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lunes, 24 de marzo de 2014

AL POU CLAR DESDE BOCAIRENT (22/3/2014)



La ruta de esta semana nos lleva a uno de los parajes más bellos y visitados del Valle de Albaida, sobre todo en verano, ya que sus pozas de cristalina agua resultan ideales para sofocar los calores veraniegos. Se trata del Pou Clar. Hemos llegado hasta aquí desde la bonita localidad de Bocairent. Os invito a recorrer la ruta conmigo.



La ruta tiene una longitud de unos 14 km, que se pueden realizar en unas 4 horas y media. El paisaje es algo desolador. No hay apenas vegetación en todo el recorrido. Los incendios han causado estragos en la zona. Aún así disfrutamos mucho de la ruta.

Sobre las 9 de la mañana estábamos dispuestos para emprender la marcha. Antes de comenzar, la clásica foto para inmortalizar el momento.

De izquierda a derecha: servidor, Rafa, Concha, Carmen, Emilio Romero y Ricardo.


Empezamos nuestra ruta partiendo desde la plaza por la calle Camino Santísimo Cristo.


Seguimos hasta final de la calle. Allí cogeremos un camino a la derecha, que baja para cruzar un barranco por un antiguo puente.


Nada más tomar este camino, obtenemos esta bonita vista de Bocairent.


Cruzamos el barranco del infierno, dirección a la ermita del Santísimo Cristo.


El puente que acabamos de atravesar.


Frente a nosotros, las ventanas en la roca (unas 50 ) de lo que se conoce como covetes dels moros. Son unas cuevas excavadas en la roca, de diferentes dimensiones. Serían de época andalusí y parece ser que se utilizaban como granero, aunque esta utilidad no está totalmente demostrada.


Tras cruzar el puente iniciamos la subida del calvario. Ésta tiene un buen desnivel y hará que nos empleemos a fondo.

Cada vez que paramos a respirar, no podemos evitar volver la vista y contempla la localidad, apiñada en el cerro, como si las casas quisieran encaramarse en lo más alto.


Pasito a pasito se hace camino.

Las catorce estaciones que forman el Via Crucis o Calvario, van pasando una tras otra.


Al parecer, las antiguas estaciones fueron sustituidas por otras nuevas. Por eso, en algunas encontramos en el suelo las viejas, que no fueron recogidas.


Estas nuevas casetas sustituyeron a las más antiguas.


La ermita cada vez más cerca.


Por fin llegamos arriba. Los 730 m de altitud nos obligan a detenernos un momento para recobrar el aliento. Siempre que hemos venido, hemos encontrado gente almorzando en este tranquilo lugar. La ermita, construida en el siglo XVI consta de tres edificios: el Hostal que fue un antiguo convento, la casa del capellán y la iglesia de estilo gótico, con el campanario adosado.


Tras un breve descanso, retomamos la ruta por un camino que sale a la izquierda de la ermita y nos lleva a la parte trasera de la misma, hasta un corral en ruinas que vemos enseguida.


En este punto, llegamos a una pista por la que transcurre el PR CV 306, que nosotros no seguimos. Nosotros la cruzamos y continuamos rectos.




En unos centenares de metros llegamos hasta una cruz conmemorativa de la muerte de 62 soldados en la guerra carlista en el año 1873, concretamente en la batalla de Camorra que puso fin a la III Guerra Carlista.


Continuamos el camino y pronto nos topamos con una cueva, lugar de oración de la beata local Piedad de la Cruz. El día anterior se cumplieron los 10 años de su beatificación por Juan Pablo II.




Aspecto del interior de la cueva.


Hemos de buscar una senda que por la izquierda de la cueva nos conduce hacia un barranco que hemos de cruzar para después subir y alcanzar un collado desde el que es fácilmente reconocible la ciudad de Ontinyent.


Hacia el este, destaca sobre las demás cimas, la del Montcabrer, máxima altura de la Sierra de Mariola, con sus 1390 m de altitud.


Seguimos por esta pista desde la que divisamos la población de Ontinyent.


Ontinyent con más detalle.


El paisaje es bastante desolador. La  vegetación destaca por su ausencia.


La bajada es rápida y fácil, aunque hemos de tener cuidado con las piedras sueltas.


Y llegamos hasta el Pla del Quincaller (628 m).


En el Pla del Quincaller, junto a este pino de la foto, encontramos una senda que sale a la derecha del camino y que nos conduce por el barranco dels tarongers hasta el Pou Clar, unos kilómetros después.


El sendero que seguimos está muy bien definido.


De vez en cuando, nos paramos para contemplar las verticales paredes del barranco. La aridez del mismo es también evidente.


En algún tramo encontramos escaladores.


La senda desemboca junto al depósito de agua potable de Ontinyent.



Junto al depósito está este aparcamiento.


Desde el aparcamiento, cogemos un camino sin asfaltar a la izquierda, que en 200 m nos lleva hasta la carretera CV-81


Seguimos por la carretera, hacia la izquierda, dirección Ontinyent, con las precauciones debidas en este tipo de vía. Habremos de recorrer unos 500 m, hasta llegar al aparcamiento del Pou Clar.


La carretera transcurre junto al cauce del río Clariano, que vamos viendo a medida que avanzamos.


Junto a la carretera, encontramos un aparcamiento en el paraje del Pou Clar.

El Pou Clar es un paraje fluvial cuyas fuentes alimentan el río Clariano y que forma una serie de pozas que han esculpido la roca calcárea con formas redondeadas. Las distintas pozas tienen sus nombres, que de arriba a abajo son:Pou dels Esclaus”, ”Pou Clar”, “Pou Gelat”, “Pou de la Reixa”, “Pou Fosc” y “Pou dels Cavalls”. Es un enclave espectacular en el que vale la pena entretenerse un buen rato y en el que nosotros aprovechamos para almorzar.



                   Descendemos por unos escalones y nos encontramos con este espectacular paraje.




Una serie de pozas, excavadas en la roca, aparecen ante nuestros ojos.


Se aprecia, en el Pou Clar, la sequía que estamos padeciendo. En la anterior visita a este enclave, había más agua. Las pozas tenían un color más vivo. En esta ocasión, en algunas de ellas el agua se notaba como estancada, sin corriente.


Aprovechamos, cómo no, este bonito lugar para reponer fuerzas y almorzar como es debido.


En la foto, uno de los manantiales que alimentan estas pozas.


La transparencia y el color del agua, llama nuestra atención. Tonos azulados y verde esmeralda predominan en las diferentes pozas.


Aquí también encontramos cuevas artificiales excavadas en la roca, similares a las de "les covetes del moros" de Bocairent.


Pequeños bancos de carpas corren de un lado a otro.


Podemos recorrer la zona por unas pasarelas y caminos cementados que nos llevan hasta el extremo de las pozas, donde encontramos un pequeño remanso que seguramente, en épocas estivales estará lleno de bañistas.


En distintos puntos encontramos paneles explicativos de las características de tan singular paraje.


Una fotografía en este entorno privilegiado no podía faltar en la colección.


Tras un rato fotografiando y disfrutando del lugar, emprendimos el camino.


Desanduvimos el tramo de carretera y el tramo de camino sin asfaltar hasta el aparcamiento junto al pozo de agua potable. Pero ahora seguiríamos de frente, siguiendo el itinerario del barranco dels Tarongers-alto del Castellar.

 A lo largo del recorrido encontraremos varios molinos (Molino de Patirás, molino de Lluna...)en ruinas que aprovecharon durante el pasado siglo, las aguas que recorren este barranco, con distintos usos según la época y las distintas necesidades del momento. Aunque los molinos empezaron utilizando una tecnología preindustrial, algunos se adaptaron a nuevas funciones y dieron lugar a fábricas harineras, papeleras, textiles, hidráulicas, etc

Seguimos por este camino, que nos lleva hasta el molino de Patirás, donde nos desviaremos por una senda que sale a la derecha.


Frente a nosotros, el molino de Patirás, restaurado. Nosotros no llegaremos hasta él, nos desviaremos a la derecha, por una senda que se adentra en el barranco.


Primavera a flor de piel.


A lo largo del tramo del barranco, habremos de cruzar en varias ocasiones el cauce.


Segundo de los molinos que encontramos en el camino.


Ascendemos ahora sobre el barranco. Transitamos por la falda del alto del Castellar.



En el recorrido observamos diferentes azudes o presas que reconducían el agua hacia los molinos.


Nos encontramos con el desvío de la senda del Castellar, que dejamos para otra ocasión. 
Seguimos pues por la derecha.


El tamaño de este otro molino delata su importancia.


En este molino,datado en 1902, encontramos un simpático grupo de amigos de Ontinyent que se reunen aquí cada quince días para pasar una buena mañana en armonía. Nos invitaron a tomar lo que quisimos. Hasta otra, amigos.


Otro cruce del barranco.



Ruinas de otro de los molinos.


En un punto, la senda comienza a subir y vamos dejando abajo el barranco. La senda gana altura paulatinamente y comenzamos el último tramo con mayor desnivel del recorrido.


Dejamos el barranco y vamos ascendiendo hasta llegar a un collado.


En algún tramo del ascenso podemos observar la ermita del Santo Cristo en su parte este.


La senda en ascenso nos lleva al camino íbero, caracterizado por estar excavado en la roca en mucho de sus tramos, incluso escalones. Esta foto corresponde a uno de esos tramos.


El entorno por el que transcurre la senda es bastante árido y desolador. Los restos de los incendios aún son claramente visibles en gran parte del recorrido y no se aprecian signos evidentes de repoblación. Una pena porque este paraje con vegetación ganaría muchos enteros.



La senda llega hasta este collado, donde se cruza con esta pista. Nosotros habremos de seguir recto.


Y llegamos a este poste indicador continuando en dirección a Bocairent, a donde entraremos por el puente de  Darrere la Vila, el más antiguo de Bocairent.


El camino pasa junto a la ermita de San Antonio Abad (s. XVI), a un km de la localidad. Al parecer, por el rosetón que vemos en la parte superior, el 17 de enero, festividad del santo, a las cinco de la tarde, un rayo entra por él e ilumina la imagen del santo.


Cruz de término en un cruce de caminos.


Antes de entrar en la localidad encontramos este antiguo lavadero restaurado.


Y próximo al lavadero, la fuente de En Ferris.


Y antes de entrar, también otra bonita estampa de la ermita del Santísimo Cristo, encaramada en su cerro y que visitamos unas horas antes.



Entrando por el puente de Darrere la Vila, el más antiguo de la localidad, nos encontramos con esta típica imagen de Bocairent.


Tras cruzar tan histórico puente, entramos a la población por la calle Mosén Hilari, que la rodea por fuera.


Esta zona es la parte medieval de la población y encontramos restos de una antigua muralla en distintos puntos.


Y enfilamos la recta final hacia la plaza del Ayuntamiento.



Plaza del Ayuntamiento: inicio y fin de la ruta de hoy.


La plaza desde el otro ángulo.


Y para recuperar fuerzas, nada mejor que comer en un restaurante de la localidad. en este caso El Ravalet, donde comimos bien y estuvimos muy a gusto.

 

                                     
Patatas asadas con ajoaceite y embutidos curados junto con este arroz pericana, típico de la zona nos sentaron pero que muy bien.

Entrada relacionada.

Bocairent: ermita del Sto. Cristo, Pou Clar, barranco dels Tarongers.

Galería fotográfica.

Nuestra ruta en el mapa.



La ruta en Wikiloc


                      

16 comentarios:

  1. Pues sí, Emilio, a pesar de que el recorrido de esta ruta es bastante árido y desolador, merece la pena su realización, ya sea solo por subir a la ermita e ir viendo las bonitas vistas de Bocairent, así como disfrutar de un almuerzo viendo las aguas cristalinas del Pou Clar, y volver a deleitarse con las vistas del pueblo al entrar a él por el puente Darrere la Vila; y, por supuesto, y lo más importante, hacerlo con compañía que es de tu total agrado.
    Como siempre, te diré que tu exquisita crónica y tus cada vez mejores fotografías, hacen tan amena la lectura de esta entrada que se te hace corta y te quedan ganas de más.
    Nos volvemos a ver el próximo sábado.
    Un abrazo.
    Ricardo Vivó

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  2. ¡Hola Ricardo! Gracias por tus palabras. Eso me anima a seguir publicando. Aunque, como hablamos, no es una de las rutas que más nos ha gustado, hemos disfrutado igualmente de ella y seguro que repetiremos en otra ocasión. Ahora a pensar en la de la semana siguiente.
    Un abrazo.

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  3. Hola Emilio!
    Nosotros también hicimos la ruta "Barranc dels Tarongers", la tenemos en vídeo, y el incendio era reciente. Desolador!
    Menos mal que nos quedaba Pou Clar y el hermoso Bocairent.
    Un abrazo!

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    1. ¡Hola Vicente! Pues si ahora aún te da pena la desolación de la zona, me imagino recién quemado. Pero bueno, como dices, nos quedan el Pou Clar y la singular Bocairent.
      Un abrazo.

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  4. Hola Emilio.

    Una ruta muy atractiva pese a la ausencia de sombra, parece que los incendios han hecho mella en la zona.
    Una ruta que parece muy apropiada para el verano, ¿no?, sobre todo por la pozas.

    Un abrazo.

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    1. ¡Hola Dani! Acostumbrados como estamos a la frondosidad de la sierra de Espadán, estas sierras descarnadas nos parecen desnudas, pero sabemos encontrarles otros encantos y valores. En este caso, el Pou Clar ya vale por sí una ruta, En verano, tal vez mejor, aunque con más gente.
      Un abrazo.

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  5. Hola Emilio
    Nosotros el Pou Clar lo hicimos desde Ontinyent y al ser verano no falto el típico chapuzón, bueno pues te puedo decir que creo que es uno de los sitios donde más fría he encontrado el agua y mira que chapuzones de este tipo ya sabes que llevamos alguno jajaja,

    Un abrazo
    Jose
    TROTASENDES BENICALAP

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    1. ¡Hola Jose! Conociéndoos ya sé que esta ruta la hicisteis en verano, cuando los calores aprietan. Pues, a lo mejor la próxima os imitamos.
      Un abrazo.

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  6. Hola Emilio, como me gusta esas pozas de agua, me han recordado a pequeña escala al barranco de los infiernos de la sierra de Gredos. Un bañito en verano debe sentar de lujo , lo malo es que debe llenarse de gente supongo.
    La ruta es bonita con esos molinos y e un pueblo tan bonito, lástima de incendios como bien apuntas. Si además estuvieran bien arboladas esas montañas y barrancos sería un paraje fantástico.
    De todos modos me lo apunto, saludos

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    1. ¡Hola Jose Ramón! El Pou Clar es espectacular. En esta ocasión teníam menos agua que el año pasado. En verano, la afluencia de gente es grande: esas pozas invitan al baño. Y , como bien dices, le falta el arbolado que los incendios han destruida. Esperemos que con el tiempo se recupere.
      Un saludo.

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  7. Hola Emilio.
    Una verdadera lástima que una ruta tan bonita tenga esa apariencia desértica, ya que hubo un incendio que arrasó tan espléndido paraje.
    Así y todo recorrer Bocairent, ya vale la pena, pues es uno de los pueblos más bonitos de la Comunidad. Del pou clar ni que decir, pero también la sequía está desluciendo las rutas con agua,pues esta brilla, casi, por su ausencia.
    De todas formas una buena ruta.
    Un abrazo.

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    1. ¡Hola José Luis! Lo de los incendios es una pena, la desolación que dejan a su paso tarda muchos años en recuperarse. En cuanto al Pou Clar, tenía menos agua que el año pasado. La sequía también causa estragos. Esperemos que esta primavera llueva.
      Un abrazo.

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  8. Hola Emilio!! Me ha gustado mucho esta entrada..( por cierto, no sé, si me pasa a mi solo, pero hay algunas fotos que no se ven....igual es un error momentáneo...). Que claridad, y color mas bonito el de las pozas!!. Encantador el lugar, y el recorrido. Bonito lugar, y que en la estación estival imagino estará bastante frecuentado. Las fotografias, muy buenas, en especial la imagen con Bocairent, como protagonista, nada mas comenzar el camino, es preciosa!!.
    Esperemos nos llueva, por que asusta, ver falta de corriente en los afluentes, barrancos, y pozas!!.
    Salud y monte!!

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  9. ¡Hola Anuxa! El Pou clar es una maravilla. Cada poza tiene un color característico que la hace diferente. De hecho cada una tiene un nombre. En contrapartida, la zona está muy estropeada por los incendios. Esperemos que llueva. Gracias por comentar el problema con las fotos. Ya lo he subsanado.
    Un saludo.

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  10. Esta zona no la conozco y el pueblo todavia tampoco pero se que Bocairent viene de Bekeret que significa colmena, de ahi su forma que tiene de colmena, a pesas de no haber ni una sombra el recorrido ya vale la pena con esas pozas, saludos y enhorabuena por la cronica

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    1. ¡Hola Sugoi! Es una pena la falta de vegetación, aunque se disfruta con otros elementos de la ruta, por ejemplo en el barranco de Tarongers o en las pozas del Pou Clar.
      Saludos.

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