LES RODANES DE VILAMARXANT (14/12/2013)

Esta semana Emilio Romero nos acercó a visitar un paraje muy cercano a Valencia, de un gran valor ecológico y ambiental, para realizar un paseo que ocupara nuestra mañana de sábado. Se trata del Paraje Natural Municipal de Les Rodanes, en término de Vilamarxant. Es un pulmón de la capital y de todo su área metropolitana que nos causó una grata sorpresa.

Qué mejor que estas palabras extraídas de la Guía de Parajes Naturales Municipales de la provincia de Valencia, publicada por la Diputación de Valencia para describir este bonito enclave:

"En la masa gris caliza que domina la mayor parte del paisaje valenciano, estos montículos son islas rojas, formadas por el material conocido como rodeno o piedra de afilar. Esta diferente composición del suelo condiciona una vida salvaje muy distinta de su entorno, reforzada además por la cercanía del río Turia. Es un paraje de gran extensión y con numerosos atractivos, desde cuevas y simas hasta circuitos para bicicletas. Un auténtico Parque Natural en miniatura por sí mismo, aunque forma parte de las Riberas del Turia."

Este paraje de Les Rodanes está formado por varias cimas. He localizado en el mapa del IGN al menos cuatro Rodanes: Rodana Gran (346 m.sn.m.), Rodana del Pic (322 m.s.n.m.), Rodaneta Parda y Rodaneta Blanca.

Como el recorrido era corto y sencillo, no fue preciso el madrugón de otros sábados. Sobre las 9,30 nos encontrábamos en el inicio de nuestra ruta. Saliendo desde la segunda rotanda, dirección Vilamarxant-Cheste, por la vía de servicio paralela a la carretera, recorremos unos 500 m. y llegamos al punto desde el que iniciamos este bonito y tranquilo paseo par este sorprendente Paraje Natural de Les Rodanes.

Este poste marca el inicio de nuestra ruta de hoy.

La habitual foto de grupo con los participantes. De izq. a der. Vicente, Salud, Carmen, servidor y Emilio Romero.

Comenzamos por un amplio camino que poco a poco se irá convirtiendo en senda y cogiendo desnivel. Este será, de hecho, el tramo más "difícil" del paseo.

En unos centenares de metros encontramos este poste que nos marca un tramo de trincheras de la guerra civil fácilmente reconocibles.

La senda va cogiendo altura y en todo momento el color rojizo del rodeno nos acompaña. Nos cruzamos un numeroso grupo de ciclistas de montaña descendiendo a toda velocidad por la senda y descarnándola todavía más.

Al poco tiempo ya nos encontramos de frente las antenas de la Rodana Gran.

En toda la senda de ascenso encontramos el mismo color y mucha piedra suelta. Este último tramo es el de mayor desnivel.

Y ya estamos en la cima de la Rodana Gran. Dos enormes antenas y algún poste de la luz coronan y afean esta cima (el tributo de la modernidad) como en tantas otras cimas de nuestras montañas.

Por lo menos el geodésico está en buenas condiciones.

El día amaneció muy nublado y la visión del horizonte no era muy buena. Se adivinaba más que se disfrutaba, todo el Camp de Túria y la Hoya de Bunyol.

Foto de grupo en el geodésico.

El lugar era ideal para el almuerzo.

Las nubes y la bruma nos impedían disfrutar del horizonte. Aunque la cementera de Bunyol se veía bien.

Tras el almuerzo, descendemos por la pista que sube hasta la cima. Desde esta parte podemos ver la montaña de Montiel, en primer término, y a la izquierda de la foto San Miguel de Llíria.

También frente a nosotros, en este tramo de bajada, la Rodana del Pic, cuyo ascenso dejaremos para otra ocasión.

El descenso por la pista es cómodo. El sol comienza a brirse paso entre las nubes.

En una curva pronunciada a la derecha, vemos a la izquierda este poste que nos marca una senda que nos llevará a visitar la Basseta Barreta.

La senda desciende y transcurre un tramo por el barranco de Muncholina.

La senda sale a un camino que nos conducirá a la basseta Barreta. Pasamos por algunos campos en lo que el otoño aún se manisfestaba en algunos árboles.

Llegamos a la basseta Barreta. Este entorno está cuidado y está presidido por unos pinos centenarios de gran porte y vistosidad que aportan elegancia al lugar.

Posamos en este bonito estanque.

Encontramos una fuente en el paraje.

 Eso sí, nos advierte el cartel de la no potabilidad del agua.

 

La basseta Barreta de cerca.

Un panel nos muestra la variedad de fauna y flora de este tranquilo enclave.

 

Unos metros más adelante encontramos este corral restaurado, posiblemente utilizado como Centro de Interpretación de este Paraje Natural.

Junto al corral restaurado encontramos un sendero botánico adaptado, con una pasarela de madera a lo largo de todo el recorrido.

Y ya únicamente nos queda regresar al punto de inicio, eso sí, con el referente de la Rodana Gran acompañándonos.

Resumiendo, un paseo sencillo y agradable para esos días en que no tienes previsto ninguna ruta y quieres hacer algo rápido y cercano a casa. Sólo encontramos agua en la fuente de la balsa Barreta, pero no era potable.

Trakc de la ruta