TRANSESPADÁN. GR-36 II (30/3/2013)

Había sido una noche con fortísimo viento, casi huracanado. Nos levantamos pronto para iniciar la segunda y última etapa de esta interesante travesía. Estábamos animados y con ese ánimo os voy a contar ahora este último tramo de nuestra aventura. ¿Me seguís?.

Como hice en la anterior entrada, daré primero unos datos técnicos de este tramo y después os relataré la segunda parte de la travesía.

Salida desde Alcudia de Veo: 8,45 de la mañana.

Llegada a La Vilavella: 7,30 de la tarde.

Kms. recorridos aprox. : 29 Km.

Tiempo total: 10 h. 45'.

Tiempo en movimiento: 7 h. 30'.

Media en movimiento: 3,8 km/h.

Parciales

Alcudia de Veo-Aín:

- distancia: 4,7 kms.

- tiempo total: 1 h. 25' ,de las cuales 1h. 10' en movimiento.

Aín-Eslida:

- distancia: 7,1 kms.

- tiempo total: 2 h. 15' ,de las cuales 1h. 54' en movimiento.

Eslida-La Vilavella:

- distancia: 16,6 kms.

- tiempo total: 5h. 30' ,de las cuales 4 h. 25' en movimiento.

TOTAL TRANSESPADÁN COMPLETA

61 Kms.

21 h. 15' de las cuales 15 h. 23' en movimiento.

Desnivel acumulado en ascenso: 2895 m.

Trazado es la segunda etapa.

Perfil de la segunda etapa.

Después de estos datos más formales, os contaré cómo transcurrió esta segunda etapa.El día comenzó muy pronto. A las 6,30 de la mañana ya estábamos en pie (¿ansiedad?). El viento huracanado de la noche hizo que durmiéramos a ratos. Habíamos de esperar hasta las 8h. para poder desayunar. Así que decidimos dar una vuelta por el pueblo.

Antes de partir dimos una vuelta por el pueblo y nos hicimos esta foto en la plaza.

Tras desayunar, sobre las 9,45 h. nos pusimos en marcha, en dirección a Veo. Lo hicimos por carretera ya que la senda, en estos primeros kms. transcurre por una acequia y hay algún tramo en mal estado debido a desprendimientos y decidimos evitar este tramo y hacerlo por carretera.

En la cima se aprecian los restos del Castillo de Veo.

De camino, un vistazo atrás  y nos despedimos del Espadán.

Entre Alcudia de Veo y Veo, un vehículo hizo marcha atrás y pudimos comprobar con sorpresa que de él se asomaba Xavier (Goterris), en dirección a Algimia de Almonacid a hacer una original ruta de las suyas. Nos saludamos y seguimos cada uno nuestra dirección, deseándonos buena ruta.

En un cuarto de hora llegamos a Veo. En la entrada de la población encontramos el poste de dirección.

Veo, al borde de la carretera, nos saluda a nuestro paso.

Bajamos hacia la vega del río Veo, con sus huertas trabajadas y los árboles frutales encendidos de flores primaverales que darán lugar a deliciosos frutos.

El tramo de senda que acabamos de iniciar, conserva el empedrado primitivo que tanto nos gusta ver en nuestras rutas. 

Las huertas bordean la ruta hacia la fuente de la Pistola.

Cruzado el riachuelo, unos metros a la izquierda, antes de retomar la senda en ascenso hacia Aín, nos detenemos a hacer una visita a la fuente de la Pistola. Un pequeño chorrito de agua manaba de su caño.

Desde la fuente de la pistola comienza una preciosa senda, con una buena pendiente y con "z" como la de la foto. Muchos tramos conservan el empedrado original.

En este tramo hasta llegar al collado de Veo, nos encontramos con un grupo de senderistas alicantinos que habíamos visto el día anterior en Torralba y que  se encontraban realizando el GR pero a tramos, teniendo base en Montanejos y desplazándose a diario según el recorrido que iban a realizar. desde aquí , mandarles un saludo y los deseos de que volvamos a encontrarnos en otro cruce de sendas o caminos.

Ascendemos hasta el collado de Veo y tomamos un poco de aire. En el pequeño descanso nos hacemos una foto de grupo.

Retomamos el sendero que nos conducirá hasta Aín.

Desde el sendero tenemos ocasión , cuando nos detenemos y miramos hacia atrás, de contemplar los "acorchados" órganos de Benitandús. Al fondo, el inevitable Penyagolosa.

Algo más modesto, el Montí también se deja ver.

Y frente a nosotros, en la lejanía, ya asoman las antenas del Puntal del Aljub.

Como veis, los postes direccionales nos acompañan durante todo el recorrido.

Ya tenemos enfrente Aín, con la cónica cima del castillo detrás.

Foto de rigor antes de entrar al pueblo.

Aín es , tal vez, el pueblo más bonito de la Sierra de Espadán. Cada calle, cada esquina, cada rincón de su trazado morisco te invita a fotografiarlo.

En Aín hicimos una parada técnica para tomarnos una cerveza y así poder afrontar con más fuerzas el ascenso al collado de Barres. Nos dirigimos hacia la calle del calvario, que conduce a la ermita del mismo nombre y seguiremos por la senda que remonta el barranco de la Caridad.

Antes de seguir la senda, nos acercamos para ver la coqueta ermita del calvario. Vale la pena perder unos minutos para ver esta sencilla ermita.

Antes de adentrarnos de lleno en el barranco de la Caridad, llegamos al Molí de l'Arquet o de los Blancos, restaurado por completo.

La foto en este rincón es inevitable.

Y ya de lleno por la senda, observamos los restos del castillo de Aín, elevarse en lo alto de la colina.

Enseguida llegamos a otro bonito molino, también restaurado. Se trata del Molí de la Llum.

Fuente de la Caridad, que da nombre al barranco. Presenta un aspecto un tanto descuidado.

Seguimos ascendiendo por pista hacia el collado de Barres. Tras nosotros el Pico Espadán.

Seguimos atentos porque a mano izquierda, señalizada verticalmente, se encuentra la senda que en fuerte pendiente nos va a llevar al collado de Barres. La pendiente es corta pero bastante fuerte y el viento soplaba con ganas.

Durante la dura subida hacemos una breve pausa para tomar aire y disfrutamos de las estupendas vistas de Espadán.

Collado de Barres (745 m). En una media hora hemos salvado 250 m. de desnivel y toca descansar unos minutos.

Desde el collado de Barres, el camino se dirige en descenso hacia Eslida. Frente a nosotros, a los pies de la montaña, las casas de la urbanización l'Horta Seca.

En este cruce nos dirigimos hacia Eslida por una senda que transcurre por el barranco de Loret.

Encontramos tramos de senda con exuberante vegetación.

El sendero pasa bajo los cables de la tirolina autodenominada "más larga del Mediterráneo" y pudimos ver el paso de algunos atrevidos, algunos en posturas comprometidas.

 

Y en las inmediaciones de Eslida, la foto de grupo.

Un callejeo por las calles de Eslida, que presenta bonito rincones, hasta dar con Casa Paquita.

En Eslida reponemos fuerzas y nos avituallamos bien antes de seguir. Es la última población hasta la Vilavella, y aún nos quedarán casi 17 km.

Tras la comida, nosotros a seguir las señales.

Los primeros metros de camino desde Eslida transcurren por terreno llano en dirección a la Fuente de Castro y entre campos de almendros, naranjos, olivos...Al pasar la fuente, el camino se estrecha y se transforma en senda de herradura, con empedrado en muchos tramos y comienza una dura ascensión que terminará en el collado Roig.

La senda comienza ascender.

A pesar de la dureza, lo llevamos con bastante elegancia.

El empedrado está bastante bien conservado en casi todo el sendero.

Último tirón para llegar al collado Roig.

El último tramo tiene bastante desnivel y transcurre por lo que parece más una bajada de agua que una senda.

 El collado Roig (636 m). Aquí toca otro descanso. Las piernas empiezan a acusar los kilómetros.

Un vistazo atrás y nos encontramos con el Puntal de l'aljub.

Desde el collado Roig, la senda sigue ascendiendo unos centenares de metros para encarar la cara norte de la montaña. La zona está recién limpia de arbusto y maleza y algunos pinos. En un tramo vemos restos de trincheras y en un punto, este insólito objeto: un extintor de incendios.

Siempre visible, siempre vigilante, el Penyagolosa.

La senda transcurre un largo trecho llaneando por la cara norte,en la zona denominada Lomas de Iosti, lo que nos permite contemplar toda la Plana. Hasta el Grao de Castellón es perfectamente visible (eso sí, empleando el zoom).

También a nuestros pies vemos Artana.

A parte de las vista al norte, este tramo de senda es bonito ya que transcurre entre abundante vegetación.

¡Cómo no!, algunos magníficos ejemplares de alcornoques colonizan la montaña.

En un punto, la senda va bordeando la montaña y va cambiando de dirección, primero hacia el este, luego hacia el sur. En algún momento, a nuestra derecha, el perfil del Castillo de Castro, nos inquieta.

En el Collado de Artana (638 m.), hacemos otro descanso. Aún nos quedan 8 km por delante.

Después del pequeño descanso seguimos por una cresta más o menos aplanada donde se están realizando "trabajos de restauración paisajística y repoblación", según reza un cartel.

La senda transcurre por una pinada bonita y bastante llana. Parece que ya no hemos de subir ningún collado.

Desde el collado de la Ereta (600 m), tenemos buenas vistas de toda la zona de la costa, hasta el Montgó.Vale la pena detenerse unos instantes a disfrutar de las mismas.

También reconocemos los restos del castillo de Vall d'Uixó.

La sombra del senderista comienza a ser alargada. 

La tarde declina poco a poco y el sol se dirige a su mansión occidental, alargando sobremanera nuestra sombra, que se dirige en sentido contrario.

Las vistas hacia la Plana Alta y la costa nos acompañan ahora. Estamos recorriendo los últimos kms de esta maravillosa sierra que va a morir casi en el mar, como si de un río se tratase.

Desde el collado de la Ereta, el camino se realiza prácticamente por pista, en fuerte desnivel de descenso. No se hace monótona debido a la vegetación que la circunda, donde aún vemos bonitos ejemplares de alcornoques, así como de una densa pinada.

Este poste vertical que nos desvía hacia el último y corto tramo de senda de la ruta, fue el único que vimos caído en el suelo, tal vez debido al fuerte viento que ha azotado estas tierras en estos últimos tiempos y a su pobre base. Lo levantamos  y los sujetamos como pudimos.

 

Fuente de Castro en deplorable estado de conservación. Una pena.

De nuevo, la senda sale a una pista que ya no abandonaremos hasta la Vilavella. Las vistas hacia el mar reclaman nuestra atención.

En el punto donde la senda sale a la pista, frente a nosotros vemos esta extraña construcción. Se trata del Aljub dels caçadors.

Un poco más abajo, encontramos la fuente de Oliver, de la que no manaba agua.

Últimos metros de pista antes de entrar en La Vilavella.

En las cercanías de la Vilavella, las ruinas de su castillo.

Y la última foto de grupo frente a las puertas de la población.

Finalmente, entramos en La Vilavella.Tras dos días de travesía, 61 kms a nuestras espaldas (mejor en nuestras piernas, aunque las espaldas también trabajaron lo suyo ), algo más de 21 horas por la sierra y casi 16 horas caminando, cumplíamos nuestra ilusión de recorrer íntegramente, el GR-36. Conocíamos muchos tramos del mismo, pero nos faltaba enlazarlos y tener así una visión más global de toda la sierra. Disfrutamos de lo lindo. Seguro que repetiremos el año que viene. Os animo a todos a hacer lo mismo. Seguro que la travesía no os defraudará.

Las primeras sombras de la noche nos recibieron en La Vilavella. 

Habíamos cumplido un sueño. Nuestras cansadas piernas iban en busca de un merecido descanso. En nuestra retina, en nuestras cabezas, imágenes, olores, colores, sonidos, ecos, siluetas, senderistas., fuentes, masías, pueblos...todo un cúmulo de sensaciones y vivencias que permanecerán durante mucho tiempo en nosotros, como todas aquellas cosas que dejan huella en nuestras vidas y pasan ya a formar parte de nosotros mismos, algo personal y profundo que nos acompañará para siempre hasta nuestro último viaje.

Película

Galería fotográfica.

GR-36, TRANSESPADÁN

TRANSESPADÁN, GR-36 ( I )


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Track de la ruta.