostraba en todo su esplendor en este lugar. Teníamos ganas de  transitar de nuevo por sendas tan maravillosas.



Los ejemplares de hayas nos obligaban a parar una y otra vez.



El bosque encantado era nuestro escenario.



Una verdadera maravilla.



En un lugar así, parecíamos enanitos del bosque.



Bajo este mar de nubes, el día no tenía luz.




Y llegamos hasta la ermita de Sancti Spiritu, antiguo hospital de peregrinos.




Interior de la ermita.



No podíamos dejar de hacernos una foto en tan emblemático lugar. 
Estamos muy cerca ya del túnel de San Adrián.



Efectivamente, desde el mirador de la parte de atrás de la ermita, divisábamos enfrente el túnel de San Adrián.



Algunos buitres también acompañaban nuestros pasos en este punto.



Siguiendo una antigua calzada, nos dirigimos en dirección al túnel.



Algunos paneles nos explican la historia que tiene este paso natural de San Adrián o Lizarrate y su importancia en la Edad Media.



Desde aquí vemos la amplia boca de este túnel.



Panorámica del túnel de San Adrián y su emplazamiento.



Mirando hacia atrás desde la boca del túnel, la vista es fabulosa, aunque la nubes nos la tapan.



En este emplazamiento hubo un castillo para controlar el paso, como sitio estratégico que era, al ser paso obligatorio entre Francia y Castilla.



Por esta puerta del antiguo castillo entramos en el túnel.



En su interior se encuentra la ermita de San Adrián (S. XI). Estaba cerrada.



Juan posando en el interior del túnel. Al fondo se ve la boca de salida.




De nuevo echamos la vista atrás.


El túnel no es muy largo, tendrá algo más de un centenar de metros.
En la foto, la boca de salida.




Alberto saliendo del túnel.



El túnel de San Adrián se encuentra a unos 900 m. de altitud. Pero, a pesar de haber estado subiendo sin parar desde que salimos, no hemos alcanzado aún el punto más alto de la etapa, por lo que nos toca seguir por la calzada de San Adrián de origen medieval, aunque al parecer con claros antecedentes romanos.



Tras salir del túnel y ascender un poco, vemos el enorme socavón que se aprecia en el suelo.




Tras el túnel encontramos multitud de señales. Muchas sendas confluyen aquí. Nosotros seguimos dirección Zalduondo



Por si no habíamos visto bien la dirección, esta flecha más antigua nos la confirma.


Aquí apreciamos el trazado de la calzada medieval que seguimos ahora hasta llegar al collado de Lezearan o de la Horca.



A la izquierda de la calzada nos encontramos este túmulo pastoril de la Edad del Hierro.




Este tramo por el que avanzamos ahora es también precioso.



La vegetación lo inunda todo.




Y aunque seguimos subiendo, el desnivel ya es más llevadero.




La humedad y la poca luz que atraviesa las copas de las hayas es evidente.


Y llegamos al collado de Leazaran o de la Horca, así llamado al parecer porque aquí eran ajusticiados los bandoleros que asaltaban a los viajeros. Este punto es el límite entre las provincias de Guipúzcoa y Álava. Cuando descendamos de aquí, habremos cambiado totalmente de paisaje.



En este tupido bosque hemos de ir pendientes de las flechas amarillas.




Salimos de la calzada, embarrada en algún tramo, a un camino más ancho y después a esta pista que seguiremos a la derecha sin dejarla.



Aunque un desvío más abajo nos marca a la derecha, seguiremos por la pista que acorta el recorrido unos 400 metros.




En este cruce seguiremos a la derecha, dirección Zalduondo. a la izquierda iríamos hacia Araia. Me llamó la atención la coincidencia de topónimos: Araia (Álava) y su homónima Araia en Castellón (¿tendrán alguna remota relación una con otra?).




Antes de continuar se hace necesario un descanso. Hemos subido mucho y las piernas se resienten.



Las vacas pacen a nuestro alrededor.




Ante nuestra vista, Zalduondo. Tenemos esperanzas de almorzar allí. Ayer no tuvimos la precaución de comprar algo para el desayuno y estamos sin comer nada y son casi las 12 del mediodía.



Entramos en Zalduondo y pasamos junto a la iglesia de San Saturnino (S. XVI).




También lo hacemos junto al palacio de Lazarraga o "Casa de los Gizones" por los dos guerreros que podemos ver a ambos lados de la portada. Alberga en la actualidad el Museo etnográfico comarcal. Este tipo de palacios en poblaciones tan pequeñas, nos hablan de un pasado histórico importante.

A pesar de nuestra esperanza de comer algo, en el bar del pueblo nos dijeron que no hacían comidas ni siquiera bocadillos, con lo que tuvimos que conformarnos con unas cervezas, un paquete de patatas fritas y unas aceitunas. al menos calmamos la sed.




Salimos de Zalduondo y seguimos dirección a Ordoñana.



A la salida de Zalduondo encontramos este pequeño puente medieval.




Y junto a este crucero.



Y fijaros lo que os decía. Hemos dejado las onduladas y verdes colinas llenas de prados y vegetación de la provincia de Guipúzcoa, por estas llanuras llenas de girasoles, cereal, remolacha, un poco más adelante viñas...



Inmensos campos de cereal nos rodean. Los tupidos bosques han quedado atrás.




Atrás dejamos la sierra de Aitzgorri. Ahora nos espera la llanura alavesa.



Dejamos a la derecha una laguna artificial de las que hay por aquí, para regar los cultivos.



También, un poco más adelante, dejamos a la derecha la ermita de San Millán, que aunque de origen medieval, recibió grandes transformaciones en los S. XVI y XVII.



Por fin enfilamos la carretera hacia Ordoñana. Menos mal que no tiene mucho tráfico, porque el arcén brilla por su ausencia.




En Ordoñana paramos a refrescarnos en la fuente.



Tres kilómetros nos separan de Salvatierra/Agurain. Dejamos atrás Ordoñana con la iglesia de la asunción destacando sobre las casas de la población.



En la provincia de Álava, encontramos estos postes marcando el camino, colocados por la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Álava.



Salvatierra ante nuestra vista. Aunque parece que esté ahí, los últimos kilómetros se te hacen muyyyy laaargooos (y sin comer más aún).



Entrando en Salvatierra/Agurain.





En la entrada pasamos junto al crucero de Bentaberri en propiedad privada y con un brazo de la cruz roto.



Y en breve entraremos en Salvatierra/Agurain por su calle Mayor. La iglesia de Santa María (S. XIV-XV) nos recibe.




Fachada de la iglesia de Santa María.



La iglesia formaba parte del sistema defensivo de la villa y por ello conserva elementos de esta labor que realizó cuando fue construida, en concreto el paso de ronda y adarves.




Al comienzo de la calle Mayor, nos encontramos con la casa solariega de Azcárraga, con escudo nobiliario. Es una de las muchas que podemos encontrar en esta histórica villa alavesa.


A mitad de la calle Mayor nos encontramos la Plaza nueva de Santa María, con estas Olbeas o soportales (S. XVIII) para proteger de la intemperie, tanto a los moradores, como a los comerciantes o mercaderes en días de mercado.



Plaza de San Juan. 
En ella también aparecen Olbeas o soportales del S.XVI. 
Es una plaza preciosa.



En la plaza de San Juan Bautista está ubicada la también iglesia-fortaleza del mismo nombre.



Vista de la fachada de la recia fachada de San Juan Bautista con su pórtico de entrada del S. XVIII.




Interior de la iglesia de San Juan Bautista. 
Retablo Mayor de estilo barroco.



Portada de la iglesia de San Juan Bautista.




Vista general de la Plaza de San Juan con la calle Mayor enfrente.

Nuestro primer objetivo al llegar a Salvatierra/Agurain era llegar a la Oficina de Información y Turismo para pedir la llave del albergue. La casualidad hizo que de camino a la misma (que está en la calle Mayor, más o menos a mitad) encontráramos a Jesús, uno de los albergueros que cuida del albergue. Enseguida se ofreció a ir a abrirlo. Nos pidió 10 minutos. Nos informó de su localización, pero antes pasamos por la Oficina de Turismo donde había quedado en pasar avisando por teléfono de nuestra llegada a la encargada para que supiera que ya habíamos hablado con Jesús. Nos trató muy amablemente y nos volvió a indicar el camino hacia el albergue. Nos dirigimos hacia allí, a esperar a Jesús. Queríamos ducharnos e ir a comer de inmediato ya que no habíamos probado bocado en todo el día y eran cerca de las dos.




El albergue se encuentra saliendo de Salvatierra/Agurain dirección a Vitoria, junto a las instalaciones deportivas y campo de fútbol. Pasamos por una plaza con esta original escultura.




El camino al albergue está señalizado.



Por fin llegamos al albergue de Salvatierra, inaugurado a finales de 2013. Jesús llegó enseguida. Nos abrió, nos enseñó las instalaciones y nos indicó donde comer.




Interior del albergue de Salvatierra/Agurain. Como en todos los albergues de este camino, estuvimos solos. Aunque en este caso, se uniría a nosotros Gorka y su perrillo Blacky, un peregrino Guipuzcoano que había emprendido desde su casa el Camino a Santiago y hoy cumplía su primera etapa.



Como es evidente, en un restaurante próximo al albergue (después de 23 km uno no tiene muchas ganas de andar) dimos buena cuenta de un buen plato combinado y para terminar un digestivo orujo de hierbas. Sólo quedaba hacer la colada y descansar un poco.




Tras una reparadora siesta, tocaba recorrer un poco el pueblo y buscar un sitio para cenar. Tras la cena, nuevamente tuvimos ocasión de encontrarnos casualmente con Jesús, que muy amablemente nos invitó en su casa a unos chupitos de orujo y pacharán caseros que nos supieron a gloria y que nos tomamos tras una amena charla sobre usos y costumbres de la localidad. Desde aquí agradecerle a Jesús su amabilidad y su invitación. Nos ayudó a tener un mejor descanso. Disfrutamos mucho en Salvatierra/Agurain. Gracias Jesús.


Entradas relacionadas:



La ruta en el mapa.




La ruta en wikiloc.


 



Película.



12 comentarios:

  1. Hola Emilio, bonita zona donde las haya, la Sierra del Aiztgorri y el túnel de San Adrián.

    Un abrazo

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    1. ¡Hola Abi! Sin duda la etapa más bonita de todas con unos bosques espectaculares.
      Un abrazo.

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  2. Hola Emilio
    Es bonito caminar con la niebla aunque la humedad moleste un poco, esas fotos del mar de nubes son espectaculares y esos tramos de frondosa vegetación aun lo son más.

    Imagino lo costoso de hacer todo el recorrido sin comer nada, ese plato de la comida sentaría como la gloria, eso es lo que tiene el camino jajaja.

    Pero por la noche tuvisteis la recompensa, esos chupitos caseros a los que os invito Jesús, ufff me lo imagino, buenisimosssss

    Un abrazo
    Jose
    TROTASENDES BENICALAP

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    1. ¡Hola Jose! Cuando estás caminando te haces a todo: calor, frío, lluvia, niebla...No hay más remedio. En cuanto al hambre es más vicio que otra cosa, porque tenemos reservas suficientes para días (ja,ja,ja). De todos modos, el plato cayó enseguida.Y por la noche, esos chupitos nos supieron a gloria.
      Un abrazo.

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  3. Hola Emilio, lastima no hubierais empezado el "camino" unos meses antes, yo en mayo empeze el frances con la idea de ir recorriendolo poco a poco, de haber visto antes tus cronicas quiza me hubiera decanatdo por el vasco, ahora ya no es plan de cambiar. No se si es problema mio pero mas de la mitad de las fotos de esta etapa no las puedo ver, entodas las demas etapas no he tenido ese problema.
    Salut y kilometros
    Francesc

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    1. ¡Hola Francesc! Aún puedes hacer este camino cuando acabes el Francés. Yo terminé el Francés y ahora voy haciendo ramales (Aragonés,Inglés,Finisterre, Vasco...) Gracias por decirme lo de las fotos. Echaré un vistazo cuando esté en casa.Nos vemos por los caminos.
      Saludos.

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  4. Preciosa etapa Emilio, que bosques más encantadores. Desde luego os ganasteis bien ese plato combinado que sentaría como la gloria... Bueno y esos orujos de hierbas para "rebajar"....

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    1. ¡Hola Álex! Una etepa preciosa, la más espectacular de todas. Desde luego, comimos con ganas y esos orujos y pacharanes de la noche los disfrutamos mucho. Son esos buenos recuerdos del Camino.
      Un abrazo.x

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  5. Hola Emilio!

    Una etapa muy bonita. Me encantan esos hayedos

    Saludos!!

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    1. ¡Hola Jesús! Fue , sin duda, la más bonita y dura de todas.
      Saludos.

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  6. Hola Emilio.Retomo tus post del camino.Esta tercera etapa,solo por atravesar esos bosques de hayas,ya vale la pena.Saludos.

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    1. ¡Hola Juane! Como le dije a Jesús, esta es la etapa más bonita de todo este tramo. Ese bosque subiendo a San Adrián es una maravilla natural.
      Saludos.

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